Conviviendo con un Potter.
CAPITULO UNO: Entre muerte y panqueques
La lluvia caía con fuerza aquella noche, chocando estrepitosamente contra las ventanas.
Las nubes negras se arremolinaban en el cielo amenazadoramente y el viento movía los árboles con facilidad, como si éstos fueran simplemente de papel.
En la mansión de los Potter, solo una luz se mantenía encendida. James observaba la lluvia con atención, como siempre lo hacía cuando se desataba una tormenta como aquella. Le gustaba ver a la naturaleza desatada…su abuela decía que estaba completamente loco, pero a él no le importaba.
Sus padres habían muerto hacia ya tanto tiempo, que la primeramente sangrante herida se había transformado en una profunda cicatriz. Siempre los recordaba, pero había encontrado el mismo amor de unos padres en sus abuelos, que lo habían acogido desde el primer segundo sin cuestionamientos o dudas.
Y no era que James no representara problemas: ciertamente, los señores Potter habían recibido muchas lechuzas con quejas sobre su nieto, pero lo habían adorado y habían centrado su vida en él de todas formas.
Tenía una fortuna, un apellido y los mejores amigos que uno podría desear. Sirius, con sus bromas y sus conquistas, Remus con sus secretos y su callada inteligencia, Peter con sus tropiezos académicos y su deseo de gustarle a los demás.
Tampoco le faltaban chicas. Al recordar la escena de celos que Melanie le había armado hacia tan solo una semana en el andén, no pudo evitar sonreír. Pero no por buenos recuerdos de Melanie, sino de otra chica, una que ciertamente le interesaba mucho más que todas las demás.
"¡No me niegues que la estabas mirando, James!- gritó Mel dándole un empujón- ¡Y no es la primera vez¿Se puede saber que ves en esa Evans?"
James se removió el cabello con una naturalidad exasperante.
"¿Evans¿Pero que dices, te volviste loca?"
La muchacha lo fulminó con la mirada. Era inútil intentar negarlo; la escena, como tantas otras veces, volvía a repetirse.
"Tiene un cabello que llama la atención…" murmuró James, sabiendo que se le venía una bronca eterna.
En ese momento, la pelirroja pasaba por allí con sus amigas.
Melanie la tomó de un brazo y la metió en el medio de ella y James con brusquedad, mientras Lily, entre sorprendida y enojada, abría la boca para replicar.
"¡Dime aquí frente a Evans lo que me estabas diciendo hace dos minutos!" dijo con furia.
Lily fijó sus ojos muy verdes en los de James. El sintió el usual bandazo en el estómago y levantó la mano con intención de tocarle la mejilla, pero ella saltó como si él se hubiera bañado en algo tóxico.
"¡Déjame en paz, Potter¿Por qué siempre tengo que terminar yo metida en tus relaciones amorosas¡Desaparécete de mi vida de una vez por todas, no quiero que te acerques a mí!
James la vio alejarse, con su brillante melena rojo oscuro ondeando detrás, mientras se reunía con sus amigas con las mejillas encendidas aún por la furia.
James suspiró. Pensó en lo irónico de desear algo que parecía tan lejos de su alcance. ¿Por qué se había tenido que fijar justamente en la única chica de Hogwarts que lo trataba con tanto desprecio? Quizás por eso mismo, quizás ese era el único motivo que había hecho que poco a poco, y sin darse cuenta, se hubiera enamorado de Lily Evans.
Y no era que ella no le hubiese repetido mil veces que quería tenerlo a kilómetros de distancia.
Y James ya no sabía que hacer para convencerla de que era solo a ella a quien quería, y a nadie más que ella.
Sirius, harto, le había dicho que se olvidara de Evans, despúes de todos habían muchas chicas en Hogwarts. Remus, un poco más sensible y racional, le había casi gritado con terquedad que si de verdad la quería, siguiera intentando. James les había hecho un poco de caso a los dos: había tratado de evitarla involucrándose con otras, pero solo una mirada de ella, lo había hecho volver a caer. Había buscado el momento adecuado para decirle con claridad y honestidad lo que ocurría en su interior, pero ella le huía como a la peste, y resultó que era más que diestra en el arte de evitarlo.
¿Cómo explicarle que solo verla lo dejaba feliz por el resto del día¿Cómo explicarle que era su primer pensamiento en la mañana y el último en la noche¿Cómo explicarle que le parecía verla en todas partes?
James apoyó nuevamente la frente contra el cristal de la ventana.
Y le pareció verla. Allí parada en su jardín, bajo la lluvia y temblando.
Cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir. Ella seguía ahí. En ese momento, la muchacha levantó su rostro y clavó los ojos en él.
Un momento…esto no era una alucinación. Esto no era un sueño. Esto era la realidad. Lily Evans si estaba en su jardín, parada bajo la lluvia. James volvió a mirarla. Los ojos verdes de la muchacha seguían muy fijos en los suyos, como implorando. ¿Se estaba volviendo loco?
James bajó las escaleras de un salto, cruzó a toda velocidad la amplia y lujosa sala de estar, y abrió la puerta de un tirón con la respiración agitada.
Y ella seguía en el mismo lugar, muy quieta, temblando pero ignorando la tormenta, como si no pudiera tocarla. Lo miró de nuevo, y él vio, aún confundido, como de sus ojos escapaban las lágrimas. Y se acercó, con miedo de que ella se evaporara ante su presencia.
Se quedaron mirando, a pocos centímetros de distancia, hasta que él se sintió lo suficientemente fuerte como para hablar. El pelo largo y hermoso que tantas veces había deseado tocar, estaba ensopado, sus ojos brillaban casi demasiado y, James notó, un corte profundo y aún sangrante, se veía en su mejilla. El miedo se reflejó en la cara del muchacho mientras levantaba la mano para examinar la herida.
"Lily… ¿Qué pasó¿Qué haces aquí?
Ella se estremeció.
"James, mis padres…no pude hacer nada. James, mis padres, mis padres" repitió.
Y entonces se desplomó, él la atajó apenas y la tomó en sus brazos. Así entró a la casa y cerró la puerta, así lo encontraron sus abuelos cuando bajaron las escaleras apresuradamente.
LJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJ
"Peter y Sarah Evans fueron asesinados. Mortífagos" dijo Thomas Potter con el rostro contraído luego de haber movido algunos contactos en el Ministerio.
James observó a Lily, que ahora dormía, muy pálida, en su cama.
Recordó, como si fuera de otra vida, aquella vez en que su abuelo entró a la casa precipitadamente, y sin muchos preámbulos, explicó que un grupo de personas que se hacían llamar mortífagos, habían masacrado a una veintena de muggles que estaban de picnic en un parque a las afueras de la ciudad.
"Una calavera verde y fantasmagórica fue lo que nos alertó" añadió mientras se desplomaba en una silla. "Un horror, una verdadera pesadilla."
James volvió al presente súbitamente y únicamente gracias a la voz dulce de su abuela.
"Por Merlín, pobrecita" dijo Marie, mientras le curaba la herida con un movimiento de su varita.
"La casa está totalmente destruida. No sé como la niña sigue viva" dijo Thomas, con pesar en sus ojos.
"¿Qué va a ser de ella?" preguntó James, sin dejar de observarla.
Sarah y Thomas se miraron durante unos segundos.
"Se quedará con nosotros este verano, hasta el inicio de las clases. Se quedará con nosotros hasta que termine Hogwarts. Luego es su decisión."
"Tenemos que averiguar más, Tom" dijo Marie, levantándose de la cama. "James, iremos hasta el Ministerio, si despierta avísanos de inmediato."
Y sin decir nada más, James vio como sus abuelos desaparecían.
Con timidez, tomó la mano de la chica, que dormía con el ceño fruncido, perseguida por sus pesadillas.
"Quien te lastimó, pagará Lily, lo juro" dijo él. "Ahora estás a salvo, yo te cuidaré."
Cuando los Potter regresaron dos horas más tarde lo encontraron en el mismo lugar, con la mano de ella aún entre las suyas, como si quisiera protegerla de sus propios fantasmas.
Marie sonrió y le apoyó una mano en el hombro.
"Querido, baja un momento con nosotros. Debemos hablar"
James finalmente la soltó y siguió a sus abuelos hasta el piso inferior, en silencio.
Thomas prendió un habano, cosa que no hacía muy a menudo, salvo cuando estaba nervioso o preocupado.
"Ella estaba en la casa, James, con ellos. Nadie sabe como pudo escapar."
James observó a su abuela con rabia.
"Podría estar muerta" dijo simplemente.
"Sí, pero está viva y a salvo." murmuró Marie.
"Eran muggles, ni siquiera tuvieron la oportunidad de defenderse. ¿Por qué?"
Thomas observó los ojos de su nieto, llenos de rabia e impotencia.
"Los Evans se habían involucrado en el Ministerio. Eran espías" dijo "Nadie lo sabía, salvo unos pocos. Nadie entiende como esa información pudo llegar a las filas de Voldemort. James, me temo que hay un espía en nuestro bando, vas a tener que andar con cuidado, quien entregó a los padres de esa chica, bien podría conocerla, incluso conocerte a ti."
"Yo la cuidaré, abuelo, no la dejaré sola ni un segundo."
Thomas entendió y solo se limitó a asentir.
"Lily no se merecía esto."
"No, pero ocurrió de todas formas."
"Encontraré al que la lastimó, y lo mataré con mis propias manos."
Los Potter se mantuvieron en silencio.
"Si no les molesta, volveré con ella."
Y en silencio, James subió las escaleras.
"Tengo miedo por James, Marie."
"No le ocurrirá nada, es fuerte. Y está enamorado de esa chica"
Los ojos de Thomas se abrieron por la sorpresa.
"Eso si que es una novedad."
"No si lo miras a los ojos, Tom, ahí está escrito bien claro." dijo Marie con una sonrisa.
LJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJ
Lily abrió los ojos sobresaltada y se encontró con la última persona que hubiese esperado ver.
James Potter la observó con preocupación mientras ella se sentaba en la cama.
"¿Dónde estoy?"
"En Godric Hollow, en mi casa." dijo James.
Ella lo miró con los ojos aún enormes, sin reaccionar.
"Lily, atacaron tu casa, llegaste en la mitad de la tormenta, huyendo."
Lily lo quedó mirando.
"¿Qué hago en tu cama?"
"Bueno, me pareció que debía usar mis modales y no dejarte desmayada en el piso." dijo James con simplicidad.
"Podrías haberme metido en otra cama."
"Por Merlín, Lily, no estaba pensando exactamente en eso cuando te apareciste en mi puerta como un fantasma. No te toqué, si eso es lo que tanto te preocupa."
Ella lo observó un momento, sin saber cuánto le dolía a él que lo considerara una persona tan miserable como para ser capaz de aprovecharse de su situación.
"James…mis padres…los mataron, los mataron y yo no pude hacer nada de nada. No pude...no pude ni levantar la varita. Por Merlín, fue todo tan rápido."
"No había nada que pudieras hacer, Lily. Que sobrevivieras ya fue suficiente."
Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos verdes. Ella volteó la cara, avergonzada de que él la viera en ese estado.
James leyó sus pensamientos, y en un impulso, la abrazó antes de que ella pudiera ser plenamente consciente del contacto.
La estrechó en sus brazos, y cuando ella rompió en llanto, le acarició el pelo con ternura, esperando que pasara.
James Potter no durmió aquella noche. Lily lloró hasta que todas las lágrimas de su organismo parecieron irse, y luego se quedó muy quieta, dejando que por tan siquiera una vez, James la tuviera entre sus brazos y la cuidara.
Ella no iba a permitirse derrumbarse. Sus padres no hubieran querido eso, y ahora lo que importaba era atrapar a quienes les habían quitado la vida de forma tan cobarde, y vengarse. Seguir adelante, seguir respirando. Pero ella jamás volvería a ser la misma.
No entendía aún como había llegado a casa de los Potter, ni porque había corrido hacia allí antes que a cualquier otro lugar. No entendía porque se sentía a salvo, ni porque al despertar la mirada de James la reconfortó de esa forma.
Pero sabía que él estaba allí, para ella, y que ella, muy a su pesar, lo había sabido desde el momento en que huyó de su casa en ruinas para correr en dirección hacia él.
LJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJLJL
A la mañana siguiente, cuando Marie Potter apareció en la cocina muy temprano, olores hogareños y cálidos llegaron hasta ella. Vio con sorpresa a la muchacha que tan desamparada había visto la noche anterior sirviendo la mesa, mientras colocaba un desayuno recién hecho en sendos platos. Lily levantó la vista y enfrentó la mirada dulce de Marie por primera vez.
"Querida, no debiste haberte tomado tantas molestias. Debes descansar."
"Quería hacerlo" dijo Lily con sencillez, sonriendo.
"Siento mucho tu pérdida, cielo, no es algo justo."
"No, no lo es, pero le agradezco de todas formas." Lily cerró los ojos "Por haberme recibido anoche, por darme un lugar en su hogar tan siquiera por unas horas."
"Te puedes quedar todo el tiempo que quieras" dijo Marie, estrechándole la mano "De hecho, te quedarás en nuestra casa hasta el inicio de las clases."
Lily abrió los ojos con sorpresa.
"No podría abusar de su bondad de esa forma."
Marie se puso en pie, ayudándola a colocar los vasos.
"Esta casa, Lily, tiene muchas habitaciones vacías, muchos rincones oscuros que necesitan iluminarse. Amo a mi marido, y a James como si fuera un hijo, pero a veces una se siente sola entre tantos hombres, tu compañía seguramente será de mi agrado."
Lily volvió a sonreír, no con la misma sonrisa de otros tiempos, pero el gesto endulzó sus facciones y su mirada pareció entibiarse cuando miró a aquella mujer parada ante ella.
"No sé que decir."
"No digas nada, solo quédate. No tendrás problemas en esta casa, no somos muy estrictos y estarás a salvo de quienes te lastimaron. Puedes invitar a tus amigas si quieres, siempre serán bienvenidas y usar tu tiempo en cualquier cosa que te llame la atención."
La pelirroja asintió.
"Thomas tuvo que salir en un viaje de negocios, me pidió que lo mantuviera al tanto de tu decisión. Se alegrará mucho al saber que te quedarás con nosotros un tiempo."
En ese momento, un muchacho bajó las escaleras, descalzo, totalmente despeinado y llevando un pantalón de dormir que parecía quedarle algo grande.
"Abuela, me muero de hambre. ¿Qué…?"
En ese momento, los ojos miel de James se fijaron en Lily, que servía jugo de naranja en los vasos.
"Tu amiga ya se ha encargado de eso, como te habrás dado cuenta. Yo tengo que hablar con Mirke, si Lily va a quedarse aquí necesitará ropa nueva y esas cosas. Enseguida regreso."
Marie abandonó la cocina, con una sonrisa, mientras James permanecía parado al pie de las escaleras, y Lily, en la mitad de la cocina, lo observaba con una mezcla de nerviosismo y agradecimiento.
"No sé si te gustan los panqueques, pero hice muchos" dijo ella, mientras le señalaba la bandeja.
"Me encantan los panqueques" murmuró él, mientras se sentaba.
Ella sonrió.
"Potter, no sé como…agradecerte."
"No tienes que hacerlo, Lily."
"Yo vine en la mitad de la noche, y sin pedir ni siquiera una explicación, tú me ayudaste."
"Lo hubiera hecho en cualquier momento, lo que pasa es que a ti te cuesta entenderlo."
Ella lo observó con cierto remordimiento en sus ojos verdes.
"¿Te quedarás con nosotros?"
"Si, al menos por ahora" dijo ella, aliviada de que él hubiera cambiado de tema.
"Me parece bien."
"Si, a mi también."
Silencio incómodo. James probó sus panqueques mientras Lily bebía un sorbo de café.
"¿Por qué viniste hasta aquí de entre todos los lugares?" preguntó él de pronto, dejando caer el tenedor y observándola.
"No lo sé. No sabía siquiera que sabía donde era tu casa"
James se conformó con la respuesta.
"Deberías estar descansando, no niego que cocinas como los dioses, Evans, pero deberías estar descansando."
"Me pasé en tu cama toda la noche."
"Hay sillones cómodos en esta casa."
"No pareces haber dormido mucho" murmuró ella, observando las ojeras negras del chico.
"No, pero mi aspecto se debe a que todavía no he tomado mi baño revitalizarte" dijo sonriendo.
Ella se rió también.
"Eso es verdaderamente deprimente, dado que Sirius llegará en cualquier momento, y él no sale a la calle sin haberse dedicado una hora a cada detalle de su persona."
"¿Black?"
James la miró durante un momento.
"Si, creo que como te estarás quedando con nosotros un tiempo, es mi deber honorable decirte que Sirius vive también aquí. Desde el año pasado…ahora está visitando a su tío, uno de los pocos miembros de su familia que todavía mantiene algo de cordura."
"Este va a ser un verano difícil" murmuró Lily, sonriendo.
"Ya lo creo, Evans, ya lo creo."
Bueno, este es el primer capitulo, como se habrán dado cuenta. Espero que les halla gustado, y dejen muchas reviews!
En el próximo capitulo llega el adoradísimo Sirius Black…¿se acostumbrará él a la presencia de la pelirroja en la mansión Potter¿Podrá finalmente James hacerle entender a Lily sus verdaderos sentimientos hacia ella? Esperen y verán! JAJAJAJAJA!
