Fanfic para continuidad de grupo de Role Play de Charmed. Foro: generación warren ( )
Se explica la historia de las gemelas Kathleen y Tamora, hijas de Paige.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, son propiedad de todos los creadores de Charmed tv y comic
1977
San Francisco
Patricia Halliwell atravesaba su cuarto y último embarazo, dada la naturaleza del mismo tuvo que ocultarlo de sus hijas y del mundo, solo estaban enterados su madre Penny y su guía Samuel, quien era el padre del bebé que esperaban.
Ocultar un embarazo no resultaba nada fácil, no solo tenía que disimular con sus pequeñas Prue, Piper y Phoebe sino también con sus amistades e incluso frente a demonios, no quería que se supiera que vendría una cuarta descendiente de Patricia Halliwell.
Patty y Sam notaron que era un embarazo mágico cuando sin querer algo orbitó a manos de la sorprendida madre, ahí se dieron cuenta que la o el bebé heredaría los poderes de guía blanco, meses después eso les resultó beneficioso ya que entre los poderes del bebé estaba el de glamour, lo que ayudó a Patty a ocultar mejor su creciente abdomen.
El día en que dio a luz, Patty, Sam y Penny se encontraban solos en la mansión, Penny recibió a su cuarta nieta y de inmediato la colocó en brazos de sus padres quienes tenían emociones encontradas en ese instante, obviamente querían quedarse con la bebé pero sabían que era imposible por ser hija de una bruja y su guía, relaciones entre ellos estaban estrictamente prohibidas y de saberse que había un bebé mitad ángel y mitad bruja temían que los ancianos tomaran medidas drásticas así que a las pocas horas de nacer y después de que sus poderes de bruja fueran atados para que no fuera detectada, fue llevada a una iglesia para que una monja conocida de la familia en ese entonces le encontrara un buen hogar. Ese día dijeron adiós a su pequeña y no la volvieron a ver.
Pronto la monja le encontró un buen hogar con los Matthews, quienes siguiendo la indicación de que la nombraran con P dieron bienvenida a su familia a Paige Matthews
1994
San Francisco
Ya adolescente de 17, Paige era una rebelde, cuando se enteró que era adoptada dejó de escuchar a los Matthews y hacía prácticamente lo que quería, todo cambió de manera radical el día que en un accidente perdió a ambos padres, salvándose ella gracias a que involuntariamente orbitó fuera del auto en que viajaban segundos antes del fatal choque.
Paige dejó todo por unos meses, si no hubiera sido por su mejor amigo Glenn quien siempre estuvo ahí para escucharla, hubiera tomado decisiones radicales sin recapacitar.
Meses después Paige entró a la universidad con planes de mejorar el rumbo que su vida estaba tomando, conoció a alguien con quien pasaba casi todo su tiempo, era un chico solo un año mayor que ella y se destacaba por su cabello rojo, esa breve relación terminó el día en que Paige le dijo que estaba embarazada, él no se quiso hacer responsable y la dejó.
Nuevamente, Glenn estuvo dispuesto a ayudar a su mejor amiga en todo, estando con ella durante el embarazo y agendando citas con el médico para asegurarse que tanto Paige como su bebé estuvieran bien durante los meses de gestación.
Para su cumpleaños número 18, en 1995, Paige estaba prácticamente esperando ya el nacimiento de quienes para entonces ya sabía se trataba de gemelas, dos niñas a quienes ya les tenía pensado los nombres, Kathleen como su madre adoptiva quien para ella lo fue todo, y Tamora como su abuela quien murió cuando ella era pequeña pero fueron muy unidas mientras vivió.
El 15 de agosto en la madrugada, Glenn llevó a Paige al hospital, ya había roto la fuente y ambos estaban listos para recibir a las gemelas. El parto transcurrió sin complicaciones y Paige estaba encantada con sus niñas quienes la motivaron a querer superarse personalmente en todo aspecto. Glenn estaba maravillado con las pequeñas a quienes llamaba sus sobrinas y sin dudarlo quizo de inmediato ayudar a Paige con ellas.
Cuando las gemelas cumplieron cinco años, Paige se encontraba en la cocina preparando sus almuerzos especiales de cumpleaños cuando escuchó el detector de humo sonar, de inmediato corrió a la habitación donde estaban sus hijas y con terror vio que las cortinas junto a donde jugaban Kath y Tam estaban en llamas, sacó a las gemelas del cuarto y corrió por el extintor a la cocina para apagar el fuego antes de que éste se extendiera.
Regresando a la sala donde había dejado a sus pequeñas quienes lucían demasiado serenas vio aparecer a unos hombres vestidos con trajes blancos.
"Quienes son ustedes?" Preguntó Paige alterada colocándose entre sus hijas y los intrusos. Kathleen, la mayor por un par de minutos y quien desde los meses de nacida se mostró muy protectora de Tamora tomó la mano de su hermana y ambas se escudaron detrás de su madre.
"Esas niñas son un peligro para salvaguardar la seguridad de la magia," uno de los hombres dijo sin expresión alguna en su rostro.
"Magia?... No se quienes sean ustedes pero quiero que se larguen de inmediato o llamo a la policía," respondió Paige tomando el teléfono montado en la pared.
Los hombres no se inmutaron con esto, extendieron sus brazos y las gemelas se desvanecieron para aparecer cargadas por ellos, Paige soltó el teléfono que quedó colgando por el cable, balanceándose a mitad de llamada.
"No! Dejenlas!" Paige se abalanzó hacia los hombres, haciendo por ahora a un lado el impacto de haber visto como los hombres transportaron a sus hijas en un parpadeo.
Uno de los hombres movió el brazo y lanzó a Paige por los aires para alejarla, "sus poderes son un peligro para ellas y para el mundo mortal" dijo el hombre sin inmutarse mientras las gemelas lloraban llamando a su mamá, ambas estirándose para tomarse las manos entre ellas pero los hombres que las cargaban no las dejaban acercarse.
"Nadie recordará nada de ellas, tu tienes un destino el cual tomar" fueron las últimas palabras de los hombres antes de que Paige viera con horror como desaparecían con sus adoradas gemelas en brazos.
Segundos después todo rastro de las gemelas desapareció, parecía que nunca habían existido, Paige se levantó confundida, ya no recordaba a sus hijas, notó el teléfono descolgado pero sin mas detalle lo puso en su lugar y siguió su día como si nada, la cocina la cual minutos antes estaba llena de ingredientes para la comida favorita de las gemelas ahora estaba totalmente limpia, nadie de sus amigos y conocidos recordaba que tuvo hijas.
