Sinopsis:

Después de siete años en Litchfield cumpliendo condena, Alex Vause y Piper Chapman son puestas en libertad y empiezan una nueva vida juntas.

N/A: Clasificado M por contenido sexual explícito y violencia. (Los personajes no son creación mía. Pertenecen únicamente a Piper Kerman y Jenji Kohan).


Capítulo 01: "Pensamientos ilegales".

Piper entró en casa cerrando de un portazo la puerta tras de sí. Caminó hasta la cocina en busca de una cerveza, por el caminó arrojó las llaves con intención de tirarlas sobre la mesa del comedor, no lo consiguió y cayeron al suelo pero eso ahora no le importaba porque no se detuvo para recogerlas. Llegó a la nevera y cogió una cerveza, después de abrirla se dirigió hasta el sofá donde Alex estaba sentada. Se sentó a su lado y depositó ambos pies sobre la mesa camilla. Le dio un largo trago a la cerveza y luego extendió el brazo a su derecha y le ofreció a Alex.

— ¿Quieres? —Preguntó sin mirarla.

Piper estaba frustrada. La mañana no había sido buena para ella después de que en una entrevista de trabajo la rechazaran por ser expresidiaria.

—No —Sonrió observándola—. ¿Qué pasa nena? ¿Has tenido un mal día?

— ¡Las expresidiarias somos unas putas marginadas! —Se quejó— En momentos como hoy echo en falta la cárcel —otro trago a la cerveza, esta vez más corto que el primero.

—No digas eso Pipes, anímate… —acarició uno de los muslos de Piper— ¿Quieres desahogarte mientras te doy un masaje en la cabeza? —Rectificó sobre la marcha— ¿…O en cualquier otra parte de tu cuerpo? —Preguntó divertida intentando sacar una sonrisa a su novia.

Piper giró la cabeza hacia la derecha para encontrarse con los ojos de Alex por primera vez desde que había llegado a la casa.

—Alex… ¿Sigues teniendo tus viejos contactos?

— ¿De qué tipo? —preguntó confusa.

—De cuando asistías a las fiestas que ofrecía Kubra.

—No.

— ¿Ninguno? —preguntó desanimada.

—Bueno —su tono de voz fue sarcástico—, después de siete años en la cárcel por mi relación con dichos contactos, decidí alejarme de toda esa mierda.

—No necesito que seas sarcástica.

—Lo siento —dijo con una sonrisa—. Has tenido un mal día y no es hora de utilizar mi sentido del humor… —Alex se inclinó hacia Piper y depositó un tierno beso en sus labios para finalmente regresar a su posición inicial.

— ¿Crees que podrías retomar el contacto con algún antiguo cliente? —preguntó esperanzadora.

—Piper, me está costando seguirte en esta conversación. ¿Puedes decirme a que se deben estas preguntas y tu interés en el tema?

Piper decidió seguir manteniendo sus pensamientos en privado. Sabía perfectamente cuál sería la reacción de Alex si compartía con ella lo que rondaba en su cabeza. No quería pelear con ella y decidió abortar este tema.

—Sentía curiosidad, solo eso.

Con la cerveza en mano, Piper cambió de posición y se sentó a horcajadas sobre Alex apoyando las rodillas a cada lado de la cintura de la morena.

A continuación, llevó la mano libre hasta la barbilla de Alex y la elevó cuidadosamente para tener un mejor acceso a los labios de la morena y fundirse en un cariñoso beso.

Diez segundos más tarde Alex terminó el beso y separó la cabeza lo justo para poder hablar sin golpear sus labios con los de Piper.

—Has puesto mucho interés en tus preguntas y…seamos sinceras, acabas de besarme para desviar mi atención del tema. ¿Qué pasa Piper? —Preguntó desenfadada.

Piper hizo una larga pausa en silencio y aguantó la mirada sobre los penetrantes ojos de Alex.

—Prométemelo —pidió mirándola fijamente a los ojos.

— ¡Oh, mierda! —Exclamó al tiempo que negaba con la cabeza agotando la poca paciencia que le caracterizaba— ¡No Piper! No voy a prometerte que no voy a enfadarme después de escuchar lo que tienes que decirme.

—De acuerdo, entonces fin de la conversación —Se puso de pie y caminó hasta la cocina—. ¿Qué podemos almorzar? —Preguntó echando un vistazo a la despensa.

Alex se levantó y fue hasta la cocina. Todavía no sabía el porqué pero ya estaba enfadada con Piper.

—Habla —Exigió Alex— ¿¡Para qué demonios quieres saber si todavía puedo tener acceso a los contactos de mi ex trabajo!?

—Cálmate —Pidió—. Se trata de una idea que se alojó en mi cabeza pero que ya está olvidada —Dijo restando importancia al asunto. Intentó besarla pero Alex retrocedió un paso.

— ¡Piper! —Gritó estando realmente enfada porque intuía que el rumbo de esta conversación no podía llevar a nada bueno.

Piper dio otro trago a la cerveza ganando un poco de tiempo antes de contestar.

—Hace unos años —dijo sin más—, pasé sin ningún tipo de problemas una maleta llena de dinero a Bélgica y se me dio bastante bien para ser la primera vez que lo hacía… —Informó sin tan siquiera titubear.

El pánico y la incredulidad se apoderaron de Alex. No podía asimilar lo que estaba sucediendo en ese preciso momento. Y mucho menos asimilaba el hecho de comprobar que Piper estaba hablando totalmente en serio.

— ¿¡Hablas en serio!? —Exclamó todavía presa de incredulidad— ¡Piper! ¡Se te dio tan bien que acabaste en la puta cárcel durante siete años! ¿¡Lo has olvidado!?

—No lo he olvidado teniendo en cuenta que hace tan solo tres meses que terminé mi condena —Una pequeña pausa y prosiguió—. Pero pensé que tal vez…ya sabes Alex…ahora tengo experiencia. Tal vez no sea tan difícil abrirme paso en este mercado.

Estupefacta, Alex no fue capaz de pronunciar palabra alguna.

—Y conozco a una de las mejores contrabandistas —Prosiguió la rubia—. Quiero decir, no te pido que te involucres en esto, pero podrías únicamente hacer un esfuerzo y proporcionarme algunos buenos contactos de la industria.

— ¡Que buena idea! —Dijo siendo sarcástica— Puedo proporcionarte el número de algunos contrabandistas y también el numero de una funeraria… ¡Te hará falta cuando te busquen para matarte!

—Sé que esto es complicado, pero un poco de comprensión por tu parte no estaría de más.

— ¡Joder, Piper! ¿¡Qué coño estás diciendo!? ¡Te has vuelto loca! —Aseguró.

Alex solo podía negar una y otra vez con la cabeza. Si era una broma, Piper era realmente buena, de lo contrario, Chapman había perdido la poca cordura que podía tener en su cabeza.

—Alex, bien sabes que la reinserción social de un expresidiario es una puta mierda. Nadie quiere contratar a una jodida exdelincuente porque para la sociedad somos basura. Seamos sinceras, olvídate de conseguir un trabajo legal hasta al menos pasados varios años. ¿Y sabes qué? Mientras eso sucede no podemos alimentamos del aire.

Alex suspiró liberando en parte la tensión acumulada.

—Piper, no sé si eres consciente de tus putas y absurdas ideas, pero es momento de regresar a la realidad. No nos vamos morir de hambre ni viviremos como perros abandonados —Hizo una breve pausa—. Escucha, cariño —dijo un poco más calmada—, ahora estás frustrada y piensas en caliente. Veras que dentro de un rato, cuando estés más calmada, te darás cuenta de que simplemente estabas siendo presa de la ira por no conseguir trabajo.

—No necesito estar calmada para darme cuenta que esto es una locura, pero también puedo comprender que es una opción. Tú viviste de esto durante años.

— ¡Sí! Y también pasé entre rejas mucho tiempo… Por mi culpa entraste en la cárcel, no voy a permitir que eso se repita una vez más.

—No fue tu culpa —Recordó—. Yo sabía muy bien donde me estaba metiendo cuando te conocí y quise involucrarme en una relación contigo.

— ¡Da igual! De todas maneras tienes que borrar esa idea de tu cabeza. Encontraremos un trabajo legal —acarició la mejilla de Piper con sus dedos índice y corazón—. Nena, prométeme que no harás locuras —Suplicó mirándola a los ojos.

Piper apoyó su frente contra la de Alex y le rodeó el cuello con ambos brazos. Guardó silenció observando la mirada de la morena.

Pipes, prométemelo —Insistió—. Quiero oírlo de tu boca. Dime que no tengo nada de lo que preocuparme y que la idea de empezar en esta mierda es simplemente un bajón emocional pasajero.

—Te lo prometo cariño. Puedes confiar en mí. Te quiero Alex.

—Te quiero Piper —La besó.

Piper agarró con ambas manos la cara de su novia y le mordió el lóbulo de la oreja para seguidamente estirárselo.

—Fóllame Alex —Susurró en el oído de la morena—. Quiero que me folles y que mi única opción para correrme sea suplicándote que deseo correrme.

— ¡Mierda Piper! —Mordió el labio inferior de la rubia después de sentir un cómodo y excitante cosquilleo en su feminidad provocado por la imagen que le vino a su mente tras escuchar las palabras de Piper.

Realmente Piper sabía cómo ponerla cachonda sin tan siquiera tocarla. El tono de voz que utilizó para pedir que la follase fue lo que le bastó a Alex para sentir humedad en su entrepierna.

Sin más dilación Alex utilizó ambas manos para deslizar hasta media pierna la tanga de Piper y acto seguido la agarró por la cintura y la sentó sobre la encimera de la cocina. Entre besos, las manos de Alex regresaron al tanga de Piper para quitárselo y tirarlo al suelo. Abrió las piernas de Chapman y llevó una mano directamente a la entrepierna de la rubia quien también estaba húmeda. Alex movió lentamente el dedo pulgar sobre el clítoris de Piper formando pequeños círculos.

Piper entrelazó los dedos con el cabello de Alex y jaló sin hacerle daño pero consiguiendo elevar la barbilla de la morena para poder besar y morder su cuello.

Sin ningún tipo de advertencia Alex se arrodilló y condujo su lengua hasta el clítoris de Piper cosa que tomó desprevenida a esta última debido a que sus ojos estaban cerrados.

— ¡Uhmm Alex! —Abrió de golpe los ojos al tiempo que gimió disfrutando de los movimientos sobre su clítoris.

Alex introdujo dos dedos dentro de Piper y pudo sentir como los músculos vaginales de la rubia se contraían con fuerza. Los jugos de Piper sirvieron como lubricante así que Vause no necesitó utilizar por ahora su propia saliva. Segundos más tarde metió la mano que tenía libre bajo la ropa de Piper en busca de sus ya erectos pezones. Pellizcó uno de ellos para seguidamente estirárselo.

Piper agarró la cabeza de Alex y empujó las caderas contra la cara de Alex para poder sentir todavía más la lengua contra su clítoris.

Alex movió por varios minutos la lengua a un ritmo más rápido y se vio obligada a agarrar con fuerza los muslos de Piper debido a los bruscos movimientos involuntarios frutos del placer y excitación del momento.

— ¡Joder Alex! —Exclamó disfrutando.

La respiración de Piper se agitaba cada vez más y Alex sabía que su novia podía venirse en cualquier momento cosa que provocó más humedad en la entrepierna de Vause.

Piper se agarró a los muebles de la cocina sintiendo que estaba a punto de llegar al orgasmo.

— ¡Oh Alex! —Gimió con fuerza— ¡Voy a correrme en breve!

—Me temo que eso todavía no va a suceder…

Informó Alex con sonrisa maliciosa mientras aparataba la lengua del clítoris de Piper para que esta última no se corriese todavía.

— ¡No te detengas Alex! —Se quejó Piper desaprobando aquella decisión— Necesito tu lengua —Reclamó mirándola.

—Soy consciente de ello —Dijo a modo de burla para seguidamente morder y besar el interior del muslo de Piper.

— ¡Que te den Alex! ¡Te odio!

Los dedos de Alex dentro de Piper no podían deslizarse con toda la facilidad que deseaba porque inconscientemente la rubia estaba contrayendo la vagina.

—Nena, si no te relajas no puedo hacer mi trabajo —Otra sonrisa maliciosa se alojó en sus labios.

— ¡Que te den Alex! ¡Cállate y continúa lo que estabas haciendo con tu puta lengua en mi clítoris! —Ordenó.

— ¿Mi puta lengua? —Fingió sorpresa— La estás ofendiendo…

Alex mordió uno de los pliegues de Piper estirándoselo con cuidado de no causarle dolor a lo que Chapman respondió con un agradable y sonoro gemido.

— ¡Vete a la mierda Alex! —Se quejó— ¡Quiero tu lengua donde estaba! ¡La quiero ahora! —Exclamó maldiciendo el maldito juego de su novia.

— ¿Dónde están tus modales? —Estaba lo suficientemente cerca de la entrepierna que al hablar su aliento golpeaba el clítoris de Piper— ¿Cómo se piden las cosas?

—Juro que te arrepentirás de esto —Advirtió Piper llevándose la mano al clítoris para autocomplacerse.

Alex actuó con rapidez y agarró la mano de Piper evitando que se diese placer a sí misma. Al principio la rubia puso resistencia pero Alex salió vencedora.

—No te escucho Pipes… —Sopló suavemente contra el clítoris— ¿Dónde querías mi puta lengua?

Alex aplanó la lengua y la pasó brevemente a lo largo del clítoris de la rubia mirándola a los ojos.

— ¡Mierda Alex! —Gimió mordiéndose el labio inferior— ¡Por favor! ¡Te necesito ya! ¡Quiero tu lengua contra mi clítoris! ¡Por favor, hazlo!

—Buena chica… —Alex sonrió triunfante.

Vause puso fin a la tortura y llevó la lengua hasta el clítoris de Piper y la movió hacia arriba y abajo. Los primeros movimientos fueron lentos pero profundos.

Piper arqueó la espalda cuando Alex aumentó la velocidad de la lengua que ahora movía horizontalmente sobre su clítoris. Entrelazó una mano al cabello de Alex mientras que con la mano libre se agarró a los muebles de la cocina para mantenerse estable.

Alex introdujo nuevamente dos dedos en el interior de Piper y movió la mano hacia dentro y fuera sin descuidar los movimientos de su lengua sobre el sensible e hinchado clítoris de Piper.

— ¡Me corro, me corro, me corro! —Informó entre gritos— ¡Oh Alex, no te detengas nena!

El cuerpo de Piper temblaba y su respiración se agitó todavía más cuando el orgasmo se apoderó de todo su cuerpo siendo incapaz de controlar los pequeños espasmos provocados con dicho orgasmo.

Alex pasó nuevamente la lengua por la entrepierna de Chapman para limpiar los jugos vaginales de la rubia, lo hacía con cuidado recordando que su clítoris aún estaba sensible. Al finalizar se levantó para reunirse con la boca de su chica y la besó jugando con su lengua. La duración del beso no fue muy larga porque la respiración de Piper todavía estaba agitada.

— ¿Por qué te falta aire? —Preguntó contra sus labios— Yo hice todo el trabajo mientras tú te limitaste a estar sentada…

— ¡Idiota! —Dijo Piper con una amplia sonrisa para seguidamente agarrar la cara de Vause y besarla.


N/A: Gracias por leer.