Capítulo I
Me había arrepentido totalmente de todo lo que había hecho a último momento, no podía ni siquiera creer lo que había pasado, el dolor se notaba en mis ojos, los ojos que lagrimeaban cada vez que recordaba aquella desgarradora escena. Lo necesitaba, deseaba poder regresar el tiempo, para evitar que algo malo le pasara, evitar que muriera; noté sus sentimientos demasiado tarde, aquella última noche que pasamos, durante nuestra relación, fue una de las mejores que había tenido durante un buen rato. Mi relación con Annabeth terminó justo un tiempo después de que él nos rescatara del tártaro, eso realmente cambió por completo lo que sentía por el chico de una manera demasiado drástica, de solo una amistad, pasamos a un noviazgo.
-Todo lo que es bueno no es siempre es eterno, el amor lo es, pero la muerte que siempre anda rondando, querrá incluso acabar con aquellos puros sentimientos, ella siempre los separará, pero no de manera definitiva, en otra vida, ellos podrán re-encontrarse y amarse de una manera eterna y definitiva-
Estaba aferrado al cuerpo del azabache, mis ojos no paraban de derramar lágrima tras lágrima, Annabeth me decía que ya era tarde, que dejase ir a la persona que amaba. ¡Estaba loca si creía que haría eso! Tomé el cuerpo sin vida del chico, recordando los buenos momentos que habíamos pasado juntos, conteniendo mi ira hacía lo que había terminado con la vida de aquel que tanto me importaba; cargándolo, me dirigí lo más rápido que pude hacía un lugar más tranquilo, un lugar fuera de las tinieblas; aunque sabía que no podía escucharme, yo quería despedirme de él de la mejor manera posible. Miré aquella cara, sabía que sería la última vez que lo veía, no quería olvidarlo, no lo haría, me lo prometía a mí mismo. Acaricie la mejilla helada del joven y le besé la frente, sentir el frío de aquel cuerpo me hacía sentir completamente deshecho, al día siguiente hicimos un funeral, lo que se merecía, yo fui una de las pocas personas que lo despidieron, una de las pocas personas que lloraron; una persona con un hueco en el pecho, alguien que ya no tenía a alguien a quien proteger, una persona que ya no podía llenar aquel espacio que el hijo de Hades había dejado al partir.
-El que vive en la desesperación de perder a aquella persona importante puede a veces llegar a un punto en el que ni siquiera el querrá saber de los demás, no intentará buscar algo que llene ese vacío que causo la pérdida de su persona especial, de la que persona que alegraba su vida, la que estaba a su lado en las buenas y en las malas, la que despertaba a su lado cada mañana-
Sabía que toda historia tenía su final, a veces uno bueno y a veces uno no muy bueno, pero nunca me había imaginado que algo así pudiera pasar, o al menos no en esos momentos donde él y yo empezamos a convivir, noches que nos conocíamos más a fondo, noches que solo él podía iluminar aquella oscuridad que invadía mi cabina, aquella soledad que sentía. La verdad es que hubo un cierto momento en que Annabeth y yo dejamos de hablarnos, antes de la ruptura, ella parecía estar demasiado ocupada con el tema de que habría una última batalla, algo que definirá el destino del Olimpo. Sabía que eso era demasiado importante, pero, también necesitaba algo de atención de parte de ella, pero en vez de eso, solo recibía unos ataques de "preocupación" momentánea, no me sorprende de la persona que me dijo que me amaba. El y yo nos volvimos más unidos en esos momentos, él era la persona que me notaba, había unas ocasiones en que Jason nos había dejado solos para hablar, era algo incómodo ver como se iba de la habitación y que el silencio reinara esos momentos, como si el me tuviera algún tipo de pena; no entendía muy bien en ese instante lo que sentía por mí. A veces yo solía romper el hielo preguntando algo tonto, él siempre me respondía de la manera más grosera posible, "Jódete Jackson" "Vete a la mierda" "No sigas con tus estupideces". Había muchas cosas que podría decir que terminaron completamente con respuestas de esas, incluso algo un poco más allá.
-A veces aunque él no muestre interés alguno, realmente es porque no quiere ser dañado, sabe que tienes a alguien ya en tu vida, no quiere que sufras solo para complacerlo, aunque el sufre silenciosamente, sabiendo que nunca se prestará una oportunidad para sentir el calor del amor, el sentimiento correspondido mutuamente-
Pensaba que él en verdad me odiaba demasiado, a veces llegué a tratarlo como una molestia, después, noté aquellos sentimientos que él tenía hacía mí, se notaban que eran sentimientos más allá de los que Annabeth o cualquier otra persona que me pretendía, tenía que hacer algo, sabía que lo mío con la hija de Atenea no iba a funcionar de la manera en la que hubiésemos querido que funcionase, eso tenía que acabar, tenía que darle una oportunidad al hijo de Hades, al azabache.
-Las oportunidades se dan solo una vez, nunca debes desperdiciar ninguna, la decisión más grande se acerca a ti, tienes que decidir en dejar libre a esa persona o quedarte con ella por el resto de lo que les quede por delante, bien se dice que la vida es corta y hay que disfrutarla con las personas que más te importen-
Ahora que conocía cada una de sus reacciones, sabía cómo poder evitar que esa persona huyera de lo que pasaría, sabía que el trataría lo más posible de esquivar aquello, de no reconocer los sentimientos que tiene tanto el como yo. No me haría del rogar, pero tampoco dejaría ir al chico, no quería salir lastimado, aunque tampoco quería que alguien lo lastimara… Lo cual al parecer sería una tarea imposible, porque a cómo veía las cosas, ambos queríamos ser los protectores de ambos, sin saber en lo que nos metíamos, sin saber las consecuencias que podían haber; eso era lo de menos, también tendríamos que evitar muchas cosas que más adelante se darían, tanto celos como "revelaciones".
La última noche.
