Innocent

La madrugada teñía de azul la habitación de los gemelos. Kaoru estaba terminando de empacar sus cosas sobre su cama mientras Hikaru aún descansaba. Al terminar de empacar Kaoru se acercó a su gemelo y depositó un beso en su mejilla.

-Hikaru... lo lamento... quizas en un poco más de tiempo... yo...- sintió que lloraba, tomó su maleta y salió de su cuarto. Le pesaba tanto cada paso que daba, por que sentía que se alejaba cada vez más de Hikaru y de su corazón.

-No vas a despedirte como es debido Kaoru?- Se quedó helado. Kaoru se dió vuelta y se encontró a Hikaru parado apoyandose en la puerta.

-Hikaru, lo siento mucho.- fue lo único que pudo murmurar antes de que se le resquebrajara la voz y sintiera que su mundo se vendría abajo.

Hikaru se acercó a su gemelo, limpiándole las lágrimas y tomando su rostro entre sus manos.

-Kaoru, tranquilo, prometo visitarte cada vez que se pueda.

Ese no era el motivo por el que Kaoru lloraba, ambos lo sabían. Le dolía haber rechazado a Hikaru luego de tanto problema que hizo por tenerlo a su lado, y ahora debían separarse una vez más.

Derrepente sonó el timbre, era el encargado de llevar a Kaoru al reformatorio. Al momento su madre lo llamaba para que bajase y siguiera al hombre.

-Adios Hikaru... debo irme...

Kaoru dió media vuelta y se disponía a irse cuando sintió que su hermano lo agarraba por una mano. Se giró y Hikaru aprovechó para atraerlo hacia él tomándolo por la cintura. Luego le miró y le dedico una de esas sonrisas que sabía que Kaoru adoraba.

-Me das un último besito?- le dijo con un tono de dulzura y picardía.

Kaoru no se tardó mucho para decidirse. Se acercó a Hikaru y se dieron un beso que si bién no fué largo ni duró mucho, a ambos les duraría el sabor de ese beso durante un buen tiempo.


Kaoru se quedó mirando el piso metálico del camión que lo llevaba.

-Como un perro al que llevan a la perrera municipal...- se lamentó.

El camión no tardó en llegar a un terreno seco, lleno de arena. El hombre que lo conducía ahora había estacionado y bajaba para llevar a Kaoru a hablar con el director del reformatorio.


El agua chorreaba toda fría por su cuerpo. Sentía las mejillas ruborizadas... y quien no... a nadie le gusta ser observado mientras se baña. El olor al jabón desinfectante no favoreciá mucho. El celador pasaba su mirada del cuerpo de Kaoru a su ropa torpemente arrojada sobre una cesta. Luego de revisar que no hubiera nada "sospechoso" en ellas, esperó a que Kaoru terminara de secarse para entregárselas.

Pasaron por un largo pasillo lleno de puertas donde primero pasaron inadvertidos por los internos, pero luego empezaron a apretujarse en las puertas y a salir viendo a Kaoru.

-Uno nuevo?

-Y que hizo este?

-Seguro se hizo en la cama!

De un momento a otro un chico de rasgos algo femeninos y a la vez amenazantes se interpuso entre el celador y su camino.

-Eh Jiro, estas llevando al niño nuevo a su habitación?

-Si, y lamento decirte que no estará contigo, Ryu.- dijo apartando al joven de manera brusca y jalando a Kaoru de un brazo. En cuestión de minutos llegaron a la habitación de Kaoru.

-Bien, como puedes ver es todo un lujo ya que no compartirás la habitación con nadie, no almenos por un buen tiempo- dijo Jiro dejando las cosas de Kaoru sobre una de dos camas que habían ahí. Kaoru miró curioso el lugar en el que pasaría un tiempo indefinido.

-Bien niño, ahora las reglas: Despiertas a las seis de la mañana, puedes tomar un baño a la hora que quieras y te sea más cómoda, no puedes beber, solo puedes fumar de siete a siete y media de la noche, visitas a habitaciones solo hasta las ocho de la noche y lo más importante, no muestras libidinosas de cariño, asi que si tienes tendencia al lado "marica", te aconsejo que tú y tu novio no sean vistos por los celadores en media faena.

Kaoru había dejado de escuchar las reglas y esperó que Jiro se retirara para poder él recostarse por un rato en la cama. Hizo un intento de dormir pero solo pudo cerrar sus ojos y permanecer despierto.

-Creo que me será imposible dormir sin Hikaru.

Decidió esperar en esa posición hasta que llamaron a todos los internos a comer. Se levantó y se dirigió rápidamente al comedor, donde al entrar percibió un ambiente tenso por parte de los demás que no dejaban de mirarlo y murmurar entre ellos. Kaoru simplemente fué a recojer su plato de comida y buscó un lugar donde sentarse. Encontró una mesa al final del salón y se dirigió ahi. Ni bien se hubo sentado, se le acercó un chico rubio de ojos azules.

-Hola, cuál es tu nombre?

-Kaoru.

-Ok, el mío es Jack, bueno la verdad solo me dicen asi, ya que mi verdadero nombre no me gusta. Ademas si no lo notaste, soy americano!- Kaoru se dispuso a comer sin tomar mucho en cuenta al otro chico. Pero este, al notar que Kaoru no le prestaba atención, se puso delante de él y empezó a mirarlo de forma insinuadora.-Vaya, eres muy simpático, Kaoru-chan. -Ese comentario hizo que un escalofrío le recorriera el cuerpo, y más aún cuando el chico se acarcó más a él.

-Vamos Jack! no le saltes tan rápido al nuevo, déjanos algo!- dijo Ryu tomando a Jack por un hombro.- además, él es mío. Yo lo ví primero.

-Tramposo...

-Te someterías a la prueba de fuego, Jack?- Jack miró largamente el cigarro que tenía su compañero en la mano, luego miró a Kaoru- Y bien? sabemos quién ganará, y con quién se terminará acostando este.

-Si, Ryu. Ya lo sabemos- dijo Jack en tono desafiante.


-Kaoru... cómo estará...- se preguntaba Hikaru. No dejaba de pensar en Kaoru. Estaba sentado en una banca en el parque, sin despejar su vista del suelo.

-Hikaru, tenemos que irnos, se hace tarde...- levantó la mirada, Haruhi se encontraba parada frente a él. Esa era su cita, y la había arruinado dejando de lado los planes que tenían él y Haruhi.

-Lo siento...

-Eh?

-Arruine todo.

-Ah... veras...

-Kaoru...

Haruhi se dió cuenta. No era ella. No era "amor". Era un capricho más, un juego... para ser una primera cita formal, le alegró que todo estuviese terminando. Regresaron a casa de Haruhi tomados de la mano, y en silencio. Al llegar, Haruhi se dió vuelta y rompió el silencio.

-Hikaru... - Miró a Hikaru con ternura y lo abrazó.- Debes saber... que cuando llegue el momento, no dudes en dar lo mejor de tí.

Luego de horas de haber estado triste, sintió cómo una chispa de esperanza renacía en su corazón, y por algún motivo, esa chispa tenía el mismo brillo que los ojos de su Kaoru.

-Haruhi... Arigato...


Fin del capitulo 1.

Ok, les gustó?, les aburrió?, debo dejar la carrera de escritor?

Espero reviews please.

En el próximo capítulo: Hikaru va a visitar a Kaoru al reformatorio luego de una semana, pero Kaoru ha cambiado radicalmente, que paso con él? Por qué no quiere tener cerca a Hikaru?

Ok, no tardare para el próximo capítulo.