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Luces plateadas, manchas difusas y letreros luminosos se tejían en la red de una oscura ciudad. Dos furgonetas altamente blindadas corrían por un aislado sendero alejándose del centro nocturno y adentrándose más en territorio enemigo. La ciudad estaba consumida por el terror criminal, los jefes del crimen estaban en constante guerra por delimitar las zonas de sus negocios ilícitos, mientras que las transacciones se llevaban a cabo cada vez con más descaro, fluían ríos de sangre y tortura asustando a los civiles y perjudicando la luz del día. A esas horas, cuando las sombras se apoderaban de las almas inocentes, los más violentos se levantaban.

El esmaltado negro de la carrocería blindada brillaba con prepotencia, dirigiéndose a atacar el siguiente enemigo en una lista de nunca acabar, pero que de momento se marcaba como el último que debía caer para reposicionar al Jefe de los señores del crimen. El Joker estrechó la mandíbula mascullando sus dientes metalizados. Habia salido de Arkham Asylum y no había perdido el tiempo, grande fue su sorpresa al informarse que todos estaban disputando y distribuyéndose sus zonas de flujos de dinero, ignorándolo por completo en su estancia en el manicomio.

El dinero poco importaba, pero el nombre que se había forjado había sido pisoteado, invalidado. Los ilusos creyeron que su estancia seria permanente o al menos pensaron que tardaría en encontrar otra vía de escape. La intensidad de su mirada se desvió a unos blanquecinos cabellos que caían de una femenina cabeza, la única, dentro de una camioneta solamente con hombres. Harley había sido un haz bajo la manga…uno que ni él había podido anticiparse. El encuentro con esa doctora, su corrupción, su obsesión con él…la seducción. La doctora era obstinada, pero sus extraños movimientos habían jugado a favor y su manipulación surtido un efecto fascinante y letal.

Se había involucrado hasta los huesos con él, tanto que ya no podía escapar, el amor era tan manipulable como la mirada infantil y maliciosa de esta nueva criatura. Ahora, sentada en el asiento trasero de la furgoneta compartía espacio entre su fila de hombres armados, silenciosos y conectados por el hilo tensor de su presencia.

Harley permanecía concentrada en cumplir sus propios objetivos y superar sus propias expectativas. Estaba disfrutando de explotar su coraje, ir al siguiente nivel.

Frost conducía dirigiéndose por un camino inhóspito, a su lado Joker marcó el reloj de su muñeca comenzando la operación cuando finalmente aparcaron a las afueras de un oscuro club nocturno. Todos se bajaron de los vehículos, los guardias entraron en alerta siendo inmediatamente disparados por la precisión milimétrica de Frost.

Los cuerpos cayeron, la entrada quedó despejada, mientras fuertes sonidos con una acústica dura se filtraban por las paredes del club nocturno. Los secuaces apuntaron sus armas al cruzar al salón principal donde la desnudez de las bailarinas quedaba expuestas a los peces gordos del bajo mundo. El aroma a alcohol se mezclaba majestuosamente con el humo, en las penumbras interrumpidas por el flúor de los focos vertiéndose sobre los cuerpos contorsionados.

Una serie de disparos y gritos comenzó a difundirse abruptamente, mientras el plan se llevaba a cabo. Cabezas golpearon el piso, algunos comenzaron a buscar escondites en vano. Los secuaces se dispersaron siguiendo las instrucciones de su líder, avanzando por pasillos que daban a lujuriosas puertas rojas. Fueron aniquilando todo a su paso con el aroma a sexo y drogas entrando a sus fosas nasales. Frost acompañaba a Joker al cuarto donde "El Ruso" lo esperaba, subiendo por las escaleras a un costado del salón, arriba y con una vista privilegiada de todo el lugar "El Ruso" manejaba sus negocios detrás de un grueso cristal oscuro.

En el momento en que la muerte danzaba condenando almas nauseabundas y adineradas y los disparos orquestaron una tenebrosa sinfonía… Harley deslizó su cuerpo por entre la masa de personas, esquivando disparos y quebrando cuellos con sus manos, con la fuerza de sus piernas y la adrenalina colapsando en sus venas.

Su piel se había erizado al momento de poner un tacón en el concreto, culminando con la electricidad vibrante sacudiendo sus vertebras. Trepaba a los hombros de los mafiosos, se quedaba sin aliento yendo hacia adelante, cada vez con más gracia, con más precisión. Su avance era mortal como el filo de su navaja y la descarga de fuerza de su mazo en rostros despavoridos.

De pronto, sintió una punzada de dolor rozar su brazo izquierdo, sus sentidos se agudizaron esquivando el ataque, girándose para cortar la garganta del agresor.

Entonces sintió un latigazo rastillar sobre su corazón, era la mirada implacable de J a la distancia. Atinó a lamer la línea de sangre que escurrió frente a sus ojos vigilantes, deslizando la lengua por su labio inferior, tentando más de lo que podían tener en ese momento. Capturando su atención continuó con sus piruetas mortales, armando acrobacias que no solo entretenían a un público inexistente, sino que eran más eficiente y rápidas en derribar a los matones del ruso que la interceptaban.

Ella no lo sabía, pero él llevaba la cuenta.

Ella no lo sabía, pero ella era parte indispensable de su fría estrategia.

Ella no lo sabía, pero Él la veía.

Irradiaba una energía destructiva que empezaba a acercarse a la suya. Ella era capaz de todo y más, poseía un fuego rebelde que nunca iba a poder controlar.

Su silueta se inmiscuyó al escenario, afirmándose de los tubos de las bailarinas desde lo alto disparó, girando, bailando. Las balas atravesaron a sus blancos, mientras el brillo de sus ojos reclamaba la sangre que se vertía en sus manos.

Flexionó una de sus piernas cuando a lo lejos divisó a un matón arrastrar de los cabellos a una de sus putas. Camuflados por la oscuridad a un lado de las paredes la arrastraba sin contemplación. Un impulso la agitó por dentro, una ira contenida guió su figura hacia el sucio cuarto donde la llevaba. La violencia de la escena la había traspasado, llegando a tocar una fibra sensible todavía intacta, una herida abierta que nunca parecía cerrarse.

Cuando abrió la puerta el hombre apuntaba a la frente de la chica, mientras gruesas lágrimas caían por sus mejillas suplicando entre susurros temblorosos.

-¿Que…-

La boca del hombre fue callada por el mazo de Harley golpeando su cara, ocasionando que esta girara por completo, dientes cayeron en un charco de sangre y asquerosa saliva, la pistola rebotó metros más allá. Harley la recogió mientras el individuo tocía de dolor sin cesar, doblado en el suelo.

Harley se acercó a la asustada chica de rodillas y puso el arma frente a ella – Tómala, es tu oportunidad.

La chica vaciló con labios temblorosos, sus ojos se desviaban desde Harley al matón – Me matara…- Susurró en shock.

- Entonces hazlo – Aseguró. Espero, pero la chica se quedó estática. Harley frunció el ceño poniendo los ojos en blanco. Cansada de esperar, bufó y disparó al matón – No sobrevivirás.

Se marchó dejando a solas a la chica en aquel cuarto maloliente pintado de rojo carmesí. Eliminando el espejismo que la lastimaba por dentro o eso creyó, momentáneamente. Se unió a los hombres del Joker que lidiaban con los secuaces aguerridos de más alto nivel, en un tiroteo sin fin en cada extremo del salón.

Se tomó un respiro sin descuidarse observando por el rabillo del ojo como J llegaba a la puerta principal.

La derribaron con dos disparos el cerrojo y una brutal patada. Lejos de esconderse como una rata, "El Ruso", Milo Smirnovmantenía un grupo de hombres apuntando al pechó directamente de J.

Lentamente la expresión sin vida del comodín se transformó en una sonrisa que helaba hasta el tuétano. Sus ojos calculadores se alinearon fijos en los soberbios del ruso. Todo parecía indicar que era una trampa, pero eso aún estaba por determinarse.

- Te estaba esperando – Recibió con un marcado acento Smirnov. Sus años en el negocio caían en sus marcadas líneas de expresión, cuadrada mandíbula y la claridad de unos ojos gélidos como el ártico.

Joker avanzó, su mirada escaneó la habitación calculando los objetos que podía usar para destripar o desollar, encontrando filos y puntas donde nadie más podía ver. Su sonrisa cobró vida - Debieron hacerlo antes – Joker se movió lentamente hacia el escritorio robusto de Smirnov, mientras una sonrisa torcida y nefasta se comenzó a vislumbrar en la comisura de sus labios – Ya sabes…mantener un perfil bajo durante un tiempo…Oh, pero no. A todos les gusta llamar la atención.

-Los negocios deben mantenerse a flote – Smirnov dejo caer pesadamente sus muñecas en el escritorio – Contigo o sin ti.

Joker gruñó suavemente – En sus sitios – Torció el rostro a un lado - Pero decidieron expandirse.

Smirnov miró en dirección al cristal oscuro, se levantó de su asiento y caminó hacia el borde a observar los cuerpos pisoteados y baleados que se regaban por doquier en el suelo.

– Estoy tomando el riesgo – Su rostro era inexpresivo, su voz inerte, careciendo de sensación alguna dejando entre ver dureza y frigidez – Tengo algo que podría interesarte.

Una risa oscura brotó de la boca de J, puso la mano sobre su hombro condenándolo – Deberías saber que no acostumbro hacer asociaciones.

Joker sintió como todos los músculos debajo del saco de Smirnov se tensaron bajo su mano.

- Aun no escuchas mi propuesta – Smirnov giró un cuarto su rostro – Te alejas y ella vive…o continuas y ella muere - No había duda en el rostro de Smirnov, su nivel de seguridad era una ráfaga cortante - ¿Pensaste que te exigiría una parte del negocio? – Sacó un cigarrillo y lo encendió aspirando profundamente. Luego exhaló – Trabajo por lo mío…simplemente quiero que te alejes. Hay espacio para ambos.

Joker explotó en risas, enseguida sacó su arma e indicó a los que le apuntaban que se retirasen – Primero serás tú, luego vendrá otro… y otro – Apuntó a su cabeza - ¿Entonces quien hará entender a la ciudad lo irracional?

- No eres un Líder

- No… – Negó tajante, mientras una nueva sonrísa se ampliaba en la palidez de su rostro - Simplemente ustedes han mantenido un enfoque que no funciona – Enfatizó – Necesitas verla de un nuevo ángulo.

-¿Eso eres para esta ciudad? – El sarcasmo del ruso erosiono la paciencia de J. Sus ojos se eclipsaron, pero antes de hacer cualquier movimiento Smirnov disparó al cristal provocando un ruido estridente de los cristales rotos que salpicaron por todas partes. Su brazo extendido hacia arriba bajó en dirección al primer piso donde Harley se sacudía con fuerza maniatada por los 8 hombres que la retenían. – Dejaste mi amenaza dando vueltas en el aire. – Su tono se agravó -¿Realmente no te importa la chica?

Le indicó con la mano que lo acompañara a bajar las escaleras, mientras escudriñaba el semblante de J. Pero él no lo cambió en absoluto, Smirnov tuvo que esforzarse para ver la ira asomarse apenas perceptible, apenas si dejando rastro de que estaba allí latente esperando a ser detonada, pero que podía atribuirse a la demora en sus planes.

No había certeza de que ella le importara y Smirnov había apostado su defensa a sus fuentes de información que confirmaban que Joker poseía un arma valiosa que usaba a su favor, una mujer, que había sido su ex psiquiatra y que ambos compartían un amorío retorcido. Por supuesto, Smirnov no lo creyó en un principio, hasta que recibió las fotos que lo confirmaban.

No obstante El Ruso era lo suficientemente astuto como para pensar que El Joker iba a deshacerse de Harley, pero era todo lo que tenía para poder defenderse de aquel ataque que esperaba ajetreado. Simplemente no había otra salida, todas las otras estrategias de los otros jefes de la mafia habían fallado. Por otra parte, incluso si no había amorío alguno, si la desechaba y él la mataba, era una secuaz menos que subía sus posibilidades de salir airoso del conflicto, pues Harley aniquilaba más que los otros hombres.

Una vez abajo Smirnov perdió la paciencia - ¿La quieres viva o muerta? ¡Decídete! – Bramó exasperado frunciendo el ceño.

La mirada de Harley chocó contra la de J, todo había sido planeado en detalle por él, las fotos, la captura, todo. Dos infiltrados se encontraban entre los hombres que la retenían, pero el arma la apuntaba Smirnov directo a volar su cabeza. No era eso, o tal vez si, tal vez era la oscuridad en los ojos de J lo que hizo tambalear su confianza. La miró con extraño odio, uno que no había visto jamás. La mente de Harley comenzó a dar vueltas con frases como "cambiara de opinión" "siempre fue parte de su plan eliminarte", "Escapa ahora antes de que sea tarde". Ella era ruda y su cara no mostró signos de su batalla interna, pero los ojos de Joker siempre la atravesaban, capaces de observar dentro de sus miedos y alma.

Su corazón sonaba como una campana incesante.

¿Por qué ahora?

Si había pasado peores peligros antes…

De pronto, de un momento a otro un disparó sonó en todo el sector, el brazo de Smirnov sangraba, los segundos transcurrieron a velocidad luz cuando Joker ahora retenía a Smirnov con la pistola incrustada en su boca. Harley derribaba a los hombres, Frost les disparaba y Joker caminaba hacia atrás empujando el cuerpo de Smirnov contra la pared.

Su voz se aletargó con sus pupilas enfrascadas en un fuego oscuro, acercó su aliento a su oído – Nadie me amenaza y sigue respirando. Inhala…exhala….Inhala…exhala – Sus ojos brillaron maniacos.

Smirnov balbuceó sacando una daga a tientas que rápidamente Joker apartó. Los ojos del ruso se abrieron de par en par.

Joker emitió un gruñido bajo – Esta es la parte que me divierte…- Harley apareció con una silla que puso al lado de ellos, guiñándole un ojo a Smirnov – Ya sabes, tengo que enviar un mensaje a los incautos, puedes ponerte cómodo – Una sonrisa electrizante jugó en su boca, retiró el arma y lo sentó despavorido en la silla frente a su club en ruinas.

-Todos ustedes parecieron olvidar que no me interesa el dinero, ni la basura que posees. No…- Negó con una voz gruesa que salía de lo profundo de su ser - Lo que realmente importa es que ustedes estropean los planes que tengo para esta ciudad.

El click de su navaja sacudió hacia atrás los pies del ruso antes que pusiera el filo en la comisura de su boca. La sangre comenzó a fluir a cantaros mientras gradualmente el grito de horror se fue transformando a gárgaras de sangre que mitigaban el sonido de la muerte. La sonrisa se trazó de oreja a oreja abriendo la carne en dos. El ruso miraba con sus ojos desorbitados buscando un asidero para sostenerse del dolor infernal hasta que estos les fueron arrebatados de sus cuencas.

Sus globos oculares cayeron desconchados y fueron reemplazados por dólares arrugados que cayeron a la fuerza por las manos de J, poniéndole término a su vida y fin a su obra.

-Llévenselo - Limpio la hoja de acero con el pañuelo de su bolsillo.

Dos hombres aparecieron con una bolsa para cadáveres, deslizaron el cierre y lo pusieron dentro. Seguido, se lo llevaron guiados por las indicaciones que hacia cumplir Frost. En el amanecer el cuerpo flotaría por el mar de Gotham, siendo avistado desde el puente por todos sus habitantes y grupos periodísticos, pero esencialmente por el bajo mundo como una advertencia a todo aquel que se interpusiera en su camino.

Los otros grupos de hombres vaciaron galones de petróleo crudo en cada rincón del club. Todo fue consumido por las llamas reflejadas en las pupilas de Harley dentro de la furgoneta.

Una vez a solas, en el último piso de un enorme rascacielos… Harley salió de la ducha secándose el cabello con la toalla en una de sus manos, el agua había caído cálida sobre la suavidad de su piel limpiando su alma y espíritu rebelde. La sangre, maldad y suciedad habían quedado lejos, desprendidos de su ser en estado puro.

Abrigó su cuerpo con un pijama de satín negro de dos piezas, deslizándose por sus pequeños, pero suntuosos contornos que la bordeaban. En la lujosa habitación se encontraba un frigo bar al lado de la cama King al que acudió para calmar la sed y celebrar lo que había sido la victoria de esa noche.

Una sonrisa ilumino su rostro y su andar por entre las torres de fajos de dinero dispersos por todo el lugar, las ametralladoras y líneas de coca en la mesa de ébano por donde podía ver su reflejo a la perfección. Se acomodó un mechón de cabello tras su oreja izquierda y sirvió un vaso de Whisky y otro de Vodka Rojo con dos hielos en cada uno.

Joker hablaba por celular tras el ventanal, se vislumbraba una vista panorámica de toda la ciudad, las cortinas danzaban suntuosas con la intensidad del viento, provocando que Harley le extendiera el vaso de Whisky antes de agarrar una de sus camisas abrigándose con esta.

Joker colgó la llamada y aceptó el vaso de whisky, quemó su garganta, el calor viajó por sus órganos hirviendo su sangre.

Ambos se sentaron en el conjunto de cojines en la esquina del ventanal, una mesa de vidrio y unas plantas decorativas complementaban la vista de Gotham de noche, a un costado, el jacuzzi burbujeaba.

- Todo salió según lo planeado.

Harley asintió con una sutil sonrisa – Estas de nuevo en la cima.

- Es una posición estratégica…

Unas risitas afloraron por los labios de Harley – Si los mantienes bajo control, podrás agitar los hilos de mejor manera. – Sus dedos imitaron el movimiento.

J se acercó, acariciando la mejilla de Harley sutilmente – Así es preciosa – Murmuró para ella.

La cantidad de planes y posibilidades eran ilimitadas, como poder hacer que se pelearan entre ellos desviando la atención de Batman, cuando fuera necesario y necesitara discreción. Otras jugadas y movimientos, incluso podía hacerlos caer en prisión y que Batman se centrara únicamente en él. De cualquier forma ahora Joker estaría en la mira por haberse posicionado en la cima de nuevo, el cual había sido su objetivo desde un comienzo.

- Déjame ver tu brazo.

Harley se lo enseñó, Joker le remangó la manga de la camisa, había quedado una raspadura con un pequeño corte, pero no necesitaba sutura. J dibujó la herida con los dedos, pero se dio cuenta que Harley no reaccionó al piquete de dolor, parecía abstraída para sus adentros – Necesitas vendarte.

Ella no respondió.

- Harley

Su nombre finalmente la hizo reaccionar. Ella miró al cielo nocturno guardando silencio un momento hasta que finalmente lo miró a los ojos.

- Creí que ibas a dejar que me matara - Negó con la cabeza corrigiéndose – En realidad pensé que tú ibas dispararme.

- Quería hacerlo

- ¿Por qué? Estoy de tu lado.

- No vamos a hablar de eso.

Harley bebió suavemente del trago en su mano para entrar en calor e instintivamente froto sus hombros recubiertos por la camisa de J. Joker intentó observarla fijamente, pero Harley desvió la vista a sus lustrosos zapatos

- ¿Te preocupa?

Ella negó – Me preocupa que no me dejes ir más profundo. Que esto sea…Superficial – Masculló lo último y bebió.

Joker gruñó –Te contradices, te preocupas porque quieres ir profundo, para lograr crear un lazo entre nosotros y así no pueda deshacerme de ti. Finalmente es lo mismo.

Harley torció una mueca de disgusto.

- Quieres más…Tienes miedo.

Harley sonrió – No vamos a hablar de eso.

Joker se inclinó hacia atrás riendo porque ella estaba usando sus mismas palabras, pero en el fondo sabía que eso le inquietaba profundamente, pues su silencio se prolongaba.

- Piensas en lo que renunciaste – Él tomó su mentón entre sus dedos – Tienes dudas.

- Nunca.

- Eres honesta.

Se apreciaba en la claridad de su mirada, todo ella le indicaba cuanto estaba dispuesta a entregar por él, por ayudarlo en sus objetivos. Ella susurró

- Sé honesto.

Joker movió sus dientes metalizados antes de acceder -Está bien, puedo bajar la guardia, puedo ser honesto contigo…solo contigo – Murmuró acortando la distancia de sus cuerpos. Su aliento rozó su oreja – Eres hermosa. Eres hermosa de una forma que paraliza al más valiente. Por eso no pude…por ahora.

Harley rozó sus rostros, haciendo que se reacomodará en su posición, sus ojos grisáceos se fijaron en el mar de los ojos de Harley batiendo olas, creando tempestades, sabiendo que había una tormenta en su cabeza. Estaban solos, en un atmosfera de total intimidad y comprensión.

– Eres un factor que me distrae de mis objetivos, pero entonces estas tu – Sus dedos imitaron el movimientos en la palma de su mano - bailando y haciendo piruetas, matando para completar cada objetivo propuesto.

Harley agarró su cara, guiándolo hacia su boca, lo besó con dulzura sabiendo que el detestaba ir profundo, pero él estaba haciéndolo solo esta vez por ella. Era una conversación que debían de tener en algún momento, su honestidad era un preciado tesoro que atesorar en una vida llena de mentiras y engaños, trucos salvajes. Ella sabía que una parte de él estaba fascinado, pero negando las fibras rotas que ella llegaba a tocar y a unir…para ella. Para tener algo de lo que aferrarse.

Su lengua lo acarició cálida, recorriendo cada milímetro de sus labios agrietados, humedeciendo su sequedad con la tibieza de su alma. Doblegando desiertos, embalsamando su boca mientras saborea lo toxico con matices de licor y menta fuerte. Él se dejó hacer unos instantes antes de tomar el control.

Aturdida por las sensaciones que Joker logra sacar de su boca, lo agarró de los brazos incitándolo a más. Su lujuria la mareó, su beso es maestro y voraz, las manos desvisten, acarician y reclaman la piel del otro mientras se desplazan hacia la cama.

Caen en las sabanas de seda color vino como si cayeran en el licor que los envuelve. El frio desaparece, el calor se rebalsa, Harley siente la masculinidad de J frotarse contra su vientre. Se ahoga de pasión, se envenena con su lengua, gime y empuña las sabanas cuando el saborea sus rincones. Su cuerpo se deshace en espasmos cuando las manos de J se transforman en grilletes en sus tobillos, dejándola a merced de su peligro deseo.

Ella lo provoca y ella toma las consecuencias, trata de moverse, pero él quiere más y más de ella, no puede obtener suficiente e increíblemente Harley siente la electricidad azotarla con fuerza por segunda vez. Su corazón late acelerado y él sonríe con malicia contra su sexo. Harley lo atrapa con sus piernas, sus labios se prueban hasta que él abruptamente está completamente hundido en ella.

Ella lo muerde y araña, sintiéndose completa, abrumada por la fuerza de sus embestidas, por el calor infernal que desprende él. Joker la posee una y otra vez esa noche, su espalda se mueve endemoniadamente mientras ella gime en su oído, mordiendo su lóbulo con sus brazos sobre la cabeza, sus muñecas atrapadas por sus manos opresoras. Ella siente cada embestida nociva, todos los pecados tomar la forma de J, ella acepta todo lo que tenga para entregarle mientras su razón se pierde en un abismo oscuro de placer culpable.

Jodidamente Joker hace que sus cuerpos colapsen hasta que el oxígeno se agote.

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Hola queridos lectores! Lo sé, lo sé, lo sé ... Hace años que no he subido nada, ni el cap de mi historia libertad en tus brazos, francamente lo que sucedió es que escribí el capitulo como 6 veces! si 6 veces! y se borro de mi laptop, la laptop se hecho a perder, se quemo, estuve un año sin laptop y hace poco compre esta nueva y aun no reescribo el cap...porque..me frustré de tantos intentos fallidos u.u.

En fin... quizas ni se acuerden de ese fic, pero de todos los modos lo tenia que aclarar ... Tambien pensé en reescribir el fic, editar capitulos y quitar cosas, porque creo que ahi muchos errores y cosas locas en ese fic que no calzan bien. Es un proyecto que me gustaria hacer, por ahora les traje este oneshot, vi el video In the Night de The Weekend y me inspiró mucho...ese es el escenario que queria proyectar.

Esto se trató de una especie de prueba, si podia volver a escribir o no...y bueno, resultó.

Espero que les gustará. Nos leemos n.n