¿En serio piensan que algo en TWD es mío? un beso de mi parte si es así, me encantaría pero no: Nada que no sea las historias escritas de The Walking Dead soy dueña, ni los nombres, ni los personajes...ni los zombis.
Cuando Rick añora los panqueques de Lori
Todas las mujeres de la prisión estaban enfermas, un poco de gripa; nada alarmante pero básicamente la cárcel había quedado a cargo de los hombres y él era el encargado de la cocina.
Día uno. Avena
Carol le había dado las instrucciones para preparar avena, no era ciencia de cohetes: poner agua caliente, verter la avena y menear hasta que estuviera cocida y servir.
El primer paso estaba hecho, luego de vaciar la avena las cosas se habían complicado era demasiada avena para el agua así que se convirtió en una pasta que pronto comenzó a quemarse mientras el humo salía de la cocina.
Rick no sabía muy bien que hacer por lo que Glenn intentó ayudar y vació agua fría en el contenedor, la pasta se convirtió en una sopa con aspecto repulsivo. Tuvieron que esperar a que casi toda el agua se evaporara pero se convirtió en una bola negra irreconocible. Rick sirvió el contenido en cada uno de los tazones y lo entregó a todos los hombres sentados en la mesa que vieron con repulsión sus habilidades culinarias.
—Papá ¿Qué se supone que es esto? — preguntó Carl
—El desayuno y te callas—.
Día uno. Comida
Asado de venado con zanahorias frescas parecía más complicado pero no iba a darse por vencido, Rick comenzó a pelar las zanahorias que había en el costal, él manejaba cuchillos para matar caminantes pero esto era realmente difícil porque constantemente se cortaba.
—Rick ¿Necesitas ayuda? —dijo con cierto miedo Tyreese mientras veía al otro hombre pelear con las verduras.
—No gracias— contestó con pésimo humor Rick.
—Eh… Rick, no quiero alarmarte pero las zanahorias no sangran—.
Día uno. Cena
Ya había pasado lo peor: el sabor asqueroso, las cortaduras y el pequeño incendio para el caldo habían sido solo los pequeños inconvenientes del día pero Rick creía tener todo bajo control. Había entregado un caldo de venado y calabazas un poco salado pero era lo mejor que había presentado en todo el día.
Aunque la cena no había estado muy concurrida luego del desayuno y comida, las personas que probaron su platillo no hicieron tantas caras de disgusto; Rick comió su caldo y se fue a dormir satisfecho con su desempeño y confiado en que la avena de mañana no sería gran problema.
Día dos. Desayuno o mejor dicho abstinencia, Rick no los mates
Carol se sentía mucho mejor de su resfriado así que se levantó temprano para preparar avena como desayuno pero primero fue al baño, por desgracia no pudo utilizar ninguno. En cada uno de ellos se encontró con un hombre de ojeras profundas y piel pálida con dolor de estómago.
—Rick ¿Qué paso? — exclamó Carol asombrada.
El hombre que se presionaba el estómago exclamó —Recuerdas cuando te dije que Lori hacia unos espantosos panqueques todos los domingos, bueno, ella era una chef a mi lado—.
Hola. Esta vez entro por mundos escabrosos con esta historia, jaja. Dedicado a todas las personas que se encargan de un hogar, ya sea porque es suyo o es su trabajo. Se menosprecia mucho esta labor pero el mundo no seria tan agradable si no hay comida caliente, pisos limpios y todas esas cosas que no notamos.
