Marinette cierra los ojos, apoya las manos en la espalda de Chat Noir y se une en el abrazo que sorpresivamente le dio. Sin objeciones ni rechazos.

Desde hace semanas, ella le abrió la ventana de su habitación y él en cambio le abrió su corazón.

Contándole el dolor que siente por su madre que ya no está. Las constantes peleas con su padre por ese motivo. Lo estricto y las restricciones que le somete. Lo cambiado que esta…

Fue una casualidad que ella lo viera en su balcón. Fue una casualidad que ella lo viera llorando.

No obstante eso provoco que tengan una especie de amistad. Él la empezó a visitar cada vez que tiene un problema, contándole mientras se rodea por la calidad que le ofrece.

Es por eso que a Marinette se le hizo una costumbre esperar la llegada de Chat Noir a su habitación. En consecuencia siempre en una mesa había un vaso de leche y muchas galletas.

Mira la hora. Dándose cuenta que faltaba poco para que el gatito llegara ya que ahora la visitaba solo porque su habitación era el mejor lugar para estar (Palabras dichas por Chat Noir)

A los minutos. Este llego con una sonrisa y dirigiéndose de sopetón hacia Marinette. Algunas veces las galletas eran su principal fuente de energía o simplemente se robaba toda su atención.

Hoy fue ella. La abrazo como si eso fuera necesario para respirar y ella se unió a su abrazo.

Después de todo se estaba recargando. Cuarta vez que la visito, eso mismo le dijo el minino.

— ¿Recargándote? —El asintió— ¿Falta mucho?

— Un ratito más— Y se removió haciéndole cosquillas en el cuello de Marinette.

Rió suavemente, entretanto empezaba a subir las manos hacia sus omoplatos para luego ir hacia su cabello y acariciarlo. Este empezó a ronronear sin que pudiera evitarlo. Una debilidad que ella descubrió por intentar reconfortarlo.

Purr Purr Purr

Produciendo unos espasmos en su cuerpo como si estuviera vibrando.

— ¿Ronroneando? —Él se sonrojo y se avergonzó. Motivo que se removió para liberarse del abrazo. Al hacerlo se quedó mirando sus ojos azules aun sin liberarse completamente del mismo a una próxima cercanía.

Al segundo se liberó completamente y se fue hacia las galletas, comiendo y bebiendo sin que todavía se vaya todavía el sonrojo. Marinette se sentó en su escritorio percibiendo las vibraciones que hacia su celular notando que le quedaba poca batería. Cuando miraba a su alrededor por su cargador. Un pensamiento vino a su mente y se giró al dueño de los mismos para verlo.

— Eres como un celular —Espetó Marinette con el celular en mano y mirando al gato que la miraba con una ceja levantada sin comprender— Vibra y necesita recargarse.

Ella rió y Chat Noir de nuevo se sonrojo por tal comparación. Termino de beber la leche y al verla que ella se había levantado, este hizo lo mismo y la siguió.

Al terminar de enchufar su celular. Chat Noir la abrazó por detrás. Sonrojando a Marinette a tal punto que su corazón palpitaba locamente y respirar se le hacia difícil.

— Si soy como tu celular... —Empezó aun con las manos puestas en la estrecha cintura de ella— Necesitare varias horas para recargarme.

Y Marinette que estaba a punto de desfallecer. Sintió que había metido la pata por hacer esa comparación.