Estaba harta.

Estaba harta del revoltijo que había en su cabeza.

Existía toda una guerra interna donde dos bandos luchaban hasta que ganara el más fuerte. El problema era que no quería aceptar quien era el vencedor. Era como un molesto mosquito zumbando en sus oídos, era como un parasito en su piel. Si, así describía a Draco Malfoy, un parasito que mejor descripción. Uno que la absorbía de a poco y lentamente succionando.

Y Ahí venia de nuevo (como no reconocer ese color de cabello) y es que las dosis de adrenalina que recibía al verlo la dejaban atónita, no sabia cuando había comenzado y por alguna razón no quería que se detuviera.

No esta vez.

Como cada mañana, entraba al gran comedor con su ya conocido aire engreído y ese inevitable toque "Malfoy" que hacia que más de alguna chica suspirara. Y por supuesto pasara a su lado con indiferencia o con alguna mueca de asco en la cara, pero por su puesto ignoraría ese incomodo dolor en el pecho, continuaría su comida como si nada hubiese pasado y continuaría la aparentemente interesante conversación con Harry y Ron.

Luego vendría la repudiada y a la vez ansiada clases de pociones donde esta vez, si ameritaba la ocasión, le dirigiría la palabra con un clásico.

– ¡Miren quien viene allí si es la sangre sucia!

- A lo que ella ignoraría y el continuaría con un – Granger ¿Por qué no te vas a revolcar con San Potter o el pobretón?-

-¡Oh! ¡Ahora que lo pienso dudo que con tu olor a sangre sucia alguien quiera acercarse a ti!

Entonces Harry o Ron (dependiendo de la ocasión) lanzarían algún maleficio al Slytherin y Snape le restaría veinte puntos a Gryffindor.

Como siempre.

Como siempre haría como que no pasa nada, se aguantaría como si nada hubiese pasado aunque sufriera internamente día y noche.

Si, definitivamente estaba harta. Porque estaba casi segura (a su pesar) que sentía algo muy parecido a lo que había visto de reojo en la revista "Corazon de bruja" y lo peor de todo es que no lograba detenerlo.

Y es que amaba a Draco Malfoy con una realmente justificada furia.