Disclaimer: Los personajes de Twilight y Dexter no son míos, yo solo juego con ellos.

Born to Die

Prefacio

"De todos los animales el hombre que es cruel, el único que infringe dolor por el placer de hacerlo." ~Mark Twain.

¿Por qué? ¿Por qué no lo descubrí antes? Se preguntaba Bella mientras conducía por la ruta. El GPS indicaba que le quedaban dos kilómetros más para llegar a su destino. El camino la llevaba hacia Forks, un pueblo a unas horas de Seattle, en donde ella vivía.

¿Cuántas veces creí sus mentiras? ¿Por qué caí en sus lindas palabras? Qué estúpida. Pero por más que se lo repetía, no quería creerlo.

No después de dos años de relación. No después de conocerlo, de compartir buenos y malos momentos con él, vivir con él. Casarse con él. Jugó con su anillo de bodas en su mano. No podía comprender cómo alguien tan dulce y tierno como Edward podía ser un monstruo.

Tenía que tener una explicación. Pero si así fuera, ¿qué haría? ¿Le perdonaría? Ella había visto los casos, los artículos en el diario. Esto era demasiado repugnante.

Notó que el lugar al que se dirigía estaba en el medio del bosque. Si le pasaba algo, nadie lo sabría. Pero tenía que verlo por sus propios ojos. Si lo veía, al fin podría irse… alejarse de él de una vez por todas… aunque le doliera en lo profundo de su alma.

"Ha llegado a su destino" decía la pantalla de la máquina.

Es ahora o nunca.

Bajó del coche y vio una cabaña. La oscuridad de la noche hacía todo más tenebroso, pero ella no se inmutó ya que a era una mujer con una misión. Aunque no podía negar que tenía un mal presentimiento, ¿qué iba a encontrar allí adentro?

No era tan ingenua, los periódicos y las noticias explicaron bien como encontraron los cuerpos de las víctimas. Cortados en pedacitos dentro de bolsas de plástico. Si no fuera por que se estaba llevando a cabo otra investigación nunca los hubieran encontrado. Lo peor era que no eran solo unos cuerpos, eran cientos. ¿Cuánto tiempo habían estado allí? No se lo quería imaginar.

Cuando se acercó a la entrada, hubo silencio. Si había alguien allí, no sabría decirlo. Puso su mano en el pomo de la puerta e intentó abrirla pero no hubo suerte.

—¿Hay alguien allí? ¿Hola?

No hubo respuesta.

Mirando a sus costados, notó un hacha junto con la leña. Lo tomó y, sin dudarlo dos veces, golpeó la cerradura con él. Luego de varios intentos, está cedió y la puerta se movió un poco, dejando ver una tenue luz entre la pequeña abertura.

Dando dos respiraciones profundas, empujó la puerta. Nada podría haberle preparado para lo que encontró allí.

La habitación frente a ella estaba cubierta en plástico transparente, del piso al techo y de pared a pared; en el centro se encontraba una mesa de operaciones, la cual también estaba cubierta en plástico, y a su lado una estantería con instrumentos, entre ellos un set de cuchillos. A Bella se le puso los pelos de punta y palideció al ver todo esto. Parecía como si fuera una preparación, todo estaba listo para su uso.

Dio unos pasos hacia delante y observó más el lugar. En un rincón se hallaban unas bolsas plásticas negras. La curiosidad pudo con ella y se apuró a abrirlas… para arrepentirse al segundo. Dentro de ellas había partes de cuerpos, estas chorreaban sangre. Espantada, se alejó pero en ese momento lo sintió.

Su cuerpo siempre reaccionaba antes su presencia, lo sintió desde el primer momento que lo conoció. Esa atracción, esa chispa. Sabía que estaba allí, mirándola, acercándose.

—¿Edward? —susurró.

Al cabo de unos segundos, se dio la vuelta… o eso intentó pero nunca consiguió terminar. Algo, alguien, la había agarrado por detrás, sintió la aguja penetrar en su cuello y todo se desvaneció.

-BTD-

Cuando volvió a abrir los ojos, horas más tarde, se encontraba desorientada, la cabeza le palpitaba y su vista estaba nublosa. Intentó moverse, pero no pudo, estaba atada a una mesa… la mesa que vio al llegar a la habitación.

No… pensó.

Quiso librarse pero no pudo, estaba cubierta por tiras de plástico. Quiso gritar, pero no fue capaz ya que tenía una mordaza en su boca. Escuchó ruidos de instrumentos siendo movidos y se enfocó en ellos pero no podía ver, la luz cegadora sobre ella no dejaba hacerlo.

Todo quedó en silencio por unos segundos.

Bella sintió ganas de llorar. No, no podía ser cierto. Al final de todo, era verdad. Ella siempre dijo que él sería su muerte y aquí estaba… apunto de ser una más de sus víctimas.

Él le quitó la mordaza y la miró a los ojos. La suya reflejaba una serenidad y frialdad que ella nunca había visto. Era como si no fuera su esposo, sino otra persona.

—¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué me seguiste? ¿No podías dejarlo pasar? No, si siempre fuiste terca, eso es algo que me encanta de ti.

—Yo tendría que hacerte esas preguntas. ¿Por qué las mentiras? ¿Por qué los asesinatos? —preguntó con un deje de tristeza.

—No lo entiendes, no lo sabes. Así es cómo fui entrenado, seré un monstruo, pero jamás del nivel de ellos —respondió él tranquilamente.

—¿Y entonces qué hago yo aquí?

—Dímelo tú, Isabella. No soy el único monstruo en esta habitación, ¿o me equivoco?

—¿De qué hablas? —preguntó ella confundida.

—Cuando te vi, supe que había algo que ocultabas pero lo dejé pasar porque, obviamente, yo era el malo y tú una simple humana inocente. Después de conocerte, en verdad me gustaste, y me enamoré, nunca mentí con mis sentimientos, Bella. Pero, investigando mi próximo "proyecto" salió inesperado… algo de tu pasado.

Bella se tensó. No, no podía haberse enterado. Ella juró que nunca nadie sabría su origen.

—¿Cómo? ¿Qué pasado?

Él dio un golpe exasperado a un lado de ella.

—No mientas, antes de ir a vivir a Seattle, unos años antes, hubo un incendio en el cual todos creyeron que fuiste la única sobreviviente… pero no fue así, tú lo hiciste parecer, ¿o no?

Él sacó un escalpelo y la acercó a su mejilla, haciéndole un pequeño corte. Bella soltó un pequeño grito ante el ardor, pero no terminó allí, también le sacó un poco de sangre para ponerla sobre una placa de vidrio pequeña. Notó que él tenía puesto un delantal de caucho, guantes descartables en sus manos y un visor sobre su cabeza.

Bella no lo reconocía, ese no era la persona con la que se casó, con la que pronto… No, no iba a pensar en eso…

—¿Tienes algo que decir antes que comencemos?

Sintió un dolor en su vientre y luego ardor. Le había cortado al menos unos centímetros con una cuchilla.

Escuchó un ruido nuevo y se tensó, era una sierra eléctrica. Lo miró a la cara y vio una sonrisa maligna, él no le creería, estaba cegado por su sed de sangre. Tenía que hacer algo.

—Edward, por favor… sí, yo los maté.

Pero fue inútil, él seguía avanzando…


Mmm, ok, primer fic y bla bla bla (?)

Dedicado a mi grupo cerrado de perverts. Sarai, Sool, Yoa, YOa, Yeya y Solecito. Las amodoro.

En especial a Oso porque comparte la misma obsesión por Dexter como yo; y a Yoa, mi love y pixie despiadada por compartir el deseo asesino siempre

¿Qué tal? ¿Gustó?