hoy tuve un día muy pesado...
como sea, estaba revisando algunos escritos que tengo guardados por ahí, de esos que es poco probable que los suba, entonces encontré éste. Recuerdo que había querido subirlo, pero no lo hice porque por algún motivo pensé que no tenía sentido, además de que estaba incompleto, pero lo volví a leer y me dije "ah, si esto está perfecto así"
entonces ¿por qué no? hay que subirlo
no sé si es un GregxAmatista o algo, supongo que se explica solo
Melodía
La melodía de los créditos de una serie que, seamos sinceros, era muy estúpida. Aún así había bastado para unirlos, compartir su sentimiento de dolor y, sin decirlo, consolarse el uno al otro.
Era el capítulo final de una temporada que, realmente, no era tan buena como las demás. Aún así había sido graciosa, pero no tanto como las otras.
Greg había querido apartarse de Amatista, dándose cuenta de que había desperdiciado demasiadas semanas que pudo haber ocupado para su hijo recién nacido. Había descuidado un poco a Steven.
Horas y horas y horas viendo esas cintas una y otra vez. Sólo los distraía de lo importante, los apartaba de la verdad, les hacía menos doloroso pero más complicado el asimilar que ella ya no estaba aquí.
"Jamás va a volver" había dicho Amatista, más como un pensamiento en voz alta que pronto comprendió, había sido un terrible error.
Amatista no quería que las cosas llegaran hasta ese punto, la intención no había sido esa. Sólo había querido burlarse de él, echarle en cara que por su culpa su amada Rose ya no estaba presente.
No contó con que la tristeza le ganara a ella también.
Cuando la melodía de los créditos del último capítulo de la temporada más mala de la estúpida serie que veían comenzó a sonar, ya todo había cambiado.
Perla y Garnet estaban cansadas de que ambos se encerraran todo el día para ver la serie. Era un tiempo desperdiciado, ellos lo sabían muy bien. Pero si dejaban de ver la serie tendrían que volver de nuevo a la cruel realidad. Una realidad en la que Rose ya no estaba.
Pero la serie había terminado para ellos, ahora escapaban de la realidad de una forma mucho menos aceptable. Habían apagado la luz para que fuera mas creíble, los colores de Amatista la delataban, ella no era Rose. Pero podrían fingir por un momento, podrían darse el uno al otro lo que tanto habían necesitado y no decían con palabras. Sólo querían un poco de consuelo.
Hasta que Steven lloró.
