Hola queridos lectores aquí os traigo mi primer fanfic estilo reencarnación.
Resumen: Una adolescente de nuestro mundo reencarna en el mundo de Naruto como el hermano mayor de Naruto. De ser una chica convertirse en un chico.
Emparejamientos: Kushina/Minato, por el momento OC/?
Protagonista: OC
La muerte. ¿Qué puede uno esperar al morir? ¿El paraíso o el infierno? ¿Él qué? Yo personalmente esperaba paz, tranquilidad, el sueño eterno. No esto.
Todo empezó cuando esta mañana me desperté casi una hora más tarde de lo habitual. Solo quince minutos antes de que empezaran las clases. Vestirme a la velocidad del rayo y salir pitando leches, a primera tenía Química y mi profesora me tiene manía. Un minuto tarde y la muy perra no me dejaría ni entrar en clase. La odio. Mi error fatal fue dejarme las gafas. Si, veo mal. Tengo miopía. ¿Algún problema? Nada más salir del edificio en el que vivía me di cuenta de mi error. No tenía tiempo de volver a subir hasta el decimonoveno piso y bajar sin llegar tarde. Decidí ir sin ellas.
La cosa acabo mal. Al cruzar la calle no vi el camión venir a gran velocidad hacia mi hasta que fue demasiado tarde. Todo fue demasiado deprisa. En un instante estaba cruzando la calle y en el siguiente estoy en el suelo con todo el cuerpo matándome de dolor. Poco a poco todo se volvía negro. El ruido de las personas, los coches... a mi alrededor se van haciendo más y más lejanos. Hasta que en un momento todo es oscuridad, no hay dolor, no hay ruido, no hay nada.
Estoy atrapada en un vacío negro sin sentir nada. Esto no es exactamente lo que me esperaba de la muerte.
Durante mi tiempo en el vacío reviví mis recuerdos una y otra vez para no volverme loca. Recordé a mi madre, a mi hermano mayor, a mis tías y tíos, mis abuelos, mis primos y primas, a todas las personas que he ido conociendo en mis dieciséis años de vida. Recordé mis experiencias. Repase mis conocimientos. Con el tiempo el aburrimiento se hacia cada vez más insoportable. En el experiencias no tenia forma alguna de saber el paso del tiempo. No sabia si habían pasado días, semanas, meses o incluso años desde mi muerte, o tal vez no estaba muerta, si no en coma.
No lo sabía. Una cosa estaba clara y es que el aburrimiento es la peor tortura existente. Bueno no, habían muchas formas de tortura mucho peores. ¿Cómo lo se? Oye, no te equivoques, no soy una sádica psicópata ni nada por el estilo. Solo que durante unos años fui a clases de religión y digamos que los martirios que tuvieron que pasar algunos llamados santos no son nada, pero que nada agradables.
Entonces después de no se cuanto tiempo empecé a oír veces, a veces masculinas y otras femeninas. No podía distinguir lo que decían, era como si los estuviera oyendo a través del agua. Lo que si que sabia era que (algunas, en especial una masculina y otra femenina) eran agradables, tranquilizadoras, se notaba el amor, el cariño y hasta la adoración en su tono. Las cosas se fueron animando cuando empecé a sentir mi cuerpo. ¡Yuju! Tengo un cuerpo. Eso significa que adiós vacío.
Pero no fue así, aunque tenía un cuerpo (podía sentirlo) no podía controlarlo. Empecé a ser cada vez más cociente de mi entorno, sentía como si estuviera en una especie de esfera llena de agua. Las cosas se animaron un poco pero seguía sin poder ver nada, tampoco podía hablar.
Después de algún tiempo sentí como si estuviesera tirandome por un tobogán de agua. Un muy lento tobogán de agua. Entonces salí, vi la luz. Literalmente porque todo estaba brillante, demasiado para mis queridísimos ojos. Oí el barullo a mi alrededor. Unas enormes manos me cogierón. Sentí que me limpiaban el cuerpo. Y gracias a dios por eso, realmente estaba sucia, cubierta de ese extraño liquido y...
¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!
¡¿Por qué a mi?!
Ya sabía lo que había pasado. Maldita sea. He reencarnado. Y con todos mis recuerdos para el caso. Mierda. ¡Qué asco! ¡Dios! ¿por qué?
Mientras yo me estaba lamentando las enfermeras terminaron de limpiarme y me pusieron en brazos de una mujer. La curiosidad mato al gato, yo no soy un gato pero si curiosa. Quería saber quien era mi nueva madre. Calmándome me di cuenta de que había estado llorando, como un bebe parece que el exceso emocional se traduce en llorar. Tsk, no me gusta ser un bebe.
Volviendo al asunto, trate de enfocar mi vista pero todo estaba demasiado borroso para ver con claridad. Si no fuera porque sabia que eso era normal me habría entrado el pánico. La miopía ya era lo suficientemente mala desde la adolescencia, no quería tenerla como un bebe.
Un hombre se acerco al lado de mi nueva madre y me acaricio suavemente el rostro. Pudo decir que es mi padre, o al menos eso creo.
La mujer me arrulla y yo poco a poco me voy durmiendo.
Un niño de siete años y una niña de cuatro estaban sentados en el suelo al lado de la chimenea. El niño le estaba contando a la niña un cuento.
"Y colorín colorado este cuento se ha acabado." termino sonriéndole a la niña que estaba poniendo mala cara.
"Pero Chris, no has acabado. ¿Qué paso después con la niña?"
El niño se río y le revolvió el pelo a su hermanita "Así es como terminan estos cuentos peque."
"¡No me llames peque!, soy una niña grande."
"Lo que tu digas... peque." El niño le dirigió una enorme sonrisa antes de levantarse y salir de la habitación antes que la niña pudiese replicar.
Volví a despertarme cuando sentí hambre. Esta vez mi visión era mucho más clara que la vez anterior. Podía ver que estaba en una cuna de hospital.
El hambre era un problema, los bebes en especial los recién nacidos solo se alimentan de leche materna. Otras opciones solo serian viables después de los primeros meses de vida. Los consecuencias de no hacerla van desde enfermedades a... no quiero ni hablar del tema. Si tengo que volver a vivir mi vida, esta vida, desde cero lo hare. Solo porque no tengo otra opción. Y si voy ha hacerlo no quiero que más adelante presente ninguna enfermedad o algo por el estilo por ni negativa a... tomar leche materna.
Para llamar la atención hice lo único que podía hacer en el momento, me heche a llorar. Mi nueva madre vino y me cogio en brazos. Se destapo el pecho y... ¡A comer! No voy a describir esa maravillosa (nótese el sarcasmo) experiencia. Después de hartarme finalmente examine a ni nueva madre.
Era joven, en sus años veinte. Tenía el pelo largo de color rojo, además su cabello se separaba a ambos lados de su rostro por una pintaza de cabello que tenía en su lado izquierdo. Su piel era de color blanco y sus ojos, gris-violeta. Una muy acertada palabra para describir a su nueva madre seria hermosa. Dioses ella solo esperaba que cuando se haga mayor se parezca a esta diosa.
Aunque me resultaba extrañamente familiar, casi podía apostar que ya la había visto antes. Pero, ¿Dónde?
La mujer empezó a arrullarme y a alabarme por mi adorabilidad, fue entonces que me di cuenta de otro dato muy interesante: ella estaba hablando en japonés. Yo ha pesar de mi origen estadounidense podía entenderla porque desde muy pequeña he sido una gran suguidora de diversos animes y mangas. Si, soy una otaku. Y como una orgullosa otaku aprendí japonés, porque vamos los animes son mucho mejores con el audio en japonés que en ingles. No hay comparación.
Y las palabras que me hicieron darme cuenta de la identidad de mi madre, y por ende el lugar en él que estoy.
"Kei-chan cuando crezcas ¿querrás convertirte en Hokage como Nato-kun y yo o que es lo que te propondrás cuando seas mayor?"
La mujer es Kushina Uzumaki. ¡Madre MIA! ¡No puede ser! ¡Tiene que ser una broma! He reencarnado en el mundo de uno de mis mangas/animes favoritos de todos los tiempo. No solo eso, soy hija de Kushina. ¡Wow! Soy la hermana mayor de Naruto. ¡Chupate esa Sasuke!, tu ya no serás el único con un súper hermano mayor. ¡Vaya que si!
¿Cómo se que soy la hermana mayor de Naruto y no una versión femenina suya? Fácil, la misma noche en la que Naruto (mi futuro otouto) nació Obito libero a Kyuubi (Kurama) de mi súper increíble madre y BOOM después de una serie de acontecimientos Kurama, su yang, acabo sellado dentro de Naruto.
Y como mi madre esta bien, no hay ningún apocalipsis pasando puedo deducir que he nacido antes que Naruto.
Soy increíble, ¿verdad? Si, si que lo soy. Minato es mi padre y Kushina mi madre (introduzca baile mental) ¡Yabadabadu!
"Nato-kun y yo nos alegramos muchísimo de que hayas nacido sochi. No puedo esperar a..."
Alto allí.
Paren el carro.
Rebobinen.
Sochi es igual a hijo, hijo = masculino.
¡Yo soy una chica!
¡NOOO...!
Sabía que no todo podía ser tan increíble como pensaba. Soy un chico.
Mientras yo me lamentaba de mi desafortunado cambio de género un hombre rubio y de ojos azules entro en la habitación. Minato Namikaze entra en escena.
"Veo que nuestro pequeño esta despierto Shina-chan." Minato se me acerco, se sentó en la cama al lado de mi madre.
Estos dos individuos son dos poderosos ninjas. Los ninjas son se descubre que recuerdo mi vida pasada estrare jodida,no, jodido (maldito cambio de género). Empecé a actuar como cualquier bebe actuaría (o como creo que actúan los bebes).
Después de dos días en el hospital finalmente dieron de alta a Kushina y podremos ir a casa. Durante estos días aprendí que mi nuevo nombre es Keigo, nací el 10 de Febrero. Mi madrina es Tsunade Senju y mi padrino Shikaku Nara. Nací antes que Itachi, Mikoto es amiga de mi madre y por lo que oí de sus conversaciones cuando visito a Kushina al hospital ella aún no tiene hijos. Así que tengo más de cinco años antes de que mi hermano menor nazca y mis padres mueran. Dios... solo el pensamiento me deprime. Durante los últimos días me había encariñado mucho con mis nuevos padres y no quiero ni pensar en el destino que les espera.
Algo que aún no tengo claro es como actuare frente a los futuros acontecimientos que se que van a pasar. Sé que quiero cambiar las cosas para mejor.
Para empezar no permitiré que Naruto tenga la misma infancia que tuvo en el canon, para eso tendré que hacerme muy fuerte para poder protegerlo y cuidarlo. Lo bueno es que calculo que para cuando el nazca yo seré mentalmente más de veinte, estaré preparada para criar a un niño. Para lograr este objetivo tendré que ser mínimo genin para cuando el nazca, porque cuando te conviertes en genin te conviertes en un adulto ante los ojos de esta sociedad y por tanto podré tomar la custodia de mi otouto.
Aprender como funciona exactamente este mundo y empezar mi entrenamiento ninja cuanto antes son mis primeros objetivos.
Nombre: Keigo Namikaze-Uzumaki
Edad: unos días (físicamente), 16 casi 17 años (mentalmente)
Personalidad: Keigo en su vida pasado fue una adolescente de carácter tranquilo, sensata, seria con una faceta algo infantil y divertida. Era una persona que a pesar de su inmenso amor por los mangas/animes tenía muy claro que lo que pasaba en la ficción no pasaría nunca en la realidad, la deprimía haber nacido en un mundo según ella tan aburrido y podo emocionante. Se sentía atrapada en un mundo que no era el suyo. Como Keigo Namikaze tendrá la libertad de expresar y desarrollar sus facetas más locas y excéntricas.
Apariencia: En su vida pasada desconcida (por el momento), en esta tiene el mismo pelo rojo que su madre y los ojos de su padre, su estructura facial asi como la mayoría de sus rasgos son más como las de Minato. Es una versión de Minato con el pelo rojo (no bigotes).
Gracias por leer.
Espero sugerencias sobre el emparejamiento de Keigo, también planeo alterar a algunos otros personajes. ¡Dadme ideas!
Atentamente,
Kira007 God of Chaos.
