Summary: Una profecía perdida, un amuleto con poderes ocultos, mujeres que hilan hebras de vida, mortífagos, Draco, Hermione y muchos misterios que descubrir. Tan solo un click y ya están dentro.

Disclaimer: Los personajes que se encuentran en esta historia son propiedad de JK Rowling. No escribo con fines de lucro, tan solo entretener a mis lectoras…

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"némesis"

Capítulo 1

"La Medalla"

- Vamos Ron, ¡llegamos tarde!

- Si, ya voy, Harry… ya voy – Ron estaba bastante atareado, al igual que Harry; tenían bastantes deberes, considerando que era la primera semana de clases y, además, las prácticas de Quidditch empezaban desde ya, y ambos estaban en el equipo. Habían quedado con su amiga de encontrarse en la biblioteca, pues algunos hechizos del profesor Flitwitck no les funcionaban tan bien como esperaban y tendrían que estudiar mejor los movimientos y pronunciaciones.

Harry había crecido bastante los últimos meses, usaba sus anteojos redondos de siempre y su pelo azabache revuelto, al igual que un James Potter en el pensadero de Severus Snape, con la diferencia, claro, que Harry no tenía cierto egocentrismo.

Ron, con su particular cabellera casi roja y su rostro con unas pecas traviesas, conservaba cierta expresión infantil, pero eso no le impedía ser tal vez un poco más maduro y también unos centímetros más alto que su amigo Harry y algunos otros compañeros.

Caminaban apresurados por los pasillos del Colegio, con los bolsos pesados y los rostros urgidos por el retraso que llevaban…

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- Buenos días Madame Pince

- Hola querida, ¿buscas una mesa? – La bibliotecaria la miraba con rostro amable, Hermione asintió y ella le apuntó con su mano una mesa que estaba al lado de las estanterías y cerca de una ventana que mostraba el día algo nublado. Hermione se dirigió tranquilamente hacia su mesa y puso su bolso sobre ella.

Si bien la chica tenía más clases que los alumnos comunes de Hogwarts y obviamente también más deberes, sabía organizar bien su tiempo y no dejaba nunca de lado unos gratos momentos de paz en la biblioteca, leyendo algún libro y aprendiendo nuevas cosas. Había quedado con Ron y Harry en juntarse a las 10:00 para estudiar los movimientos de ciertos hechizos de Encantamientos. Tenía tiempo, eran las 9:35.

Las vacaciones para Hermione estuvieron bastante bien, incluso recibió una visita algo interesante, cosa que le daba vueltas y vueltas en la cabeza.

FLASH BACK

- ¡Ya voy! – Una chica de cabello ondulado y castaño se acercaba a la puerta con el pan de su desayuno en la mano – ¿Hola?

- Buenos días, disculpe, ¿Es usted Hermione Granger? – Era un tipo de unos treinta y tantos años, rostro algo tosco y una mirada seria. La chica asintió levemente.

- Venimos a hacerle algunas preguntas, por favor, ¿Podemos pasar? – El acompañante era algo más joven, de unos veinticinco o veintiséis años, tenía el pelo castaño oscuro y ojos pardos.

- Ehm… este, claro – Si bien estos señores eran unos totales desconocidos para la castaña, le inspiraban cierta confianza.

Los hizo pasar hacia la sala y les señaló un sillón color crema para que se sentasen. La sala era bastante acogedora. Estaba decorada con colores tierra y tenía a un lado una pequeña estantería con libros y reliquias familiares como relojes y teteritas de plaqué. Según estos dos hombres tenía objetos curiosos, pues no estaban acostumbrados a ver tanto aparato muggle en una casa, y es que claro, se encontraban en la casa de los padres de Hermione.

- Lo siento, estaba tomando desayuno, ¿les gustaría algo de tomar? – Dijo dejando el pan a un lado.

- No, gracias – Dijo el hombre mayor, el de los ojos pardos le agradeció a Hermione con un gesto.

- Bueno, tomen asiento… y… ¿Cuál es su nombre? – Dijo mirando al tipo de mirada seria.

- Mi nombre es John Wide y él – dijo haciendo un gesto para mostrarle al hombre más joven – es mi compañero Jeremiah Ross, trabajamos para el Ministerio de la Magia, tenemos a cargo descifrar una antigua profecía muy importante para el mundo mágico, que desde hace diecisiete años no lográbamos encontrar. Descubrimos que usted es parte de ella.

- Es por eso que queremos hacerle unas preguntas…

- ¿De qué tipo de profecía se trata? – El hombre fue interrumpido por Hermione, que tomaba asiento mientras escuchaba atentamente a los señores.

- Es un tema muy delicado, no podemos adelantarle nada aún, pero no dude que estará informada, más que mal, es parte de ella.

- Oh… ¿Y en qué les puedo ayudar?

- Si bien la profecía es algo complicada, pues se encuentra en ciertas claves e idiomas antiguos, pudimos distinguir su nombre: Hermione. Sabemos también que está en Hogwarts y que comenzará dentro de poco su séptimo año, pero hay ciertos detalles de los que no podemos enterarnos si no es por usted misma – Ross hablaba serio pero sin omitir las ansias por tener respuestas. – Nos gustaría saber qué relación tiene usted con El niño que vivió, Harry Potter, con Ronald Weasley y con qué alumnos se lleva bien o mal.

- Bueno, Harry y Ron son mis mejores amigos… - El Señor Wide había sacado una pluma beige que escribía rápidamente a medida que Hermione o él hablaban. – Con respecto a Lavender, Ginny, Parvati, Neville, Dean y Luna, son compañeros y amigos. La gente a la que simplemente conozco es con la que suelo encontrarme en el Gran Comedor, en la Sala Común o con quienes comparto clases… y, por otro lado, con quienes intento no encontrarme, son sobre todo alumnos de Slytherin, que ciertamente, sin ofender, algunos son bastante insoportables – Dijo recordando la voz chillona de Pansy Parkinson.

- ¿Podría darme nombres, Señorita Granger, de esos Slytherins?

- Mhhh… Theodore Nott, Pansy Parkinson, Blaise Zabini, Draco Malfoy… - contestó algo dudosa, aún no comprendía del todo qué hacían esos hombres preguntándole cosas tan triviales como sus amigos y quienes eran sus 'desagradables' conocidos.

Los hombres se miraron con cierta preocupación en los ojos, luego, el Señor Wide se volvió hacia Hermione.

- Muchas gracias Señorita Granger, nos será útil esta información… no dude que de cualquier hallazgo que se efectué referente al tema será usted informada – Dijo parándose del sillón.

- Tenga, cuídelo, tal vez pueda descubrir algo de él. – Jeremiah le tendió la mano y le dio una bolsita aterciopelada de color azul, Hermione algo asombrada, lo tomó, lo guardó en el bolsillo de su pantalón y acompañó a los hombres a la puerta.

- Hasta luego – Se despidió Wide.

- Nos vemos – Ross hizo un gesto con la mano para despedirse.

- …Adiós – Cerró la puerta y se sostuvo en ella. Que extraña había sido esa fugaz visita, ¿Qué tanta importancia podría tener ella en una profecía, ¿De qué trataría? Volvió a la sala donde recibió a los hombres del Ministerio y cogió el pan que había dejado minutos antes sobre la mesita, salió hacia su habitación mientras se lo echaba a la boca.

END FLASH BACK

Sacó del bolsillo de su túnica una bolsita azul, la abrió e investigó con su mirada las inscripciones de esa medalla, era extraña, redonda y plana como una moneda, exceptuando una media esfera roja que tenía en el centro, suponía que era un rubí, la medalla abarcaba un cuarto de la palma de la mano de Hermione, se veía muy fina y antigua, la chica reconocía dos materiales de los que estaba hecha, oro blanco y oro amarillo; alrededor del rubí había un orilla de unos 50 milímetros de ancho, ese era el oro blanco, que tenía grabados unos símbolos extraños que parecían letras de algún idioma antiguo, y luego, cuatro patitas que salían de la primera orilla, sostenían una segunda, ésta era de oro amarillo y un poco mas gruesa. Tenía que descubrir en qué 'idioma' podría estar escrito y al menos cuán antigua era la medalla.

Alzó la vista hacia un estante y leyó los lomos de los libros… títulos… títulos… no sabía por dónde empezar.

- Medallones, talismanes… - Susurraba mientras acariciaba con un dedo algunos libros – "Reliquias mágicas, parte de la historia" -
Le parecía que algo podría encontrar allí, sacó el libro, no era muy grueso, la tapa era lisa y verde musgo y las letras resaltaban en dorado. Se sentó en su mesa y guardó la medalla, ida a abrir el libro cuando…

- Her…mio… ne – Un Ron agitado llegó seguido de Harry, poniendo su bolso sobre la mesa y sujetándose en ella para no caer.

- Nos retrasamos, lo siento…

- No se preocupen, veamos… ¿Les parece ver primero el encantar objetos para que te ayuden a cargar tus libros, es útil – Decidió guardar el librito en su bolso y comenzar ya con el estudio.

- A mi me parece bien…

Fácilmente lograron estar unas dos horas en la biblioteca practicando solo tres encantamientos, al terminar, se dirigieron a sus habitaciones a dejar los bolsos y bajaron a almorzar.

Había gran alboroto en el Gran Comedor, como siempre. Los profesores estaban todos conversando y viendo divertidos a los alumnos correr de aquí a allá y disfrutar su comida. Los tres amigos fueron directo a la mesa de Gryffindor, se sentaron y se sirvieron cada uno la comida que más le gustara.

Hermione pensaba sobre la medalla, aún no quería contarles nada a sus amigos, no quería preocuparlos, por que tal vez no tuviese tanta importancia ser parte de una profecía, quería esperar a tener algo de información y luego les contaría sobre la visita que recibió durante las vacaciones.

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- ¿Cuándo llegaron esas noticias?

- Por la mañana, el mismo Ministro de la magia me ha enviado la lechuza.

- ¿Y están seguros?

- Lamentablemente sí, necesitan que cooperemos e intentemos que los alumnos no se enteren, pero será algo difícil. Además, no es solo eso, encontraron también aquella profecía perdida, la están investigando, tal vez tenga relación con Él.

- Pero Albus, corren peligro fuera los padres de estos niños… y, deberían saber que él ha vuelto.

- Hay que esperar, Minerva, y hacer lo posible también para impedir que consiga lo que quiere.

Luego de esa breve y preocupante charla, la profesora McGonagall y el mejor director que Hogwarts ha tenido el último tiempo, fueron camino al Gran Comedor.

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- Hola Hermione

- Oh, hola Ginny, ¿que tal tu día? – La menor de los Weasley sacó a la castaña de sus pensamientos, se sentó frente a ella y comenzó a relatarle una anécdota entre ella y un chico.

- Hola chicos – Dean Thomas llegó a la mesa – ¿Ya almorzaste, Harry?

- Ehm… si, ¿Por qué lo preguntas?

- Yo también, ¿quieres subir a la Sala Común?

- Bueno – El chico de ojos verdes estaba algo confundido por la invitación, pero era cierto que quería estar en un lugar más tranquilo, se paró y se despidió de sus amigos – Ron, Hermione, nos vemos en la Sala Común.

- Si, no te preocupes, Harry, yo espero a Hermione.

- Adiós Ginny – Dijo despidiéndose de la pelirroja.

- Nos vemos

Luego de haberse quedado conversando un rato y que Ginny se fue junto a unas amigas, Hermione y Ron habían salido del Gran Comedor.

- Gracias, Hermione, por la ayuda que nos diste en la mañana.

- Que no se te haga costumbre, Ronald Weasley – Bromeó la chica al pelirrojo mientras iban hacia la Sala Común.

- Que horror, mañana a primera hora tenemos Adivinación, mira que no tengo ninguna gana de soportar ese olor a incienso y ese aire pesado y caliente

- Ustedes tendrán Adivinación – Le contestó con mirada de suficiencia la castaña, resaltando la primera palabra – Yo no sé para qué van a esas clases, la Adivinación es demasiado incierta, en cambio la Aritmomancia…

- Si, Si Hermione, pero tendrás que comprender que ése es el tipo de clase que necesitamos Harry y yo, ¡no hacemos nada! Es de lo más fácil… y aburrido, solo basta inventar un par de predicciones catastróficas y consigues la mejor nota – Terminó Ron con una mueca de falso pesar.

- Bueno Ron, si tanto te gusta estar haciendo nada, entonces no digas que no quieres soportar el olor a incienso y aire pesado. Dolce far niente – Hermione pronunció la clave al retrato y la dama gorda los dejó entrar.

La Sala Común se encontraba como siempre acogedora y con la chimenea prendida, alumnos estudiaban en los sillones y otros como Dean y Harry, jugaban al ajedrez mágico.

- D-5 reina.

- I-3 alfil – El alfil de Dean derribó al último peón de Harry.

- H-3 reina… Jaque…

- ¡Rayos!

- …Mate.

- Hola ¿Cómo va todo?

- Como crees Hermione, tu amigo me acaba de ganar la segunda partida.

- Oh…

- A que a mi no me ganas, Harry Potter – Ron quitó 'amablemente' a Dean de su asiento y entusiasmado retó a Harry a una nueva partida. Dean Thomas se mantuvo en pie mirando las brillantes jugadas, mientras que Hermione optó por ir a su habitación para descansar algo antes de hacer los últimos deberes.

Entró, estaba vacía, fue hasta su cama y se recostó boca arriba. Pensaba en sus amigos, en ese nuevo año que comenzaba y… en un libro verde. Se paró y buscó su bolso, sacó el libro verde musgo con letras doradas que había conseguido en la biblioteca esa mañana y volvió a su cama, se sentó en la orilla y lo abrió: dentro de él se veía, además de escritura, diseños de aparatos como balanzas, relojes de arena, cúpulas de cristal, amuletos y medallones, entre otros, algunos parecidos al que ella poseía, pero ninguno lo suficiente como para captar la atención de la castaña. Hojeó un poco el libro, a simple vista no parecía que pudiese proporcionarle información, pero de todas formas quería leerlo luego.

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Un hombre de pelo largo, liso y platinado estaba sentado en la sala de una lujosa mansión ésta estaba adornada con gustos refinados, antiguos y colores fríos.

- No puedo creerlo – Repetía indignado el hombre mientras miraba a quien lo acompañaba.

- Lo sé Lucius, es increíble… esa 'mujer' se salió con la suya, el Ministerio tiene a dos hombres trabajando en la profecía y según sé, ellos aún no saben mucho sobre ella – Era una mujer de piel pálida y tersa, tenía unos ojos almendrados y azules intensos.

- Hay que encontrar la manera de enterarnos de cuanto ellos se enteren, debemos saber qué es lo que sucederá, Narcissa.

- Lucius, el Ministro ya se enteró de los planes de nuestro Señor, se nos hará mucho más difícil encontrar el amuleto.

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Hola, que les pareció? Soy nueva autora en pero creo que varias podrán conocerme por los reviews (PiaGanger).

Quiero dedicar este primer capítulo a pájarodefuego y Susan Evans, que me han ayudado y dado ánimos con mi primer fic.

Espero que les haya gustado y dejen sus reviews con preguntas y comentarios.

Nos vemos en el próximo capitulo…

-Atropo-

Miembro de la Orden Draconiana