-Trixie, necesito un plan B. No puedo usar la slirena sobre todos si la mitad está persiguiendo a Billy.- dijo el Shane señalando por la ventana el desastre que ocurría afuera. De repente la enorme mano del gigante de hielo que los perseguía qubró el vidrió de la sala para tratar de tomarlos. Ambos se lanzaron al suelo.
-Antes logré que Billy ayudara.- dijo la chica mirando su cámara y luego al proyector.- Puedo volver a hacerlo.
Trixie tomó asiento en la silla frente al ordenador y se dispuso a trabajar con el vídeo que tenía. Eli, ansioso por acabar con todo aquello, caminaba de un lado a otro, cuando vió la mano del enorme monstruo acercarse de nuevo.
-¡Cuidado!- exclamó tomando a Trixie por la cintura para tirarla consigo al suelo. El gran puño golpeó un poco las paredes y luego dejó la sala.
Aún sujetando a su amiga con fuerza, Eli miró hacia afuera, asegurándose de estar fuera de peligro. Trixie había cubierto cu cabeza con sus manos luego de escuchar los cristales removiéndose.
-¿Se fue ya?- preguntó aún sin ver.
-Creo que sí.- dijo él volteando a verla. De inmediato se tiró a un lado al darse cuenta de que, para protegera, se había lanzado casi sobre ella, en una posición que no quería que lo descubriera.
-Por fin...- dijo la pelirroja poniéndose de pie para regresar alo suyo.- Por cierto, gracias, Eli.- dijo con un tierna sonrisa. El Shane, sin atreverse siquiera a mirarla, solo rió un poco. Su mano, detrás de su cabeza, podá delatar sus nervios.
-No hay de que.
-¿Estás bien?- preguntó la camarógrafa al notar su extraña actitud.
-Sí, sí. Estoy bien...
Si se preguntan por que subo One-Shots de manera tan compulsiva, les cuento: El plan es publicar el cross en mi cumpleaños. Quiero que sea mi fic número 200. ¿El problema? Apenas llegué a los 160 y tengo menos de un mes. :(
