"Oh vamos, no puedes quedarte todo el día en la cama" Finn podía ser muy perseverante cuando se lo proponía, pero Rey se encontraba cansada por toda la mudanza. Dejar su lugar de nacimiento para ahora vivir sola, tener un trabajo nuevo y empezar una carrera eran cosas demasiado abrumadoras al juntarlas, y si, ella planeaba dormir todo el día, al menos hasta que llegara el camión de la mudanza con el resto de sus muebles y ropa.

"Puedo y lo hare"

Finn se encontraba a los pies de la cama y ella ahogaba su cabeza debajo de una almohada, hasta que sintió el tirón en sus tobillos, Finn literalmente planeaba sacarla de la cama, aunque pataleara no importo pues de igual manera termino en el suelo, y aunque enseguida se cruzó de brazos e hizo un puchero, Finn se hinco frente a ella.

"Vamos, estoy feliz de que te mudaras, y por eso quiero que me acompañes a esta tocada de Poe, si llegas y odias el lugar yo mismo te traigo a casa"

Aunque Rey puso los ojos en blanco, ya podía ver la enorme sonrisa de Finn, claro que, aunque hiciera muecas, lo acompañaría, y claramente estaba segura de que odiaría el lugar, pero no se lo diría, no arruinaría algo que hacía feliz a su amigo.

"Está bien, pero de una vez te digo que así iré vestida"

Finn tenso el entrecejo ante este comentario, pero sabía que había ganado una batalla al lograr convencerla, no empujaría más, aunque eso conllevara verla en una tocada con unos jeans muy desgastados y una blusa blanca manchada de pintura, y claramente lo peor eran las sandalias. Era Rey, ya no podía hacer nada más y de alguna manera no se veía tan mal.

"Bueno, primero iremos con Maz, para recoger los instrumentos y de ahí ya con Poe ¿ok?"

La camiseta de Rey era un desastre para cuando termino de ayudar a Finn a subir los amplificadores y más cosas en la parte trasera del auto, algunos no estaban tan limpios y ella realmente parecía que los había limpiado con su camisa

Maz era una mujer bajita, era la primera vez que ambos la veían, pero ella era de una extraña manera agradable, podía causarte una extraña impresión ver sus pequeños ojos tras esos lentes con fondo de botella, pero parecía ver mejor que ellos dos juntos, Rey enseguida se encariño con ella, aunque claro no se lo diría. Y adoró cada parte de la extraña tienda de Maz, vendía y rentaba de todo, se sintió como una niña en ella.

"¿Rey?" ella giro al escuchar la voz de Maz llamándola "¿hmm?"

"¿tienes un cambio de ropa, querida niña?" esa pregunta hizo sonrojar levemente a Rey, sabia como debía lucir, pero el valor de ir así a la tocada se desvaneció al notar como la veía Maz. Rey solo tenso sus labios y Maz pudo adivinar la respuesta.

"Acompáñame dentro, Finn puede esperar unos minutos más en el auto"

Rey ahora se sentía nerviosa por lo que Maz planeaba hacer, ella la guio a la sección de la tienda donde tenía distintos tipos de prendas, había desde disfraces hasta ropa que no sabía exactamente para que situación podía servir, Maz se detuvo aquí.

"Vamos, puedes escoger cualquier cosa que te guste de aquí, considéralo un regalo de bienvenida, Finn me dijo que mucha de tu ropa aún no ha llegado"

Rey se encontraba realmente sorprendida, no creía merecer un regalo tan pronto, pero podía intuir que Maz no aceptaría una negativa como respuesta y ella realmente necesitaba un cambio. Decidió dar unos pasos entre los estantes, no podía negar que había variedad, pero no era necesariamente lo que Rey buscaba; pasaba la mano distraída entre la ropa, hasta que algo llamo su atención, era una tela más ligera, regreso sobre sus pasos e intento encontrarla, cuando logro sacarla entre el montón, sabía que podía dejarse los jeans desgastados pero esta sería su elección, un top color arena con mangas, estas eran como tul, le gustaba como se sentía al toque.

"Parece que te estaba llamando de entre todos"

Rey se giró, no había sentido la presencia de Maz, "creo que será esta, los pantalones están bien"

"sí, también creo que los pantalones están bien, pero ¿te molestaría si sugiero otro tipo de calzado?

Rey sonrió y negó, se sentía bien que Maz fuera tan amable con ella

"Ve al vestidor, en un segundo te los llevo"

Rey obedeció, le agrado como se sintió con la nueva prenda, le quedaba lo suficientemente ajustada como para sentirse cómoda y le agradaba la manera en que las mangas caían, pero si se miraba en el espejo sabía que ahora su cabello era un desastre así que intento arreglarlo antes de que Maz llegara, usualmente lo traía en bollos, pero opto por hacer un moño alto en esta ocasión. Maz apareció con unos botines negros en las manos, eso definitivamente le daría algo de altura. Con este nuevo atuendo se sentía de mejor humor para salir de fiesta con sus amigos.

Ok, tal vez se emocionó demasiado con eso de sentirse lista para la fiesta, pues mientras ayudaba a la banda a instalarse le habían pasado una cerveza, y para cuando la banda empezó a tocar no recordaba cuanto había bebido, pero al escuchar la música y sentir a toda la gente eufórica a su alrededor se contagió inmediatamente, su sonrisa brotaba fácilmente, esta sensación le agradaba y después de haberse sentido algo inestable por todo el cambio esto le sentaba bien, pero una voz en su cabeza parecía susurrarle que esta no era ella, y Rey hizo lo más sabio que se le ocurrió en ese momento, siguió bebiendo.

Solo siguió haciéndolo hasta que no podía más, y no encontraba a Finn, se estaba asustando, no lo veía en ninguna parte, y la banda había tomado un descanso, esto no pintaba nada bien, decidió salir para empezar a buscarlos, sentía que gritaba su nombre, pero una parte de su mente solo captaba balbuceos, sabía que debía haberse quedado en casa.

Mientras más caminaba menos sabia donde se encontraba, no era buena idea andar sola en una ciudad que apenas conocía, en un momento dejo de intentar llamar a Finn, pero sabía que había alguien más en el callejón en el que se encontraba, no lograba ver bien, decidió apoyarse en la pared para no tambalearse más, solo que ahí no había pared.

Ben se encontraba caminando por el callejón, estaba molesto, su día había sido de lo peor, en su rostro se encontraba una constante mueca, acababa de renunciar a su trabajo, no como que realmente lo necesitara pero creía que esto le ayudaría a encontrar inspiración y contactos si realmente quería empezar una banda, pero solo se había topado con que todos eran unos cabrones que nunca habían pensado en darle una oportunidad, al parecer él no se encontraba en sintonía con lo que se estaba escuchando ahora, como si su repertorio no fuera lo suficientemente variado. Ahora solo quería encontrar un taxi e irse a casa, pero ver a una chica balbuceante que parecía caminar como zombi que pretende ser humano llamo su atención, esas chicas no eran de extrañar en noches como estas, pero no veía a todas fingir recargarse en una pared que no existía y precipitarse al suelo.