Era una noche tormentosa, se podia oir el galope de un caballo, detras de el, por los arboles se veian algunas figuras moverse de rama en rama a gran velocida, comparable a la del animal.

Ya casi llegamos, Adalgisa – dijo mientras la abrazaba con fuerza.

Tengo miedo, no me dejes sola por favor – decía abrazandolo con fuerza, en su hombro derecho llevaba un trapo sucio y ensangrentado.

Nunca te dejaría – dijo tratando de que se sintiera tranquila.

De entre las sombras, salieron distintos brillos, el joven reacciono al instante y esquivo 3, pero al tratar de esquivar el 4 impacto en su hombro, provocando un gesto de dolor.

Kanato!!!! – dio un gritito del miedo al ver la sangre fluir de su hombro.

Estoy bien – dijo sacando el arma y tirándolo a la nada.En su camino, 3 sombras armadas se interpusieron en su camino para frenarlo.

Adalgisa… -dijo en un susurro, la mencionada volteo su vista a su rostro – sigue este camino, te llevara a la orden kinkou, dile a Shen que son disipulos de Zed.

Adalgisa no entendia de que hablaba, hasta que salto directo a los 3 que se interponían en su camino, dándole paso al corcel y a quien lo montaba.

KANATO!!!! – grito ella mientras se alejaba.

Un acto muy tierno, pero torpe – una sombra se matearelizo frente a Kanato.

Zed – dijo con odio desvainando su katana, dando un corte al frente.

Mirate, débil y sin fuerzas – dijo esquivando el golpe - ¿Dónde quedo el "Guardián", aquel miembro de la orden Kinkou, casi tan hábil en las armas como Jax y tan fuerte como el cambia pieles? – dijo con tono de burla, antes de levantarlo del cuello – no sabes como adorare ser quien ser quien te quite la vida – le quito su arma – que mejor que con tu propia arma – encajo lentamente el arma la punta del arma en el estomago de Kanato.

Bastardo hijo de putAHHHHHHHHHHHHHH!!! – solto un grito desgarrador cuando Zed saco el arma y la encajo sin piedad en su pecho, sin tocar el corazón, quería expandir su sufrimiento al máximo.

¿Ultimas palabras? – dijo al mismo tiempo que empezaba a sacar la katana de el pecho de el joven.

Que ojala te pudras en el infierno – dijo con una sonrisa antes de escupirle en la cara/mascara una mezcla de sangre y saliva.

Zed simplemente se limpio la mascara – Lindas ultimas palabras, Kanato – Termino de hablar antes de encajarle la katana en la garganta – vámonos – dio la orden antes de desaparecer entre las sombras junto a sus disipulos.

Adalgisa… - dio un suspiro mientras sentía que los pulmones le ardían – Perdon por dejarte sola – dio una sonrisa mientras oia una melodía, a la cual sonrio – espero que me perdones – termino de decir antes de cerrar los ojos y escuchar mas fuerte la melodía de Kindred …