De por vida
Summary: El hanyou Taisho había encontrado a su mujer, a la que con solo aspirar su aroma le provocaba deseo y pasión. INUKAG
aclaraciones:
Ningún personaje me pertenece.
"pensamientos"
—diálogos—
algún remarque en la historia.
"you might be the lord but here comes the KING"
capitulo 1
Vivían en un mundo donde la población se componía por youkais, hanyous y humanos. Se había llegado a un balance entre la sociedad—después de tantos años—sin embargo entre ellos había grupos que iban a favor de que los youkais deberían de gobernar por ser los más fuertes, pero obviamente siempre existía el lado lógico que calmaba todos los revoltosos. La ciudad había dejado de ser peligrosa y a decir verdad se vivía demasiado agusto de que los humanos y los demonio convivieran entre ellos.
Así que el hanyou Inuyasha Taisho, estaba consciente de que igual y muchos demonios no querían ser como él, pero si muchos deseaban su estilo de vida, jugaba al azar con su vida, algunos decían que era un bastardo y un engreído. No le interesaba lo que los demás dijeran de él, no es como que escuchaba la voz de todos aquellos que estaban debajo de él.
El tenía veintiséis años, era una persona responsable, arrogante y demasiado hábil en hacer sentir mal a los demás. No entendía eso del amor, el solo iba divirtiéndose con mujeres en lo que esperaba por ella. Sus padres estaban desesperados por qué parecía no tener interés en encontrar a su pareja de por vida, si, sonaría muy cursi pero al parecer los demonios tenían a alguien que era la indicada. Algunos no la encontraban, otros la encontraban demasiado tarde y la verdad él no tenía ningún problema con ella. No la conocía, no sabía como funcionaba todo eso.
Inuyasha se subió a su BMW y comenzó a acelerar por la ciudad, ocupaba distraerse, ocupaba hacerle entender a su padre que su vida estaba bien de esa forma y que la verdad no deseaba tener a alguien que cuando llegara a casa le dijera: ¿cómo te fue en el trabajo? ¿pensaste en mi? Le daba asco pensar que existía alguien allá afuera que fuera para él.
Le marcó a su mejor amigo, ocupaba unos tragos, una mujer y gastar dinero.
—¿Qué pasó? ¿dónde están?—Le pregunto con cuidado, escucho un par de risas y groserías—
—Con Totosai's, te mando la ubicación por mensaje, oye Yash….eres un cerdo—comenzó a reírse y colgó la llamada—
Sus amigos habían estado con él desde que eran sólo pequeños, prácticamente los veía como hermanos. Se dirigió a la dirección que decía el mensaje, no sabía qué esperar de todo eso, se detuvo en una licorería, compró dos botellas y un par de cigarros. Llevaba más de dos semanas sin fumar, su cuerpo ocupaba la nicotina.
Prácticamente cuando sus amigos y él estaban juntos, todo era sobre mujeres y alcohol; Algunos decían que jamás iban a crecer, en realidad todo estaba bien. Llegó en quince minutos, sus amigos estaban en una reunión de gente de la preparatoria, las chicas ya eran mujeres y cuando llegó algunos sonrieron y otros hicieron una mueca.
—Jamás cambiaron—Dijo una silueta conocida, los cuatro voltearon a ver de quien se trataba y sonrieron, era Rin Takahashi, ella había sido capitana de porristas, la única que podía estar con ellos más de dos días seguidos, había sido su mejor amiga de la preparatoria, ninguno de los cuatro intento algo con ella—
—Mira quien lo dice, sigues midiendo lo mismo y metiendote en pláticas ajenas—Dijo Inuyasha con cuidado, los cuatro se dieron un abrazo y entonces ella sonrió—
—Ok, ¿Miroku cuántos hijos tienes?—Preguntó ella con cuidado, Kouga otro de los mejores amigos de Inuyasha comenzó a carcajearse—
—Ninguno, ¿por qué?—Pregunto preocupado, sospecho que algo había pasado entre Rin y Kouga para que los dos estuvieran carcajeándose como dementes—
—Hace mucho Kouga y yo hicimos una apuesta, yo aposté que ibas a tener hijos y el que ibas a tener alguna enfermedad o algo así—Miroku solo una carcajada—
—Rin, pense que siempre estabas de mi lado—Pasó su mano por la cabeza de la joven—
—Bankotsu dile algo—Dijo Rin mientras el joven solo volteaba a ver hacía la entrada—
El grupo de amigos consistía en dos youkais que eran Kouga y Bankotsu, y un humano que ese era Miroku. Los cuatro habían sido el terror de la escuela, Rin sabía que eran buenos hombres, de acuerdo, ella prefería no meterse en ese terreno, Kouga era el guapo moreno claro, con cabello negro y ojos verdes, podía apostar que de los cuatro el era el más rápido, normalmente el siempre estaba a la defensiva. Bankotsu tenía el pelo negro y los ojos color azul oscuro, tenía la piel más clara, era un poco burlesco y atrevido, siempre arruinaba las fiestas o provocaba agún desorden, Miroku con cabello negro y ojos azules, era extremadamente agradable, siempre honesto y justo pero era un pervertido, y por último Inuyasha que resaltaba con su cabello plateado y sus hermosas orejas—nadie podía tocarlas— y esos hermosos ojos dorados.
Rin soltó un suspiro.
—¿siempre fuimos tan aburridos?—pregunto Bankotsu burlescamente, la música estaba demasiado baja, todos parecían dispuestos a beber poco y a conversar, nadie parecía entrar en modo fiesta, es decir, las que habían llegado en plan de fiesta ya se habían ido porque se sentían mareadas o tenían que ir con sus esposos—
—La gente crece y va creyendo que las fiestas se reducen de tiempo y que con dos tragos ya es suficiente—Explicó Rin mientras se escapaba para subirle a la música, Inuyasha bostezo—
—Hubiéramos ido a algún club—Dijo con calma, los tres negaron—
—Hey, no te quejes tu preguntaste donde estábamos—
Terminaron bebiendo esas botellas en algún lugar de esos donde hay bailarinas exóticas, los cuatro gastaron dinero como si no hubiera mañana. No tenían idea de que hora era, lo único que querían era ver mujeres exóticas en un escenario.
—De seguro estas mujeres tienen más enfermedades sexuales que Miroku—Bromeo Bankotsu mientras el joven solo levantaba su dedo de enmedio y continuaba bebiendo de ese tequila que ni alcanzaba leer el nombre—
De repente las luces se apagaron.
—Y con ustedes….Miko—Hubo una serie de aplausos, gritos y la mayoría de los hombres se levantó—
Los cuatro jóvenes dejaron de hablar, observaron el escenario y de ahí salió una mujer de estatura pequeña, cabello negro y largo, se veía joven, hermosa, del tipo de mujer que desprende inocencia, iba con un traje blanco de encaje. Ella empezó a bailar y a mover sus hombros de forma coqueta, mordía su labio que estaban pintados de color rojo y se tiraba al suelo como si fuera algún tipo de animal.
Inuyasha entonces sintió algo dentro de él, apretó con fuerza el vaso hasta romperlo y aspiro todo ese intoxicable aroma, su cuerpo estaba pidiendo ir hacía ella pero la otra parte deseaba ver todo el espectáculo. Levantó su mano y le susurro algo al mesero.
—La encontré—Dijo simplemente haciendo que sus amigos voltearan a verlo—es mi mujer—Dijo con casualidad—
—¡¿a qué te refieres?! Inuyasha de seguro estás borracho, si te refieres a tu pareja de toda la vida...tranquilizate, igual y fue una erección, por qué, mierda, fue la cosa más excitante que haya visto y ni siquiera se quitó la ropa—Dijo un modesto Kouga que estaba preparado para mandarle un par de flores a la señorita—
El mesero regresó después de unos minutos y negó con su cabeza.
—"ve por ella"—en toda su vida jamás había escuchado a su demonio interno, el bastardo se había mantenido bajo la sombra todo el tiempo, pero después de haber aspirado ese aroma como si fuera cocaína, el bastardo había despertado, fue como entrar en trance, ella estando ahí, tan sensual, tan mujer mientras su bestia rugía por dentro y se encargaba de hacer sentir miles de cosas—
Su padre le había dicho que cuando la encontrara no la dejara ir, que si sentía placer con mujeres comunes, que solo con ella se sentiría satisfecho, no había tenido tanto interés en escuchar sobre eso de su mujer, pero en verdad estaba deseando haberlo escuchado. Le dijo al mesero lo siguiente:—que estaba dispuesto a pagar por platicar con ella, que ella pusiera el precio.
Sabía que cuando había dinero las mujeres no se podían negar.
El mesero regresó con el mensaje de:—no me interesa tu dinero—El mesero se disculpó y fue cuando Inuyasha rasco su cabeza, sus amigos estaban interesados en continuar viendo ese espectáculo, él solo deseaba poder hablar con miko.
Pero, ¿de qué iba a hablar? ¿qué le iba a decir? No es como que él encontraba a su mujer en un bar bailando con solo ropa interior, estaba demasiado confundido, pero su razón no estaba funcionando, estaba ebrio, su demonio estaba utilizando su debilidad.
—Muy bien, dile que soy Inuyasha y que nadie me dice no—le dio una buena propina al mesero y entonces el mesero decidió acercarse, Inuyasha levanto su vista y dejo de encender su cigarrillo—
—No debería decirte esto pero...si le vas a dar flores le gustan las margaritas—Inuyasha asintió y guardó esas palabras en su mente—
Manejó borracho, ya había dejado de tenerle a la muerte, sabía que su demonio haría lo que fuera por mantenerlo vivo, después de todo había encontrado a su mujer y juraba que todo iba a cambiar.
continuará…
N/A:
pues me inspire, es decir, necesitaba sacar un idea y espero que me funcione.
ya saben como funciona esto, me dejan review y yo actualizo.
espero que les guste mi historia, hahaha.
besos.
este capitulo solo fue para introducir los personajes.
