El despertador sonó tan fuerte que hizo que cayera de la cama, abrió los ojos cafés asustada se levanto pero al instante dejo caer la cabeza en el piso, odiaba ese aparato pero daba gracias a dios por despertar, otra vez había tenido esos sueños tan perturbadores…-Solo fue un sueño- Suspiro mirando el techo.
Se recargo en la puerta con una sonrisa burlona hay estaba su pequeña hermana tirada como de costumbre aunque le seguía provocando risa la forma tan inusual de despertarse…-Hey pequeña deberías cambiar tu forma de levantarte-se acerco a ella extendiéndole la mano.
Parpadeo varias veces observándolo bien, era el como siempre sin camisa mostrando su torneada figura por las arduas horas de gimnasio, tomo su mano la levanto de un jalón…-Y tu deberías meterte en tus asuntos-Se sobo el brazo con la frente arrugada si que tenia fuerza.
-Deja de gruñir y mejor cámbiate ¿acaso piensas ir en pijama a la escuela?-Meneo la cabeza negativamente sonriéndole aun, era tan distraída y tan infantil pero sobre todo esa ropa que usaba para dormir la hacia ver mas pequeña.
-Mira Inuyasha sal de mi cuarto y ve hacer tus cosas-Lo empujo con todas sus fuerzas hasta lograr que saliera, su sola presencia le irritaba, cerro la puerta y se recargo en ella.
-Arg- Gruño carraspeando los dientes, odiaba que lo tratara así de no ser por que era su querida hermana, se recargo en la puerta sonrió y suspiro… la pequeña Kagome debía protegerla día y noche.
-Inuyasha…-Suspiro con una sonrisa en los labios, abrió los ojos mostrando un sonrojo en sus mejillas se sentía demasiado culpable por sentir esas cosas era su hermano…no podía era en contra de todo enamorarse de su hermano pero… ese sentimiento crecía día con día, no supo cuando empezó pero ahora era imposible sacarlo de su mente.
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-Algún día me mostraras lo que escribes en ese libro-Miraba de reojo despreocupadamente con los brazos cruzados, Kagome y sus secretos seguro eran tonterías las que escribía por que a los 16 años no se tenia conciencia de algo.
-No y no seas entrometido-Se levanto del asiento cuando el autobús se detuvo, ese pequeño diario contenía sus mas íntimos secretos y jamás ni muerta debía permitir que Inuyasha lo leyera o se enteraría de su mas profundo y pecaminoso secreto… su amor por el.
La siguió manteniendo la distancia…-Solo eres una chiquilla no creo que lo que escribas sea tan importante- Se detuvo cuando su hermana lo hizo, no pudo evitar sonreír cuando Kagome se acerco con la frente arrugada y con esa mirada matadora que últimamente le ponía.
-No soy una chiquilla pronto cumpliré 17 en todo caso tu serias un viejo pronto tendrás ¿cuanto 21?- Apretó los labios mirando rencorosamente ni siquiera entendía por que se fijo en el.
-22 y tu sigues siendo una niña para mi-Le acaricio la cabeza…-Sigues igual de enana- Sonrió ante el berrinche de su hermana.
Le dio la espalda y siguió caminando con la cabeza gacha, era imposible que Inuyasha sintiera algo por ella y lo peor de todo era que la culpa no le permitía dormir por las noches,¿Cómo pudo enamorarse de el? ¡Era su hermano… su hermano!
-Y que haremos en tu cumpleaños 17, me han contado que hay un club-Movió las cejas en signo de complicidad…-Podríamos ir conocer a algunos chicos y bueno quien sabe y encuentres novio-.
Se sonrojo terriblemente agacho la cabeza ocultándola en un libro…-No creo que mama me deje ir y menos Inuyasha ya sabes como es- Chicos desde que comenzó a sentirse diferente a abandonar la niñez el pensar en un hombre le había traído problemas morales ni siquiera sango sabia de su secreto seguro la juzgaría mal y no era para menos.
-Tu hermano no tiene por que decir nada, ¿sabes que tiene mala reputación en la universidad?-Recargo el codo en el mesa banco sin quitarle la vista a Kagome que enseguida retiro el libro de su rostro.
-¿A que te refieres con mala reputación?- Toda su atención estaba en sango y es que a veces hablaba de cosas que ella no entendía como cuando decía que iba a jugar con Miroku.
-Miroku me lo dijo son muy amigos sabes, no seas ingenua tu hermano ya es un hombre-Se hizo para atrás recargando su espalda se sorprendía de lo ingenua que era Kagome…-Pues tu sabes tiene fama de don Juan-.
-Eso… no es raro es muy guapo- Se quiso tragar sus palabras acaso había sido muy obvia Sango era demasiado perspicaz…-Bueno no mucho digo es mi hermano mi opinión no es valida- Trago saliva sonriendo nerviosamente.
-La verdad es que tu hermano es un biscocho, no le veo parecido a ti y no digo que no seas bonita si te arreglaras mas tendrías muchos admiradores- Había intentado todo para que Kagome perdiera esa inocencia pero le fue imposible.
Suspiro pesadamente era verdad Inuyasha tenia pelo negro muy largo ojos miel piel bronceada era el sueño de toda mujer sonrió atontadamente, ella en cambio era blanca de ojos café oscuro y pelo negro, alguna vez su mama le enseño fotos de su padre era idéntico a el en cambio ella se parecía tampoco a su familia…-Es cierto, pero tus arreglos no son precisamente los mas decentes- Le apunto a sango acusadoramente.
Se encogió de hombros sonriendo…-Tu eres una niña aun pequeña Kagome cuando crezcas te enseñare cosas- Soltó algunas carcajadas al observar la cara de su amiga que tomo un tono serio.
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Se miro en el espejo detenidamente, paso su mano por el cabello deteniéndolo lo soltó bajo las manos hasta su blusa desabrochando algunos botones siguió el camino hasta su cintura, no dejo de mirar su reflejo era verdad parecía una niña en cambio sango se veía mas grande mas antojable… como diría su hermano, tenia el cuerpo de una niña.
-Que haces- Sonreía como era su costumbre, tenia varios minutos observándola era extraño que la chiquilla se tomara la molestia de contemplarse…-El maquillaje no hace milagros Kagome-.
Cerro los ojos apretando los labios ese comentario le había dolido en lo mas profundo de su corazón como se atrevía a decirle algo así se suponía era su hermano aunque sea debía tenerle cariño…-¡Lárgate!-Corrió hasta la puerta empujándolo y cerrándola.
-¡A mi no vas a cerrar la puerta Kagome no seas infantil!- Se hizo para atrás tomo vuelo y le pego a la puerta abriéndola pero no midió sus fuerzas se llevo a Kagome tirándola en el piso con el encima.
Todo su cuerpo se tenso cuando lo miro tan cerca de ella, podía sentir como su mas profundo secreto era expuesto por los latidos de el corazón, en su corta vida nunca había tenido a un hombre tan cerca ni siquiera a un metro de distancia era malísima relacionándose con el sexo opuesto.
-¿Qué pasa aquí?-Dejo la canasta de ropa en el piso, Inuyasha se levanto aprisa nerviosamente saliendo de la habitación y dejando a Kagome tirada.
-Tu hija es una mocosa grosera-Entre abrió los labios mostrando los dientes de los cuales sobresalían sus colmillos.
-¿Qué pasa contigo pequeña? Últimamente te portas muy cortante con tu hermano algo te molesta-Le sonrió se acerco a su hija que se levanto de inmediato sentándose en la cama.
-Es solo que….-Jugueteo con sus manos estaba tentada en confesarle a su mama lo que sentía por su hermano pero seguro la metería de monja o la enviaría lejos no era correcto iba en contra de todas las creencias familiares…-No es nada- Le sonrió a la mujer que ahora estaba sentada a su lado acariciándole el cabello.
-Será mejor que te alistes Kikyo vendrá a cenar y sabes que Inuyasha se esmera mucho en dar una buena impresión-Se levanto le sonrió a la pequeña y salio de el cuarto recogiendo la canasta de ropa.
-Kikyo…- Sonrió apenas era cierto Inuyasha tenia una novia preciosa jamás ella podría siquiera parecerse a Kikyo que era delgada alta de tez blanca pelo lacio ojos pequeños que combinaban a la perfección con los rasgos finos de su rostro y un cuerpo que ella envidiaba.
-Kagome…Kagome-Se dejo caer en la cama mirando el techo por que tenia que ser tan terca y malhumorada con el, intento acercarse de mil formas debía protegerla mas en esta etapa donde los hombres se fijaban mas en jovencitas lindas como ella, aunque pensándolo bien su hermana era una niña aun y estaba lo bastante lejos de ser una mujer.
-Ni siquiera tengo que ponerme- Se miro por tercera vez en el espejo, no entendía por que su mama le seguía comprando esos vestidos tan infantiles debajo de las rodillas abotonados hasta el cuello y en colores pastel al menos ese era rosa la hacia ver mas femenina.
-Señora Taicho es todo un placer verla otra vez-La abrazo dándole un beso en la mejilla, se separo y tomo el brazo de Inuyasha…-Pequeña Kagome- Sonrió al ver a la joven que bajaba las escaleras, de no ser por que estaba su suegra y su novio se hubiera muerto de la risa por la vestimenta de Kagome.
-Hola señorita Kikyo- Le extendió la mano amablemente pero como siempre Kikyo mostraba una especie de antipatía que ya le había mencionado a su hermano que solo le dijo no te metas con Kikyo, la defendía tanto tal vez era ella la antipática.
-Bueno que les parece si vamos a la sala-Metió su mano en el bolsillo de sus pantalones rozando la pequeña caja de terciopelo, estaba muy nervioso no sabia si era el momento indicado.
Levanto una ceja la actitud de Inuyasha era muy extraña, se mordió los labios dejándose caer en el sillón con los labios apretados que movía de un lado a otro como una niña…-Por que tanto misterio Inuyasha-.
-Tu siempre tan imprudente Ka-Gome-Saco la pequeña cajita apretándola con su mano se levanto del asiento y se hinco frente a Kikyo la cual abrió los ojos con sorpresa…-¿Te casarías conmigo?-Le extendió la cajita la cual Kikyo tomo impresionada abriéndola y observando el flamante anillo.
-¡¡Que….claro que si!!-Se puso el anillo contemplándolo en su mano se levanto en cuestión de segundos abrazando al que ahora era su prometido.
Se le fue el aire dejo de hacer gestos, tomo un tono pálido trago saliva dolorosamente no pudo soportar esa noticia se levanto del sillón y hecho a correr a su habitación dejando a su mama preocupada que solo se limito a observarla desde el otro extremo de la sala.
-Que le pasa a tu hermana pareciera que le desagrado-La sonrisa no desapareció de su cara ni la imprudencia de su cuñadita estropearía este momento.
-Felicidades-Se levanto del sillón dándole un abrazo a Kikyo…-Pero no creen que es algo rápido apenas se conocen- No le quito los ojos de encima a Kikyo que hizo un gesto de fastidio ante su comentario.
-Señora izayoi para el amor no existe tiempo-Se mordió la lengua ante el comentario de su suegra pero al menos frente a Inuyasha debía ser simpática y la novia perfecta después ella seria su esposa y los comentarios de Izayoi pasarían desapercibidos.
-Es cierto- Ladeo el rostro para mirar a su hijo que tenia una flamante sonrisa….-Podrías subir y ver a tu hermana-Su tono de voz era dulce suave como siempre la clase de la mujer salía a relucir ante cualquier situación.
-Esa niña me va a escuchar- Le dio la espalda a las dos mujeres para casi correr hasta los escalones y subirlos en cuestión de segundos empujo la puerta y se detuvo al verla recostada boca abajo…-Que te pasa acaso te volviste loca-.
Enterró la cabeza mas en su almohada no quería que la viera llorar que le diría estoy enamorada de ti y no quiero que te cases…-Déjame en paz- Apenas se escucho su voz que sonaba ronca y cortada.
-¡Eres una niña inmadura!-Apretó los puños molesto estaba arto de tener que lidiar con sus berrinches…-¡Por que no maduras!- Grito tan fuerte que Kagome se estremeció.
Se levanto con la cara roja y llena de lagrimas se acerco con el rostro contraída y mirada rencorosa y comenzó a golpearlo en el pecho…-¡Por si no lo haz notado soy una mujer y no una niña!-ceso los golpes dando pasos atrás…-Solo déjame en paz…- Comenzó a respirar cortadamente.
-Kagome…-Se quedo inmóvil observándola…-Tranquilízate-intento acercarse pero la joven lo impidió dándole la espalda y caminando lentamente a el pequeño escritorio que estaba a un lado de su cama, abrió el cajón y tomo su inhalador acercándolo a su boca y presionándolo.
-No… necesito… de ti-Volvió a aspirar intento tranquilizarse tenia tanto tiempo sin un ataque gracias a dios había guardado su inhalador en un lugar accesible, comenzó a recuperar el aire.
-Deberías dejar tus berrinches vez lo que provocas-Se cruzo de brazos con los ojos miel puestos en ella desde pequeña su hermana había tenido graves problemas de salud es por eso que se prometió protegerla no quería que nada malo le pasara, pero era verdad ya no era una niña estaba creciendo a un ritmo acelerado…-Volveré abajo, cuando mejores tu carácter baja-.
-Si- susurro mirándolo marcharse que difícil era ocultar sus sentimientos y mas aun la culpa que tenia día con día llevaba años enamorada de su hermano y el jamás lo noto y agradecía eso.
-Kagome debo reprenderte por tu comportamiento, no es correcto tener esa actitud pequeña lo sabes- Enjabonaba el plato lentamente lo dejo caer en la pila.
-Ya me disculpe con Kikyo y con el tonto de Inuyasha-Recargo el codo en la mesa y puso su mano en la barbilla.
-Antes me tenias confianza-Se sentó a un lado de su pequeña hija y le tomo la mano acariciándola ya no era su pequeña ahora le ocultaba cosas y por mas que quisiera entrar en su cabeza no podía.
Abrió los labios para hablar pero los cerro sonriendo no podía decirle por mas que quisiera desahogarse eso era algo que tenia que ocultar toda su vida Inuyasha jamás sabría ni su mama incluso sango que era su mejor amiga…-No es nada si tuviera algo te lo hubiera dicho- Izayoi quito su mano y suspiro sin quitarle los ojos de encima, se levanto y volvió al fregadero.
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-Ya pensaste en mi propuesta- Levanto una ceja con una sonrisa picara en los labios…-Vamos kag ni siquiera haz besado a un chico-Se recargo en la silla con los brazos cruzados.
-Y no es algo que quiera hacer-Miro de soslayo con los labios apretados esa sango se la pasaba molestándola las 24 horas del día, se levanto y se llevo la mano a la barbilla pensándolo bien ir a una fiesta con Sango le haría ver a Inuyasha que no necesitaba su protección pero sobre todo que ya era grande…-Si iremos-.
-¡De veras! Aaah no puedo creerlo tenemos mucho que hacer primero tu cabello-Se levanto dando brincos de emoción.
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El lugar estaba repleto de gente luces que parpadeaban la barra con los cantineros sirviendo bebidas apresurados, aun no cumplía los 18 ni siquiera los 17 pero necesitaba distraerse y Sango tenia las influencias para meterla, dio un paso atrás cuando su amiga llego con dos bebidas le extendió una de color rojizo en una copa de plástico.
-Toma esto te caerá bien-Sonrió picaramente por la cara de Kagome que parpadeo varias veces se mordió los labios y por fin la tomo para contemplarla por largo rato.
-¿Que es esto?- Hizo un gesto de desagrado al oler el alcohol que penetro su pequeña nariz, suspiro y dejo de respirar para empinarse la copa.
-No te preocupes no tiene alcohol, te traeré otro- Le arrebato el envase y se giro para empujar gente y volver a la barra una mentira blanca no haría daño a nadie, Kagome necesitaba divertirse y olvidarse de los problemas y ella le ayudaría un poco.
-No debí venir- La garganta le ardió por lo rápido que se había tomado el alcohol incluso se mareo, sin darse cuenta bailaba al ritmo de la música ¿Cuánto alcohol había consumido? Ni siquiera sabia, sango se la había pasado la noche entera embriagándola pero para ese momento no tenia uso de conciencia y su mejor amiga estaba bailando con dos desconocidos…-Sango-camino tambaleándose hasta llegar a ella pero parecía inútil hablarle estaba borracha y ella también.
-¡Disfruta de la fiesta la noche es joven!- Le dio la espalda y siguió meneando las caderas descabelladamente.
Se llevo una mano a la cabeza y miro alrededor todo se movía, se giro y a paso lento salio de el lugar, cuando el aire le pego sintió que se iba a desmayar, como iba a llegar a su casa en esas condiciones la matarían pero no le quedaba otra opción.
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-La mama de Sango hablo, preguntando por ella… kagome nos mintió- Apoyo los brazos en la mesa con la mirada triste, le dolía que su hija la engañara nunca mentía y empezaba hacerlo.
-¡En este momento la voy a buscar!-Apretó los puños y como alma que lleva el diablo se dirigió a la puerta cuando tomo la manija la giro y la abrió, Su hermana estaba con la mirada adormilada.
-Inu…yasha- Sonrió al punto de reír pero se contuvo al ver los ojos miel quemándola…-No es lo que parece-Se detuvo de la puerta por el tambaleo
-Estas ebria- Levanto una ceja, apretó los labios y le tomo la mano jalándola…-No sabes las preocupaciones que nos causaste ¡que te pasa Kagome!- Las carcajadas de la chica le hicieron enfurecer la tomo de ambas manos y la jalo para subir las escaleras.
-Inuyasha por favor no seas tan rudo- Se llevo una mano a los labios mirando desde la cocina, no sabia si entrometerse o aceptar el castigo que su hijo le pondría a la pequeña.
-¡Suéltame ya estoy grande!- Jalo su mano liberándose de el agarre, tenso el rostro y lo vio con rencor…-¡Lárgate déjame en paz!- Le dio la espalda y se cruzo de brazos intentando mantenerse en pie.
-No puedo creer que te emborracharas, pero esto no se quedara así ¡me vas a escuchar!-Se acerco la tomo de la espalda y la volteo sujetándola de la diminuta cintura…-¡Eres solo una niña intentando ser grande!- La zarandeo varias veces.
Hay estaba esa explosión en su garganta que no pudo evitar que saliera…-Te amo-respiro agitadamente por la conmoción de sus palabras pero no sintió miedo ni vergüenza se sentía fuerte capas de cualquier cosa.
-¿Qué… dices?-La soltó con los ojos muy abiertos había escuchado bien su hermana le había dicho que lo amaba, imposible acaso seria su estado que la hacia delirar cosas.
-¡Que te amo no tengo miedo de decírtelo estoy enamorada de ti… desde que era una niña!-Las palabras brotaban una tras otra y no podía evitarlo y aunque la voz le salía temblorosa lo diría mil veces para que el comprendiera.
Bueno nuevo fan jaja no termino los otros y ya ando haciendo otro hay estaré loca bueno en fin espero que me dejen comentarios n-n me retiro
