Día 13: Pez

Parte I

No mantiene la costumbre de ir a pescar como sus hermanos. Sabe cómo hacerlo. Sin embargo, sus amigos se enviarán en el momento.

Ese era el motivo para permanecer sentado durante horas bajo el sol esperando que su caña pique para poder irse.

Ya apunto de rendirse por fin atrapo algo.

Era un pez pequeño pero azul brilloso.

Sus escamas eran una especie de tornasol que liberaba tonos azules.

Ichimatsu quedo hipnotizado ante esa criatura que al final utiliza su bote de agua para él. Era tan pequeño que dio sin problemas por la boquilla de la botella. Lo llevo a su hogar en un frasco de cristal que puso agua y unas plantas para disimular que era una maceta. Aunque no hay diferencia. Salvo que no hay que descubrir sus hermanos ni sus gatos.

Aunque se considera culpable por ocultarlo.

Paso a una tienda de supermercado para conseguir alimento para su mascota. Míralo para observar. Parecía que quería comérselo pero solo analizaba, buscando su especie dentro del libro de criaturas marinas que tenía en sus manos.

Ninguno se convirtió en aquel de la pecera.

¿Ha crecido? –Parpadeo para notificar un nuevo tamaño, ya que se vio cómo se atoró al dar la vuelta.

Realmente tenía unos hermanos idiotas porque nadie ha notado al pez en el medio de la mesa. O eso pensaba hasta que vio un Choromatsu gritando cuando vio un pez del tamaño de su cabeza aplastándose en su pecera.

Todos se entraron en ese momento.

Ichimatsu no quería dar explicaciones mientras llenaba la piscina inflable para darle un mejor espacio.

¿Será la cena o de tus gatos? –preguntó Osomatsu curioso

Tiene un hermoso color –decía Karamatsu mirando ese azul

Otro Dolormatsu –comentó Todomatsu observando al segundo hijo como al pez

¿No los quedamos? –cuestiono Jyushi con un collar para perros para sacarlo.

Los peces no se sacan del agua –regaño Choromatsu con los brazos cruzados- ¿Ichimatsu? –El cuarto hermano no hablaba solo se quedó en silencio- Aún tenemos la piscina inflable en el ático.

Ichimatsu dejo a su amigo marino en la bañera mientras buscaba la piscina e instalaba. Suerte que sus padres no estaban o de lo contrario también tendría que escuchar sus interrogaciones.

En la tarde-noche dejo a un pez del tamaño de la longitud de sus brazos en la piscina nadando pero al día siguiente encontró a un chico de ojos azules como el mar, con cabello oscuro sin camisa sentado sobre su pez en la piscina.

Se alarmó preocupado por su pez.

Pero al levantar al joven para salvar a su amigo acuático…

Notó que esa cola que veía mover…

Provenía del joven.

¿Eh? ¡Eh! –Gritó cayendo sobre su trasero al piso.

El chico no hablaba solo lo miraba confundido.

Ho…ho…ho…la… -el sireno saludo en silabas intentando hablar- Soy… -ladeo su cabeza confundido- ¿Dolormatsu?

Al parecer adoptó el nombre que su hermano menor dijo.

No sabía qué hacer y más cuando escuchó el ruido de sus hermanos al bajar por las escaleras. Y es que sabían que sus hermanos eran capaces de hacer negocio con el pez, así como intentaron hacerlo con su gato.

Te liberaré… -dijo Ichimatsu

Ahora sí tenía que regresar al mar o su casa se llenará de curiosos.

Corrió a la habitación mientras miraba como empezaban a pelearse por el baño. Tomé la primera ropa que encontró, regreso con su nuevo amigo para vestirlo. Para su mala suerte era de Karamatsu e incluso se han producido a él.

Tomo al tritón junto con botellas de agua para salir con él. Realmente no había mucho sol por lo que sería una pesadilla para el niño pez y el chico gato que lo cargaba con su mala condición física.

En el caminó hablaban para conocerse. El tritón mencionó que nació en una cueva con sus hermanos, que tuvo que esperar en su padre, pero también en el que aventurarse conociendo a su alrededor perdiéndose terminando con Ichimatsu.