Título: Uno no es ninguno

Descargo de responsabilidad: ¿J.K. dejó vivo a alguno de estos personajes? No. Entonces sabrán que no soy ella y que tengo corazón de pollo :´(

BETEO: Este mes volví a hacer el esfuerzo de no procrastinar mis responsabilidades y por tanto este fic ha sido beteado por Angelito Bloodsherry, la verdadera salvadora de la gramática x3

Número de palabras: 399

Personaje: Sirius Black

Maldición: Maldición Gemino

Advertencia: este fic es un WI y se basa en la primicia de ¿que hubiera pasado si Sirius, Remus y Tonks no hubiesen muerto?

What if (WI): Similares a los AU. Parten de la premisa de qué pasaría si x acontecimiento nunca hubiese sucedido o si hubiera ocurrido.

Este fic participa en el minireto de Noviembre para "La Copa de las Casas 2018-19 del foro La Noble y Casa Ancestral de los Black"


—Abre grande para el tío Sirius, cachorrito.

Las risitas infantiles resonaron como respuesta a su declaración, era obvio que el adorable Teddy Lupin amaba a su tío honorario. No era solo que la papilla de banana fuese su favorita, eso ni pensarlo.

—Estoy feliz de estar contigo —afirmó mientras se agachaba para ver a su ahijado directamente a los ojos—. ¿De qué otra forma podría jugarles las mejores bromas a tus padres?

Eran mañanas como esta, aquellas donde podía cuidar de Teddy tal y como hubiese deseado hacer con Harry, las que lo hacían agradecer la segunda oportunidad que la vida le había otorgado.

Teddy se limitó a mirarlo con ojos confundidos mientras Sirius susurraba la maldición requerida, su atención centrada en la varita que apuntaba a la punta de su nariz.

—Solo espero que Dora no se enoje demasiado.

Como si hubiesen sido convocados por la antigua magia de la coincidencia, las llamas de la chimenea se tornaron verdes, indicando el inminente arribo de Remus y Nymphadora a la casa Lupin. Con un último gesto cómplice hacia su sobrino y un guiño travieso, Sirius se dirigió a la sala para recibir a la feliz pareja. No tenía intención de permanecer demasiado tiempo en la escena del crimen.

—Si ya terminaron con su "noche de pareja", tortolitos, el mejor tío honorario del mundo procede a retirarse para obtener su sueño de belleza.

—¿Crees que es extraño? —preguntó Remus después de ver a Sirius desaparecer en la chimenea.

—¿Estás preguntándome si encuentro sospechoso que Sirius se haya ido sin siquiera presumirnos sus habilidades de niñera? —La varita de Tonks desenfundada fue suficiente respuesta.

—Quizás estaba cansado —se forzó a decir Remus mientras se dirigía a recoger a Teddy, el chico parecía deseoso de ser abrazado.

Remus ahogó un grito cuando repentinamente su hijo explotó en una docena de infantes de cabellera azul completamente iguales. Ante el sonido de alarma, Dora se dio la vuelta y trató de atrapar a los niños que caían fuera del control de su esposo, solo para obtener los mismos resultados.

En menos de cinco minutos docenas de pequeños Teddys inundaban la cocina y la sala, los colores de cabello y ojos variaban conforme el capricho de cada infante. Sabía que las copias desaparecerían en un par de horas, pero hasta entonces deberían soportar los llantos de docenas de bebés hambrientos.

—¡Sirius, voy a matarte!


N/A: Bueno, debo admitir que esta idea en sí no sufrió cambios, en cuanto leí la descripción de la maldición supe que quería a Sirius multiplicando a Teddy en cientos de niños para molestar a sus padres X3

En sí, los efectos de la maldición en seres vivos no están claros y no se tiene información sobre ello, así que pensé que bien podría ser que las copias desaparecieran en un lapso de tiempo mucho menor que los objetos inanimados. No se preocupen, Teddy no fue el conejillo de indias, Sirius ya sabía los efectos.