¡Aguante el OsoChoro! :v

Osomatsu-san no me pertenece, es propiedad de sus respectivos creadores.

Advertencias: AU, incesto, yaoi, lemon, leve Ooc, insinuaciones sexuales y me disculpo de antemano por las faltas de ortografía.

Parejas: Principal OsoChoro, secundarias KaraTodo e IchiJyushi.


Introducción.

El molesto sonido del despertador hizo que sus ojos de tonalidad verde se abrieran de manera lenta: Lo había olvidado. Con toda la pereza que un cuerpo tiene a las 6:00 am se quitó la cobija de encima y se sentó en su lugar para después apagar la alarma. Se quedó con la mirada fija en el reloj mientras intentaba que su cerebro despertara por completo, una vez hecho esto, sus labios formaron una sonrisa bastante grande.

Hoy iniciaba una nueva etapa en su vida. Era su primer día en la universidad y estaba ansioso por llegar a su nuevo colegio. Estaba totalmente consciente de que su vida haría un gran cambio, y mentiría si dijera que no esperaba ello. La verdad, era que deseaba con todas sus fuerzas dejar de ser el mismo chico otaku del cual se burlaban en el Instituto. Se esforzó demasiado para lograr pasar el examen de admisión a aquella universidad cuyo prestigio era enorme: Y no por lo cara que era, sino porque mantenía uno de los niveles educativos más alto en toda la zona del país. Entrar ahí era un sueño, y él se soltó a llorar en cuanto notó que había sido aceptado. No podía permitir que sus gustos frikis se interpusieran en su camino, no en esta etapa.

Y, bueno, ¿para qué mentir? Había leído en varios mangas shojo que al entrar a la universidad era cuando se conocía al amor de tu vida, y sí, él esperaba que eso fuera cierto. Jamás ha tenido una novia y eso se atribuía a la mala suerte que tenía al hablar con alguna chica. Siempre pasaba, solía ponerse muy nervioso cuando una chica le hablaba y terminaba balbuceando un sinfín de cosas sin sentido que ellas terminaban yéndose a otro lado. Pero ahora no lo podía permitir, vamos que ya tenía 19 años, ya era todo un hombre y debía ser lo suficientemente valiente para enfrentar ese tipo de cosas.

La universidad era una oportunidad perfecta para conseguirse una novia... Y, por supuesto, salir adelante con sus estudios. Tenía que hacer que su madre se sintiera aún más orgullosa de él.

Con estos pensamientos en mente, se puso de pie. Tomó la ropa que había elegido la noche anterior para ponerse en ese día y caminó al baño.

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— ¡Estoy tan orgullosa! Hoy es tu primer día en la universidad. ¿Seguro estarás bien? Sabes que me puedes marcar por cualquier cosa que suceda. —Su madre le miraba con tanto orgullo que él tuvo que desviar la mirada por la vergüenza que ello le provocaba. A veces, creía que su mamá lo trataba como todo un niño pequeño, pero no le molestaba, puede que le incomodara un poco, pero jamás se ha quejado por ello. Sabia el porqué de aquella actitud que había incrementado por lo sucedido hacia un par de años.

Llegaba del Instituto después de haber sido molestado por un par de chicos de un grado más alto. Lo único que quería era llegar a casa y dormirse en lo que restaba del día, debía aprovechar que los maestros se habían tocado el corazón y no les dejaron tareas. Con pesadez, abrió la puerta principal de su casa y se sorprendió al escuchar todo en silencio, su madre no salió a recibirlo y aquello solamente lo extrañó más. Después de dejar la mochila sobre el sillón de la sala, caminó hacia la cocina y entonces reconoció la voz de sus padres.

Estaba por entrar, sin embargo, su padre había dicho algo que hizo que su corazón se detuviera al igual que sus pasos.

Tarde o temprano se va a enterar. —Habló. — ¿No crees que tiene derecho a saber ya que nosotros en realidad no somos sus padres?

Sacudió la cabeza para alejar todo pensamiento ajeno al momento y regresó su atención a su madre, quien seguía parloteando sobre los cuidados que debía tener ahora que ingresaba a otro mundo. Sonrió enternecido, y decidió hablar antes de que se hiciera más tarde.

—No te preocupes, mamá. —Dijo. —Tendré mucho cuidado, además, estoy emocionado por llegar. —Tomó su mochila, y después se acercó a la mujer de cabellos negros atados en una coleta, y depositó un beso sobre su mejilla. —Me voy.

—Cuidate, amor. —Ella sonrió con orgullo.

Cuando salió de su casa, tomó una gran bocanada de aire para tratar de calmar los nervios que tenía. Debía mostrarse tranquilo. Comenzó a caminar a paso calmado y mientras, repasaba las líneas que diría a la hora de presentarse. No tardó mucho en visualizar los grandes edificios de la nueva escuela a la cual asistiría. Siendo sincero desde que había visto aquella universidad mientras navegaba en Internet, supo que necesitaba entrar en ella. Era demasiado hermosa, sin mencionar que en plan de estudios de su carrera era totalmente todo lo que quería. Se apresuró en cuanto escuchó el sonido de la campana que da el inicio a la ceremonia de nuevo ingreso.

" ¡Aah! ¡Es mucho más hermosa por dentro!" Pensó con la mirada iluminada mientras observaba todo lo que podía. "Parece un sueño que esté aquí." Sonrió y continuó el paso hasta llegar al patio principal donde se encontraban todos los estudiantes formados. "Mierda, olvidé cual era mi grupo."

— ¡Ahí estás! —Ese grito le hizo voltear. Un intenso rubor se hizo presente en su rostro al observar como una chica demasiado hermosa y con el cabello corto atado en un par de coletas caminaba a su dirección con notable enojo. Jura que una luz brillante la rodeaba. Estaba por hacerse a un lado pero sintió como alguien le tomaba del brazo, su rubor aumentó al percatarse de que era ella quien lo había tomado. — ¿Dónde estabas? Tus hermanos llegaron hace varios minutos y sólo faltas tú.

— ¿Ah?

—Moo, Osomatsu.

— ¿Osomatsu?

Sin decir nada la chica comenzó a caminar sin soltarle la mano, cosa que lo desconcertó.

—E-Espera...

—No, siempre te tomas las cosas con poco interés, Osomatsu, seguramente estabas coqueteando con alguna de las chicas, ¿no es así?

—E-Es que... Yo no soy ese tal Osomatsu. —Dijo al final. Ella detuvo el paso y giró a verle con una expresión que claramente decía que no estuviera jugando con ella. —L-Lo digo en serio. Me estás confundiendo con alguien más.

— ¿Ichimatsu?

—Ah, no.

— ¿Karamatsu?

—No.

— ¿Todomatsu?

—No.

—No puedes ser Jyushimatsu.

—No... Me llamo Choromatsu, y lamento decirlo pero no conozco a ninguno de los que mencionas. —La chica le miró sorprendida, para seguidamente soltarle la mano.

— ¡Lo lamento! —Hizo una pequeña reverencia.

— ¿Eh? N-No hay problema.

—En serio, disculpa. Es que... te pareces demasiado a ellos. —Le miró sin poder creerlo. ¡Era idéntico! ¿Cómo era eso posible? Al notar como el otro se ponía nervioso por la manera en la que le analizaba, tosió un par de veces. —Así que... Choromatsu, ¿también eres de primer ingreso? —Asintió. —Un gusto, soy Totoko.

—L-Lindo nombre.

— ¿Lo crees? —Rió. —Muchas gracias.

Choromatsu no podía creerlo, una chica demasiado linda le estaba hablando, aunque lo había confundido con alguien más, pensó, algo desanimado. Sin embargo, estaba algo extrañado, de alguna manera aquellos nombres mencionados por la otra le hicieron sentir algo raro.

—En fin, lamento en verdad lo sucedido. —Le sonrió, y Choromatsu tuvo que hacer lo posible para no desmayarse ahí mismo. —Me tengo que ir. Bienvenido.

—G-Gracias. —Le sonrió y luego de que ésta se fuera del lugar bajó la mirada. Comenzó a reír, ¡había hablado con una chica! Eso era una señal de que todo saldría bien, estaba seguro, ¿quién podría arruinarle su estancia en ese lugar? ¡Por supuesto que nadie! —Ah, debo buscar mi grupo.—Se dijo, para después ir a las listas de alumnos que se encontraban pegadas en la pared dedicada a servicios escolares.

—Choromatsu, ¿eh? Esto será divertido.~ —Un chico de sudadera roja y ojos del mismo color, miraba al susodicho desde una distancia prudente. Habia sido testigo de cómo Totoko lo confundía con él, y aunque también estaba sorprendido por el gran parecido que éste tenía con él y con sus hermanos, lo que le fascinó fue su actitud tímida. "Justo como me gustan." Pensó.

—Osomatsu. —Se giró en cuanto reconoció aquella voz. — ¿Dónde estabas?

—Conociendo el lugar. —Se encogió de hombros.

—Ah. Tenemos que ir a clases.

—Qué aburrido, Ichimatsu-niisan. —Se quejó, con un pequeño puchero, mas se dirigió a éste para comenzar a caminar en dirección al que sería su nuevo aula. — ¿Les recordaste a todos que debemos vernos en el descanso?

—Sí.

—Bien. —Suspiró. Hablaron un poco más hasta que su hermano menor tuvo que ir a su respectiva clase y él hizo lo mismo. Aunque no le agradaba estudiar, debía hacerlo, no sólo por él sino para complacer a sus padres. Suspiró cansado mientras subía las escaleras que le llevarían al grupo al cual pertenecería por ese año.

No es como si la literatura, carrera que había elegido, le gustara demasiado, sólo escogió estudiar ello porque era a lo que más le entendía de todas las carreras que había en el lugar. Desde un principio había dicho que él no iría a la universidad, que prefería buscarse un trabajo a tener que soportar estar encerrado en un aula con un aburrido profesor enfrente, aunque el trabajar tampoco le llamaba mucho la atención, sin embargo, sus padres le insistieron bastante que al final no tuvo de otra más que inscribirse junto a sus hermanos.

Bufó, y se adentró a su aula donde ya se encontraban la mayoría de los estudiantes. Al entrar, notó algunas miradas incrédulas encima, cosa que le llevó a cuestionarse el por qué de ello. "Quizá ya vieron a mis hermanos y por ello la sorpresa". A veces era cansado que siempre los señalaran por el simple hecho de ser quintillizos, pero en ocasiones era divertido. Ignoró a todos y caminó hacia uno de los asientos vacíos que se hallaban en la última fila, pero, antes de llegar a su destino, se detuvo al observar un par de ojos que le miraban más que sorprendidos. Una sonrisa divertida afloró de sus labios. Posiblemente no todo sería tan aburrido.

Choromatsu no podía creerlo. Era imposible de creer. Ese chico... ¡Ese chico era demasiado parecido a él! Era como si estuviera frente a un espejo. Lo único que les distinguía era la ropa que llevaban puesta.

Ignoraba el hecho de que afuera, había otros cuatro idénticos a él.


Hola. (?) Bueh, la idea de este fic se me ocurrió de la nada y quise escribirla. :v Sé que esta introducción esta algo vacía, pero ya en el primer capítulo se verá lo importante, y obviamente será más largo. Debería de haber más material OsoChoro, son hermosos.;-; Como ya se puede notar, Oso será todo un pervertido aquí. Amo cuando lo ponen así y a un Choro todo tsundere. asdsd. ¡Hasta la otra! Y gracias por leer.