Capitulo.- Desconocidos
La arena bajo sus pies todavía se sentía tibia, el viento mesclado con la brisa del mar contrastaban un poco con sus cálidos pasos pero eso no le restaba el disfrutar del aroma y la bruma que salpicaba su rostro, sus ojos vagaron por los alrededores sabía que era una zona restringida al publico por ser una zona residencial. Y era por eso que estaba ahí precisamente, había sido fácil entrar, por casualidad vio que el guardia de seguridad estaba filtrando con una chica (seguramente del servicio de alguna de esas casas), vio la oportunidad y entro.
Decidió que su acto de rebeldía lo ejecutaría al final de la playa el sol todavía no se ocultaba del todo así que no estaría completamente a obscuras pero tampoco sería de día, con decisión miro su objetivo se quito la ropa y se metió al mar.
El agua algo fría para su gusto de verdad servía de analgésico mental para no pensar en arrepentimientos, de pronto se sumergió lo más profundo que pudo y cuando sus pulmones no pudieron mas salió del agua casi con medio cuerpo de fuera tomando una bocanada de aire para llenar sus pulmones llegando hasta su entumecido cerebro, que extrañamente se sintió reconfortante y con la mente despejada se puso de espaldas para flotar pausada y sin prisa, se sentía diferente, solo ella y el agua a su alrededor.
Siempre había sido una persona sobria siguiendo toda norma o regla que dictara la sociedad, se consideraba alguien con un desarrollado sentido común, ella nunca huía de un reto y aunque no hubiese nadie para dar fe y testimonio de su muy bien ejecutado desafío, eso no le quitaría el merito de haberlo realizado. SI, ella lo había hecho, y se sentía tan libre, tan llena de vida, se sentía ella.
Solo ella.
-¡Oye! !tienes problemas! !Estas bien!?
La voz preocupada la saco de sus pensamientos liberales mirando con sorpresa la figura que la miraba desde la playa.
-Te pregunte si estás bien – volvió a hablar el hombre
-Si, estoy bien, bastante bien de hecho, no tiene que preocuparse así que, ya puede irse.- dijo ella con las esperanza de alejar al hombre. Pero no fue así.
-Disculpa pero, te das cuenta que esta es una playa privada y restringida para el público?
Lo miro mejor y aunque el hombre solo llevaba una manta cubriéndole los hombros y unas sandalias, lo primero que pensó fue que era el velador u otro guardia de seguridad.
-Se que tu trabajo consiste en resguardar la seguridad, las costas y las paredes de este distinguido lugar, pero no crees que exageras? Porque, tal vez, yo sí tenga derecho a estar aquí- lo dijo señalando el agua a su alrededor.
-lo de restringida y privada se refiere a que solo las personas que viven aquí pueden estar aquí- lo dijo mientras señalaba el área y el mar donde ella nadaba. –y usted no vive aquí. –aunque parecía serio su voz sonaba algo divertida.
-Pero lo que usted no ha pensado es que pueda que sea una invitada de una de estas familias. Y que seguramente alguien olvido informarle de ese pequeño detalle.
-Jajajajajaja -para su sorpresa el hombre se echo a reír- Ud. sí que es audaz , pero, finjamos que por un momento le creo, y ya que soy el responsable de resguardar la seguridad, las costas y las paredes de este distinguido lugar –agachándose para tomar algo continuo- le diré que está siendo muy confiada al dejar todas sus pertenencias al alcance de algún ladrón.
-Bueno eso es porque confió en la seguridad de este lugar; y le pediré que suelte mi ropa por favor no es de buena educación tomar las cosas de los demás. –le dijo algo avergonzada por ver como mostraba sus prendas intimas.
-Solo trato de señalarle lo obvio, -aun con la ropa en sus manos – no debería ser tan confiada es cierto que la seguridad aquí es buena pero eso no es garantía de que no pueda correr peligro.
-Quiere dejar mi ropa por favor!? –no pudo más y grito desesperada
El hombre sin entender del todo miro más detenidamente las prendas en sus manos y rojo de la vergüenza las soltó seguido de un grito de sorpresa.
-¿¡Pero acaso cree que esta es una playa nudista!? ¡Los tipos que viven esa casa son unos pervertidos y no tardan en llegar¡ -desesperado señalo una casa con paredes de cristal –quiere salir de una buena vez, podría atacarla algún animal sin mencionar que el agua debe de estar fría.
- Esta bien, está bien! no se ponga histérico ya voy a salir –nadaba hacia la orilla y de pronto se detuvo dando pequeños gritos .
-Un calambre! ¡Un calambre¡ - el hombre rápidamente tiro la manta con que se cubría y se encamino hacia el mar pero fue interrumpido por una carcajada.
-Jajajajajaja , debería ver su cara, Jajajajajaja, no puedo creer que callera en una tan clásica, jajajajajaja.
Silencio.
Suspiro de forma cansada y al ver que el hombre realmente se había enojado y preocupado como la primera vez que lo escuchó preguntarle si necesitaba ayuda lo miro y le dijo.
-Lo siento no quise ser tan desagradecida e infantil, podría darse la vuelta?
En silencio se giro para darle "privacidad".
-Tiene razón no es como si nos conociéramos –lo dijo muy bajito que ella casi no lo entendió.
-Perdón, no lo escuche dijo algo? –sin darse la vuelta continuo.
-Es cierto que para ud. Fue una broma inocente, pero yo lo he visto convertirse en un trágico accidente. –su voz se escuchaba algo triste.
-he? Que quiere decir?
-Cuando era niño jugaba con un amigo en la playa y…bueno…él..
-oh por Mavis¡ no me diga que él… -el chico cabizbajo movió la cabeza de forma afirmativa se giro lentamente.
-JAJAJAJAJAJAJJAJAJA mire su cara, jajajajajajajajajajaja tiene razón es divertido, jajajajajajajaja.
La chica arrugo el ceño mirándolo acusadoramente.
-Ya está bien ¡ deje de reírse, ya le había pedido disculpas gran mentiroso¡
Cuando por fin se pudo calmar miro a la mujer frente a él de pie con la cabeza inclinada a un lado retorcía su larga cabellera para sacar el exceso de agua la hija de Poseidón, y la manta que el había dejado caer antes ahora rodeaba su cuerpo. Miro hacia abajo y pudo ver la ropa todavía en la arena.
-Porque no se ha vestido?
La chica se inclino para tomar su ropa
-Voy a ir detrás de esas rocas así que le pido que se vuelva a voltear.
Y así lo hiso, mientras ella se vestía el podía sentirse más relajado; cuando se quedo dormido en el camastro después de una charla poco agradable la ira y la impotencia lo estaban volviendo a dominar solo pensar en todo el trabajo y el tiempo invertido de años de buscar la manera para deshacerse de ese tipo, para que ahora le dijeran que había escapado de su radar… eso lo enfurecía. Ya antes le habían asegurado que era poco probable que pasara, por eso es que no esperaba esa llamada o al menos no tan pronto, cuando colgó estuvo dando vueltas por su casa pero antes de que todas su emociones los dominaran tomo una manta y salió a caminar pero en vez de eso se acostó en un camastro de su arenoso patio y se cubrió con la manta hasta la cabeza para tapar la claridad del sol y sin querer se quedo dormido.
Nunca imagino que al abrir los ojos lo primero que vio fue la visión más hermosa que jamás hubiese imaginado, una figura salía del agua con medio cuerpo de fuera arqueando la espalda y subiéndolos brazos como en señal de victoria y enmarcando su figura las tonalidades celestes, doradas y anaranjadas en forma de expertas pinceladas haciendo brillar el cuerpo de la mujer que disfrutaba tan placenteramente del agua sobre ella. Le causo mucha curiosidad y poco a poco se fue acercando y sin pensarlo dijo lo primero que se ocurrió.
Y ahí estaban.
-Y déjeme decirle Señorita que se equivoca no soy un gran mentiroso.
-ya puede voltearse si gusta –ella todavía estaba tras las roca que le cubrían hasta la mitad de la espalda aunque ya no importaba porque había terminado de vestirse se giro y camino hacia él.
-Si hubiese visto mi rostro cuando intentaba contarle mi trágica historia se abría dado cuenta de que era una mentira.
-Bueno como dijo an…!auch¡ ¡AUCH¡ ¡MALDICION¡ -sin aviso comenzó a quejarse tomando su pie y dejándose caer en la arena el chico corrió hacia ella preocupado pero después cambio su semblante.
-No me está queriendo tomar el pelo verdad? –se inclino hacia ella y le miro el pie derecho tenía un pequeño corte en el segundo dedo. Extendió la manta y la ayudo a sentarse en ella.
-Siéntese aquí por favor, traeré agua de mar para lavarle el dedo –sin más se levanto y se dirigió a hacer lo antes dicho con las manos ahuecadas conteniendo el liquido lo vertió en el dedo herido.
-Todavía hay algo de luz pero no tarda en prenderse las luces del área así podremos saber que tan grave es la herida.
-No se preocupe no es nada grave -subió los hombros y movió la mano sin darle importancia- la verdad me dolió mas el golpe por tener el pie frio y mojado.
-Venga, -le extendió la mano –la llevare a un camastro para que se siente y revisarla mejor.
-De verdad no es nada solo …es …el golpe …-cabello azul, ojos dorados o tal vez ambarinos, nariz respingada y labios carnosos y bien definidos pero más que nada ese extraño y –sexi tatuaje pensó- fue lo que le llamo más la atención .
Mientras la pelirroja analizaba los rasgos del chico no imagino que él hacía lo mismo con ella; y como no hacerlo si lo primero que vio fue una deslumbrante figura que brotaba a la superficie con una cascada de agua volando por el aire formando un arco de espuma escarlata como su figura cuando saltaba victoriosa con los brazos hacia arriba, Y mientras el sol terminaba de ocultarse y los lienzos naranja tomaban el control del ocaso, la mujer frente a él emanaba luz propia con esa cabellera aun más naranja que el mismo cielo que opacaba por completo los antes engreídos rallos del sol.
-Por favor –carraspeo- no es de buena educación rechazar la ayuda que se le ofrece tan desinteresadamente, y aun mas cuando nos estamos conociendo –levantando la mano para seguir cuando la vio intentar protestar- se que sus padres le enseñaron a no hablar con desconocidos así que si me presento ya no lo seremos, cierto?
-uummm…-se quedo pensativa por un momento y luego con una sonrisa traviesa le dijo-confiare en usted.
-Eso significa que no quiere saber mi nombre? –le pareció extraña su falta de curiosidad además de que él si quería saber el suyo, y volvió a extenderle la mano para ayudarla a levantarse.
-Bueno al menos ya acepto mi ayuda.
Tratando de controlar los nervios que la corriente eléctrica los recorrió al tocarse se dirigieron hacia el lugar que indico el peliazul. Junto a una pila de camastros y sillas estaba uno en particular donde el chico le indico que se sentara.
-Ahora entiendo porque no lo vi-lo dijo en voz baja casi un susurro.
El camastro que antes ocupaba el peliazul estaba casi escondido por los demás muebles, y siendo sincera, con la adrenalina del momento la pelirroja no lo había visto.
-Bien, deje limpiarle el exceso de arena y veremos…-de pronto las luces se encendieron dándoles una mejor visión- vaya, así está mejor.
Con mucho cuidado uso la manta para retirar la arena y comenzó a masajear siendo aun más cuidadoso para no lastimar a la chica. A la pelirroja le pareció tan amable y a la vez tan tierno.
-Lo hace usted bastante bien, tiene experiencia en primeros auxilios?
- En realidad es la primera vez que hago algo así.
- Pues muchas gracias pero como ya vio no es nada serio y el hecho de ayudar a una desconocida habla muy bien de usted, claro mientras sus intenciones sean honorables.
El chico se sonrojó al escucharla y levantó la cabeza para encararla.
-Y-yo no tengo intenciones ocultas si eso es lo que esta insinuando…?
-lo siento –lo dijo con una sonrisa contenida-de verdad esta siento usted muy amable.
-Pues a mí no me pareció un Lo siento muy sincero. Y ya que todavía no nos conocemos esta siendo usted muy descortés señorita…
-Oh! mire ya salieron los pervertidos –dijo mirando hacia la playa.
El azulado volteo a ver a los susodichos pero no vio a nadie.
-Está segura que los vio-decía mientras volvía la cabeza para mirarla – por…. –y sorpresivamente algo le golpeaba la boca.
Continuara.
