Hola otra vez!
A ver, voy a explicarme un poco. Hace unos días que mi ordenador me viene diciendo que no puede más,que está lleno y que sería buena idea que borrase unas cuantas cosillas para tener un poquito más de espacio. Decidí hacerle un poco de caso al pobre (aunque tiene pantalla nueva, no sé de qué se queja) y empecé a revisar cositas que tenía por ahí. Me encontré con varios "Capítulo 1" de proyectos de historias que seguramente nunca sacaré adelante, pero me hizo gracia (porque de muchos ni me acordaba) y me pareció que sería curioso publicarlos para ver qué os parecían. Si os gusta alguno tal vez alguna vez pueda continuarlos o cederlos. El caso es que hice un poco de limpieza y me quedé con lo que son más o menos potables (los deshechados me temo que nunca verán la luz) en el caso de fics de HP. Lo originales son tan patéticos que no sirven ni como curiosidad. De todas maneras, aquí tenéis unos cuantos inicios de hipotéticos fics, a ver qué os parecen.
FIC 1
SEVERUS.
Resumen: jugaba con la idea de cómo pudo Sev pasarse al bando de Dumbie y salió esto. No está terminado, aunque no estoy segura de cuán largo quería hacerlo.
Olfateó el aire en torno a él y descubrió que se había Desaparecido sin ser del todo consciente.
No había rastro de gritos.
No habia rastro de humo.
No habia rastro de sangre a su alrededor.
Se dejó caer de rodillas, sintiendo la adrenalina corriendo locamente por su cuerpo.
¿Y sus enemigos?
Alejados cientos de kilómetros, seguramente.
¿Y sus amigos?
Derrochando su vida de la manera más estúpida, apoyando una masacre, hundidos hasta los codos en sangre, las máscaras blancas salpicadas de horror, las túnicas negras impregnadas de miedo, los hechizos mortales volando ágilmente de sus bocas, cayendo, cayendo, cayendo por una causa que habían hecho de todos en una edad demasiado temprana para comprender las implicaciones.
Se dobló en dos, vomitando sin poder evitarlo.
Llevaba demasiado tiempo metido en ese horror. Parecía muchísimo más viejo de veinte años. Diría que había terminado su último curso de Hogwart hacía milenios, cuando apenas habían pasado tres años.
En medio de la batalla, viendo a Lucius Malfoy sortear alegremente las ruinas para quemar a los muggles vivos que aún había entre ellas, siendo testigo de cómo Rosier abría en canal a una niñita de siete años riendo enloquecido, presenciando la selección que hacía Dolohof de las víctimas a las que torturaría por meses en la sala acondicionada en los sótanos de su mansión... Severus Snape por primera vez se preguntó qué demonios hacía allí.
La borrachera de sangre y odio de los tres años pasados como mortífago dejó de hacerle efecto. Le dejó la cabeza vacía, despejada, consciente del horror en el que estaba viviendo, sin saber muy bien qué había causado su despertar.
¿Fue acaso el rayo de luz que tocó a Lucius, enviándolo hacia atrás estrepitosamente lo que le hizo volver a la realidad¿Fue su terror al creerle muerto, el grito que acudió a su garganta al intentar pronunciar su nombre¿El auror que se alzó sobre él apuntándole con la varita cuando cayó al suelo herido, cerca de su rubio compañero?
Severus lo había matado sin piedad, por herir a Lucius, por herirle a él. Después, enajenado, había ordenado a Rosier llevarse al desmayado Malfoy y había arremetido con furia contra los aurores, vengándose por haber herido a la persona que más le importaba. Pero titubeaba. Resbalando entre la sangre titubeaba, siendo consciente de que aquello no era ningún juego, se trataba de vidas humanas y ellos, devoradores del mundo, pretendían matarlos a todos.
Y terminarían muertos, inevitablemente.
Calló al suelo atravesado por tres hechizos, retorciéndose de dolor, agarrándose al último atisbo de conciencia que se le escapaba lentamente, y en lugar de encontrar una manera de salvarse solo pudo pensar en Hogwarts, en cuando él y Lucius, y Evan, y los demás eran jóvenes, en cieta manera inocentes y solo se preocupaban por sus notas y las rivalidades entre casas, cuando la política no era más que un tema de conversación y estaban tranquilos y a salvo en su sala común cuando caía la noche.
Y sin saber cómo, Desapareció.
Al mirar a su alrededor supo por qué.
Por sus ansias de volver a Hogwarts.
Podía ver las estatuas de los cerdos alados franqueando la gran verja de la entrada.
Severus llegó hasta ella como pudo, agarrándose desfallecido a los barrotes, sintiendo su propia sangre caliente y espesa corriendo por su rostro bajo la máscara partida. Se la quitó de manera ausente, dejándola colgar entre sus dedos intertes, contemplando las sombras que albergaban el lugar donde había sido feliz. La oscuridad era demasiada para ditinguir los muros de piedra, pero Severus sabía que estaban allí, como lo habían estado por los últimos mil años. Calló de nuevo de rodillas, aún sujeto a la verja, llorando de dolor, de añoranza, de tristeza, de alegría por estar a salvo, de miedo por el estado de Lucius, de tranquilidad por estar en casa. Apoyó la cabeza en las rejas y como entre sueños escuchó unos pasos pesados que se acercaban a él apresuradamente.
- Tú eres... ¡Severus Snape! – pudo escuchar la horrorizada voz del semigigante antes de desmayarse del todo.
