N/a
¡Un nuevo proyecto! Es una dedicatoria especial a todas mis niñas adoradas pero de todas ellas sobresale... Tenchou-Fliqpy dedicatoria especial para ti pequeña. Sinceramente espero que este fic les guste a todas y espero su apoyo. Gracias. Sera un universo alterno pero con referencia al tenis, con respecto al personaje de Ryoma sinceramente se me dificulto mucho idealizar frases frías pero bueno hare el intento meitendo un poco de calor en su corazón y bueno Sakuno, ella es solamente ternura andando aunque verán como es con Ryoma.
Un nuevo capítulo.
Espero les guste.
Gracias por leer.
Disclaimer:
Prince Of Tennis no me pertenece.
Resumen:
El chico frío de la universidad se inscribio en el concurso del año, es realmente increíble por dos razones, ha dejado muy en claro que odia ese tipo de cosas y la primera sabe que con solo leventar un dedo él gana pero no lo ha hecho por ganar simplemente este año sino por salir con ella, con Riuzaky Sakuno, no entiende porque le gusta, sinceramente no es su tipo pero tiene algo y por eso quiere salir con ella aprovechando que es ella quien más desea ganar ese concurso así que su oportunidad se ha presentado por completo solo es cuestión de dejar de ser el príncipe de hielo y empezar a ser alguien que ella quiera porque siente que es la elegida solo que no es tan fácil como cree pero bueno después de todo dicen que el amor siempre triunfa y él realmente apuesta a que su amor triunfara...
El Príncipe De Hielo
Capítulo I
"Oficialmente se abren las inscripciones para el concurso... PERSONAS LINDAS DEL CAMPUS... de este año, esperamos recibir a muchos alumnos y alumnas como en años anteriores, el concurso oficialmente iniciara a partir del día de hoy durante la segunda hora de clases, recuerden que las etapas deberan cumplirse al mando así que esperamos respeten las reglas, oficialmente damos la bienvenida a... - ¡Sakuno! - la cobriza giro al tiempo para ver a su amiga sostenerse de la pared mientras jadeaba en busca de aire, al parecer había estado corriendo pero desconocía la razón.
- ¿Sucede algo? ¿Por qué corrías? - pregunto con calma mientras acomodaba en su bolso los libros de la siguiente asignatura que le tocaba en menos de media hora - ¡Si! ¡É-Él esta en el concurso! - ella encarno una ceja, no tenía ni idea de quien hablaba su amiga, es decir, podría estar hablando de cualquier persona porque no había especificado a nadie - ¿De quién hablas? - pregunto con calma mientras cerraba su casillero y dejaba de ver la convocatoria para el concurso, debajo de la misma estaba la lista de los que ingresarían pero no era la única colocada en el campus de la universidad, habían como mínimo otras cuatro.
- ¡El príncipe de hielo se inscribio! - y de solo escuchar esas palabras de la boca de su amiga termino por sostenerse del casillero no procesando que esa persona estaba inscrita en el mismo concurso que ella - ¡¿Qué?! - pregunto en un grito llamando la atención de algunas personas que caminaban por donde ellas se encontraban - ¿Tanto te molesta mi prescencia en ese estúpido concurso Riuzaky? - ladeo la cabeza observando a la persona que menos quería en la vida, su típica pose de modelo lo sacaba de quicio.
Si, de verdad que si, ese cabello azul con destellos verdosos, esos ojos gatunos, esa típica gorra que usaba hacía atrás en todas las ocasiones, la mochila al hombro y esa sonrisa ladina que la sacaba de quicio por completo - Si es tan estúpido como dices ¿porqué estas en el? - pregunto como si nada viendo que este caminaba hasta ella con calma, inesperadamente retrocedio por su cercanía lo que le valio una risa de burla de parte del peliverde, como lo odiaba por razones como esas.
- Apostemos Riuzaky - comento él y ella encarno una ceja negando con la cabeza, sin embargo, sentía sus piernas flaquear, le molestaba su presencia por razones como esas - N-Ni loca - le aseguro para tomar de la mano a su amiga que seguía embobaba observandolo, no entendía como es que les gustaba alguien así, es decir, si era guapo pero demasiado egoísta, narcisista y todos los sinónimos de esas palabras - ¡¿Tienes miedo?! - esa pregunta en forma de grito la hizo detener por completo su paso.
¿Qué? ¿Miedo? ¡Por favor! Claro que no, ella no le tenía miedo a Echizen Ryoma, giro la cabeza y solto la mano de su amiga para caminar de regreso donde él que se encontraba como si nada - Acepto, ¿qué quieres apostar? - pregunto muy segura y este en un movimiento rápido la tomo de la cintura para colocarla contra su casillero mientras una de sus manos pasaba por su cabeza hasta colocarse al lado de la misma sobrepuesta contra el casillero, gritos y demás cosas se escucharon en el pasillo, eso no podía estar pasandole, no podía.
- ¿Q-Qué t-te crees? ¡S-Sueltame! - le exigio con un sonrojo en sus mejillas, este la tomo del mentón para mirarla fijamente, aquellos ojos gatunos la hipnotizaron por completo - Si yo gano el estúpido concurso saldras conmigo cuantes veces yo quiera - aseguro este y ella lo miro incrédula, eso tenía que ser una broma, ¡no tenían nada en común!, ¡¿cómo iban a salir entonces?! - ¿Por qué quieres s-salir c-conmigo? - pregunto tratando de soltarse pero este apreto un poco más el agarre en su cintura clavando un poco sus uñas, quería soltarse porque la estaba lastimando un poco.
- ¿Te han dicho qué te ves hermosa cuando tartamudeas? - pregunto este soltando su cadera para deslizar su mano hasta su mejilla, eso la estaba colocando demasiado nerviosa en serio - ¡¿Qué diablos haces cerca de mi hermana Echizen?! - ambos giraron al tiempo la cabeza y ella abrio los ojos sorprendida al ver a su hermano, ¡la iba a matar!, estaba seguro de ello, trato de soltarse pero este descendio de inmediato la mano que reposaba en su mejilla hasta su cadera no permitiendole esa oportunidad.
Mientras tanto su hermano Momoshiro caminaba a donde se encontraban, ¡Ay Dios! - S-Sueltame - le pidio en un susurro y él negó con la cabeza con esa sonrisa - Solo acepta - murmuro cerca de su oído mandando escalofríos a todo su cuerpo, se mordio el labio, su hermano estaba más cerca, iba a arder Troya - S-Si, acepto - y esas palabras fueron mágicas porque este la solto de inmediato mirando con altiveza a su hermano que lo fulminaba con la mirada - ¡Manten tus manos lejos de mi hermana Echizen! Te lo advierto, ella no es uno de tus juguetes - le siseo con odio puro y ella se mordio el labio.
Eran pocas las ocasiones en las que su hermano hablaba de esa manera pero sin duda alguna la primordial siempre era contra el peliverde que estaba demasiado calmado, como si nada malo sucediera - Creo que eso lo decide ella Momoshiro, sin embargo, hoy no tengo ganas de matarte en tenis así que... nos vemos lindura - le guiño un ojo y ella de inmediato desvio la mirada mientras su hermano lo miraba con odio, lo vio tomar un bate de beisbol y de inmediato lo detuvo por la cintura - ¡H-Hermano! - le grito tratando de calmarlo.
- ¡¿Pero qué dices Echizen?! ¡Te voy a... - no lo dejo terminar cuando lo golpeo con su cuaderno para que guardara silencio - ¡Te dije que no gritaras en los pasillos! - le señalo molesta mientras lo miraba amenazantemente, su hermano pelinegro se llevo la mano a la cabeza para mirarla con compasión - ¡Pero tú estas gritando en los pasillos! - ataco este y ella alzo el cuaderno de nueva cuenta por lo que de inmediato se cubrio la cabeza con las manos, sonrió ante ese gesto para golpearlo con el mismo en el abdomen.
- ¡No me grites, no tienes derecho a gritar en los pasillos en cambio yo si! - señalo comenzando con su caminata hacía su salón de clases, lo menos que necesitaba en esos momentos era llegar tarde y recibir un regaño de parte del profesor - ¡Sakuno! ¡Hermana! - ignoro los gritos de su hermano y continuo con su camino, giro el pasillo y choco con alguien que venía corriendo como loco, cayo al suelo debido al impacto - ¡Lo siento Riuzaky! - esa maldita voz la reconocería hasta en el infierno, una venita hizo acto de presencia en su ojo derecho.
- ¡Te voy a matar Echizen! - grito en respuesta pero este seguía corriendo como loco, dio un suspiro, realmente el profesor la iba a matar así que mejor se daba prisa, no quería montañas de trabajo por el momento.
Realmente no entendía porque le había propuesto lo de la apuesta, es decir, cualquier chica caía en sus brazos, el vivo ejemplo de ello era la hija de la rectora con la que había tenido varios encuentros casuales pero algo había en Sakuno que le prohibía alejarse de la misma, no entendía que era pero necesitaba verla en todo momento, estar cerca de ella, molestarla, ¿le gustaba?, no, no era eso o quiza si, dio un largo suspiro, estar cerca de ella siempre le daba dolor de cabeza porque se contenía para no lanzarse sobre sus labios y besarla sin importarle nada.
Salio de sus pensamientos cuando el sonido de su celular lo distrajo por completo, lo busco en los bolsillos de su pantalón hasta que lo encontro, miro el número de su madre y dudaba si contestar o no, todo mundo lo llamaba "El príncipe de hielo", la razón porque no mostraba emociones, nunca sonreía o al menos no lo demostraba, no culpaba a nadie sobre su comportamiento pero quiza si a sus padres, apreto un poco el aparato con fuerza, su madre iba a seguir insistiendo por lo que de mala gana contesto.
- ¡¿Dónde estás Echizen Ryoma?! ¡Tu cita con tu prometida empieza en diez minutos! - ni un hola, ni nada de eso a pesar de no haberla visto en más de cinco años, solo la había visto una vez cuando llego a su mansión, ella solo iba de salida, él acababa de despertar, solo vio su espalda, nada más de ella - En clases - contesto secamente y escucho un quejido del otro lado, hubo un ruido y después un carraspeo - Te quiero en diez minutos en el restaurant de la familia de Haruka o veras como te va - adorable su padre ¿verdad?.
Dio un suspiro para girar en dirección contraria y comenzar a correr como loco, doblo el pasillo chocando con alguien, el aroma a fresas inundo por completo sus sentidos, había chocado con Sakuno quien termino en el suelo - ¡Lo siento Riuzaky! - se disculpo, se hubiera quedado a ayudarla pero no le convenía perder más tiempo porque entonces su padre estaría más que enojado y no tenía ánimos para soportarlo en esos momentos - ¡Te voy a matar Echizen! - su grito llego hasta sus oídos y sonrió como niño pequeño.
De alguna manera entendía porque le gustaba, porque no dudaba en gritarle cuando hacía algo malo, en cambio cualquier chica solo le hubiera sonreido como tonto, descendio de prisa las escaleras para correr al estacionamiento al tiempo que veía su reloj, le faltaban cinco minutos y agradecía tener un auto como el que tenía y que el restaurant no estuviera tan lejos, abordo su automóvil y emprendio la salida, tenía que llegar cuanto antes.
Sakuno miro el automóvil alejarse - ¿A dónde vas Echizen? - pregunto con una mueca pensativa, solto un suspiro para prestar atención a su clase, después de ella vendría la primera prueba del concurso, de todos los que se inscribían solo quedaban cinco personas al final dentro de las cuales sería elegido el ganador a votación por los alumnos, sin embargo, antes de que eso sucediera durante tres meses se haría una serie de pruebas para ir descalificando personas inscritas en el concurso, por lo que tenía que estar preparada para todo.
En primer lugar porque se perdía todo el pudor cuando se trataba de ese concurso, recordaba que el año pasado se les había pedido jugar dentro de la piscina de la escuela a los concursantes para encontrar algo que los llevaría a la siguiente prueba excepto porque tenían que entrar en traje de baño y porque la piscina estaba llena de jabón lo que les daba un aspecto a las concursantes de modelo, dio un hondo suspiro tomando su libreta para comenzar a anotar - La respuesta señorita Riuzaky - alzo la mirada ante el llamado del profesor.
Miro el pizarrón, no entendía ni el título, miro a sus compañeros que la miraban esperando a que contestara, se mordio el labio, la iban a echar del salón - ¡La respuesta Riuzaky! - grito el profesor haciendola saltar en su asiento, dio un hondo suspiro negando con la cabeza - N-No la sé - contesto con un sonrojo en sus mejillas, su hermano la iba a matar por esto - ¡Fuera de mi clase! - señalo la puerta y de inmediato tomo sus cosas para salir ante la mirada de sus compañeros que solo reían por lo bajo, camino a paso apresurado hasta salir.
El profesor le cerro la puerta con fuerza y cerro los ojos, ¿ahora qué hacía?, aún faltaba una hora para la primera etapa, decidio caminar hacía la azotea, necesitaba un descanso antes de la prueba que tendrían, dormir un poco no le iba a venir mal.
De verdad que quería salir de allí corriendo, le molestaba demasiado estar allí cuando no quería, no quería a la chica con la que estaba comprometido - ¡Si, me gustaría ir con Ryoma-kun! - el grito de la misma le hizo apartar la mirada de su celular, estaba mirando la hora puesto que tenía que llegar al concurso pero faltaban cincuenta minutos así que aún tenía tiempo - Haruka cree que sería lindo ir a la casa de campo - señalo su padre mandole una mirada de furia por no prestar atención a la conversación.
- Paso y lo siento pero tengo asuntos importantes en la escuela, lo lamento - se levanto tomando su mochila y las llaves del auto que estaban sobre la mesa, la chica que era pelirroja lo miro indignada y vio un destello de tristeza en sus ojos pero poco le importaba siendo sincero - Disculpen - se alejo de la mesa con prisa aunque sentía que su padre iba detrás de él y no se equivoco cuando fue arrastrado a un lado del estacionamiento para recibir un golpe de este en el labio, no se quejo, desde hace más de siete años que lo golpeaba para educarlo supuestamente.
- ¡¿Qué diablos te sucede?! Esa chica de allí dentro es tu prometida así que vas a regresar y seras bueno con ella, me importa poco tu estúpida escuela - gruño molesto mientras lo zarandeaba por el brazo, con un ágil movimiento se solto y le dedico una mirada de altanería - Poco me importa si es mi prometida como a ti poco te importa mi madre después de todo tienes miles de aventuras, creo que el que debe ser bueno es otro y a diferencia de ti a mí si me importa la escuela - añadio caminando a su auto.
Lo abordo y emprendio la marcha, le dolía el labio, se llevo unos dedos al mismo y sintio la sangre, estaba acostumbrado pero por razones como esas el apodo de El príncipe de Hielo le quedaba, piso el acelerador, quiza viajando a 300 k/h podía sentirse por un momento libre, solo quiza.
Dio un hondo suspiro abriendo un poco los ojos, el frío le calaba un poco los huesos pero nada serio, miro su reloj, faltaba media hora para la primera prueba, se estiro un poco mirando el cielo azul, ladeo la cabeza y ahogo un grito al ver a Echizen a su lado bebiendo una ponta, su famosa ponta - ¿Te han dicho que te ves linda cuándo duermes? - un sonrojo monumental acudio al escuchar esas palabras y más al verlo - ¿Q-Qué estás haciendo aquí? - pregunto desviando la mirada, este solo suspiro para acomodarse en su hombro.
Trato de separarse pero este la sujeto con fuerza de la muñeca no permitiendoselo - Riuzaky, ¿por qué me llaman El príncipe de Hielo? - pregunto el peliverde cerrando los ojos aspirando el aroma a vainilla que desprendía la chica - ¿No es obvio? Eres frío, arrogante, te crees demasiado, eres prepotente, el que tengas dinero, seas un buen deportista no te da el derecho a creerte mejor que los demás además no tienes sentimientos - contesto ella como si nada y él solo medio sonrió pero no era una sonrisa orgullosa, era una sonrisa de tristeza y a Sakuno verla le afecto.
- Ya - contesto este colocandose de pie, de pronto sentía la necesidad de salir de allí, tomo su mochila y se la coloco al hombro - Te veo en la primera prueba Riuzaky - señalo este comenzando a caminar mientras se acomodaba la gorra, se alisto el arete en su oído derecho y continuo con su camino, ella de verdad se iba a odiar por esto, se levanto tomando sus cosas y corrio hasta donde este para sostenerlo por el brazo, el peliverde volteo asombrado puesto que no se esperaba eso realmente.
La cobriza se mordio el labio y desvio la mirada - ¿E-Estás b-bien? - pregunto y Ryoma sonrió un poco, no, nunca estaba bien pero nunca nadie le había preguntado si estaba bien, no hasta ahora y precisamente era la chica que le gustaba o al menos que le atraía una forma que no sabía explicar, no dudo en acortar la distancia y abrazarla con fuerza, ella dio un jadeo de sorpresa pero no se separo, acomodo su mentón en el hueco de su cuello apretandola un poco más, Dios como necesitaba un abrazo en esos momentos de verdad.
- Ahora estoy bien Riuzaky - contesto este en un murmullo mientras cerraba los ojos y se dejaba llevar por el calor del cuerpo de la chica, Ryoma podía jurar que escuchaba los latidos del corazón de la cobriza, era una melodía única y agradecía el placer de poder escucharla, el viento movía su cabello un poco al igual que el de ella pero no se movio ni un centímetro, sintio las manos temblorosas de ella hasta posarse por su espalda sujetando su suéter con un poco de miedo, un abrazo extraño pero que sin duda alguna le encantaba.
Sakuno no podía decir con exactitud porque lo abrazaba, porque estaba de esa manera con él cuando juraba que no lo quería en su vida, no le molestaba en lo absoluto tener conversaciones o peleas con él pero el contacto físico era otra cosa, nunca en su vida se había abrazado con otra persona que no fueran sus familiares o sus amigas pero lo sentía completamente diferente por dos razones, era con su enemigo número uno y porque sentía una especie de revoloteo en el vientre, algo que jamás había sentido.
- ¿D-De verdad ya estás b-bien? - pregunto con suavidad pensando que de esa manera se iba a separar pero por el contrario la sujeto con más fuerza de la cintura y lo escucho tomar un profundo suspiro no moviendose de su cuello - Si, ahora estoy bien Riuzaky - contesto este con una leve sonrisa que ella no vio, una sonrisa que por primera vez no demostraba altanería... era una sonrisa cálida, su primera sonrisa cálida.
N/A
Espero les haya gustado.
Gracias por leer.
Espero te haya gustado pequeña, a ti y a las demás. Las quiero.
