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Viernes.
—Sé que me quieres, Green— provocó en un canturreo, guiñándole un ojo y dedicándole una sonrisa coqueta.
El color del cielo parecía más azul que cualquier otro día, al igual que el de las escasas flores y el brillante prado. Debía ser porque se aproximaba la primavera. Una suave brisa comenzó a soplar, haciendo bailar el césped a su alrededor. Blue sostuvo con la mano derecha su sombrero y no pudo evitar que su cabello ondeara delicadamente por sobre su cuello. A su lado, sentado igual que la chica, Green Oak no despegaba la vista del paisaje.
—Ruidosa— evadió al poco rato, antecedido por un monosílabo.
Siempre se encontraban los viernes. No todas las semanas y no siempre en el mismo lugar, pero cada vez que lo hacían coincidían en ese día. Siete días atrás se habían topado en la entrada del Centro Pokemon. Él saliendo y ella entrando a por su Blasty. Lo saludó animada y el Oak respondió por cordialidad mas no extendió la plática para volver a su gimnasio. No se veían hace varios viernes atrás porque las circunstancias no lo habían permitido. El chico siempre estaba de aquí para allá, ya sea por el gimnasio o porque emprendía varios viajes a distintos lugares.
La semana anterior había logrado acercarse medio centímetro más de lo acostumbrado y supo que usaba el perfume que le había regalado en su cumpleaños. En ese momento había sonreído ampliamente por el detalle. Él no lo notó porque la había dejado atrás hace ya mucho tiempo, aunque había logrado escuchar a la castaña despedirse a lo lejos.
Hace unos diez minutos la Dex Holder había coincidido en el mismo lugar que él. Al principio se preguntó qué estaba haciendo allí y no en cualquier otro lugar haciendo cualquier otra cosa, sin embargo, no dudó ni un segundo en sentarse a su lado y disfrutar su silenciosa compañía. Encontrarse con Green era como ver a Mew por la ventana de su habitación; todo un evento.
Blue se arrodilló frente al chico al segundo siguiente en el que él habló. Se enganchó en un instante a la nuca del chico, deslizando ambos brazos por cada hombro, haciendo que él perdiera el equilibrio y apoyara las manos por detrás, en el césped.
—Vamos, admítelo— pronunció juguetona.
El silencio proporcionado por la seriedad de Green Oak hizo que ambos chicos se miraran directamente. Se ruborizó tenuemente al reparar en la profundidad de los ojos verdes. El chico se veía ridículamente guapo desde ese ángulo. Por un momento Blue no pudo sostenerle la mirada y tuvo que desviarla a la izquierda, con una sonrisa dibujada en sus labios. La segunda vez que lo miró a los ojos supo que lo que había sentido antes no fue, en absoluto, un error.
—No. Eres molesta— suspiró él acomodándose sobre sus palmas. La chica no deshizo el agarre.
Ninguno de los dos se percató del minuto en que Blue había logrado arrimarse más y más al cuerpo de Green. Estaba tan cerca de los labios del chico que podía sentir su respiración chocar contra su propia piel. Él se sonrojó al ver a su compañera así y esperó con los ojos puestos en ella. Y cuando ya podía casi tocar los labios de Green con los suyos, al casi sentir la electricidad de esa caricia, la chica descaminó hacia la mejilla derecha del chico y depositó un dulce y travieso beso allí.
La miró confundido una vez que ella se separó. La siguió mientras se levantaba, recogía del césped su bolso y lo cargaba, preparándose para marchar.
—Me voy a Vermilion City— avisó sonriente con el efecto logrado—. No me extrañes por favor, Green.
Hace mucho, muucho que quería escribir algo para Pokemón. Y aunque es leve, casi una insinuación, es Oldrival :3 Creo que dejé un par de cosas sin resolver pero fue intencional.
Espero les haya gustado :)
