Paris
Capitulo 1: Bienvenido a Paris
Y aquí me veo, caminando hacia la salida de la terminal aérea europea, con dos maletas, una en cada mano, aun sigo absorto en mis pensamientos, entre momentos escucho una que otra frase en un idioma in entendible para mi; salgo a la parada de taxis, ahí me encuentro un auto con un chofer que sostenía un pequeño cartel que tenia mi nombre en mayúsculas "UZUMAKI NARUTO", me acerco a el y le confirmo que yo soy uzumaki naruto, me recibe con una sonrisa y con un bienvenue, abordo aquel auto negro y este emprende la marcha…. Realmente me pregunto como es que llegue a Paris…
--FLASH BACK--
Era un precioso día soleado, además de que era miércoles de frutas y verduras, nuestro rubio había salido al mercado, aprovechando el día de ofertas, aunque realmente no podía ni caminar entre el tumulto de gente que había.
-vaya, esta inflación vuelve loca a la gente, espero que acabe pronto- decía el ojiazul que trataba de mantener intactas algunas de las pocas frutas que había comprado para si.
-hey joven, joven, le hablo a usted- empezó a llamarle un vendedor ambulante, naruto solo volteo a verle y giro su dedo hacia si, mientras le decía al vendedor –me?-.
El vendedor asintió con la cabeza e invito a naruto a acercarse, el rubio, curioso por la situación fue a ver el porque de aquel llamando, al llegar, dicho vendedor empezó a tratar de convencerlo para comprarle una cosa "inútil" según el.
-mire, no se arrepentirá, le aseguro que uno de cada cincuenta gana este concurso- le decía el vendedor algo animado –vamos pruébelo, no se arrepentirá-.
El ojiazul se estaba aburriendo de aquel monologo y en un tono de hastío le compro el boleto al vendedor, posteriormente siguió su rumbo para seguir aprovechando el miércoles de frutas y verduras.
Una semana mas tarde, el moreno se encontraba recostado en su cama, meditando porque la gallina cruzo la calle y porque el cangrejo era inmortal, cuando repentinamente fue sacado de sus pensamientos por el toquido insistente de su puerta, aun con pereza y algo desarreglado, salio a abrir la puerta de su hogar, al terminar de abrirla, varios flashazos lo cegaron y aun con la vista borrosa, detecto que había muchísima gente, no sabia el porque de eso cuando sus dudas fueron aclaradas por una reportera de cabellos amarillos.
-¿Cómo se siente al saber que fue el único ganador del sorteo nacional "gane un viaje a Paris"?- decía la reportera que casi metía el micrófono a la nariz del rubio.
Al oír tales palabras, el ojiazul entro en shock, aun no creía que se había ganado un viaje a Paris y aunque no sonaba nada mal, se preguntaba como lo había ganado, pero inmediatamente recordó aquel boleto que le había comprado a ese vendedor fastidioso. La gente cada vez se amontonaba y acercaba al moreno, de repente se vio con millones de amigos los cuales ni una vez en su corta vida había conocido, ahora mas que nunca logro comprender el significado de la palabra "hipocresía".
El tumulto siguió creciendo hasta hacerlo desmayar, cuando recupero la conciencia, ya se encontraba en el asiento de un avión que estaba a medio vuelo a Paris….
--FIN DEL FLASH BACK--
-Disculpe Sr., ya hemos llegado- decía el joven chofer intentando sacar de su trance mental al ojiazul.
-ah perdóneme- contesto el rubio que empezaba a recorrer con la mirada el sitio al cual habían llegado, habiendo notado que estaban en la entrada de un lujoso hotel de hombre "L´amore"; con cuidado bajo del auto y noto que sus maletas ya estaban fuera y en la entrada, lo esperaba una linda recepcionista de cabellos rosas y ojos esmeraldas quien lo recibía con una calida sonrisa.
-¿usted debe ser el señor uzumaki si no me equivoco?- pregunto amablemente la recepcionista –bienvenido al hotel L´amore, nos esforzaremos para que su estancia en este hotel y sobre todo en Paris, sea de lo mas inolvidable- decía mientras le brindaba una calida sonrisa.
-hai, arigato- dijo enérgicamente naruto quien veía como un par de botones se llevaban sus maletas
Mas tarde, ya habiéndose alojado en su hermoso pen house con vista a la torre Eiffel, el ojiazul comenzaba nuevamente a divagar, realmente no anhelaba viajar a Paris, pero reflexionándolo mejor, tal vez le ayudaría a olvidarse de todos sus tragos amargos causados por sus anteriores relaciones amorosas fallitas, tanto con mujeres que con hombres.
Pasaron las horas y naruto había quedado profundamente dormido sobre uno de los sillones del pen house, sin embargo, su profundo sueño fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose, el ojiazul aunque estaba profundamente dormido, era del tipo de personas que tenían el sueño ligero así que rápidamente se levanto del sillón y se dirigió hacia la puerta, donde se encontró con una joven mucama de cabellos azules y ojos blancos, la cual se puso muy nerviosa al verlo.
-etto… per… perdóneme señor… no… no era mi intención molestarle-decía la joven de ojos blancos mientras friccionaba sus dedos índices y miraba al suelo.
El ojiazul solo la observo de manera extrañaba y con una mano le hizo un gesto dándole a entender que no había problema, a lo que la joven de cabellos azulados prosiguió con su trabajo. Pasaron varios minutos así, la chica ahora estaba surtiendo el frigo bar de la habitación con cosas variadas, desde dulces hasta refrescos, estaba muy concentrada en su trabajo que no se dio cuenta cuando el joven de cabellos rubios se le había acercado.
-nee, ¿no sabes donde hay un buen lugar para pasar el rato?, ya sabes, un bar o algo así- dijo naruto agachándose a la altura de la peliazul.
La joven solo hizo un grito ahogado y se fue para atrás, quedando con la cara colorada al haber sido sorprendida, posteriormente respondió la pregunta del joven –este… de… hay un lugar cerca del hotel… como a do.. dos cuadras se.. señor- tartamudeo la joven, aun así, el rubio supo entenderla y le agradeció con una suave sonrisa.
Mas tarde, ese mismo día, ya comenzando a anochecer, el ojiazul se decidió por salir a aquel lugar recomendado por aquella linda mucama, así que camino rumbo al baño, en el camino a este, el rubio comenzaba a quitarse sus prendas, para cuando llegara a la ducha, estuviera totalmente desnudo y sin importarle que llegara otra mucama, dejo la puerta del baño abierta y comenzó a ducharse. Ya entrada la noche, el ojiazul se había terminado de arreglar, llevaba unos pantalones de vestir negros y una camisa de seda roja algo ajustada, se perfumo con una fragancia que según la recepcionista, era la de moda en Paris y que había sido un regalo de cortesía que había enviado el hotel horas antes.
Salio a la calle y camino directo al bar, entre el camino solo se mantuvo absorto en sus pensamientos, ignorando a los pocos transeúntes que pasaban por las calles, muchos de ellos con pareja y uno que otro muy apresurado hablando por su manos libres. Despues de un rato, naruto logro llegar al lugar, un puesto de fachada simple llamado "Deux Noir", un nombre poco común pensó para si naruto al ver ese titulo, mas sin embargo, ya estaba hay, así que decidió entrar y lo que descubrió con la vista fue un lugar muy diferente a la fachada, era un pequeño negocio de luces tenues, con unas cuantas mesas de billar, música de piano tocada en vivo y a lo lejos, una pequeña barra atendida por un señor de edad algo avanzada, el ojiazul comenzó a caminar alrededor de aquel local hasta llegar a su destino, la pequeña barra, tomo asiento y gentilmente le pidió al barman un whisky pero desafortunadamente el cantinero no entendió el japonés de naruto.
-monsieur, je ne comprend pas votre languaje- contesto el barman agitando su mano izquierda de un lado hacia el otro, dándole a entender a naruto que efectivamente no le entendía y naruto al no saber hablar francés, lo único que le restaba hacer era resignarse y dejar el local, así que se levanto de su asiento y comenzó a caminar decaído por no haber logrado probar ni una sola gota de whisky; el ojiazul llevaba unos cuantos pasos caminados cuando escucho una voz diferente a la del señor.
–il a dit que tu le serves whisky-, naruto no comprendió aquello dicho por la otra voz, pero si entendió lo del whisky, así que volteo a ver de quien era esa voz y lo que sus ojos vieron fue a un joven de su misma edad, de cabellos y ojos tan oscuros como la misma noche, una piel blanca y una sonrisa un tanto prepotente pero a la vez incitadora, iba vestido de pantalones y camisa negra , naruto no pudo evitar sonrojarse al ver lo guapo que era aquel joven aunque una parte de si se recriminaba por actuar como una colegiala calenturienta. El ojiazul fue rápidamente sacado de sus pensamientos por la nuevamente voz de aquel muchacho.
-¿quieres o no el whisky?- mientras le miraba de forma gélida, naruto asintió con la cabeza y tomo asiento nuevamente.
Pasaron varios minutos y ninguno de los dos se dirigía la palabra, eso hacia sentir incomodo al rubio, así que se armo de valor para dirigirle la palabra cuando fue interrumpido por el joven pelinegro que comenzaba a entablar una conversación con el.
-¿eres extranjero verdad?- le pregunto sin voltearlo a ver
-hmp um- guturo naruto quien en ese momento estaba dándole un sorbo al whisky.
-ya veo, conrazon no entendías lo que te había dicho el barman- decía el pelinegro quien agitaba un poco el whisky con su mano izquierda de forma elegante, mientras que la derecha estaba recargada sobre la barra -¿y que te trae a Paris?- continuo preguntando
-absolutamente nada- contesto el rubio mientras regresaba su ahora vacío vaso de whisky a la mesa
-ya veo- contesto secamente el ojinegro
En ese momento se corto la platica y un aplastante silencio se hizo nuevamente entre ambos, solo se podía escuchar al fondo una pieza de piano, pero no duro mucho ya que el rubio comenzó nuevamente la platica.
-¿nee, porque sabes hablar japonés?- pregunto mirándolo de reojo
El ojinegro lo volteo a ver de reojo también y le contesto –porque soy mitad japonés-
Naruto solo hizo un gesto haciéndole entender que comprendía.
-¿y cuanto tiempo planeas quedarte en Paris?- pregunto el ojinegro mientras le hacia una seña al barman para que le sirviera otro trago.
-mmm realmente no lo se, creo que hasta que me deporten- sonrío el rubio por el comentario que acababa de hacer.
Tal respuesta le causo gracia a los cabellos de noche haciéndole sacar una sonrisa disimulada. Poco a poco ese ambiente tan pesado y cortante fue desapareciendo y muy rápidamente naruto y aquel joven congeniaron bastante bien. Ya mas entrada la noche y después de varios vasos de whisky y horas de charla, ambos jóvenes se vieron forzados a abandonar el bar ya que estaba cerrando. El rubio y el pelinegro caminaban tambaleantes através de las pequeñas calles parisinas, naruto ya estaba bastante subido de copas, sin embargo se mantenía consiente y su compañero aunque había bebido mas que el, mantenía su postura seria y galante, haciéndolo parecer que no había tocado ni una gota de alcohol en toda la noche.
Al estar cerca del hotel donde el rubio se hospedaba, este se iba separando cada vez mas del pelinegro y el mismo se intentaba acercar mas a el. Ya cuando estuvieron en la entrada del hotel, naruto se disponía a despedirse de cierto ojinegro, cuando fue cortado por el pelinegro.
-oye, ¿tienes algo que hacer mañana?- le pregunto mientras se acercaba peligrosamente al oído del rubio.
-etto… no- contesto el ojiazul quien se sentía nervioso tener tan cerca del ojinegro
-muy bien…mañana te veo aquí al medio día, se puntual- le susurro a naruto, arrancando de este un gemido ahogado.
-ha.. hai- dijo un colorado naruto que no sabia como reaccionar ante tal gesto del ojinegro.
-muy bien, te veo mañana… este de…- dudo el joven, haciendo un ademán con la mano.
-naruto- le respondió el rubio quien ya se había tranquilizado
-bien naruto, te veo mañana- dijo, mientras le regalaba una sonrisa sarcástica que lo hacia ver mas guapo –haa y bienvenido a Paris- le termino de decir mientras le daba un beso en la mejilla y salía corriendo en sentido contrario de donde estaban.
Rápidamente naruto llevo su mano izquierda a su mejilla, mientras que un tono rosa inundo su cara y llegaba a una clara reflexión –los franceses son raritos-…
Fin del Capi 1.
