Prologo

Sentía su cuerpo al límite, cada parte de él dolía terriblemente. Estaba seguro que de no tener control sobre sí, gritaría hasta que sus cuerdas vocales no dieran para más, retorciéndose de dolor en el piso. Pero si bien tenía una parte bastante Slytherin, su orgullo y voluntad Griffindor era indoblegable.

Pero no había tiempo para eso, pues frente a él, se encontraba nada más y nada menos que Lord Voldemort. Ya luego tendría tiempo de retorcerse en su agonía física. Ya luego tendría tiempo de sumergirse en el dulce alivio de la inconciencia…O de la muerte. Pero ahora. Justo ahora, tenía que levantarse del suelo de esa maldita habitación y dar la cara, siempre orgulloso. Por que el Lord podía hacerlo experimentar los límites del dolor hasta niveles insospechados, porque él podía saber que posiblemente, antes de que se percataran de su desaparición, estuviera muerto, y con él la esperanza del mundo mágico. Pero ¡Mierda!, de por si el no esperaba salir con vida más de uno o dos años más de todos modos, y dolores como esos él estaba acostumbrado a sentir, cada noche, y a demás, si bien no le importaba demasiado su vida, no era el mismo caso con la de el resto del mundo, y si el caía, también lo harían todos los demás, ya fuera por la desesperanza o por un avada. Tenía que levantarse, tenía que dar la cara, por él mismo y por el mundo muggle y mágico, y por que él sabía que podía vencer a aquel que se hallaba frente a él. Por que él poder que le había dado él amor era más que suficiente para vencerle. Pero el amor es sacrificio… y el, por medios desconocidos para todos los demás, había ofrecido su alma a esa poderosa magia a cambio de el poder de destruir a Lord Voldemort. Pero sabía que ese poder no vendría a él hasta que probara ser merecedor.

Pensó en el ser que se encontraba frente a él, y se vio a sí mismo, porque ese pudo haber sido él, de haber sido abandonado en un orfanato, y aun así, tal y como se dieron las cosas realmente, ese ser lleno de odio hacia el mundo que lo rechazó y abandonó a su suerte pudo ser él, razones no le faltaban definitivamente.

Una sonrisa llena de placer, crueldad y sadismo apareció en el rostro del Lord, sabía que ese sangrante y torturado cuerpo frente él estaba a minutos de su muerte, le complacía en definitiva ser causante de su sufrimiento, aunque le decepcionaba no haber podido sacar ningún grito de dolor del muchacho. Era hora de terminar.

-Eres el juguete que más me ha durado Potter, por eso te daré un premio, escucharé atentamente tus últimas palabras- dijo el Lord burlón. Por unos segundos pensó que Potter ya había perdido la cordura por sus crucios y no le respondería, se equivocó.

-Te…pe-perdono…Tom Riddle- dijo casi en un suspiro, esperando tranquilo su final, confiaba en que su muerte fuera sacrificio suficiente para el trato. Enfocó sus ojos con dificultad, no importaba, quería ver los ojos de su verdugo hasta el final. Lo que vio lo sorprendió, el antes oji-rojo lo miraba con ojos verdes, humanos. Su mirada demostraba sorpresa, incredulidad y confusión. Lo siguiente fue confuso. Una luz blanca los envolvió a ambos, un desgarrador grito proveniente de el mayor resonó en la instancia, y todo el lugar se sientió envuelto de una magia mas allá de lo imaginado. Harry solo sonrió, podía morir tranquilo.

Hola gente.

Esta idea nació inspirada en otro fic. Deben de entender que yo soy de ese tipo de personas cuya frase de vida es " Lo se todo, y lo que no, me lo invento" n.n así que luego de quedarme picada con un fic abandonado decidí tomarlo y cambiarlo a mi manera. Lo único que queda el la idea de Harry como papí de Tommy.

Besos y suerte.