Okay, al fin aquí estoy para cumplir este reto impuesto por MeimiCaro. Además quería comenzar con este nuevo proyecto, como todos hacían colecciones de one-shot y drabbles yo también quise unírmeles XD y que mejor forma para empezar que con un reto e.e

El reto consiste en: Escribir un fic Hiccstrid en el cual todo suceda mientras vuelan.

Y pues bueno, aquí está. Hay que aclarar que está ubicado después del capítulo: Mazas y Garras, Parte 2.

Esta historia es completamente diferente a todo lo que he escrito, además de ser muy corta… Pero en fin, que la disfruten :)

¡Te la dedico a ti MeimiCaro! (y prepárate para la dulce venganza)


"No estás solo"

Se sentía horrible, no, ¡lo que le sigue de horrible! ¡¿Cómo pudo haber caído en su trampa?! ¡¿Por qué no lo vio venir?!

Había fracasado como líder, ¿y se suponía que él sería el jefe de Berk? ¡No pudo ni liderar a los jinetes! ¿Y quieren que lo haga con toda una tribu de vikingos que, por si no ha quedado claro, son realmente tercos y no saben escuchar?

Falló en su misión de proteger el Ojo del Dragón para mantener a salvo a los dragones, ¿cómo se supone que protegerá a una tribu completa? No podría.

Viggo supo cómo vencerlo, de alguna forma se dio a la tarea de conocerlo y saber sus debilidades; y por eso falló. Se confió, creyó que lo lograría y falló. Pero eso no volvería a pasar. Estaba dispuesto a enmendar su error y para ello primero tendría que encontrarlo, solo entonces podría vencerlo y recuperar el Ojo del Dragón. Pero, ¿lo hacía por eso o por querer reparar su orgullo perdido en ese enfrentamiento?

— ¡Aggghhh!—Gritó con desesperación desde la montura de Chimuelo dejándose caer de espaldas para terminar acostado sobre este mientras volaban entre las nubes—. Soy un inútil—Susurró con pesar siendo observado por su amigo quien se encontraba realmente preocupado por él, y no era el único.

—No, no lo eres—Le respondió una voz que bien conocía y que no pudo evitar sentirse tranquilo al escucharla, y más tranquilo se sintió cuando la vio acercarse en la Nadder azul—. Sé que lo que pasó con Viggo…

— ¿Te refieres al fiasco?—Interrumpió con molestia.

—Hipo—Suspiró, ya habían tenido esta conversación antes, pero por más que ella intentaba hacerlo entrar en razón simplemente no lo conseguía—, él no está allá afuera—Trató de razonar con él, de nuevo—. No puedes encontrar a alguien que no quiere ser encontrado, ¡y mucho menos si lo haces tú solo!

—No estoy solo, tengo a Chimuelo—Se defendió volviendo a sentarse en la montura para encararla, el Furia Nocturna emitió un gruñido en apoyo a su amigo.

—Sabes de lo que hablo—Contraatacó ella—. Necesitas descansar Hipo, si sigues pensando con la cabeza caliente jamás encontrarás una solución.

— ¿Y qué quieres que haga Astrid?—Exclamó desesperado—. ¿Qué espere a que logren abrir el Ojo del Dragón y comiencen a cazar a todos los dragones?

—Nosotros tenemos la llave, ellos no…

—Pero podrían conseguir una, si descubren que la clave son los Espectros de Nieve…

—Eso no pasará—Le tranquilizó—. Hipo, encontraremos una solución, juntos, como equipo. No puedes seguir intentando resolverlo por tu propia cuenta.

—Yo cometí el error, Astrid—Dijo con voz más tranquila—. Es mi problema y yo soy el único que lo puede resolver.

—Hipo—Le llamó cuando lo vio bajar la mirada—. Nosotros siempre te apoyamos, estuvimos de acuerdo contigo en hacer esa misión prácticamente suicida; fue culpa de todos.

Ninguno de los dos dijo nada más, solo se limitaron a volar en silencio, uno junto al otro, debatiéndose mentalmente en qué hacer para solucionar el problema.

—Escucha—Llamó nuevamente Astrid—. Si quieres seguir buscando a Viggo está bien, no te detendré. Pero al menos déjame acompañarte, deja que nosotros también ayudemos a buscarlo—Pidió con ojos suplicantes, una mirada a la cual Hipo nunca pudo decir que no y esa no sería la excepción—. Y usen la armadura, por protección—Continuó, esta vez regañándolos con la mirada.

— ¿No aceptarás un "no", verdad?—Comentó con un toque bromista. El verdadero Hipo comenzaba a volver.

—Ya me conoces—Rio con diversión—. ¿Entonces tenemos un trato?—Quiso saber.

—Ya me conoces—Repitió él—. No puedo decirte que no, My Lady.

—Excelente—Sonrió satisfecha y sonrojada a la vez por el nombre con el cual se refería a ella—. En ese caso, ¿me aceptas una carrera?

—Eso no tienes que preguntarlo—Sonrió ajustando la cola de Chimuelo y preparándose para lanzarse en contra del viento.

—Ese es el Hipo que conozco—Mencionó entusiasmada al verlos volar con rapidez—Y el que me gusta—Pensó, sonrojándose.

Fue el gruñido por parte de su amiga lo que la sacó de tales pensamientos, lanzándose igualmente en contra del viento para alcanzar al jinete del Furia Nocturna comenzando así a competir entre bromas y risas.

Tal vez no podría hacerlo entrar en razón por completo pero, al menos, por ese momento podría hacerlo olvidar sus problemas y, poco a poco, hacerle entender que no está solo y que no todo está perdido.

Sí, Viggo ganó la pelea, pero la batalla aún estaba por decidirse…


Y eso es todo. Muy corto, lo sé… Y muy aburrido. Pero en fin, tenía planeado que fuera más largo, dramático y con final desastroso, pero ya los he hecho sufrir demasiado y no quería tardar más tiempo en cumplir con este reto.

Además quería comenzar ya con este proyecto nuevo que, si bien no estaré actualizándolo muy seguido ya que la prioridad son los otros fics, igual estaré pasándome por aquí para dejarles alguna historia pequeña que se me vaya ocurriendo en el momento.

Y bueno, espero les haya gustado… En especial a ti MeimiCaro

A todos los que leyeron hoy… GRACIAS