Naruto no me pertenece... y ninguno de los personajes, a excepción de aquellos cuyos nombres no les suenan familiares de la serie.
UNA NUEVA GENERACIÓN
Primera misión
Recordemos un poco...
-El objetivo esta cerca sensei –dijo una vocecilla chillona, infantil y femenina, al micrófono cerca de sus labios, recibiendo una rápida respuesta a través de el audífono colocado en su oído derecho, recibiendo de igual modo, otras dos personas más.
-¿Qué tanto? –contesto un hombre, (por el timbre de voz, ya mayor), logrando, que su voz se cortara un poco gracias a la interferencia, del mundo exterior.
-Unos 30 metros, al frente, sensei –contesto ahora, una voz masculina, gélida, sin emoción alguna, pero indudablemente la voz de un infante, saltando de entre las ramas de unos arboles a otro más cercano, siguiendo con su misión.
-Bien…-contesto el superior- podrán tener contacto visual con el objetivo en cualquier momento
-Hai senseniiiiiiiiiiiiiii –dijo nuevamente la voz femenina
-Podemos verlo –contesto una cuarta voz, infantil igual que las otras dos, ronca y tranquila, pero indudablemente por su timbre de voz se podía saber que provenía de un hombre –estamos muy cerca de el –se detuvo, tocando con la punta de sus dedos, la base de un tronco, escuchando a dos pasos de el, las respiraciones de sus compañeros de equipo, el grupo estaba reunido, ajusto su audífono.
-Esperamos ordenes sensei
-Muy bien… intercepten al objetivo, pero… acérquense con cautela –dijo su superior, ajustando su audífono - ¡Samui, Shiratori, Amai!
-Hai sensei –contestaron ellos, cada quien a su propio estilo particular, dandole entender a su superior que habían acatado bien las ordenes…
Ajustaron cada uno, su banda recién recibida, (todos la llevaban a la frente), imitando cada uno, el estilo que sus padres, habían utilizado hacia varios años atrás…
Amai, quito de un movimiento brusco su largas coletas rubias, empuño, su mano… tal cual como hacia cada vez que se presentaba una situación de vital importancia.
Samui, cruzó sus brazos con gesto desenfadado, y Shiratori, con ese estilo característico para dar ordenes, (que había heredado, perfectamente de su padre) pregunto.
-¿Todos listos?
-Hai… Shiratori-kun -contesto alegremente su prima
-mmph…-respuesta dada por el tercer miembro del equipo 7.
-A mi señal
-¿Por qué tiene que ser a la tuya?
-No van a empezar, otra vez ¿verdad?
-Porque yo lo digo…
-Hey… chicos…
-Gran explicación genio
-Chicos…
-No me digas así
-Chicos...
-¿Que acaso te molesta no ser el genio que fue "papi"?
-Chicos...
-¡Te estas pasando del limite!
-¡¡¡¡CHICOS!!!!
-¡¿Qué?!
-Se nos escapa el gato…
-¡El gato!...
-¡La misión!
Los dos jovenes se vieron con no muy buenos ojos antes de seguirlo, la discución tendría que esperar un poco más...
El equipo, numero siete recién formado, gracias a la información de la Uzumaki, saltaron de entre las copas de unos ancianos árboles al suelo, donde una vez sus pies tocaron el piso, corrieron hacia los matorrales, donde la figura gatuna, luchaba por escapar y perderse entre los árboles.
Sin embargo los jóvenes shinobis, fueron más rápidos, los dos mayores, saltaron frente a el, sujetándolo la chiquilla rubia, de la cola, el joven heredero del clan Uchiha de las patas, delanteras.
Logrando solo con eso, que el gato, luchara con garras y dientes literalmente librarse del brusco agarre.
-¡Atrapamos al gato! –chilló la niña, sujetándolo fuerte de la cola -¡lo atrapamos¡lo atrapamos!-sus coletas rubias brillaron bajo el sol, su sonrisa relució mientras los maullidos del animal se hacían cada vez más insistentes.
-¡Cállate! –espeto el shinobi, el cual luchaba con todas sus fuerzas para que el animal no le sacara un ojo, su cabellera azabache se salvo solo de un pelo, de sus garras, miro de forma recriminante a la pequeña y bonita niña frente a el -¡y sujétalo fuerte¿Quieres Amai?
-Hai… hai Samui-kun –contesto ella, agarrando al gato, de la barriga inmovilizándolo logrando solo un par de rasguños, sin importancia…
El tercer miembro de su equipo permaneció de pie a su lado, mirando como sus dos jóvenes compañeros luchaban aún con el animal, llevo su mano a su oreja, izquierda ajustando el audio de su intercomunicador…
-Sensei –dijo el en voz baja
-¿Lo tienen?
-Hai… -contesto este mirando al felino que aún luchaba por escapar –lo tenemos
-¿Tiene un liston rosa en la oreja? –dijo el chiquillo mirando como efectivamente el animal lo tenía…
-Si –contesto el nuevamente mirando como el gato le daba un terrible arañazo, al Uchiha, sonrió malignamente
-Se lo tiene bien merecido
-Lo tiene
-Bien hecho chicos –contesto la voz del joven sensei, su tono de voz sonaba realmente feliz – primera misión cumplida
-Hai –dijo este –cambio y fuera Konohamaru-sensei
00000
Esa noche…
-¡Mamaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! –dijo la chiquilla abriendo de golpe la puerta de la mansión Uzumaki, con una sonrisa radiante en el rostro, una bandita adhesiva en la mejilla y un par de arañones en los brazos aunándose a sus rubias y largas coletas enredadas, un típico cuadro de un niño hiperactivo -¡ya llegamooooooooooooos!
-¡Amai! –llamo su madre, elegante y hermosa como siempre, saliendo hacia el corredor, recibiendo a medio camino a su hija, reconociendo a sus dos jovenes y apuestos acompañantes, su sobrino Shiratori, el cual al verla hizo una profunda reverencia y al tercer compañero de equipo y amigo de toda la vida de su hija, el cual solo se cruzó en brazos con un gesto de visible molestia. –pero…
-Llegamos má –contesto esta rascando su nariz con un gesto curioso sonriendo amigablemente
-Pero… mira como vienes –Hinata llamó en un tono de voz, indiscutiblemente maternal, inclino su cuerpo para sacudir su hombro de su hija –toda empolvada ¿estas bien? –contesto ella, mirando los arañazos y la bandita.
-Hai –dijo ella, moviendo la cabeza afirmativamente –esto es el resultado de nuestra una misión altamente exitosa
Hinata sonrió afablemente, su expresión le recordó demasiado al de su hiperactivo y amado esposo
-Es cierto casi lo olvidaba –contesto ella con una sonrisa sincera a sus los compañeros de su hija
-Pero como puedes olvidarlo Hinata –contesto una voz masculina desde fuera de la puerta –si hoy nuestra Amai iba a llevar a cabo su primera misión
-¡Papa! –grito la pequeña, volteándose para ver a su padre llegar de un arduo día de trabajo en las oficinas Anbu, miró a su pequeña, estaba empolvada de pies a cabeza, rasguñada y con el cabello enmarañado, eso solo podía significar una cosa:
Su primera misión había sido todo un éxito:
-¿Qué tal su primera misión? –pasó su mano sobre su cabeza enredo aún más sus largas coletas
-Ha sido… –comenzó a hablar la pequeña, viéndose interrumpida pronto por la voz ronca y nada amable de su compañero
-Un fracaso total –contesto el, con una mirada de hastio, el padre de su compañera alzó las cejas sorprendido
-¿Cómo?
-Fue una misión de lo más aburrida –siguió diciendo este –tuvimos que atrapar a un gato viejo y feo que escapo de una señora gorda y más fea aún que el gato…
-¡Samui! –le reprendió en voz baja el primo de Amai, la cual en vez de verse irritada, soltó una risita
-¿Un gato? –masculló Hinata mirando levemente sorprendida a su única hija, la cual parecía que con cada segundo que pasaba estaba más divertida
-Hai mamá… hubieras visto a su dueña –miro con ojos brillantes a su padre, el cual consideraba que esa misión le parecía demasiado familiar, Amai infló las mejillas, y estiró los brazos hacia los lados -así de gorda –soltó otra carcajada contagiosa-el gatito tenía un listón en una oreja, -llevo su mano hasta arriba de su cabeza – pero el pobre estaba tan viejo que apenas si se podía mover –rió alegremente, mientras que con cada palabras que decía parecía alzar un poco más la voz – aunque… ahora que lo pienso su dueña no era tampoco nada joven… tal parecía que tenía ese gato como desde hace unos 20 años… o tal vez más… –abrió los ojos de par en par, llena de emoción - pero aún así parecía una loca cuando le entregamos al gato… parecía como si lo fuera a destripar… ¿a que si? - volteo a ver a su primo el cual movió la cabeza afirmativamente, con los ojos desorbitados, parecía haberse perdido a media conversación de su prima, Amai sin siquiera notarlo volteo al otro lado, golpeteo las costillas de Samui –verdad que si… Samui-kun….
-tsk…
-Pues me alegra que…
-Kyaaaaaaaaaaaa –dijo entonces su padre con ese semblante de niño eterno y risueño, soltó una carcajada ganándose con ello la mirada interrogante de los presentes, los cuales se mostraban realmente sorprendidos, era raro ver reír tan espontáneamente a alguien, sobre todo cuando no se ha dicho nada que hiciera valida su alegría
-Jajaja –siguió riendo este, ignorando olímpicamente la mirada de recelo de Samui –el gato… claro… claro ahora lo recuerdo –se enjuago los ojos los cuales se le habían llenado de lagrimas –pobrecito tantos años y no escapar de esa… me sorprende que haya vivido tanto –solto otra risa aún más contagiosa que la primera
-Pero como –llamo Hinata entendiendo un poco más de lo que estaba hablando su esposo -¿quieres decir que conoces al gato?
-Y también a la dueña –contesto este guiñándole un ojo a su esposa, con un gesto sincero y coqueto –paso un brazo por encima de su hombro –que les parece si les cuento en la cena
-HAAAAAAAAAAAAAAAAAAAIIIIIII –gritó su pequeña hija la cual, parecía que con cada palabra que dijera su padre parecía emocionarse de sobremanera…
-Si por supuesto –contesto Hinata, mirando la mirada de eterna respeto y admiración que Amai le dedicaba a su padre.
-¿Nos acompañan… Shiratori… Samui? –llamo este, mirando a su sobrino, el cual negó como siempre de la forma más elegante que podía, sin duda, había recibido buenas lecciones de su padre.
-Lo siento… pero tengo que rechazar su invitación, prometí a mis padres llegar temprano, pero le agradezco profundamente…
-Entiendo –contesto Naruto, alzando una ceja, sorprendido de que un niño tan pequeño, fuera capaz de contestar tan cortésmente.
–¿Y tu Samui? –el rubio y las dos mujeres de su vida, voltearon al lado de su bonita hija, donde se suponía debía estar el ninja, pero en su lugar, solo había vació y una enorme y abierta puerta tras ellos…
-¿Samui?
-¿Donde esta?
-Creo que... ya se fue
-Tan idiota como siempre –masculló Shiratori, olvidando por un segundo su educación, siendo nublada por lo grosero que podía llegar a ser el vástago de los Uchiha.
-Shiratori –espetó Amai molesta
-¿Qué? –dijo este sin intimidarse nada
-Supongo que tenía mucha prisa –mintió Naruto sabiendo que Samui tenía el mismo carácter que su padre, Sasuke Uchiha, y de paso su mejor amigo, sabía que era mentira pero decir la verdad frente a su hija, solo la lastimaría
-Si… es lo más seguro Naruto… pero vamos… que la cena se va a enfriar… Amai
-Empiecen sin mi ¿quieren? –dijo ella con una sonrisa sincera en su rostro
-¿Como?
-No me tardo nada –contesto esta desapareciendo tras la puerta, misma por la que había salido Samui sin siquiera despedirse hacía unos segundos.
-Espera Amai
Muy tarde la pequeña ya estaba muy lejos…
00000
-Idioteces… simplemente son idioteces –tiro una piedra con la punta del pie, caminando de lo más relajado en una oscura y tranquila calle de Konoha. –Atrapar un gato –soltó un resoplo de desprecio –gran cosa –volvió a golpear la piedra con la punta del pie, ahora con más fuerza -que bola de tonterías
-Bueno –dijo una voz femenina muy cerca de el, tanto que casi le asusto, la única descendiente de los Uzumakis, estaba detrás de el, susurrando a su oído, le erizó la piel.
–Tal vez lo sean –Amai dio un par de pasos para poder quedar frente a el sus ojos platinados, se posaron en los esmeraldas de el, sus ojos generalmente llenos de ternura le miraron con dureza, le intrigó, nunca le había visto esa mirada, trago saliva, dificultosamente, la mirada endurecida de la joven desapareció en un segundo –pero debes de aceptar que al menos fue divertido –soltó la misma risita tonta y titilante con la que le había conocido, Samui suspiro.
-Seguro fue solo una ilusión óptica, Amai, no tenía el coraje para mirarle así
-Amai –dijo este, una vez que la chiquilla dejo de reir -¿Qué haces aquí?
-Bien –contesto ella, sin siquiera verse un poquito molesta por ese tono de voz tan gélido, tal parecía que estaba demasiado acostumbrada a eso. –te fuiste sin siquiera despedirte pensé que tal vez… ¡hey! –Samui había empezado a caminar, sin siquiera poner el más mínimo interés en sus palabras.
La chica le tomo del hombro logrando solo así que se detuviera –¿no vas a escucharme?
-No –contesto el –si lo único que vas a decirme, son tonterías
-¿Tonterías? –espeto ella con un tic en el ojo derecho, una palpitante venita en la frente.
-Hai –confirmo el –tonterías –hizo un movimiento brusco con sus hombros, logrando que la chiquilla le soltara, logrando de este modo, que el empezara a caminar otra vez, deteniéndose una vez que estuvo lo suficientemente lejos, pero esta vez, no por sus brazos, sino más bien por sus palabras.
-¡La verdad que no lo entiendo… no entiendo porque estas tan molesto!
El joven detuvo finalmente sus pasos, le miro por encima del hombro, con una sonrisa sarcastica bien dibujada en sus labios.
-¿No entiendes porque estoy molesto?
-Eso dije… -Samui metió las manos dentro de sus pantalones, camino un poco hacia ella, con una ceja en alto, y una mirada de clara superioridad que por más que trato no logro intimidarla ni un poco
-¿Acaso te parece poco por lo que hemos pasado hoy?
Amai, le miro como si no le entendiera lo más mínimo
-Tuvimos nuestra primera misión
-Atrapar un gato –dijo este con sus palabras bien marcadas por el desprecio –no puede considerarse ni siquiera una misión
-Samui… creo que te tomas todo muy enserio…
-¿Qué no lo entiendes Amai? –le miro todo molesto –esto… mejor dicho… "esa" misión, no es para nosotros
-¿Nosotros?
-Somos hijos de los Sannins de la Aldea –contesto el todo arrogante - los guerreros más poderosos de toda Konoha he sido entrenado por uno de los hombres más fuertes de toda la aldea, y lo único que obtenemos, a cambio, es una misión absurda, tonta, y aburrida, en donde el objetivo es atrapar un gato!
La voz de Samui sonó terriblemente peligrosa, era ronca, y sus ojos irradiaban coraje, y pura decepción bien visible en sus ojos, y molestia que se incremento al escuchar la risa ahogada provenir de la chica de cabellos de oro y ojos de plata
-No le veo nada de malo
Samui ni se sorprendió por su respuesta, le miró con cierta lastima
-No, no lo entiendes -dijo este tratando de voltearse pero la chiquilla se lo impidió jalándole de la manga del traje, con cierta brusquedad.
-Eres demasiado arrogante Samui –contesto ella, mirando por unos segundos una clara muestra de confusión dibujada en sus ojos, nunca nadie le había dicho eso, (aunque la mayoría de las personas lo pensara), y menos aún ella, puesto que desde que tenía memoria, todo lo que hacía el, o dejaba de hacer, estaba más que perfecto para la Uzumaki, pero ahora… -y eres tú el que no entiende nada –continuo ella.
-¿Qué? –Samui apreto los dientes.
-Nuestros padres son Sannins ahora, es cierto –movio la cabeza afirmativamente - pero no empezaron siendo lo que hoy son, empezaron igual que nosotros, desde cero, desde abajo, con el firme objetivo de no dejar a un lado su camino ninja, no despreciando misiones, solo por su sencillez… -Samui le miro con los ojos bien abiertos.
¿Desde cuando la chiquilla tonta y risueña que había conocido toda la vida se había convertido en una chiquilla más cerebral?
Bien tal vez lo hubiese sido siempre, pero el era tan orgulloso que nunca se había dado el tiempo para escucharla profundamente.
Tal parecía, que Amai… había cambiado... solo un poco…
Amai soltó otra vez esa risita antes de comentar risueña
-Quien sabe –se encogió en hombros, y de forma un tanto infantil comento -y hasta empezaron como nosotros, atrapando un gato
O tal vez no
-mmph
Amai solo su manga, con era mirada gélida puesta sobre el
-Piénsalo quieres ¿Samui-kun? –contesto ella de forma risueña, y sin que ninguno de los lo esperara realmente la jovencita, se inclino un poquito para tocar su mejilla con sus labios, su primer beso infantil estaba dado y tambien abriendo un nuevo capitulo, en su vida.
Amai separo sus labios con rapidez, logrando que la cara del joven se pusiera de un vivo color rojo, Samui, entrecerró sus ojos, solo para mirar a la niña frente a el, estaba sonrojada, y con una enorme y sincera sonrisa dibujada en sus labios, sus ojos enfocados en cualquier otra cosa menos el, sonrió de cierta forma que hacia su vinculo con Naruto más evidente que nunca.
-¿Piénsalo… quieres?
Y sin decir más, la chiquilla se perdio en la oscuridad de la noche, con los ojos del Uchiha puestos sobre ella, llevo una mano a su mejilla, aún sentía ese calido hormigueo cuando sus labios, besaron su mejilla, sintió la cara arder, pero esta vez no tanto de vergüenza…
Sonrió débilmente…
Tal parecía, que no solo ella era la que había cambiado…
000000
Bien… dado que si hubo más gente que creyó que la idea, de hacer un fic, cortito de los hijillos de nuestros personajes favoritos, (aparecidos por primera vez, en mi fic, de "la prometida de Hyuga Neji") no era una idea tan descabellada, y heme aquí, y es cierto, que alguien me dijo k algunas veces son súper aburridos, los fics, en donde los protagonistas, son los hijos de los protagonistas, (si no lo sabre yo), pero por eso, el fic va a ser cortito, dos capítulos más, de más o menos las mismas hojas, en donde se dara a conocer que les paso a todos en mi mundo bizarro claro esta, gracias por leer, y espero sinceramente que les guste, honestamente, espero que no pase como aquel, dicho tan famoso, "no es lo mismo los tres mosqueteros que 20 años despues", quien haya leído esos dos libros me entendera perfectamente.
En fin nos leemos pronto, (espero) besos.
