Bueno, este es mi primer crossover y quisiera conocer vuestra opinión. Comentad siempre que podáis!
Decir además que el primer capítulo es bastante corto y no cuenta casi nada de la trama, pero para compensaros: es rated M xD
Ni Castle ni Rizzoli & Isles me pertenecen. Si fuera así, este crossover sería real xD
Capítulo 1:
Jane se dio la vuelta en la cama para "agredir físicamente" al despertador que no dejaba de sonar. Cuando logró apagarlo se giró otra vez y se frotó los ojos. Ya no había nadie al otro lado de la cama. Ella así lo había decidido. Hacía ya dos meses que Casey era general del ejército y, aunque a veces echaba de menos dormir acompañada, la verdad es que no se arrepentía de su decisión. Simplemente, sus aspiraciones no eran compatibles. Para él era demasiado importante su carrera, y para ella lo era su independencia y su forma de vida, a la que se había acostumbrado. Ahora eran amigos o, mejor dicho, volvían a serlo.
Tras unos minutos, se levantó a sabiendas de que Maura estaba a punto de llegar para ir a correr juntas, y si no estaba preparada empezaría a recitarle una lista de posibles padecimientos causados por la falta de ejercicio y/o salud.
En realidad no le molestaba que hiciera eso, lo de recitar, pero disfrutaba más viendo su cara de paciencia infinita cuando ella repetía mal alguno de los términos. Para eso están las amigas, ¿no? Para desquiciar a la otra y que no pase nada.
Suena el timbre: ya ha llegado. Jane abre la puerta y se encuentra cara a cara con una forense muy bien conjuntada, aunque vaya en chándal. Qué guapa está siempre. Se sonríen y, sin necesidad de mediar palabra, salen a completar su rutina diaria.
-x-
Feliz. Hace mucho tiempo que no se siente así, al menos no lo suficiente. Pero esta mañana, al despertar en los brazos de Castle, Kate Beckett es feliz. Y más después de la "noche de San Valentín" de anoche. Se da cuenta de que tiene una sonrisa ñoña en el rostro y se apresura a quitarla. ¿Cuándo se ha vuelto tan cursi?
Siente al escritor removerse debajo de su brazo y lo ve abrir los ojos. Él, ni corto ni perezoso, junta su cuerpo con el de su musa para darle un abrazo de oso y hablarle al oído.
- Buenos días, detective – susurra.
- Buenos días – sonríe ella. Anoche no se molestaron en ponerse el pijama (ni ninguna otra prenda de ropa), así que solo la fina sábana se interpone entre ellos. Y está empezando a hacer mucho calor.
Kate pasa las manos por su espalda y le muerde el lóbulo de la oreja. Él no tarda en responder. Se coloca encima de un solo movimiento y ataca su boca con un beso húmedo y hambriento. La sábana desaparece. Incontables caricias, besos y "mordiscos" después, Castle se introduce en ella con una sola embestida, un poco brusca, y la mira un poco preocupado. Ella nota su (innecesaria) preocupación, coloca una mano en su nuca y lo acerca hasta que sus alientos se entremezclan.
- Ya tuvimos suficiente ternura anoche, ¿no crees? - dice en un tono condenadamente sexy. Estuvo a punto de acabar sólo con eso.
"Esta mujer me va a volver loco", piensa el escritor. Siente sus dedos enredados en el pelo, incitándole a que siga. No se hace de rogar. La besa otra vez y luego la mira. Porque le encanta verla cuando hacen el amor. Su rostro refleja admiración, placer, felicidad, amor. Todo al mismo tiempo. Establecen un ritmo, ni muy rápido ni muy lento, permitiéndoles sentir al máximo. Tras unos intensos minutos, ambos llegan al clímax.
Se quedan así unos segundos. Abrazados, conectados... hasta que el móvil de Beckett empieza a sonar. En la pantalla se puede ver el icono de la comisaría. Ambos suspiran con fastidio.
- Beckett – dice con la voz un poco entrecortada -. No, no, estoy bien. Es que... he salido a correr – Castle la mira con una ceja levantada -. Sí, Ryan, a estas horas. ¿Me dices porqué me has llamado? - se levanta mientras escucha y empieza a buscar la ropa (tirada en el suelo) con Castle -. Vale, bien, nos vemos allí.
- ¿Qué ha pasado?
- Han encontrado el cuerpo de una chica en su apartamento. Parece que fue torturada – Beckett puso cara de disgusto. Morir joven ya era bastante malo, pero sufrir tanto antes...
Castle se acercó a ella y besó su mejilla.
- Cogeremos a su asesino – prometió.
¿Sigo?
