Capítulo 1: Llegada.
¡Hola a todos! Ésta será una historia diferente a las que he hecho hasta ahora pues la protagonizarán dos personas de carne y hueso, y no personajes ficticios. Esas personitas son Cory Monteith y Lea Michele, quienes juntos - como bien sabemos que están en la realidad - hacen Monchele, y este fic tratará justamente sobre esa pareja. Está situada en un universo alterno, donde nunca existió Glee y por lo tanto jamás se han conocido. ¿Están listos para sumergirse en él? Ok, aquí vamos :)
DISCLAIMER: Ni Glee ni sus personajes, mucho menos sus actores, me pertenecen.
Cory quedó boquiabierto al mirar por la ventanilla del avión y encontrarse con los primeros rastros de la ciudad de Nueva York. Claro que había oído más de una vez acerca de lo gigante que ésta era, pero jamás habían sido sus propios ojos quienes se lo demostraran. Si desde arriba se veía así de alucinante, ¿cómo se sentiría estar realmente allí?
El entusiasmo del canadiense, que ya era de por sí bastante grande, comenzó entonces a aumentar a la velocidad de la luz. No veía las horas de aterrizar, despachar su equipaje, y empezar a recorrer cada rincón posible de la Gran Manzana. No sabía por qué exactamente, pero sentía que este viaje sería mucho más que otro destino donde dar un concierto.
Una vez en el aeropuerto JFK, Cory y sus compañeros de la banda Bonnie Dune tomaron un taxi hacia el hotel donde se quedarían. Aunque éste no era un lugar demasiado lujoso, estaba muy bien ubicado, y aquello era más que suficiente para ellos.
Dado que tenían sólo un par de horas hasta tener que presentarse, decidieron usarlas para ducharse por turnos (sólo había un baño para los cuatro) y así prepararse para la función. Cory fue el último en hacerlo, pues antes estaba muy entretenido con la ventana de la habitación - cuya vista era nada más y nada menos que el Times Square - como para priorizar su higiene.
Un cartel de mediano tamaño que aparentemente anunciaba un musical llamado "Les Miserables" había captado su atención en particular mientras exploraba esa famosa calle con la mirada. Sin embargo, no era el musical precisamente lo que le había hecho desear haber traído un par de binoculares para contemplar mejor el cartel, sino la cara de la hermosa morena que lo protagonizaba.
Algo en esos oscuros ojos parecía decir mucho más que unos comunes y corrientes, como si estuvieran persuadiéndolo ellos mismos a que fuera a ver el musical. Pero Cory no era de los que les gustara ese tipo de cosas. Él pertenecía al mundo del rock, y Broadway no encajaba allí bajo ningún punto de vista. Ni siquiera una muchacha tan bella como la del cartel podría hacerlo cambiar de opinión, por lo que optó por olvidarse de ello y tomar su ducha antes de que sus amigos terminaran arrojándolo por esa ventana que tanto parecía entretenerlo.
Mucha gente parecía haber concurrido al estadio. Al menos más que la que esperaban, pues no eran una banda demasiado conocida e iba a ser la primera vez que tocarían en esa ciudad. Los chicos estaban por entrar al escenario, cada vez más ansiosos, cuando de repente un desconocido apareció entre las bambalinas.
- ¿Podemos ayudarte? - preguntó Justin.
- Sí, es... un pequeño favor que me gustaría pedirles. - respondió el chico del cabello enrulado.
- Pues pídelo, amigo. - lo animó Seth.
- Bueno... Hoy es el cumpleaños de mi mejor amiga, y la he traído aquí para levantarle un poco el ánimo pues acaba de romper con su novio...
- Oh, pobrecita. Entonces... ¿qué podemos hacer? - insistió Jared, el manager de la banda – Espero no sonar como un mal educado, pero los chicos tienen un show que dar.
- Sí, lo siento... No quiero comprometerlos, pero... ¿podrían decirle feliz cumpleaños durante el concierto?
Los miembros de la banda se miraron entre ellos, sorprendidos por el pedido, y con miradas cómplices tomaron su decisión.
- La respuesta es, chico... - Justin se detuvo un momento, juguetón, antes de terminar la frase - ¡claro que sí!
- Sólo dinos el nombre de tu amiga. - propuso Cory amablemente.
- Lea... Lea Michele. - contestó el muchacho con una gran sonrisa en su rostro.
- Genial, cuenta con nosotros. - le aseguró Seth.
- ¡Muchas gracias, chicos! Los dejo en paz, ¡rómpanse una pierna!
El joven se esfumó tan rápido como había llegado, y Josh lo vio irse con desconcierto.
- ¿Escuché mal, o ese tipo nos deseó que nos fracturáramos? ¡Qué manera de agradecernos! - exclamó, decepcionado.
Seth, Justin, Jared, y Cory se rieron al unísono.
- Si no me equivoco, eso en teatro significa suerte. - aclaró este último.
- Vaya, ¿quién diría que Cory Monteith conocería del idioma de Broadway? - bromeó Jared, ganándose las carcajadas de los demás.
- Cállate, y empecemos de una vez.
Al escuchar la palabra "Broadway", Cory no pudo evitar acordarse de la chica del cartel de Times Square. Sin embargo, cuando ingresó al escenario y se encontró con toda esa multitud dispuesta a deleitarse con la música de él y los chicos - que por supuesto no tenía nada que ver con tontos musicales - rápidamente ese recuerdo volvió a quedar en el olvido.
El concierto iba genial, el público parecía encantado con las canciones de Bonnie Dune, y seguramente la mayoría no iba a irse del estadio hasta que llegara a su fin. La mayoría, en realidad, eran todas las personas que estaban allí menos Lea, quien si bien tenía que aceptar que la música era buena, no estaba nada a gusto en ese ambiente.
- Jon, en serio, ¡larguémonos de aquí! - le rogó a su mejor amigo por tercera vez en la noche.
- ¡Es tu cumpleaños, Lee! Tienes que divertirte, ¡no se cumplen veinticinco años todos los días!
- Justamente, como es mi cumpleaños, tienes que dejarme festejarlo del modo que yo quiera, ¡y eso definitivamente no es aquí!
- ¡Disculpa, no logro escucharte, hay demasiado ruido! - mintió Jonathan, recibiendo un golpe de parte de su amiga en el brazo.
- Está bien, quédate, ¡me iré sola! - avisó ella, molesta.
- ¡No! Espera, aguanta un ratito más... ¿por favor?
La mirada de cachorrito abandonado de Jon fue, como siempre, más fuerte que ella, y no tuvo otra opción más que ceder - aunque a regañadientes, claro.
- ¿Cómo están todos, Nueva York? - preguntó Justin, en el micrófono, al terminar la canción que estaban tocando hasta entonces. - ¡Así me gusta! Bueno, ahora quisiéramos saludar a una amiga que está escondida por allí, ¿cómo era su nombre, chicos?
- ¡Lea!... Lea Michele. - pronunció Cory desde las baterías, incapaz de olvidar ese nombre pues por alguna razón se le había quedado grabado apenas lo escuchó.
- Eso, Lea, queremos desearte un muy feliz cumpleaños. ¿Dónde estás, linda? - inquirió el vocalista principal.
- ¡AQUÍ! - gritó Jon, señalando a la cumpleañera de la manera más notoria que logró. - ¡ELLA ES LEA!
- ¿Qué? - preguntó la misma sin comprender - Jon, ¿¡qué haces!
El público empezó a abrirse hasta dejarla expuesta - el estadio era al aire libre, sin siquiera asientos ya que no alcanzaban los fondos de la banda para costearlos -, mientras todos miraban a Lea con sonrisas de, irónicamente, "feliz cumpleaños".
Ella, por su parte, no podía desear otra cosa que no fuese que se la tragase la tierra. Por supuesto que no era una chica tímida, estaba más bien bastante acostumbrada a ser el centro de la atención, pero allí, entre esa gente extraña que sólo le sonreía por ser su cumpleaños cuando de verdad no se sentía de humor para festejarlo, la calidad de estrella se le había borrado enseguida.
En cuanto a Cory, necesitó parpadear un par de veces para asegurarse de que no estaba viendo mal, de que esa chica era realmente idéntica a la del cartel: igual de hermosa, igual de única. Y casi inconscientemente, se levantó de su posición para arrebatarle el micrófono a Justin de las manos y apoderarse de él.
¿Y bien? ¿Qué les pareció? ¡Cuéntenmelo en un review o tweet (MonteithlyCory)! ¿Qué hará Cory con el micrófono? Tendremos que esperar hasta el próximo capítulo para saber la respuesta... :)
Love,
Mari.
