Renuncia: Naruto es de Masashi Kishimoto.
N/A: Por el SasuSaku Month 2017, día 30.
Prompt: Pequeña Niña.
¡Disfruten!
Pequeña Niña
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Sarada es una inocente niña que sabe absolutamente nada del mundo al que ha llegado. Ese que es corrupto y cruel.
Sin embargo, Sasuke puede sentir tranquilidad. Al ver a su esposa sonriendo a la bebe que tiene entre sus brazos.
Le da una sonrisa, de esas que son similares a las que a él le ha propinado.
Dulce. Cálida.
Que alguna vez no notó. Que alguna vez menosprecio.
Solo que ahora no ha evitado sentirse atraído hacia ella y su sonrisa, la que estuvo para él y le recibe en un ambiente tan cálido. Sakura le acompaña con sus sonrisas a todos lados, es lo que más le ha llenado el corazón en esos meses, desde que le anunció que estaba embarazada o cuando ha acariciado su vientre a escondidas.
Desorbitado. Confundido. Egoísta. Si, egoísta.
Es egoísta, y se pregunta quien ahí lo que no merece. Él a consciencia de ello y que lo quiera ver sufrir más. Sakura, quien es tan bonita con sus cabellos rosa. Sakura, quien es tan bonita con sus ojos esmeralda. Sakura, quien es tan bonita con esa delineada boca que dice suavemente 'Sasuke-kun', cuyo detalle que no sabe cuándo le empezó a gustar.
Pero aun así cree tener suerte.
Al la portadora de sonrisa meliflua haya tenido en su vientre a Sarada. Sarada Uchiha, de cabellos negruzcos y sangre maldita por el odio. Eso debe de asustarle, pero la sensación de tenerla a ella a su costado le da paz. Al menos por segundos, instantes.
En ellos, aunque no se crea merecedor de todo ese amor que Sakura le da y le da siempre y que Sarada es más de ese amor que le ha dado. Pero le gusta ese amor y lo aprecia.
Él que más aprecia. Él que más agradece. Después de ver esa posibilidad tan alejada durante un tiempo, bastante tiempo. Él poder tener una vez más una familia.
Que le ame, que le espere.
Ya que lo más posible es que no esté ahí para siempre, como una familia unida. Sasuke tendrá que irse y las dejara solas por mucho, mucho tiempo. Eso lo saben ambos, sobre todo ella, pero no hay pizca de melancolía. Sakura no exige más, no ahora que ella considera tener más de él de lo que se hubiera esperado o haya querido, con Sarada en brazos, es feliz y eso a Sasuke también, inconscientemente lo hace feliz a él, que ha sido miserable toda la vida.
Pero también sabe, que su esposa no es cualquier mujer. Sakura sabe valerse por ella sola y hará un gran trabajo criándola.
Lo imagina, lo cree y asegura.
Sakura la guiará, Sakura la alejara de cualquier camino que su sangre la intente mandar, Sakura resplandecerá como luz en la vida de Sarada, de lo que es testigo él que ha caminado en el sendero de la oscuridad. Aunque no lo tenga a él, tendrá a su madre quien la apoyara, quien la amará, quien la protegerá.
Sarada estará alejada del odio, de todo ello que le enveneno a él. Sarada será feliz y Sarada será fuerte.
Y Sasuke, como su padre, no podrá estar más que orgulloso.
Más que orgulloso por el dedicado trabajo de su bella esposa.
Más que orgulloso de su pequeña niña.
