Wolas~ mes amies, aqui yo de nuevo con otro extraño proyecto que salio de otro aborto de mi sub-conciente, este es uno de los proyectos que les hable en mi perfil. Despues de meditarlo mucho decidi subirlo; cabe aclarar que si no es mi primer fic, si es mi primer yaoi *rueda de emocion*.
Bueno, espero que les guste este primer capi (o si, es un multichapter)
Advertencias: Temas religiosos con un extraño toque de humor (?)
Renuncia: Hetalia no me pertenece
Capitulo 1. Despertar
–Chiara~ dame un beso~– rogaba Antonio, quien ponía una mirada de cachorro mal herido
–Joder bastardo, no te distraigas y sigue conduciendo– gruño la chica mientras un notorio sonrojo invadía su rostro – ¡Maldición no me mires así y voltea al frente, vamos a chocar! y pon atención, es difícil manejar de noche.
–Relájate Chiarita mía, tengo todo bajo control– sonrió el ojiverde regresando su vista al frente.
Chiara frunció el ceño y cerró los ojos para relajarse y dormir un poco; acción que no paso desapercibida por el español. Una idea paso por su mente, espero a que Chiara empezara a cabecear y a que su respiración se hiciera más lenta.
– ¡Chocaremos, chocaremos! ¡Vamos a morir~!
– ¡...!– un grito ensordecedor por parte de la chica no se hizo esperar ¡Es imposible! Bien le dijo al bastardo que pusiera atención, ¡pero no! Solo cierra un par de minutos los ojos y el idiota está a punto de estrellarlos ¡No quería morir, todavía es joven y el bastardo le acaba de pedir matrimonio!
– ¡Jajajaja!– el español soltó tremenda carcajada –Era broma~ Jajajaja
La cara de la chica era un poema. Una vena en su sien salto denotando que estaba enojada, REALMENTE enojada; cerro el puño estampándolo con toda su fuerza en el hombro de Antonio.
– ¡ERES UN MALDITO INFELIZ! ¡Eres un desgraciado idiota! ¡¿Sabes que es lo que sentí?! ¡¿Crees que es lindo pensar que vamos a morir cuando no vamos a casar?!– Chiara le siguió golpeando pero sin tanta fuerza – ¡Eres un idiota bastardo!
Giro el rostro, además de estar cabreada estaba avergonzada de decir todo aquello, además quería empezar a llorar. Antonio se dio cuenta de esto, encendió las intermitentes y se detuvo a la orilla de la carretera.
–Chiara– la chica no volteo –Chiarita de mi corazón, lo siento– mucho paso uno de sus brazos por los hombros de la chica atrayéndola hacia él
–Suéltame joder
–Se que fue lo más estúpido que he hecho; por favor, perdóname Chiarita mía– le beso la mejilla
–Eres un estúpido– giro el roso encarándolo, unas pequeñas lágrimas salían por sus mejillas. El ojiverde junto su frente con la de ella mientras enjugaba las lagrimas de la chica con su pulgar
–Lo sé, pero todavía me quieres ¿verdad?– la chica desvió la vista y chasqueo la lengua
–Pues ya que remedio– una suave sonrisa apareció en el rostro de Chiara, como respuesta él le dio lo que empezó siendo in simple piquito para después pasar un beso más apasionado; el aire comenzaba a escasear, se separaron lentamente.
Antonio roso sus labios con la punta de la nariz de la castaña, se sonrieron y se acomodaron en sus respectivos asientos para continuar su viaje. El ojiverde se puso en marcha regresando a la carretera.
Después de eso se mantuvieron en silencio, pero uno como y reconfortante. Chiara recargo su cabeza en el hombro del español cerrando los ojos disfrutando del contacto; Antonio solo sonreía, definitivamente de ahora en adelante todo sería perfecto.
–Chiara...
–Mmm...
–Te amo– ella abrió los ojos mientras un leve sonrojo aparecía en su rostro
–Yo... yo también te amo bastardo
Definitivamente de ahora en adelante todo sería perfecto... o hasta que un auto sin frenos impactara con ellos dejando como resultado un aparatoso accidente, dos personas lesionadas y un muerto.
X
Abrió lentamente los ojos, la luz de ese lugar era totalmente cegadora; algo tan blanco era imposible, pero al mismo tiempo era tranquilizante.
– ¿Donde mierdas estoy?– murmuro Chiara un tanto mareada y desconcertada
–Deberías cuidar tu lenguaje, aquí no es bien visto maldecir– le contesto una voz de hombre. La castaña giro para ver de donde provenía esa voz; se encontró con un sujeto unos años mayor que ella, rubio de ojos verdes , con unas cejas que eran un atentado contra la estética y el buen gusto además venia vestido totalmente de blanco.
– ¿Quien rayos eres tú?– el sujeto suspiro
–Ya te dije que cuides tu modo de hablar... y mi nombre es Arthur y soy tu ángel de la guarda... o por lo menos lo era hasta que moriste
– ¡¿QUE YO QUE?!– grito Chiara totalmente alterada
–Moriste– dijo el ángel con simpleza –ibas con tu novio en la carretera, otro sujeto se quedo sin frenos, choco contra ustedes y ahora estas aquí... Bienvenida al paraíso.
La chica estaba en blanco, tenía un sinfín de preguntas en su mente; ¿cómo que murió? ¿Por qué era consiente entonces de lo que pasaba? ¿Un choque? ¿Su bastado estará bien? ¿Cielo? ¿Ángel de la guarda? un momento... ¡¿ANGEL DE LA GUARDA?!
– ¡¿Si tu eres mi maldito ángel de la guarda porque mierdas no me cuidaste y me mantuviste con vida?! ¡Joder! ¡Ese es tu maldito trabajo y lo haces mal! ¿Qué tienes en la cabeza, plumas?
– ¡Que no maldigas, maldita sea!– Arthur se dio cuenta de su error y se llevo una mano a la boca, Chiara alzo una ceja. El ángel trato de tranquilizarse y mantener la compostura –No me hagas maldecir otra vez; el jefe se da cuenta y nadie quiere despertar su divina ira
–Pero no me has respondido lo que te pregunte
–Ya lo sé– respondió con fastidio– ¿alguna vez has oído hablar de los misteriosos designios de Dios?– Chiara asintió con la cabeza –Pues bien, Dios dijo que tu hora había llegado y yo no puedo interferir con sus deseos. Al fin y al cabo el es el jefe...
–Menudo idiota– el ángel rápidamente cubrió la boca de la chica
–Cállate y deja de blasfemar contra Dios ¿acaso quieres estar en el purgatorio un buen tiempo sin gozar de las divinas comodidades del paraíso?– ella negó con la cabeza –te soltare, pero nada de maldecir ¿estamos? –esta vez asintió.
Arthur la soltó de a poco en poco, no quería correr ningún riesgo.
– ¿Que le paso a Antonio?– pregunto Chiara, después de todo esperaba que estuviera en el vivo, porque... bueno, el no estaba ahí. A menos que... a menos que estuviera en "el purgatorio" si es que ese lugar existía, o en el infierno, aunque dudaba de eso ultimo; el bastardo era idiota pero no era una mala persona.
–El está bien, sigue en la tierra. Aun le falta mucho tiempo para estar aquí
–Claro... entonces que me joda yo mientras el bastardo se da la "gran vida"
– ¡Que no maldigas!– el ángel volvió a suspirar con fastidio –olvídalo y esperemos que al jefe no le moleste tu forma de hablar
Chiara bufo cansada mientras rodaba los ojos
–Está bien tratare de controlarme...
–Bien, entonces sígueme; tenemos algo de papeleo que no puede esperar más. A los nuevos siempre se les dificulta mucho esto, creen que solo es morirse y disfrutar del paraíso... pero aquí también tenemos reglas...
Mientas Arthur habla pasaron por un largo pasillo donde había varias reliquias que se describían en los libros religiosos y que se suponía no existían o que habían desaparecido misteriosamente de la tierra. Llegaron a una especie de sala de espera donde había algunas sillas, igualmente blancas, donde algunas personas esperaban su turno para ser atendidas.
Alrededor de la sala de espera había varias puertas además de pasillos que Dios sabe a donde irían a dar, bueno, de hecho Dios si lo sabe, pero ese no era el punto. Mientras Arthur hablaba con el sujeto que estaba en una especie de recepción, ella tomo asiento y vio como una de las puertas se abrió y dejo pasar a una anciana que casi enseguida tomo asiento.
– ¡Listo!– dijo el ángel mientras sentaba a su lado –me dieron algunas formas que tienes que llenar para poder tener tu registro y puedas pasar la eternidad con todas las comodidades que ofrece el paraíso, a menos claro que quieras reencarnar...
– ¿Reencarnar?
–Sí, no es muy común que las almas pidan eso después de todo lo que ofrecemos; pero existe la posibilidad. Recuerda, tenemos la política del libre albedrío– Chiara sopeso la idea, si reencarnaba tenía la posibilidad de volver con su bastardo y retomar la vida que llevaba
–Quiero reencarnar ¡ahora!
– ¡¿Qué?! Bueno, eso lleva tiempo... necesitamos llenar formas checar si hay alguien a punto de dar a luz, ver si en tu otra vida quieres seguir siendo mujer o cambiar a hombre, además ver si quieres seguir viviendo como vivías o en un medio social diferente, la nacionalidad que deseas tener, entre otras muchas cosas...
¿Pero qué mierdas les sucedía a esos bastardos? ¿No se suponía que al morir pasaban a una mejor vida sin preocupaciones? Que se jodan todos, si, dijo TODOS.
– ¡No me interesa volver a nacer, quiero retomar mi vida!
–Imposible; si quieres reencarnar tendrás que volver a nacer y sin recuerdos de tu vida pasada
– ¡Necesito regresar al lado de mi bastardo ahora!
– ¡No y es mi última palabra!– otra de las puertas se abrió y esta vez dejo entrar a un anciano
– ¿Que son esas puertas?– pregunto Chiara
– ¿Qué?
– ¡¿Que que son esas mal... esas puertas?!
–Dejan pasar a las personas que mueren en los hospitales...
El sonido de una campanilla se dejo escuchar en la sala. Arthur se puso de pie.
–Ven, es nuestro turno para que nos atiendan– Chiara lo siguió de mala manera; tenía que encontrar algún modo de regresar con el español.
Una puerta cercana la pequeña recepción se abrió dejando ver a un joven castaño de ojos miel con un curioso rizo. Ella se acerco lentamente a la puerta donde aun se mantenía el joven.
–Disculpe usted amable señorita– dijo el sujeto –seria usted tan amable de informarme si esta es la recepción de trámites de bienvenida y alojamiento– un tic apareció en el ojo de Chiara ¿qué le pasaba a ese tipo? ¡Joder, que nadie puede ser tan formal! pero independientemente de eso, en un hospital hay bellas mujeres como ella, por supuesto, agonizando y podría ocupar el lugar de una de ellas y buscar al bastardo.
Le dio un leve empujón al sujeto de los ojos miel, además de un "a un lado idiota" para echarse a correr a lo largo del pasillo.
Mientras tanto Arthur le hablaba al aire creyendo que Chiara estaba a su lado. El joven del extraño rizo se le acerco.
–Caballero, disculpe que lo interrumpa...– el ángel lo miraba fijamente – ¿Le habla usted a la joven castaña de ojos olivas?
–S–si ¿por qué la pregunta?
–Porque ella se fue corriendo de una forma casi desesperada por aquella puerta– dijo señalando la puerta junto a la recepción.
– ¡¿QUE?!– Arthur abrió la puerta pero ya no se veía absolutamente nada ni nadie –Holy shit...
X
Sentía su cuerpo pesado, muy, muy pesado; como si hubiera corrido un maratón, además que le dolía mucho el costado izquierdo. Joder, esperaba que no fuera nada serio.
Trato de abrir sus ojos pero también se sentían pesados, puñeteros parpados, se relajo y lo volvió a intentar.
Abrió muy poco los ojos, veía borroso, poco después empezó a ver con claridad todo lo que le rodeaba. Giro su rostro hacia la derecha y vio un gran ventana además de un bolsa de suero.
Un hospital... entonces ¿todo eso de que llego al cielo y conoció al ángel de su guarda era una mierda que invento su mente debido a los sedantes?
Seguramente.
En ese caso seguía viva aunque el accidente realmente ocurrió. ¿Donde jodidos estaría Antonio entonces? Porque si no estaba con ella pegado como lapa, muy tal vez estaría en otra habitación.
–...nio...– argh, maldición no puede hablar bien, siente la garganta muy seca
–Vee~ ¿fratello?– momento... ¿hay alguien más en al habtacion? – ¡fratello! ¡Mio dio, Grazie! ¡Lovino despertaste!
Chiara se quedo de a cuadros, ¿quién rayos es ese sujeto tan ruidoso?, aunque tiene cierto parecido a alguien que ya había visto antes ¡Pero qué diablos, eso es lo que menos importa ahora! ¡¿Donde está su bastardo, porque ese tipo esta ahí, que diablos es fratello y por que le dice "Lovino"?!
– ¡Feliciano! ¿Qué sucede, porque gritas?– dijo un sujeto rubio de ojos azules entrando a la habitación seguido de otro tipo raro de pelo blanco y ojos rojos, y atrás de esos fulanos una chica rubia junto a un sujeto con un tulipán en la cabeza
– ¡Lovino despertó!– grito el chico del tic verbal
– ¡Lovino! ¡Lovino, cielo, estas bien!– grito la chica rubia corriendo a abrazarla
–Kesesese, me da gusto saber que sigues entre los vivos, no seria para nada asombroso saber que moriste ¿o no west?
–Así es...
Chiara no entendía ni mierdas delo que está pasando ahí, no sabía quiénes eran esa bola de bastardos y mucho menos de donde sacaban que se llama Lovino; ella se llama Chiara, CHIARA ¿que acaso es mucho pedir? ¿O quieren que...?
…Aunque ese chico que la llamo "fratello" se le sigue haciendo conocido ¿donde lo vio? Algo le sonaban esos ojos miel y el rizo...
...¡EL BASTRARDO QUE EMPUJO EN EL CIELO!...
No, esperen, ¡eso fue una alucinación! imposible que hubiera sucedido ¿o no? ¡¿O no?!
Se les quedo viendo con algo de miedo y desconcierto, tenía que asegurarse que eso fuera una broma y que seguía siendo ella misma.
Se llevo una de sus manos a la cabeza y acaricio su corto cabello... y ella no tenía el cabello corto. Bajo la vista y... ¡¿donde estaban sus pechos?! Discretamente alzo las sabanas que la cubría y... ¡¿QUE RAYOS ES ESO QUE LE CUELGA!?
No, no, no, no... Eso es una broma, una cruel y muy mala broma. Giro su cabeza hacia la izquierda y sobre la mesita de noche había un recipiente de aluminio, quería alcanzarlo y no podía.
– ¿Cari para que quieres eso?– le pregunto la chica
–D-dámelo– le respondió con voz ronca ¡tampoco tiene la voz ronca!
La rubia obedeció y le dio el recipiente casi enseguida. Chiara lo tomo entre sus manos para ver su reflejo; y lo que vio fue todo menos agradable
– ¡AAAAAAAHHHHHHH!
Y bien que les parecio?, este es solo el primer capi, pero les voy a ser sincera, tengo la historia planeada pero solo tengo escrito hasta el tercer capi, si veo que el fic no es muy aceptado lo borrare ó lo ire publicando cada año bisiesto. Pero confio en ustedes mis amados lectores.
Y entonces les preguntare: merece review? recuerden se aceptan, tomatazos, galletas, patatas, zapatos viejos, scones, paella, botellas de vino, amenazas de muerte o dinero en efectivo (bueno, tal vez eso ultimo no).
Saludos, bye (^0^)/
