Disclaimer: Canción de Hielo y Fuego ni niguno de sus personajes me pertence. Es propiedad deGeorge R.R. Martín.


De Broches, Rezos y Recuerdos.

Pareja

(Robb/Wylla)

Su amor, a palabras de su madre, había sido solamente un encaprichamiento. Un simple enamoramiento infantil, bobo y sin futuro. Pero Wylla sabía que aquello no era así. Que no era simplememte eso. Era joven, tonta y algo altanera, eso si que lo admitía. Pero sus sentimientos por Robb Stark, nunca serían eso.

Eran verdaderos. Eran auténticos. Eran fuertes. Y eran tan puros cómo ese par de ojos azules que vislumbró una última ocasión antes de partir de Invernalia, encabezando a sus abanderados cuál valiente Rey al frente de su ejército de valerosos rebeldes, dispuestos a enfrentar y morir enfrentando al tirano.

Las cabalgatas habían quedado suspendidas indefinidamente. Sus salidas fueron retiradas y todo por el peligroso tiempo que se vivía dentro de Puerto Blanco debido a la Guerra de los Cinco Reyes.

O bueno, los vestigios de la Guerra de los Cinco Reyes.

-¿Dónde va, mi lady?...-La tediosa voz del maestre le llegó a los oídos precisamente cuando se colocaba encima de los hombros la piel de lobo. Wylla se giró hacía él, echando chispas por los ojos azules. El pelo verde le caía por el cuello, esparcido por el pelaje lobuno.

-No te importa.

-Vuestro señor abuelo dijo...

-Sé exactamente que dijo mi señor abuelo, rata gris. Aparta de inmediato que me dirijo hacía el bosque de dioses.

-No se le tiene autorizado salir, mi señora.

Eso le puso a hervir la sangre a Wylla Manderly. Maldito roedor traicionero. Aun no olvidaba la manera en la que la abandonó ante esas sanguijuelas traicioneras de los Frey, alegando que su promesa, la promesa que su familia le hizo a la de su amado carecía ya de válidez. El único que la apoyó fue aquel Caballero de la Cebolla, cuya cabeza llevaba días pudriendose. Recuerda haber querido llorar al ver al maldito siervo colocándola ante la vista de esos aquerosos gusanos sureños con sus desgraciadas hachas colgándole de la cadera.

Pero no lloró. Ella era la hija del tritón, una norteña a todas luces y no se dejaría intimidar por nadie. Mucho menos por una altanera rata gris hipócrita y cobarde.

-¿Porqué crees que me importa un rábano lo que vos digáis? ¿Queréis ir a decidle a mi señor abuelo sobre mi desafío? Hacedlo, anda. Corre roedor inmundo a seguir llenándole de mierda los oídos a Lord Manderly.

El maestre la miró, con recelo.-¿O qué? ¿Me váis a decir que vuestra lealtad es absoluta?

-Por supuesto que lo es.

-¡Pero para con los Lannister, estúpido! Aparta de mi camino o haré que ese maldito carcelero os corte la cabeza y la bañe en brea para mi...-Sonrió con sorna al ver a ese patético anciano temblar. Tanto daba si era de ira o de miedo, eso era lo de menos.

El viejo desapareció dejándola sola en el pasillo. Un suspiro de felicidad abandonó sus labios y finalmente viendose a salvo echó a correr rumbo al bosque de dioses. Ahí, dónde podría hincarse ante el árbol corazón y pedirle por el alma de su amado.

La nieve le recibió con un beso helado y largo, pero no detuvo su andanza hasta verse bajo el arciano, que blanco e imponente se alzaba por sobre ella. Sus ojos rojos le miraban, supurando sabiduría y misticidad.

De rodillas y con lo ojos cerrados rezó.

Rezó por el fin de la guerra. Rezó por la paz. Y rezó por los nombres de los traidores que siempre consideraría sus auténticos señores. Por cada uno. Desde Lord Eddard y Lady Catelyn hasta por Bran, Rickon y Arya.

Y finalmente, rezó por él.

Por Robb. A esas alturas se sintió de nuevo débil y con los ojos llorosos miró al gran arciano que seguía observándola fijamente.-Tened la piedad, la misericordia de llevarme a su lado cuando mi tiempo aquí haya terminado. De conducirme hasta él cuando la muerte haya de venir a por mí.

Porque no había cosa que desease más que aquello. Que volver a verle. Incluso aunque Robb desconociese su sentir e ignorase ese enorme amor que le profesaba. Incluso aunque tuviese que vivir una vida al lado de un Frey, que los antiguos y si se podían hasta lo nuevos dioses se apiadasen de ella y le llevasen hasta él y pudiese disfrutar de una eternidad a sabiendas que su amado se hayaba junto a ella.

De su guante, sacó aquel preciado broche que le robó a ese gusano con nombre de dragón de los aposentos prestados por su noble abuelo y lo miró cómo si le pudiese ver a él en aquella diminuta pieza plateada.

El lobo huargo estaba en sus manos y con la ternura de una amante inocente y enamorada le acarició, cómo si pudiese tocar esas mejillas blancas de nuevo.

No podría jamás vengarse, no podría jamás... Pero cuando su futuro esposo Frey acudiese a su lecho se aseguraría de convertir su vida en un infierno. Uno que haría que los siete infiernos que le aguardaban a él y a toda su calaña les pareciesen una estadía en las Islas del Verano.

Besó con dolor y profundo amor aquel broche plateado antes de volver a ocultarlo.

Se secó las lágrimas y se volvió hacía el castillo dónde ya le esperaba esa estúpida rata gris en compañía de su madre.

Se dispusó a soportar la regañina con honor y valor cómo toda buena norteña.

Quién diría que aquel pequeño broche que tanto quería sería la herramienta perfecta para vengarse del maestre Lannister, enterrándolo bien en hondo en su ojillo porcino cuando se atrevió a querer delatar la llegada de un pequeño lobezno a Puerto Blanco, evitando de paso la salida de un cuervo negro rumbo a Invernalia.

La dama de cabello verde sonrió al ver a ese patético roedor convulsionar entre los estertores de la muerte, antes de volverse al pequeño lobo e inclinar su cabeza en gesto de profundo respeto.-Sea bienvenido, mi Rey.

Los ojos azules del diminuto rey resplandecieron de gusto al identificar el broche que la doncella llevaba en su mano, reluciendo casi tanto cómo los salvajes orbes del enorme huargo que había a su lado.

"El Norte Recuerda..."


Es mi primer historia en este fandom y estoy super nerviosa. A quién lea esto, y les guste todo lo relacionado con "Canción de Hielo y Fuego" les recomiendo que visiten el Foro "Alas Negras, Palabras Negras". Es la Ley.

Comentarios, dudas, críticas, se las agradecería siempre sinceras.

Abrazos.