Primer día del curso, para no variar Mimi llegaba tarde.

Cuando llegó enfrente de la puerta del aula dudó en llamar, el primer día de curso y ya llegaba tarde, mejor inventarse que estaba mala.

Pero cuando se disponía a irse, el profesor abrió la puerta.

-Señorita Tachikawa, donde se supone que va, el timbre toco hace ya diez minutos, pase, que para no variar llega tarde.

-Si profesor-genial Mimi el primer día y ya estás dando la nota-pensó

Una vez dentro del aula se percató de una presencia bastante inusual.

-Tachikawa, siéntese al lado de Ishida.

Mimi se sentó al lado de Matt, todavía no podía explicarse como el rubio podía estar en su misma clase. Mientras estaba sumida en sus pensamientos un comentario la hizo volver a la realidad.

-Valla Mimi, el primer día y ya dando la nota, que raro-rió Matt en tono burlón.

-Interesante comentario de una persona que está repitiendo curso.

-Míralo por el lado bueno, así tendrás un guapo compañero de mesa al que ayudarás durante todo el curso.

-Matt, no creo que yo valla a ayudarte.

-Es verdad, se me olvidaba que en ti se hace verdad el refrán guapa y tonta.

-No se yo a quien se pegará mas ese refrán.

Mientras los jóvenes mantenían su pequeña discusión el profesor decidió interrumpirles.

-Ishida y Tachikawa, veo que su charla es muchísimo mas importante que las matemáticas que estoy explicando, si son tan amables de comentar su brillante discusión con la clase le estaría muy agradecido, ¿Qué les parece?.

Ninguno de los jóvenes dijo nada, Matt no quería una expulsión su primer día de clase, y Mimi…estaba bastante sonrojada como para decir algo.

-Como veo que no quieren compartir su charla con nosotros, les invito a que la terminen fuera de clase, así que si son tan amables de salir del aula.

Genial, lo que me faltaba-pensó Mimi-primer día de clase, llego tarde, me echan de clase, y encima me sientan al lado de Matt ¡Durante todo el curso!

Mientras tanto en otra clase más avanzada un joven luchaba por no quedarse dormido.

-Sora, no aguanto más necesito salir de este infierno, necesito aire, me falta la respiración, creo que soy alérgico a la biología.

-Vamos Tai no seas tan dramático, no es para tanto.

-Claro y eso lo dices tu, como tu siempre apruebas todo….Te pareces a Izzi.

-¡Me estás llamando empollona!

-No Sora, te estoy llamando aplicada.

-Eso suena muchísimo mejor.

Lo que menos quería Tai era hacer enfadar a su amiga, sabía que era bastante responsable, pero como se la cruzara la vena se llevaba por delante a cualquiera.

Sora tenía 18 años, y era la mejor amiga de Mimi, era todo lo opuesto a Tai, pero los dos tenían algo en común, adoraban a Mimi.

Para Sora era su hermana menor y para Tai, bueno era su novia desde hacia dos años, para él, era su todo.

Sin embargo ya se sabe, las cosas pueden cambiar por azares del destino.

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Pasaron los meses y el curso se iba haciendo cada vez más pesado, Tai no soportaba las clases, Sora se estaba enamorando de cierto rubio que iba a clase con su mejor amiga, Matt, estaba en su mundo, y Mimi…

Al terminar las clases Mimi quedó con su amiga Sora para ir a tomar algo, y su amiga aprovechó para contarle lo que sentía por el rubio.

-Bueno Mimi, yo se que tu y Matt os lleváis bastante bien, quiero decir que este curso os habéis hecho muy buenos amigos.

La verdad Mimi y Matt se habían hecho bastante amigos, él era el mejor amigo de su novio y su compañero de clase, compartían bastante aficiones, se saltaban las clases juntos…nunca pensó que llegase a tener una amistad tan fuerte con él.

-Si, la verdad es que Matt y yo nos llevamos bastante bien.

-Pues yo…lo que te quería decir es…que me estoy enamorando de él.

-¿Qué?

Tras escuchar la confesión de su amiga, Mimi se sintió molesta.

-Si bueno, es algo extraño- añadió la pelirroja-me gustaría que me ayudases con el, es decir, acercarme a el, saber sus aficiones, si tiene novia.

Al principio Mimi dudó en ayudarla, no sabía muy bien por que, pero algo dentro de ella la impedía ayudarla

-Bueno…no se…-¿Matt?,¿mi rubio? Quiero decir, mi amigo, mi compañero de mesa. Pero que demonios piensas Mimi es tu amiga, ayúdala. Tu tienes a Tai, tu novio ¿recuerdas?.-Claro que te ayudaré, no te preocupes, haré todo lo que esté en mi mano.

-Gracias amiga, sabía que podía contar contigo, se que no me defraudarás.

De camino a su casa Mimi recibió dos mensajes al su teléfono móvil.

Leyó el primero, era de Tai.

"Hola amor!!!, ¿Dónde andas? Supongo que estarás con Sora tomando un café con chocolate de los que te gustan a ti.

Mañana no iré a clase, los de mi curso tenemos una excursión…

Te echaré de menos bebe.

Un beso.

Te quiero"

Después de leer el mensaje de su novio, abrió el otro mensaje, era de Matt.

"Hola bicho, ¿Qué haces? Me aburría y me acordé de ti.

He pensado que como mañana estos tiene excursión, podías venir a mi casa y adelantamos el trabajo que tenemos que hacer ¿Qué te parece?

Bueno contesta y dime lo que hacemos.

Un beso

Matt"

Cuando Mimi llegó a casa se metió en la cama y lo primero que hizo fue contestar a Tai.

Hola mi amor!!

Te echaré de menos mañana, pásatelo bien en la excursión y cuida de mi Sora.

Te quiero

Mimi

Tras pensárselo varias veces decidió contestar el mensaje de Matt

Buenas Matt.

Tu plan parece algo aburrido , hacer un trabajo… pero bueno seguro que será mejor que estar en clase.

¿No se enfadará tu novia?

Estoy en tu casa a las 8, no te me duermas.

Un beso rubio

Tras mandar el mensaje Mimi apagó la luz de su mesilla, sin embargo había algo dentro de ella que no la dejaba dormir.

¿Remordimientos?, imposible, tenía novio, no iba a pasar nada, pero aun así algo dentro de ella no estaba bien.

Justo cuando parecía que se iba a dormir la vibración de su móvil impidió que lo hiciese.

Pensó que el mensaje sería de Tai, pero se equivocó, era Matt de nuevo.

¿Novia? Que va, yo de eso no uso.

Aunque tengo en la cabeza a una chica que me vuelve loco

Mi plan no será tan aburrido, quien dice un trabajo puede ser cualquier cosa jejeje (no pienses mal pervertida, que se que estas con Tai)

Aunque podías estar aquí y darme un besito de buenas noches, que si no, no puedo dormir.

Bueno mal humor, no me contestes que seguramente estarás dormida.

Te espero mañana para hacer el trabajo no me falles.

¿Beso de buenas noches? Pero quien se creía que era, odiaba cuando Matt se ponía así.

Mañana me espera un día…será mejor que me duerma si quiero ser puntual-pensó Mimi

Tras dar varias vueltas por la cama, consiguió dormirse.

-¡MIMI!-de nuevo su madre gritándola desde el piso de abajo-¡LLEGAS TARDE A CLASE!.

-Voy mamá.

Inconscientemente Mimi se había arreglado más de la cuenta, se había puesto una minifalda de cuadros rojos, con un jersey negro y unos zapatos del mismo color.

Para no varias salió de casa corriendo, sin embargo no tuvo que andar mucho, la casa de Matt estaba a unas pocas manzanas de la suya.

Llamó al timbre, justo cando pensaba que Matt no se había acordado de que habían quedado, abrió la puerta.

-Valla, si no tuvieras novio diría que vienes así para provocarme.

-Calla y déjame pasar anda.

Una vez dentro de la casa Mimi guió a Matt hasta su habitación.

-Bueno vamos a ello, haber coge el libro que está en la estantería.

-¿En cual?-preguntó la castaña nerviosa. No podía explicarlo, pero estar en la habitación de Matt, la ponía bastante nerviosa.

-En esa , en la última

Mimi intentó coger el libro, pero estaba demasiado alto , Matt se percato del problema que tenía su amiga para coger el libro.

-Anda quita, déjame a mi, que eres una enana.

Tras decir esto se colocó delante de la joven pegando su cuerpo al de ella, el no se dio cuenta, pero Mimi se sonrojó.

Cuando Matt logró alcanzar el libro se le resbaló y se calló al suelo.

Instintivamente Mimi y él se agacharon a cogerlo, sus manos se rozaron y sus caras estaban a muy pocos centímetro.

Podían notar la respiración del otro.

Matt no dudó y se dejó llevar por la situación depositando un leve beso en los labios de Mimi, al principio la joven dudó en lo que estaba haciendo, no podría parar de pensar en su novio y en su mejor amiga, Sora estaba enamorada del chico que la estaba besando y Tai…¿Qué pensaría Tai si se enterara? No podía tirar dos años por la ventana.

Justo cuando iba a separarse de Matt, se olvidó de Tai y de Sora, se olvidó de lo que estaba pasando.

La joven abrió la boca y dejó que la lengua de Matt jugase con la de ella.

Los besos comenzaron suaves y lentos, pero a medida que se besaban iba creciendo el calor entre ambos.

Tenía que pararlo, pero no quería, tenia una sensación dentro de ella que no podía controlar.

Cuando quiso darse cuenta Matt la había cogido en brazos y la había trasladado de la habitación.

Era demasiado tarde para pararlo….