He querido escribir este fanfic antes del último capitulo de la 3ª temporada. Me da la sensación que Damon no saldrá bien parado en la elección de Elena...

Espero que os guste


Nada bueno

by Mavalu


La vida se impone, te da opciones entre las que hay que elegir para seguir adelante. Hay que tomar un camino y asumir las consecuencias de tus actos. Aunque duelan.

Hace dos años que la vida me obligó a tomar una de esas decisiones que te cambian para siempre.

Sabía que elegir me obligaba a perder pero no me imaginaba que esa pérdida sería tan dura y tan difícil de asumir. Mi corazón quedó dividido en dos para siempre y ya no se ha recuperado desde entonces. Hay días en que le hecho tanto de menos que me falta el aire. Intento sobreponerme, estar ocupada para no pensar en ello pero cuando el día termina y me meto en la cama, los demonios vencen mi resistencia y mis pensamientos viajan hasta su recuerdo.

Si cierro los ojos todavía puedo ver su rostro a la perfección. Sus pómulos afilados, el mentón cuadrado, nariz recta, la boca con su sonrisa torcida tan característica y su barbilla tan terca como el carácter. El recuerdo de sus ojos felinos y desafiantes me acompañan cada noche hasta que el sueño me acoge en su seno.

Y Stefan... está ahí, no necesito recordarlo. Y su amor incondicional me da la estabilidad que necesito para conseguir que mi vida sea todo lo normal que puede llegar a ser.

Me siento culpable por no ser totalmente franca con él aunque estoy segura de que lo sabe. Es consciente de que una parte de mi no le pertenece ni le pertenecerá nunca. Pero es que nuestro mundo tal y como lo conocemos evolucionó y se desmadró hasta un punto en el que no había vuelta atrás. Las consecuencias fueron terribles para todos. Stefan no es el mismo, yo no soy la misma. Damon tampoco. Dejó de ser quien era para convertirse en alguien mejor. Y ese cambio es el que me perseguirá toda la vida porque no dejo de pensar ¿Y si...?

Hay días en los que observo a Stefan dormir a mi lado e inconscientemente busco algo en él que me recuerde a su hermano pero no tengo suerte. Son demasiado diferentes tanto en el aspecto como en el carácter.

Son tan diferentes que estoy casi segura de que Stefan no se habría rendido aunque no le hubiera elegido. Porque es un luchador, un corredor de fondo que no se resigna a perder lo que quiere y a pesar del pacto que se estableció entre ambos, hubiera peleado por mi.

Pero Damon... Damon era un superviviente. Se alejaba de lo que le hacía daño. Se aislaba para no sentir. Y vivía a su manera. Casi cada día me pregunto por su paradero, si estará bien.

Si pensará en mi.

No puedo evitar sentir que me ha abandonado. Aunque yo sea la responsable de su marcha.


Soy un tío de acción y supongo que me había acostumbrado a la diversión que conlleva matar vampiros, ya sean originales o no, hombres lobo, brujas y todo ese rollo. Esa vida molaba. Sin embargo llevo dos años siendo fiel a una promesa que le hice a mi hermano y que me está costando horrores mantener. ¡No parezco yo! Ya no mato personas para alimentarme. Bueno, alguna ha caido pero no he acabado con ella. Ya no me resulta divertido deshacerme de cadáveres, es demasiado laborioso. Supongo que me he vuelto un tío práctico. He procurado pasar desapercibido, integrarme en la comunidad en la que vivo y hasta he tenido un par de parejas estables. Aunque tengo que admitir que la teoría esa de que "un clavo saca otro clavo" no es cierta. Y mas si ese clavo se ha instalado en tu alma y no sale ni a patadas. Así que lo he cubierto de una fina capa de indiferencia y vivo con ello... la mayor parte del tiempo.

Sin embargo la tentación de comprobar cómo está me hace cometer estupideces tales como acercarme de vez en cuando a Mystic Falls y comprobar que todo está en orden, que ni hermano la cuida como se merece. Que ella está bien. Aunque no esté conmigo.

Estos dos años le han sentado bien. Su aspecto es más adulto, menos infantil. Puede que cortarse la melena haya contribuido a parecer mayor o simplemente tiene 20 años y lleva sufriendo desde los 16. Eso hace envejecer a cualquiera. Sus rasgos faciales son más firmes y sonríe muy a menudo. Eso me gusta. Está bonita cuando sonríe. Sin embargo cuando su semblante se torna serio parece ausente. Como si su mente estuviera a km de distancia. Me gustaría saber los pensamientos que habitan en su cabeza, los recuerdos que persisten en su memoria y si yo formo parte de esos recuerdos.

Debo ser un estúpido masoquista porque de lo contrario no hay explicación posible.

De momento me conformo con lo que tengo pero estoy empezando a perder la paciencia.

Aunque una promesa es una promesa...

Continuará...