No he terminado "Sin Alma" y empiezo a colgar el siguiente... Esta semana he tenido dósis de "Machaquemos al rubito" y soy feliz por ello JAJAJAJA, así que para celebrarlo empiezo a colgar "LO QUE QUEDE DE MI", hoy
Me podría justificar, pero no me da la gana... lo cuelgo porque Glee nos va a borrar de la primera posición de fics, y qué queréis, ya que sólo somos cuatro gatos viendo Sobrenatural al menos lucharemos por nuestro rinconcito fickero...
Nombre del fic:LO QUE QUEDE DE MI
- Rating:Para adultos
- Categoría/Tema:Wincest, ambientado en el hellatus de la sexta temporada... Es mío y está terminado así que podéis esperar lo peor
Lo de siempre, ni los chicos son míos ni tengo ningún interés económico en esto, OK abogados podeis demandarme si queréis pero soy un irresponsable y no tengo un duro, sería gastar dinero para nada.
Resumen: En unos segundos el cuerpo del cazador se derrumbó. Lo sujetó y lo puso en uno de los camastros de la habitación. Miró al más joven. Si lo mataba, si se deshacía de él, Dean sería suyo. Pero se estaba engañando, sacudió la cabeza y musitó "Tienes suerte Sam"
Nada de Destiel gente, olvidáos del tema, soy un wincestista tradicional. Aunque no culpo al angelico por intentarlo, yo también lo haría...
No se si se me olvida algo, ¡Ah, si! que está completito y terminado en mi LJ y en el Supernatural_foro en español, por si alguien no quiere esperar o quiere leerlo antes, no os preocupéis por dejarme reviews a menos que queráis que os conteste, claro, Empezamos ahora: 22 capítulos más prólogo y epílogo, intentaré actualizar diariamente...
Vamos allá:
Lo Que Quede De Mi
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Prólogo
"El chico de mis sueños"
No era la primera vez que le ocurría, aunque no por eso era más fácil. Dean Winchester colocó una almohada bajo la cabeza de su hermano que tumbado en el suelo, inconsciente, casi ni respiraba. Era la consecuencia de ese muro que se resquebrajaba en el alma del más joven haciendo que todo el horror de su estadía en el infierno lo atrapara en un sueño similar a la muerte.
Esta vez fue distinto, no fueron solo cinco o diez minutos. A la media hora el rubio cazador supo que no despertaría si no hacía algo. Tenía que lograr llegar hasta la mente de Sam y hacerlo volver.
Ya había entrado otras veces en los sueños de alguien, de Bobby concretamente, incluso Sam ya entró una vez en los suyos. Pudo reunir los ingredientes y hacer la poción.
- ¿qué estás haciendo Dean? – le preguntó el inoportuno ángel cuando ya había tomado su decisión
- Hombre Cass, siempre en el sitio justo en el momento exacto
- Qué-estás-haciendo – insistió el de la gabardina
- Voy a entrar en sus sueños – al ver miedo en el rostro de su celestial amigo titubeó – son solo sueños Cass
- Se cuánto quieres a tu hermano, pero esto… esto acabará contigo
Se acercó al humano, claro que sabía lo que Dean Winchester quería a su hermano, no había nada más para él. Sabía hasta dónde había llegado por su hermano, sabía lo que había sacrificado y sabía hasta dónde podía llegar.
- Si te tomas esa poción Dean, no vas a entrar en una pesadilla más, vas a ir al infierno – se acercó más aún al pecoso, tanto que podía sentir su aliento en el rostro, dijo sin pensar – yo podría ocupar su lugar y calmar tu dolor.
- Nadie ocupará nunca su lugar – susurró el otro, sin enfadarse como hubiese hecho hace unos años o hace solo unos meses. Ladeó el rostro y se tomó la poción
En unos segundos el cuerpo del cazador se derrumbó. Lo sujetó y lo puso en uno de los camastros de la habitación. Miró al más joven. Si lo mataba, si se deshacía de él, Dean sería suyo. Pero se estaba engañando, sacudió la cabeza y musitó "Tienes suerte Sam"
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La sangre hervía en sus venas, la carne ardía bajo su piel, el olor, nauseabundo, se incrustaba en sus fosas nasales. No importaba, había una cosa que calmaba el dolor: infligirlo a todos los que le habían traicionado, a todos los que le habían abandonado.
Y entonces le vio. Miraba horrorizado los cuerpos desmembrados de todos los demonios que Azazel había enviado a envenenar su vida. Sus ojos, sus malditos ojos verdes se clavaron en él esperando algo.
"¡Esto es lo que soy!" le gritó, "¡qué vienes a buscar Dean!¡Aquí no hay nada para ti!"
"Tienes que despertar, hermano" no tenía miedo, no tanto como el que él tenía de si mismo y de lo que pudiera hacer "Por favor, vuelve conmigo"
Lo sujetó con su poder demoníaco ¿despertar? Estaba despierto, estaba en el infierno, dónde tenía que estar. Lo atrajo hacia él y vio como giraba la cara intentando evitar el hedor a carne quemada.
"No quieres que vuelva contigo, soy un monstruo, te doy asco" Dean reaccionó, mirándole, sin odio, "He venido por ti, no me voy a ir sin recuperarte"
Le tocó con sus manos llameantes, la camisa, la camiseta, toda la ropa sobre el pecoso cuerpo de su hermano mayor, ardió haciéndole gritar de dolor. Haciendo a ambos gritar de dolor. "¡Basta, Sammy! ¡Despierta! ¡Vuelve conmigo!"
No sabía como hacerlo, cómo volver. ¿Y si sólo era una burla más de Lucifer, como cientos y cientos de veces antes?
"Sam, por favor hermano, tienes que despertar, esto es sólo una horrible pesadilla" La ropa se había consumido dejando tras sí un rastro en la piel quemada del cazador que no parecía sentir el dolor.
"No se como" lloriqueó "¿es un sueño? ¿En serio?". Como si volviese a ser un niño de corta edad su hermano le dio la mano "te sacaré".
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Sam Winchester despertó, estaba solo en la habitación. Se incorporó recordando cómo había logrado despertar esta vez. Miró a su alrededor, pero no estaba en el motel cochambroso donde había sufrido la última brecha en su alma, sino en un hotel de lujo. Se acercó a la puerta y entró la gerente.
- No se preocupe señor Winchester, sigue soñando pero ha conseguido salir de su pesadilla, está a salvo
- ¿Cómo que sigo soñando?
- Si, en realidad no ha conseguido despertar, al menos no del todo, sólo ha bloqueado sus malos recuerdos – miró a la gerente con más atención pero ahora le parecía una enfermera
- Está despertando – comunicó la gerente a Balthazar, sólo que efectivamente no era una empleada de hotel de lujo, sino una enfermera. Estaba en un hospital.
- ¿Qué…?
- Tranquilo muchacho, estás bien, y ahora tenemos que hablar
- ¿Dónde estoy? ¿Dónde está Dean?
