Disclamer: Todo es de Jo, ya saben... La rubia, millonaria, creadora de Harry Potter... No soy yo.
Bue... Tenía hecho esto hace tiempo, ahora que lo encontré, ¡Vamos a publicarlo!
Un chico suspiró.
Severus Snape estaba acostado en su cama fingiendo mirar el techo, cuando en realidad estaba perdido en sus pensamientos. Las grises paredes reflejaban su interior, triste... solitario.
Hacía poco había terminado su quinto curso, el pergamino con sus notas estaba en su pequeño escritorio. Le había llegado hacia unos días y tras echarle una pequeña ojeada, lo dejo allí sin tocarlo más.
Se levantó de su cama, dispuesto a salir de su casa y visitarle. Estaba seguro que aquí, donde no estaban los estúpidos merodeadores ni sus molestas amigas rodeándole, lo podría escuchar... E incluso perdonarle.
Un atisbo de esperanza brillo en su interior.
Puso la mano en el pomo de la puerta pero se detuvo, ¿Cómo sabría que lo iba a escuchar, y no cerrarle la puerta en las narices o humillarlo?
Negó con la cabeza, ella no era así.
Suspiró nuevamente y volvió a tirarse en su cama. Aún sin todos esos chismosos aconsejándole que no renovara su amistad con él, comunicándole blasfemias que la hacían dudar más, las posibilidades de que lo perdonara eran pocas, por no decir nulas.
Sus palabras le vinieron nuevamente a la mente. Monótonas, absurdas, con una voz que no era de ella, pero firmes.
"Es demasiado tarde, he encontrado excusas para ti todos estos años... No puedo seguir pretendiendo. Tú escogiste tu camino, y yo el mío."
Y tenía razón.
Aunque le doliera, aún cuando le pesara, Lily tenía razón.
El la había llamado sangre sucia, la había insultado, él era quien la había humillado...
Le había pedido perdón, le había suplicado... La amaba, más de lo que se le ama a una amiga. Pero nunca lo perdonaría... Ya ni siquiera tendría su amistad.
Era demasiado tarde.
Todo aquello que quieran comunicarme, expresenlo en forma de review ;) (GO, ¡GO!)
