Hola de nuevo! Antes que nada venía a agradecerles por seguir apoyandome en esto, me hace feliz ingresar a mi cuenta y saber que "Solamente mía" superó las 5000 visitas *llora* enserio, muchas muchas gracias.
Prosigo, la segunda parte se tenía que encontrar lista el 31 de diciembre, pero ¿Por qué no lo subí ese día? Pues muy facil...
"Kudarice" Dejó de tener el cabello castaño, ahora lo tiene de un violeta pastel
Pero lo que importa es que la historia ya está aquí.
P.d: Esto es una continuación, si no has leído lo anterior no entenderás lo que viene, se recomienda leer primero "Solamente mía" para que no existan confusiones, gracias.
Son libres de leer ~
[***]
-E-Espera, no te vayas.
Al borde de las lágrimas buscó por toda la habitación el origen de esa voz, deseaba que solo hubiera sido un efecto de tal putrefacto olor, pero no, ahí estaba, en la esquina haciendo compañía a la gran pila de cuerpos femeninos torturados.
Respiró profundo, caminó tímidamente hasta tenerlo frente. Se puso de cuclillas mientras acercaba delicadamente sus manos hacia su rostro. El chico estaba confundido, no entendía como alguien que no sea Golden había ingresado con vida.
Su tez era clara, pero debido a estar sin lo básico, se volvió de un leve pálido, al levantar su rostro levemente se dió cuenta de sus orbes ámbar y tenía el cabello corto color café. Al notar sus rasgadas prendas, dedujo que él tambien había sido guardia en la pizzeria, además, sin necesidad de preguntarle su nombre, supo que se llamaba
-Mike - susurró como para que solo los dos escuchen.
-Schmidt...Mike Schmidt -completó mirandola fijamente- ¿Y tú...
-Alice Gardella, supongo que es un gusto -terminó riéndose nerviosamente.
Estaba impresionado al enterarse de quien tenía al frente, pero su mente solo rodeaba preguntas acerca de su buen estado ¿Cómo era posible que siguiera viva teniendo referencias negativas a su alrededor? Quizás al igual que él tuvo que fingir su muerte para sobrevivir, aunque viendo detallamente su cuerpo, la castaña no presentaba ningún rasguño ni hematoma a diferencia de él. Solo notó, aunque se ruborizó levemente al verlo, que la joven solo estaba en ropa interior, cubierta con lo que sería una camisa blanca del dorado y un collar negro.
-Lindos encajes -murmuró
Alice arrugó levemente el ceño mientras hacía un mohín y tomaba un mechón rebelde del contrario para darle un tirón, haciendo que el castaño gimoteara con una sonrisa.
-Solo dos preguntas ¿Cómo rayos sigues con vida? Y ¿ Por qué el collar?
-Verás, el hecho de seguir con vida es porque Golden se...Enamoró. Lo del collar lo entendí de la peor manera. Mientras tenga puesto esta cosa no podré dar un paso fuera de este lugar ,a menos que quiera sentir electricidad por mi cuerpo.
-Eso es enfermo
-Lo sé. Déjame te ayudo a levantarte.
Le extendió la mano para que se levantaran al mismo tiempo. La ojiazul le hizo una seña para que la siguiera. Mike cerró la puerta de la espantosa habitación y caminó a la sala en donde tomó asiento en un sofá uni-personal mientras que Alice iba por algo de beber.
Todo le parecía nuevo, el simple hecho de sentir aire fresco y ver un gran conjunto de luces amarillas de otros apartamentos o faroles lo hacían sentir vivo.
El sonido de las pisadas apenas audibles de la joven hizo que gire su vista, agarre el vaso con agua y se lo tomara en cuestión de segundos, haciendo que la castaña se ría por segundos.
Ya estando los dos sentados frente a frente se contaron cómo había sido su experiencia en la pizzeria, puntos de vistas muy distintos del cuarteto y cómo habían llegado hacia Golden.
-Así que por defender a Chica llegaste aquí.
-Y tú por ir a una fiesta ¿Es que acaso tus padres no te enseñaron a no subir a coches desconocidos?-dijo con cierto tono burlón.
Aquella atmosfera de sonrisas había desaparecido, Mike miró extraño como Alice bajaba la cabeza con un semblante triste, no era su intención angustiarla ni mucho menos fastidiarla, pero ella se había olvidado de contarle la "gran" importancia que sus padres le tenían, es más, pensaba que quizás ni haigan notado su auscencia en casa, eso la entristecía en grandes escalas haciendo que libere una lágrima la cual fue borrada por los dedos del castaño.
-Oye, perdóname, mi intención no era molestarte ni...
-No no, es mi culpa, pero ya olvidemos eso ¿ Por qué mejor no me ayudas a quitarme esto?-preguntó apuntando el collar.
-Tengo una idea mejor, aparte de quitarte ese collar ¿ Que tal si hacemos un plan para escapar...
-Y acabar con Golden
-Hey, me gusta cómo piensas-finalizó sonriendole.
Alice asintió, aquella idea de quedarse con Golden para siempre fue eliminada, solo deseaba que el plan salga bien y acabar con su pesadilla.
A tan pocas horas de que se acabe el día ya contaban con un nuevo guardia, mejor dicho, nueva guardia. Pero el hecho de no saber nada de Alice los preocupaba, podían tener una sonrisa al momento del espectáculo, pero se detenían y fijaban su vista en la puerta, dandose cuenta que desafortunadamente no era ella, sino otro comensal.
-La sirena regresará, yo lo sé. Ella tiene que regresar- se decía Foxy mientras jugaba con los niños, sonriendoles falsamente.
10:40 pm
La puerta del apartamento hizo un sonido haciendo saber que Golden ya había llegado. Inmediatamente Alice hizo su aparición, corrió hasta dar un salto y abrazarlo, fue correspondida inmediatamente, pero el mayor se dio cuenta de algo, cuando pasó sus manos por la espalda de la menor no sintió tela alguna, Alice había ido a recibirlo sin la camisa puesta, solo en interiores, dejando que este se deleite con su escultural cuerpo.
Apenas si podía hablar, subió sus manos hasta dejarlas a la altura de sus delicados hombros, juntandose en un profundo beso francés, el simple contacto de su lengua con la de Golden hacía que por segundos sacara la suya y mordiera rápidamente el labio inferior contrario al mismo tiempo que sus torpes e inexpertas manos buscaran desesperadas los botones de la camisa del mayor y los desabotone.
Era la inocencia y sensualidad en un solo cuerpo.
Sin dejar de besarla la cargó y se dirigió a su habitación, Alice pateó una puerta excusandose de una manera que era música para los oídos del otro:
-Lo-Lo siento Golden, es que no sabes cuanto te extrañé todas estas horas-dijo con la voz entre cortada.
No se detuvo, la dejó suavemente en la cama mientras se despojaba de su camisa. Tomó las piernas de la castaña y las acomodó alrededor de su cintura, apesar de llevar pantalones, Alice logró sentir algo duro rozar su entrepierna, un color carmesí comenzó a decorar sus mejillas.
Solo fue un parpadeo, un maldito parpadeo en el cual dejó de sentir los labios de Golden alrededor de su cuello y hombros, lo más preocupante fue ver el pantalón del dorado tirado en el piso, solo traía puesto su bóxer.
Cuando sintió que ya nada podía empeorar, vino lo peor.
Golden la volvió a besar mientras sus manos bajaban, tallando cada parte superior de la joven, pero sus dedos se detuvieron en el encaje de la parte superior de sus bragas, tomó ambos extremos y los iba bajando lentamente.
Alice cerró sus ojos al sentir eso, pero todo se detuvo en cuestión de segundos.
-¡Déjala en paz!
Golden se detuvo, giró para ver a quien el creía muerto, no tuvo tiempo de enfrentarlo debido a que las piernas de la castaña subieron a la altura de su cuello, ahorcándolo y sus manos tenían sujetados sus brazos.
Mike corrió hasta tenerlo frente y de una vez por todas desahogarse tirandole un sartenazo en el rostro sin lastimar a la castaña.
Los golpes no tenían fin. Alice se hizo a un lado mientras miraba como el castaño golpeaba sin piedad al dorado sobre el suelo. Se volvió a poner la camisa mientras sacaba algo de los cajones.
-¡Eres un malnacido! ¡Jodida escoria!
-¡Ya basta Mike!- exclamó tomando sus brazos
-Ya...La escuchaste, ella...
-Porque yo terminaré con él.
No se produjo sonido alguno, solo vieron como un charco de sangre empezaba a emanar del cuerpo sin vida de Golden.
El castaño miró a la ojiazul con asombro, sus manos temblorosas delataban su miedo ante la acción, dejó caer el arma mientras su cuerpo cayó sentado, sin parpadear y aún con la vista fija en el cuerpo de Golden. Sintió los brazos de Mike rodeandola en un abrazo mientras le decía "tranquila, ya acabaste con la bestia"
-Lo maté Mike...Lo maté
-Por eso debemos irnos, ya.
La tomó en brazos mientras corría a la puerta, por cosas de la vida un anuncio le hizo saber que el ascensor estaba descompuesto, suspiró, sujetó bien a la castaña y sin quejarse bajó los ocho pisos.
Con la respiración entre cortada la dejó sentada en una banca cerca a unos juegos infantiles, solo fue cuestión de minutos para que se aparezca frente a la joven en el automovil de Golden.
-Su carroza la espera, madame.
Abrió y tomo asiento en la parte del copiloto, ya se sentía mejor con tan solo pensar que la maldita pesadilla había acabado gracias a ella.
-Vamos a la pizzeria
-¿Sabes que hora es? Mejor mañana te llevo, además, conociendo la "mala" fama que tienen, seguro el manager los cuida, tranquila. Ah, por cierto, mira lo que encontré en los compartimientos y en la maletera.
Lo veía y no lo creía, eran varios fardos de billetes. Los dos decidieron gastarlos ya que si lo guardaban se sentirian culpables por el simple hecho de saber como se había ganado esos billetes.
-Vayamos a un hotel. No quiero ir a casa y que mis padres me interroguen por mis prendas y por tí- sugirió acomodando sus cabellos.
-Como quieras.
Espero que haya sido de su agrado, moría por escribirlo.
Gente en tumblr me pedía incluir un(a) OC del público, y pensaba hacerlo en el siguiente capitulo por la nueva guardia, pero no lo haré debido a que acaba mal, mal, maaaaaal. Asi que no soy cruel uwu.
Bueno, de seguro subo el otro capítulo la otra semana, quien sabe :T
Bye Bye
