Para aclarar: Esta historia no es mía, es del usuario Arishako, yo solo estoy traduciéndola (Principalmente porque es la mejor historia que he leído en un buen tiempo)

Marcado como M porque ¡Dios!, puro lemmon.

Disfruten.


Q: ¿Te gusta esto, eh?.-Quinn preguntó, sus ojos oscurecidos por el deseo mientras miraba la tira de tocino en su mano.-¿Quieres que te coma?

El tocino, por supuesto, estaba en silencio.

Q: Dios.-Murmuró dejando caer su cabeza para trazar con sus labios lo largo del tocino.-Me encanta escuchar eso.-Inhaló el aroma celestial de la carne.

Gimió incapaz de controlarse.

Q: Te deseo tanto. Ha pasado mucho tiempo.-Su lengua partió sus labios y trazó esas deliciosas líneas de grasa. Cerró su boca de nuevo, sus ojos hicieron lo mismo para poder saborear el tocino.

Después de un momento de silencio, Quinn rió oscuramente.

Q: Quieres esto, lo se. Eses toda una zorra, luciendo así y con ese jodido sabor que me vuelve loca.

El tocino giró al otro lado de su mano.

Q: Si, ya se.-Dijo llevando el tocino a su boca para acariciar sus lados con sus labios una vez más.-Quiero tomarme esto con calma; Quiero hacer esto bien para ti.

"Chica"

En pánico por la inesperada interrupción, Quinn hizo lo que sería razonable. Empujó todo el trozo de tocino a su boca y se inclinó sobre el plato de papel en donde el resto del tocino estaba. (No estaba segura si trataba de esconder su existencia a Mercedes o reclamarlo como suyo, pero eso no importaba en realidad)

Q: ¿Si?.-Giró su rostro a la puerta de la cocina, donde mercedes estaba en shock con Kurt escondido detrás de ella.

M: ¿Sabes que?.-Dijo, luego se detuvo por un momento, luciendo un poco asustada.-Puedo ver que ustedes están teniendo un "momento" o algo aquí. Vendré luego.

Con los ojos muy abiertos Kurt asintió, y la arrastró fuera del cuarto.


Quinn se sentó en silencio por varios minutos, con el rostro ardiendo y sus nudillos blancos por sujetar el borde de la mesa con demasiada fuerza. Finalmente respiró hondo.

Tomó otro pedazo de tocino.

Q: ¿Si? ¿Te gusta que nos observen?