Aunque no lo parezca, no es mi primer fanfic. Estoy muy animada pero tampoco me imaginé escribiendo en este sitio... Presiento que será un desastre total. (?) Sigo teniendo un poco de mi fobia al hacer Mary Sue o Gary Sue pero hice un oc.

-Sopa- Lo que dicen.

-"Sopa"- Los pensamientos.

Disclaimer: Los personajes que aquí aparecen no son de mi propiedad. Si lo fueran, haría una infinidad de cosas raras con ellos. (Bueno, tal vez no)

Lucina POV.

Prólogo: La llegada a la mansión.

No era tarde, ni tampoco temprano, no era día, ni era noche, no había luz ni oscuridad... todo era normal, tranquilo y equilibrado. Hace poco que había dejado la lucha, hasta que me llegó una invitación para estar en Super Smash Bros 4, ¡No lo podía creer!

Fue una bienvenida como todas: Yo, la espadachina y princesa peli-azul, sentada con algunos amigos platicando alegremente. Robin, como siempre, tratando de sacarle una sonrisa a todos. Daraen, ella era algo callada así que no tengo casi nada que decir, solo soltaba una que otra risita. Me sentía triste porque mi padre no estaba ahí, lo disimulaba... y eso no significa que lo olvide.


Dormitorios de las chicas, 05:00 p.m.

-Y aquí se supone que somos nosotras.- Daraen me comunicó muy seria. -Entremos ya.-

-¿Te pasa algo, amiga?- Le pregunté, no pareció importarle mi preocupación.

-No es nada que te pueda importar aunque hagas el máximo intento.- La albina, después de responderme, entró a la habitación-

-"Debe ser que está cansada por el viaje... y de los malos chistes de su hermano gemelo"- Pensé, claro que esa no era la respuesta.

Cuando entré, me di cuenta de que la habitación no fue lo que me esperaba: Estaba pintada de ocre, no había flores, azulejo blanco y negro, dos camas con sábanas y almohadas blancas y unos focos. Lo único que le daba vida al cuarto era la ventana que dirigía al balcón, siempre había una brisa refrescante, la luz de la luna o del sol iluminaba muy hermoso ese pequeño lugar y la vista... se veía perfectamente el ocaso desde ahí.

-¿Te vas a dormir ya? ¿No vas a ir a la fiesta que harán en la noche?- La estratega no me contestó, eso me hacía sentir triste. -Vale, no te molestaré más.- Agarre un libro y me puse a leer en el balcón.

-¿No crees que la luz del ocaso es hermosa?- Una voz me susurró, creí que era mi amiga.

-¿Daraen? Me alegra que me hables.- Voltea la mirada y la táctica seguía en la cama dormida... no se había movido, y mucho menos, hablado. -¿Daraen?

Suspiré y seguí con mi lectura, esa voz no la volví a escuchar, como si fuera un invento de mi mente para jugarme una broma. Dieron las 07:30 en el reloj de la mansión y me levanté a cambiarme, me puse un vestido azul brillante de tirantes con listones blancos, me peiné con una trenza de lado y mis zapatillas eran blancas. Para mi mala suerte, la voz me habló.

-Te ves muy hermosa, igual que la luna.- Me susurró, ahora lo hizo con tono triste. -Yo quisiera verme así, es una lástima que no sea hermosa.-Esta frase la dijo con tono molesto.

-¿Quién eres? ¿Eres Daraen?- No me respondieron. -Debe de ser mi mente la que crea esas voces.- Salí convencida de que eran mis ideas hacia el salón de la fiesta.

-Tan hermosa... tan linda que yo quiero ser... ¿Un producto de tus locuras?-


Salón de la fiesta, 08:20 p.m.

-¿Saludamos a las nuevas?- La princesa castaña le preguntaba a la rubia.

-Yo ya me hice amiga de la Diosa de la Luz... su nombre es Palutena.- Era la forma de decir que si de la princesa melocotón.

-Yo solo conozco a... a nadie, vamos.- Las dos fueron, aún bailando, hacia donde estaba la mayoría de los nuevos esta entrega.

-¿Dónde está mi hermana?- Consultó Robin preocupado.

-No quiso venir, ¿Sabes por qué?- Inquirí con la misma preocupación.

-Seguro no es nada malo, según con lo que me han contado tiene algunos problemillas.-Shulk empezó a bailar.

-¡Hola! ¿Pueden permitirme un momento?- Preguntó Zelda, lo raro es que su voz era parecida a la que escuchaba en mi cabeza.


Fin del prólogo.

No espero que sea una muy buena historia que les guste a todos, reviews, follows y favorites son más que bienvenidos y acepto críticas constructivas... que no lleguen a destructivas, claro.

Agradezco que se hayan pasado a leer.