HOLA:
Esta es una breve introducción a una continuación solicitada.
Para los que no se habían leído "PROBLEMAS", seguro que al principio no van a entender mucho, pero prometo que aclararé las ideas más adelante (Que conste que no es obligación leer la anterior)=).
Les agradezco a todos los reviews dejados en la anterior...
Ya habían pasado dos meses desde la pequeña broma que el caballero del fénix les había jugado a todos los santos y demás, a pesar de que el asunto fue divulgado en todos los medios y los caballeros de Oro, de Asgard y de Poseidón tuvieron que pasar sólo una noche en la cárcel, a Ikki no le remordía para nada la conciencia, aún sabiendo que era uno de los hombres más buscados del mundo porque Saori y los demás dioses, estaban furiosos con él y deseaban saldar cuentas.
Ikki y Shun se encontraban desde hacía dos meses en una de las cuevas de la Isla de la Muerte, al principio, para Shun había sido un viaje muy divertido, pero ya se estaba tornando algo molesto. Andrómeda, no dejaba de preguntarse cuándo podría volver a ver a sus amigos y a estar en la mansión.
Un día, cuando se encontraba recorriendo por onceava vez la isla, sintió que alguien se acercaba en un pequeño yate. Ikki, se había marchado diciéndole que volvería en un rato ya que iba a comprar algo de comida, y dándole las recomendaciones de siempre, aseguró que no se demoraría mucho en el supermercado.
Shun, miraba con extrañeza al yate que se acercaba, cuando de pronto divisó caras muy familiares, se acercó a una orilla de la isla que hacía de puerto y empezó a hacer gestos con las manos.
En el yate, no sólo habían tres figuras ya harto conocidas para nosotros, sino que además, se encontraban tres caballeros de oro, Milo, Mu y Shaka, tres de Asgard, Siegfred, Bud y Syd, y dos de Poseidón, Sorrento y Tetis. Todos ellos, miraban al pequeño Andrómeda con una expresión de desconfianza ya que no olvidaban que por culpa de su hermano, habían pasado una noche en la cárcel.
Cuando el yate tocó tierra, el primero en bajarse fue Seiya, quien buscó un lugar donde poder vomitar, porque no podía viajar por el mar, ya que se mareaba.(N/A: JAJA)
Shiryu, bajó después del Pegaso y mirando a Shun dijo:
-Shun, que gusto verte!!!!. Cómo estás de moreno, seguro que has tomado mucho sol....ya son cuántos meses?, dos?
Shun abrazó al dragón y dijo:
-Shiryu, cómo estás?, la última vez que te vi estabas muy mal. Ya te recuperaste?
-Y cómo no iba a estar mal, si tu hermano casi lo mata?-dijo Seiya quien ya había acabado de vomitar, y limpiándose la cara con la mano, la acercó a Shun y dijo:
-Es un placer verte, te hemos echado de menos.
Shun miró la mano de Seiya y dudando, se alejó de él unos pasos diciendo:
-Yo también, le he dicho a mi hermano que es hora de volver, pero él me dice que todavía no es el momento.
-Y que tú lo digas – dijo Hyoga, y abrazando a Shun dijo:
-Vámonos de aquí, Saori quiere hablar contigo.
Shun abrazó a Hyoga, pero cuando escuchó sus palabras dijo:
-Yo no me puedo ir sin avisarle a Ikki, él no está y va a volver muy pronto, lo mejor será que lo esperemos.
De repente, el resto de ocupantes del yate se bajaron y mirando a todos lados dijeron:
-No sentimos el cosmo del Fénix, dónde podrá estar?
Mu se adelantó y mirando a Shun dijo:
-Andrómeda, dónde está Ikki?
A Shun no le gustó para nada la mirada de Mu y respondió:
-No lo sé, pero por qué lo están buscando?
Milo miró a Shun y sonriendo de una forma un poco cínica respondió:
-Sólo queremos hablar con él, de ciertos asuntos. Por cierto, dime niño, dónde está? Y señaló a Shun con su famosísima uñita encarnada.
Hyoga y Shiryu se interpusieron entre Milo y Shun y dijeron:
-Sabes bien que Shun no tuvo nada que ver, deja de amenazarlo, además las órdenes de los dioses fueron claras, quiere que Ikki y él se presenten ante ellos en perfecto estado.
Shun se asustó más al escuchar esto y dijo:
-Eh...Hyoga, por qué los dioses quieren vernos a mi hermano y a mí?
Hyoga miró a Seiya y dijo:
-Porque nos necesitan, hay algo que debemos hacer.
-Si, dijo Seiya, gracias a tu querido hermanito debemos empezar una de las batallas más duras de nuestra vida....
Andrómeda miró con expresión ceñuda a sus amigos y empezó a entender que la situación era seria, pero como Ikki le había dicho que debía quedarse allí, decidió que no se movería sino hasta cuando él llegara.
Mientras tanto, los demás ocupantes del yate, se reunieron e hicieron algunas deliberaciones:
-Me parece, dijo Shaka, que Ikki no está aquí.
-De verdad?, dijo Milo, sabes, si abrieras tus ojos más a menudo te darías cuenta de lo evidente, desde que llegamos aquí nos dimos cuenta que no está.
-Qué hacemos ahora?, dijo con fastidio Tetis.
-No podemos volver con las manos vacías, recuerdas que los dioses nos desollarían vivos, con el genio que andan últimamente, dijo Siegfred.
-Ya sé, dijo Mu. - Llevémonos a Shun, y así Atena y Poseidón no se enfadarán.
-Pero si ellos quieren es a Ikki, dijo Shaka.
-Hay Shaka, qué aprendiste de todo esto, dijo Milo. Si Ikki ve que nos llevamos a su hermano seguro que ira a buscarlo.
-Sí claro, dijo Syd. Y de paso, quien sabe qué nueva cosa se le ocurre para asesinarnos, ya viste lo que hizo la última vez.
-Ya sé!!!!!!, dijo Tetis, por qué no le dejamos una nota?, o mejor, por qué no dejamos a alguien que le diga?
-Yo no, dijo Milo, Shun puede llegar a ser un poco violento y soy el indicado para calmarlo. (N/A: Shun violento?)
-Yo tampoco, dijo Shaka, debo meditar.
-Yo menos, dijo Mu, quién restaurará lo que se dañe en el santuario en mi ausencia?
-A mi no me vean, dijo Siegfred, Hilda me necesita en este momento.
-Dirás nos necesita, dijo Bud.
-Exacto, dijo Syd.
-Yo fui la de la idea y no me voy a quedar, dijo Tetis.
-Soy......el cocinero esta noche, dijo Sorrento. No me puedo quedar.
-Maldición, entonces quién?, preguntó Mu.
-Qué te parece uno de los de bronce, dijo Milo.
-Seiya!!!!!!!dijeron todos al unísono.
Seiya quien estaba hablando con los otros santos, volteó a mirar a los que estaban hablando, cuando escuchó su nombre, entonces como él era el héroe (N/A: según él) hizo su pose de galán y trató de aparentar gallardía.
Entonces los demás caballeros (Mu y compañía), se acercaron donde estaban los de bronce y dijeron:
-Bueno, como Ikki no está, no nos queda mas remedio que llevarte con nosotros Andrómeda, dijo Mu.
-Ya dije que yo sin mi hermano no voy a ningún lado, dijo Shun.
-Entonces tendremos que obligarte, dijo Sorrento, y empezó a tocar su flauta. Los caballeros se empezaron a adormecer y los primeros en caer fueron los de bronce, cuando Sorrento se dio cuenta de que Shun se había quedado dormido, dejó de tocar y miró a sus demás compañeros.
Milo, cogió a Shun y lo subió al bote, luego a Hyoga y después a Shiryu. Mu y Shaka ataron a Seiya a una piedra que había en toda la entrada de la isla y Tetis, escribió una notita para Ikki y la dejó al lado del cuerpo de Seiya.
Siegfred, Bud y Syd, acomodaron los cuerpos de los de bronce en el yate y los amarraron, porque desconfiaban de su reacción cuando despertaran. Entonces, los demás caballeros subieron al bote y soltando las amarras, se empezaron a alejar de la isla.
-Suerte Seiya, murmuró Mu, la vas a necesitar.
-No sé Milo, crees que fue buen idea amarrarlo?, preguntó Sorrento.
-Yo creo que sí, dijo Milo, así al Fénix se le van a quitar las ganas de asesinarnos cuando llegué y no encuentre a Shun.
-Y por qué?-Preguntó Shaka.
-Pues porque de la tunda que le va a dar al asnito, va a quedar muy cansado – y riendo en voz alta, se dedicó a manejar la nave....
En el próximo capítulo, se va a aclarar que fue lo que pasó con los caballeros en la cárcel, además cuál será la dura prueba a la que se van a ver enfrentados nuestros héroes...
Jeje....a los admiradores de Seiya lo siento, no puedo evitar que siga sufriendo aquí......
Espero leer sus comentarios....
Esta es una breve introducción a una continuación solicitada.
Para los que no se habían leído "PROBLEMAS", seguro que al principio no van a entender mucho, pero prometo que aclararé las ideas más adelante (Que conste que no es obligación leer la anterior)=).
Les agradezco a todos los reviews dejados en la anterior...
Ya habían pasado dos meses desde la pequeña broma que el caballero del fénix les había jugado a todos los santos y demás, a pesar de que el asunto fue divulgado en todos los medios y los caballeros de Oro, de Asgard y de Poseidón tuvieron que pasar sólo una noche en la cárcel, a Ikki no le remordía para nada la conciencia, aún sabiendo que era uno de los hombres más buscados del mundo porque Saori y los demás dioses, estaban furiosos con él y deseaban saldar cuentas.
Ikki y Shun se encontraban desde hacía dos meses en una de las cuevas de la Isla de la Muerte, al principio, para Shun había sido un viaje muy divertido, pero ya se estaba tornando algo molesto. Andrómeda, no dejaba de preguntarse cuándo podría volver a ver a sus amigos y a estar en la mansión.
Un día, cuando se encontraba recorriendo por onceava vez la isla, sintió que alguien se acercaba en un pequeño yate. Ikki, se había marchado diciéndole que volvería en un rato ya que iba a comprar algo de comida, y dándole las recomendaciones de siempre, aseguró que no se demoraría mucho en el supermercado.
Shun, miraba con extrañeza al yate que se acercaba, cuando de pronto divisó caras muy familiares, se acercó a una orilla de la isla que hacía de puerto y empezó a hacer gestos con las manos.
En el yate, no sólo habían tres figuras ya harto conocidas para nosotros, sino que además, se encontraban tres caballeros de oro, Milo, Mu y Shaka, tres de Asgard, Siegfred, Bud y Syd, y dos de Poseidón, Sorrento y Tetis. Todos ellos, miraban al pequeño Andrómeda con una expresión de desconfianza ya que no olvidaban que por culpa de su hermano, habían pasado una noche en la cárcel.
Cuando el yate tocó tierra, el primero en bajarse fue Seiya, quien buscó un lugar donde poder vomitar, porque no podía viajar por el mar, ya que se mareaba.(N/A: JAJA)
Shiryu, bajó después del Pegaso y mirando a Shun dijo:
-Shun, que gusto verte!!!!. Cómo estás de moreno, seguro que has tomado mucho sol....ya son cuántos meses?, dos?
Shun abrazó al dragón y dijo:
-Shiryu, cómo estás?, la última vez que te vi estabas muy mal. Ya te recuperaste?
-Y cómo no iba a estar mal, si tu hermano casi lo mata?-dijo Seiya quien ya había acabado de vomitar, y limpiándose la cara con la mano, la acercó a Shun y dijo:
-Es un placer verte, te hemos echado de menos.
Shun miró la mano de Seiya y dudando, se alejó de él unos pasos diciendo:
-Yo también, le he dicho a mi hermano que es hora de volver, pero él me dice que todavía no es el momento.
-Y que tú lo digas – dijo Hyoga, y abrazando a Shun dijo:
-Vámonos de aquí, Saori quiere hablar contigo.
Shun abrazó a Hyoga, pero cuando escuchó sus palabras dijo:
-Yo no me puedo ir sin avisarle a Ikki, él no está y va a volver muy pronto, lo mejor será que lo esperemos.
De repente, el resto de ocupantes del yate se bajaron y mirando a todos lados dijeron:
-No sentimos el cosmo del Fénix, dónde podrá estar?
Mu se adelantó y mirando a Shun dijo:
-Andrómeda, dónde está Ikki?
A Shun no le gustó para nada la mirada de Mu y respondió:
-No lo sé, pero por qué lo están buscando?
Milo miró a Shun y sonriendo de una forma un poco cínica respondió:
-Sólo queremos hablar con él, de ciertos asuntos. Por cierto, dime niño, dónde está? Y señaló a Shun con su famosísima uñita encarnada.
Hyoga y Shiryu se interpusieron entre Milo y Shun y dijeron:
-Sabes bien que Shun no tuvo nada que ver, deja de amenazarlo, además las órdenes de los dioses fueron claras, quiere que Ikki y él se presenten ante ellos en perfecto estado.
Shun se asustó más al escuchar esto y dijo:
-Eh...Hyoga, por qué los dioses quieren vernos a mi hermano y a mí?
Hyoga miró a Seiya y dijo:
-Porque nos necesitan, hay algo que debemos hacer.
-Si, dijo Seiya, gracias a tu querido hermanito debemos empezar una de las batallas más duras de nuestra vida....
Andrómeda miró con expresión ceñuda a sus amigos y empezó a entender que la situación era seria, pero como Ikki le había dicho que debía quedarse allí, decidió que no se movería sino hasta cuando él llegara.
Mientras tanto, los demás ocupantes del yate, se reunieron e hicieron algunas deliberaciones:
-Me parece, dijo Shaka, que Ikki no está aquí.
-De verdad?, dijo Milo, sabes, si abrieras tus ojos más a menudo te darías cuenta de lo evidente, desde que llegamos aquí nos dimos cuenta que no está.
-Qué hacemos ahora?, dijo con fastidio Tetis.
-No podemos volver con las manos vacías, recuerdas que los dioses nos desollarían vivos, con el genio que andan últimamente, dijo Siegfred.
-Ya sé, dijo Mu. - Llevémonos a Shun, y así Atena y Poseidón no se enfadarán.
-Pero si ellos quieren es a Ikki, dijo Shaka.
-Hay Shaka, qué aprendiste de todo esto, dijo Milo. Si Ikki ve que nos llevamos a su hermano seguro que ira a buscarlo.
-Sí claro, dijo Syd. Y de paso, quien sabe qué nueva cosa se le ocurre para asesinarnos, ya viste lo que hizo la última vez.
-Ya sé!!!!!!, dijo Tetis, por qué no le dejamos una nota?, o mejor, por qué no dejamos a alguien que le diga?
-Yo no, dijo Milo, Shun puede llegar a ser un poco violento y soy el indicado para calmarlo. (N/A: Shun violento?)
-Yo tampoco, dijo Shaka, debo meditar.
-Yo menos, dijo Mu, quién restaurará lo que se dañe en el santuario en mi ausencia?
-A mi no me vean, dijo Siegfred, Hilda me necesita en este momento.
-Dirás nos necesita, dijo Bud.
-Exacto, dijo Syd.
-Yo fui la de la idea y no me voy a quedar, dijo Tetis.
-Soy......el cocinero esta noche, dijo Sorrento. No me puedo quedar.
-Maldición, entonces quién?, preguntó Mu.
-Qué te parece uno de los de bronce, dijo Milo.
-Seiya!!!!!!!dijeron todos al unísono.
Seiya quien estaba hablando con los otros santos, volteó a mirar a los que estaban hablando, cuando escuchó su nombre, entonces como él era el héroe (N/A: según él) hizo su pose de galán y trató de aparentar gallardía.
Entonces los demás caballeros (Mu y compañía), se acercaron donde estaban los de bronce y dijeron:
-Bueno, como Ikki no está, no nos queda mas remedio que llevarte con nosotros Andrómeda, dijo Mu.
-Ya dije que yo sin mi hermano no voy a ningún lado, dijo Shun.
-Entonces tendremos que obligarte, dijo Sorrento, y empezó a tocar su flauta. Los caballeros se empezaron a adormecer y los primeros en caer fueron los de bronce, cuando Sorrento se dio cuenta de que Shun se había quedado dormido, dejó de tocar y miró a sus demás compañeros.
Milo, cogió a Shun y lo subió al bote, luego a Hyoga y después a Shiryu. Mu y Shaka ataron a Seiya a una piedra que había en toda la entrada de la isla y Tetis, escribió una notita para Ikki y la dejó al lado del cuerpo de Seiya.
Siegfred, Bud y Syd, acomodaron los cuerpos de los de bronce en el yate y los amarraron, porque desconfiaban de su reacción cuando despertaran. Entonces, los demás caballeros subieron al bote y soltando las amarras, se empezaron a alejar de la isla.
-Suerte Seiya, murmuró Mu, la vas a necesitar.
-No sé Milo, crees que fue buen idea amarrarlo?, preguntó Sorrento.
-Yo creo que sí, dijo Milo, así al Fénix se le van a quitar las ganas de asesinarnos cuando llegué y no encuentre a Shun.
-Y por qué?-Preguntó Shaka.
-Pues porque de la tunda que le va a dar al asnito, va a quedar muy cansado – y riendo en voz alta, se dedicó a manejar la nave....
En el próximo capítulo, se va a aclarar que fue lo que pasó con los caballeros en la cárcel, además cuál será la dura prueba a la que se van a ver enfrentados nuestros héroes...
Jeje....a los admiradores de Seiya lo siento, no puedo evitar que siga sufriendo aquí......
Espero leer sus comentarios....
