Los personajes de Miraculous Las Aventuras de Ladybug y Chat Noir, no me pertenecen, le pertenece a Thomas Astruc, Así como tampoco me pertenecen las Teorías sobre las que se está basando esta novela.

Espero que disfruten de la lectura.

ODIO

Para todos en el collège, fue sorpresa el estado de ánimo con el que habían visto ese día al Agreste. El chico se veía pálido y con un aura desanimada, tenía los hombros caídos y la cabeza gacha, con esa expresión en los ojos de estar muriéndose.

Cuándo llegó a su casa, ese comportamiento no fue pasado por alto por su padre, como portador del Prodigio de la mariposa, podía sentir las emociones negativas que comenzaban a surgir del interior de su primogénito. Suponía que se debía a la ausencia de Emilie, había previsto que su hijo, tarde o temprano, daría indicios de comenzar a mostrar ese tipo de comportamiento.

Tendría que dejar que se calmase y encontrar a otra persona que tuviera emociones negativas más fuertes. No podía caer en la tentación de akumizar a su propia sangre. Era algo que él mismo se había prometido en cuanto usó el Prodigio. Su hijo quedaría fuera de ese peligro eminente.

Él de mirada esmeralda, llegó arrastrando los pies a su habitación, buscando su cama con anhelo. Esa madrugada, Ladybug y él habían combatido contra un Akuma y lo habían liberado a las pocas horas, realmente no había sido tan difícil, y fue con el amanecer que decidió intentar volver a declarar sus sentimientos hacia su Lady. Después de ver la foto que Alya había subido al Ladyblog, de él, besando a su mariquita; tenía la esperanza de que los sentimientos de ella—aunque fuera un poco —, pudieran haber comenzado a cambiar, era por eso que había tomado el valor para volver a declararse frente a ella.

No pudo haber estado más equivocado.

Ma Lady... Si me dieras una oportunidad, yo... —no pudo continuar, porque ella se dio la vuelta, rechazando la rosa roja que él le ofrecía.

—Te quiero Chat Noir, pero entiende que yo…

—Amo a alguien más—contestó con recelo mientras imitaba su voz. Se cruzó de brazos mostrando una expresión molesta, haciendo que algunos pétalos de desprendieran de la rosa.

—Lo lamento—respondió con la cabeza gacha.

—¿Al menos podrías decirme quién es? —insistió. Tenía que saber quién era su rival.

—Tenemos que mantener esos detalles separados de nuestras vidas como súper héroes, Chaton...

—Lo sé, pero no estaré tranquilo, ¿sabes? El saber su nombre, me daría una idea de quién es esa persona por la cual yo no puedo ganar tu corazón, me gustaría saber si esa persona es mejor que yo—a los pocos segundos, él también le estaba dando la espalda.

Ambos estaban sobre un edificio, el mismo en el que el gorila convertido en una especie de King Kong gigante había subido con él años atrás. La ventisca que acompañaba con ese hermoso amanecer, sería un escenario romántico para cualquier pareja, pero para ambos héroes, comenzaba a sentirse abrumador.

—Te prometo que si me dices su nombre... Yo, dejaré de molestarte, palabra de gato—se llevó su mano derecha a la altura de su corazón, mientras que levantaba la izquierda, aun sabiendo que su Lady no estaba atenta a sus movimientos.

La chica pareció analizar las palabras de su compañero, sólo era un simple nombre, ¿cierto?, no había posibilidad de que su compañero pudiera descubrir su identidad si revelaba ese pequeño detalle.

Suspiró resignada. Lo último que quería era seguir dañando el corazón del felino.

Se llama, Adrien Agreste. Había salido en un susurro de sus labios, no estando segura de que su compañero hubiera escuchado, pero los sentidos desarrollados gracias a su traje, habían ayudado que su nombre fuera tan audible como si lo hubiera dicho con firmeza.

Qué ironía. A fin de cuentas, sí le gustaba. Pero no se alegraba de ello, ¿Porque tendría que gustarle Adrien, siendo que él era Chat Noir? Al cual siempre rechazaba.

—¿Ese niño mimado?—volteo a verla con una expresión molesta—¿Por Él no correspondes a mis sentimientos?

—No es un niño mimado—pronto ambos se estaban dando la cara, uno más molesto que el otro—Él es la definición de perfección.

—Nadie es tan perfecto, Ladybug—repuso con frialdad.

—Él sí—repuso con una sonrisa, borrando su expresión de molestia ante el héroe, detalle que había podido ver con claridad—Él lo es, amable, dulce, no causa ningún problema, siempre dispuesto a ayudar y dar ánimos a los demás, no es coqueto como tú. Él no le haría daño a nadie.

—Y tiene dinero y es un modelo. Sí me imagino cuanto te ha de gustar—gruñó.

—¿Que no estas escuchando gato estúpido?—habló decidida a defender al Agreste—yo no lo amo porque tenga dinero o sea hijo del diseñador de modas más famoso. Yo lo amo por lo que es, porque lo conozco, y es alguien que no necesitó impresionarme para enamorarme.

«Lástima que decidiste enamorarte de la personalidad creada para las cámaras y por mi padre». La vio con frialdad, no tenía caso seguir intentando algo que nunca sucedería, ella lo acababa de dejar claro. Chat Noir nunca sería opción para ella.

—Bien, sigue enamorada de tu niño rico—se dio la vuelta, preparando su bastón para regresar a su casa, acompañado del último pitido de su Miraculous que le avisaba que estaba a punto de transformarse. «Oh Ladybug, si supieras» —Yo me largo de aquí, creo que no hay nada más que decir—antes de impulsarse con su bastón, una mano enguantada lo hizo detenerse al tomarlo del hombro.

—Por favor minou, no te vayas así, molesto. No quiero que un Akuma vaya detrás de ti—habló con verdadera preocupación en su voz y él lo pudo comprobar en sus ojos.

—Me has rechazado muchas veces, Ladybug, la revelación del nombre de tú enamorado—respondió haciendo énfasis en las últimas palabras—No harán que cambie nada.

La chica llevó la mano que hace unos instantes había tomado el hombro de su compañero a su brazo izquierdo, sobando una parte de su brazo con pena, mientras observaba como una silueta negra desaparecía en la distancia.

Él decía que nada cambiaria, pero ella había podido percibir que después de esa confesión, habrían muchos cambios, iniciando por el hecho de que Él la había llamado "Ladybug", en dos ocasiones, olvidando esos apodos que Él tenía hacía ella; pudo darse cuenta que ya no sería más su "su bichito", "su lady", o incluso ese molesto apodo que él le había dado a las pocas misiones que habían comenzado a hacer en cuanto se les fue otorgado su prodigio; "Bugaboo". Solo sería Ladybug, la heroína de París.

Le costaba aceptarlo, pero las cosas con Chat Noir, ya no serían las mismas.

—¿Te das cuenta Plagg? —Cuestiono a su kwami con tristeza—ella está enamorada de la parte Imperfecta, de Adrien.

—Ella la ve muy perfecta—tenía una rebanada de queso entre sus patas, mientras observaba con atención a su portador. No lo admitiría, pero ese asunto lo tenía preocupado, si su chico continuaba lamentándose, Le Papillon no tardaría en enviar a alguno de sus akumas.

—Lástima que esa parte es la que la compañía de père quiere que muestre al público... Mi verdadera personalidad es la que tengo con el traje de Chat Noir, no... No sé cómo hice para haberla enamorado en menos de una hora cuando fue ese asunto de Oblivio, ¡me hubiera gustado ser más inteligente y haber escrito una nota para mi yo del futuro! —gritó con exasperación al momento de azotar su puño contra el escritorio.

—Lamentablemente eres un crío estúpido. Pero no te preocupes, chico. En este mundo, te puede encantar una clase de queso, pero tienes que aprender que hay un momento en la vida, en el que tienes que probar otros quesos, ¿me explico? —Había estado acariciando la rebanada de camembert, dejando de hacerlo al cerciorarse de que su portador lo siguiera.

—Siempre hablas de quesos, no te puedo entender—dijo con seriedad.

—Lo que es Ladybug para ti, es lo que es el Camembert para mí. sé que algún día dejaré de comer Camembert y cambiaré de queso, tal vez comenzaría a comer más queso Chédar, quien en este caso, para ti vendría siendo tu amiga Kagami, o también cambiaría al Suizo, aunque aún tengo mis dudas, y por si no lo has entendido, el Suizo vendría siendo la hija de los panaderos—O el Camembert. Dijo en un susurro, siendo consciente de que su portador en esos momentos estaba de muy mal ánimo para entender su analogía de quesos y chicas.

—Gracias por intentar subir mi ánimo, Plagg, pero nada hará que mejore. Tú mismo lo notaste, hoy en el collège estuve ignorando a todos.

El pequeño ser azabache asintió, y se alejó con su queso para poder dejar que el chico pensara y disminuyera sus emociones. Tenía un corazón puro, uno incluso más puro que el de la niña de Tikki, cosa que haría fácil a Le Papillon para poderlo corromper.

El chico tomó una de sus fotos que tenía en un porta retratos, y se miró así mismo con odio, ¿cómo era posible que Adrien Agreste haya podido enamorar a Ladybug sin intentarlo? ¿Y Chat Noir, intentando enamorarla, no logró nada?
Eso lo hizo rabiar. Lanzó el porta retratos contra la puerta de su habitación. Lo que logró que el choque lo destruyera en pequeños pedazos de vidrio.

El ruido hizo salir al kwami de su mueble en donde tenía una gran variedad de quesos, encontrándose con que su chico estaba en muy mal estado.

—¡Plagg, transformame!

Una luz verde cubrió la habitación del Agreste, en cuanto estuvo transformado, salió saltando por su ventana, intentaba tranquilizarse y tomar un respiro, Plagg tenía razón, Le Papillon podría aprovecharse en esos momentos.
Saltó por los tejados de París, intentando disfrutar de la brisa veraniega que le daba de golpe en el rostro, pero al ver tantos espectaculares con su cara pegados por toda la ciudad, hacía que su ánimo empeorará. Y más escuchar a algunas chicas suspirar por el "perfecto Adrien Agreste". Eso lo enfermaba.

En algún lugar de la ciudad de las luces, una ventana se abría, dejando ver por el halo de luz que se comenzaba a formar, una habitación llena de mariposas blancas, las cuales parecía que desprendía un resplandor propio, que cualquiera que las viera, no dudaría en que transmitían paz pura.
Pero en medio de todas esas mariposas blancas, se encontraba una figura que era todo lo contrario a la paz que las describía.

—Ah... Esta misma sensación. Odio contra uno mismo—Sonrió con malicia mientras tomaba una mariposa entre sus manos, y la convertía en una de un color negro con destellos purpuras—Sí... El sentimiento perfecto para crear un Akuma, y no un simple akuma, un Akuma destructivo que me traerá su Miraculous y el de Ladybug. Vuela mi preciado Akuma y haz que ese sentimiento no deje de estar presente, obscurece ese corazón que será la ruina para Ladybug y cualquier súper héroe que intente ayudar en esta ocasión.

Dejó salir a la pequeña mariposa de la habitación, en busca de su próxima víctima, era cuestión de tiempo para que Chat Noir estuviera de su parte. Esta vez tenía un presentimiento de victoria. Ya podía ver a Emilie de nuevo con él y con su hijo.

Solo era cuestión de esperar y jugar bien sus cartas.

Levantó su bastón en el aire, decidido a romper los anuncios que tenían su cara por todo París, sin darse cuenta de la mariposa negra que se adherida a su bastón.

Pronto una voz monótona y fría, estaba hablando en sus pensamientos.

N.A.

Espero que les haya gustado esta pequeña introducción en la historia. Dependiendo de cómo vea el recibimiento de este capítulo, veré si sigo escribiendo y publicando los demás capítulos.

La idea para este Fanfic, fue gracias a la teoría de KaworuHamato551994. La verdad que fue de las teorías que se me hicieron más posibles. Desde que leí su teoría, no me podía sacar de la cabeza el hacer una novela de ello.

Para los que ya me conocen de "La Nueva Guardiana", creo que ya los tengo acostumbrados a que mis capítulos tienden a ser con más 4000 palabras y con algunos de los capítulos intento superar las palabras, así que esta fue una pequeña muestra, como dije anteriormente, es por si les agradó la idea de la trama.

Creo que de una vez, les aviso que se tratarán los Shipps Adrinette y Marichat.

El Fanart de la portada le pertenece a Re-Unknow

[…]

Merci por leer el comienzo de este nuevo proyecto, y nos vemos en el próximo capítulo (si así ustedes lo deasean)

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Nos Leemos pronto mis Chaton's.
~Chatonette.

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