HOLA CHICAS AQUÍ LES TRAIGO ESTA NUEVA HISTORIA ES UNA ADAPTACIÓN DE EL DIABLO IRLANDÉS DE DONNA FLETCHER Y LOS PERSONAJES SON DE LA GRANDIOSA NAOKO TAKEUCHI

PRÓLOGO

Habla del Diablo y él aparecerá. —Erasmus

Cork, Irlanda, 1171

"El diablo irlandés cabalga con la tormenta, su ejército lo sigue directamente atrás. Él toma la iniciativa, temerario como es, sabiendo que el amo del mal lo protegerá. Él lleva un arma más, una espada especialmente forjada para él. Nadie excepto el diablo posee la fuerza para esgrimirla, el arma pesa con las almas y los gritos de aquellas vidas que han pasado por ella.

"En su camino él deja destrucción. Aldeas enteras quemadas, hombres sacrificados y mujeres arrasadas. El diablo saborea su porción de mujeres llevándose una docena o más... "

"Basta de tonterías, Mina, no oiré más," Lady Tsukino severamente la retó, entrando al cuarto de costura pequeño para la sorpresa de las tres mujeres jóvenes que estaban sentadas apiñadas alrededor de la mesa.

Las dos mujeres enfocaron sus ojos grandes y asustados en Mina, sus manos temblando, sus cabezas con cofias asintiendo mientras ella persistía en continuar con su cuento.

"Pero es verdad, mi lady. El diablo irlandés es conocido por su crueldad. Él saquea y masacra por placer y por ganancia. A él no le importan los seres humanos, sólo sus placeres del mal."

"Cuida tu lengua ignorante, Mina," Lady Tsukino estalló. "El diablo irlandés es simplemente un hombre más, excepcional en lo que él hace, pero sigue siendo un hombre, no un mito o una leyenda. Un hombre más, que necesito recordarte, estará aquí dentro del lapso de un mes para escoger una de mis hijas como esposa. No toleraré tales mentiras y no tendré a mis hijas atemorizadas por los chismes de una criada."

"Si, mi lady," Mina obedientemente dijo, su cabeza se curvó respetuosamente y sus dedos retomaron su costura.

Las otras dos mujeres inmediatamente bajaron sus cabezas y se enfocaron sólo en su trabajo.

"Si un punto está fuera de la línea, todas ustedes se quedarán sin la comida de la noche," Lady Tsukino dijo y lentamente circuló alrededor de la mesa, su cuerpo alto, esbelto y rígido, sus manos delgadas, colocó sus brazos cruzados sobre su pecho y sus ojos oscuros observando atentamente su trabajo.

Con las respiraciones suspendidas y cuerpos tensos, las mujeres jóvenes esperaban. Lady Tsukino no era conocida por su comprensión y encanto. Ella era conocida por su lengua aguda y su mano veloz. Nadie del personal de la casa escapaba a su rabia; Algunos incluso llevaban en sus cuerpos una marca permanente de su crueldad.

La bofetada resonó en el cuarto confinado, sorprendiendo a todas ellas. Las otras dos mujeres se sobresaltaron sus agujas accidentalmente pincharon sus dedos, sin embargo ellas permanecieron mudas pues temían que Lady Tsukino les daría lo mismo a ellas.

"Ami," Lady Tsukino gritó a la mujer joven cuya mejilla inmediatamente mostraba la impresión de la mano. "Esa línea está torcida. Desarmarás toda la costura y comenzarás nuevamente."

Ella completó otra ronda alrededor de la mesa, sus ojos atentos a su trabajo, antes de caminar hacia la puerta. Ella se detuvo y giró. Una sonrisa cruel se dibujaba en su rostro delgado, enfatizando las muchas líneas y arrugas profundas que a marcaban a una mujer mucho más vieja que sus 47 años. "Ustedes dos pueden agradecer a Ami por la cena que se perderán esta noche." ella lanzó una mirada de disgusto a Mina. "En cuanto a vos, Mina, podrías perder algunos kilos. Tu cintura abundante seguramente debe interferir con tus deberes. Le informaré al cocinero que vos serás racionada a una comida diaria hasta que yo esté satisfecha con tu pérdida de peso. Y asegúrate que esos vestidos estén acabados a la hora correcta para que mis hijas tengan sus nuevos vestidos para dar la bienvenida a los irlandeses... "— ella se detuvo y envió una severa mirada a Mina "para dar la bienvenida a Lord Darién de Chiba."

"El Lord del infierno sería más apropiado," Mina murmuró después que Lady Tsukino desapareció por la puerta.

Lágrimas llenaron los ojos azules de Ami. "Lo siento tanto."

Rei ofreció consuelo palmeando levemente el hombro delgado de la muchacha. "No te preocupes. Eres la mejor costurera de todo Cork. No podrías coser una costura torcida aunque lo intentases."

"El diablo irlandés la pondrá en su lugar," Mina dijo, sacudiendo la cabeza en dirección a la puerta.

Ami bajó su voz a un mero susurro. "Los cuentos son verdad?"

Mina lanzó una mirada cautelosa hacia la puerta abierta y se inclinó sobre la mesa, las mujeres se movieron más cerca para oír. "He oído a los guardias en la fortaleza conversando. Sus voces temblaban cuando ellos hablaban de él casi como si ellos temiesen que él apareciera en el aire y los silenciara con su espada poderosa. Ellos se persignan cuando mencionan que él lucharía por cualquier rey que engordase sus bolsillos, cada rey intenta adelantarse al otro y ganarse el favor y los servicios del Diablo. Los oí decir que él no guarda ninguna fidelidad a Irlanda, siendo que él es un bárbaro."

"Un Bárbaro?" Ami repitió.

Mina dio otra mirada apurada al cuarto y la abertura antes de responder. "Su sangre irlandesa está mezclada con sangre de los vikingos salvajes y es de ahí de dónde le viene la relación con el diablo. Él no puede evitar los saqueos y las matanzas, forma parte de él. Él hasta consideró traicionar a los reyes de Irlanda."

"Cómo?" Amy preguntó, atrapada por el cuento.

"Él tenía intención de proveer, por un precio, información al rey Henry II respecto a los reyes irlandeses y sus planes. Los reyes ofrecieron engordar substancialmente sus cofres si él mantenía cerrada la boca. Ellos le ofrecieron un contrato matrimonial lucrativo y vastas tierras, y otorgarle un título, el de Lord, cuando él no era nada más que un bárbaro. Lord Kenji de Tsukino fue ordenado por el rey de Cork, Diamante McCarthy, ofrecer una de sus hijas al Diablo mientras que el rey de Limerick, Zafiro Mor O 'Brien, le garantizó un castillo pequeño y tierras en Limerick, no es ningún tonto. De ese modo el Diablo protegerá lo que es suyo junto con todo esto."

Los dedos hábiles de Ami terminaron de desarmar el último de los puntos de costura del vestido de lana verde musgo en que ella trabajaba. "Espero que él elija a Lady Mimet para a casarse ella es cruel y astuta como su madre y ella se parece a ella también, alta y delgada, sin curvas, sólo esa nariz puntiaguda y esos labios finos siempre fruncidos. El Diablo y ella se merecen mutuamente."

Rei sonrió, sus ojos violeta bailando con malicia. "Pienso que él merece a Lady Kaolinet."

Mina y Ami soltaron una risita.

"No creo que el Diablo vaya a escoger a una mujer que huele a caballo como esposa," Mina dijo.

Ami defendió a la mujer, mientras continuaba riéndose. "Ella puede oler a los animales que tanto aprecia pero por lo menos ella es agradable con los criados. Y ella tiene buenas caderas anchas para dar a luz."

Las dos asintieron su acuerdo.

"Qué tal Lady Neherenia?" Ami preguntó.

"Tal vez," Mina dijo. "A ella no le importa nada más que sí misma, siempre está preocupada por su apariencia, y ella es la hermana más atractiva aunque sólo tiene 16 años."

"Edad suficiente para tomar un marido," Rei dijo. "Yo me casé con Nicolas a los 15."

"Y darás a luz tu primer bebé dentro de un mes," Ami dijo encantada. " tienes miedo del nacimiento?"

Rei habló con confianza, "No con lady Serena para ayudarme con el nacimiento."

Un silencio completo llenó el cuarto pequeño y una súbita corriente de aire entró por la puerta abierta, enviando escalofríos por las espaldas de las tres mujeres.

"No piensas que Lord Kenji ofrecerá a lady Serena al Diablo, verdad? "- Mina preguntó, su voz trémula.

"El Diablo no la querría," Rei respondió con condena. "Ella es muy dulce."

"El Diablo gusta de las presas inocentes," Ami recordó.

"Dios tenga clemencia de ella, "Rei susurró, conteniendo sus lágrimas. "Ella ya no es inocente, y le dejaron una cicatriz para probar sus pecados."

Ami estalló furiosamente. "No hay ninguna mujer joven más buena que ella. Son los chismes maliciosos los que descreen de su inocencia. Ella luchó a su atacante y ganó pero nadie quiere creer la verdad."

"Verdad o no, prefiero morir que vivir con vergüenza," Mina susurró.

"Si, lo mismo yo," Rei concordó.

"El coraje y la fuerza la ayudaron en su odisea," Ami discutió. "Y vos, Rei, No estarías aquí si Lady Serena no hubiese luchado por su vida esa noche."

Rei secó las lágrimas de sus mejillas. "Muy cierto, Ami. Ella se transformó en una gran curandera y su habilidad me salvó de morir de esa fiebre. Pero quién la tomará ahora? Ningún hombre de su clase la aceptará en matrimonio y ella ya tiene veinticinco años. Ella se mantiene apartada y encerrada con sus plantas, sus pociones y recetas. Ella no quiere que nadie vea la cicatriz. Qué vida es esa para ella?"

"Ella pasa el tiempo en el bosque recolectando sus plantas y cultivando su jardín," Ami la defendió.

Rei frunció el ceño. "Sola, siempre sola."

"Rook va con ella," Ami discutió.

"Ese cachorro de monstruo no deja que nadie se aproxime a ella," Mina dijo. "Su padre se lo dio después del incidente. Él la quería custodiada pero no por un hombre."

Rei sacudió la cabeza. "Di la verdad, Mina, su padre la culpa del ataque. Él sentía vergüenza de ella la noche que eso sucedió, como él tiene vergüenza de ella ahora."

"Bien," Mina dijo desafiantemente. "Entonces él no la ofrecerá al Diablo ya que él piensa que ella es un bien deteriorado."

"Y con esa cicatriz terrible siempre recordándole lo sucedido, Dios bendiga su alma," Ami dijo, persignándose y murmurando una oración.

Rei y Mina se unieron con oraciones de sus propias.

"Alguien sabe quién la atacó?" Rei preguntó, pues ella no había estado al servicio de Lord Kenji cuando el incidente había sucedido ocho años atrás.

"Su madrastra ordenó su silencio," Ami dijo, y se estremeció. "Yo la ayudé a atenderla después del ataque. Ella sangraba mucho, las sabanas estaban empapadas con su sangre. A Lady Tsukino le advirtió que se guardase las mentiras para ella misma y que no mencionara el nombre del hombre que la había tentado o ella ardería en el infierno para siempre. Lady Tsukino ordenó que un sacerdote fuese al lado de la cama para confesarla."

Mina interrumpió. "Fui yo a quien ella le ordenó llamar al sacerdote." ella se estremeció.

Ami sacudió la cabeza. "A Lady Tsukino no le importa nada acerca de Lady Serena. Ella no quería que la vergüenza de un pecado mortal recayera en el alma de su hijastra agonizante. Nadie sabe si ella confesó el nombre, pero yo oí su pedido cuando ellos me sacaron del cuarto, 'Dios, sálvame del diablo.' Algunos creen que ella hablaba sobre el mal dentro de ella misma, pero yo pienso que ella luchó contra el diablo en persona esa noche y que Dios le salvó la vida."

Un silencio reinó por varios minutos.

El estruendo de trueno sonó afuera a lo lejos y tres pares de ojos se agrandaron con miedo.

"El Diablo irlandés cabalga con la tormenta," Rei susurró y las tres mujeres jóvenes se persignaron.

ESPERO QUE LES GUSTE ESTA HISTORIA QUE ES SUPER ENTRETENIDA Y TIENE DE TODO UN POCO.