Título: Questa stanza
Género: Humor(?)
Clasificación: G / K
Advertencias: Fluff. Un drabblecillo tonto que no me resistí.
Palabras: 349
Nota: La canción es "Il Cielo In Una Stanza" de Gino Paoli y su intérprete original era Mina.
—¡Hermano! "Quando sei qui con me…" —Lovino levantó una ceja enojado. Ya había completado la frase demasiadas veces en el día; pero Feliciano, en su ignorancia y su estancia en las nubes, parecía no percatarse de ello.
—"Questa stanza non ha più pareti..." —y continuando con la canción, el italiano menor desapareció de la habitación.
Antonio, quien esa mañana había decidido visitar a los hermanos y en esos momentos se encontraba sentado del otro lado de Lovino, miró curioso y sonriente a Feliciano hasta que sólo se pudo oír su melodiosa voz. A continuación sus ojos verdes se posaron sobre la otra nación.
—"Cuando estás aquí conmigo…" ¿qué cosa no tiene más paredes? —preguntó. Afortunadamente para él, hablar también una lengua latina le había permitido entender gran parte de la frase en italiano.
—"Stanza", "habitación". Es una canción de la década de los sesenta —explicó desganado—, pero tiene varias versiones más actuales.
Mientras el español bebía café se hizo un silencio, exceptuando por Feliciano quien seguía entonando esa canción. Luego de tragar, Antonio se iluminó.
—Está de muy buen humor, ¿verdad?
—Está insoportable —el otro rió.
—¿Le ha pasado algo bueno últimamente? —detrás de su taza de café, Lovino le dirigió una mirada de pocos amigos. Antonio la supo interpretar como un "estás entrando en un territorio peligroso". No obstante, creía que esta vez la verdad valía un cabezazo o dos.
—Está asquerosamente enamorado —se rindió finalmente.
En menos de un segundo las cosas tuvieron sentido para Antonio. Entendió por qué Feliciano estaba de tan buen humor y también por qué Lovino estaba más malhumorado que de costumbre. Entonces supuso quién era el afortunado que se había robado el corazón del europeo menor.
—"Quando sei vicino a me…" —volvió a aparecer el susodicho cantando más apasionadamente y Lovino se le adelantó:
—"Questo soffitto viola…"
—"Non, non esiste più…" —y antes desaparecer de nuevo, le plantó un beso en la mejilla a su adorado hermano mayor.
Ante la cara de asco y molestia éste, el español volvió a reír.
—Oh, Ita-chan es tan, tan dulce…
—Demasiado. Me provocará diabetes.
Muchas gracias por leer :). Yo lo sé, ustedes lo saben: los comentarios son muy apreciados.
