UNA CAMA DE TRES.

Los personajes de Naruto no me pertenecen son creación de Masashi Kishimoto

Esta historia podría decirse que es una variante, que esta inspirada de "La fuerza del recuerdo" otro de mis fics, tiene características como, mi pasado con Gaara y con Kiba. También incluye un personaje inventado por mi, Lara que es mi mejor amiga.

Espero que les guste


Capitulo 1: El despertar.

Abrí los ojos lentamente, no reconocí el techo que estaba sobre mí hasta pasado unos segundos.

Miré hacia un lado de la cama vi un castaño con marcas rojas en la cara. Levanté mi cuerpo sentándome en la cama.

Miré hacia el lado contrario y vi un pelirrojo con los ojos pintados.

Miré mi cuerpo avergonzada, estaba desnuda. No tenia claro lo que paso la noche anterior. Salí de esa cama, me senté al borde y me puse mi ropa interior. Unos labios besaron mi hombro.

- Buenos días.

- Ki… Kiba… - dije avergonzada y el cogió delicadamente mi cara y me beso en los labios.

Nos separamos y me quedé paralizada, no es que no me gustara estar con él, simplemente me sorprendió. Me fijé y observé su torso desnudo. Las sabanas cubrían sus piernas pero aun así sabia que estaba totalmente desnudo.

Oímos un bostezo y miramos hacia Gaara que acababa de despertarse.

- Oye Kiba no te aproveches por que este durmiendo. – Dijo acercándose.

- Solo le estaba dando los buenos días. – Se excusó Kiba.

Gaara se acercó a nosotros. Él también lucia el torso desnudo. Gaara me agarro del brazo y me beso pero a diferencia de Kiba el lo hizo más salvajemente.

- ¿Y a ti quien te ha dicho que te vistas? Si no hemos terminado… - Me dijo Gaara colocando su mano en mi pierna.

- Yo es que estoy un poco… confusa. – Dije poniéndome de pie.

- ¿No me digas que te arrepientes? – Dijo Kiba poniéndose de pie también.

- No, no es eso… - Dije girando la cabeza y completamente roja. – ¿Podrías vestiros?

- Los calzoncillos estás detrás de ti. – Dijo Gaara señalándolos.

Me acerqué a cogerlos y se los tiré. Esperé un rato dándoles la espalda. Segundos después Kiba me cogió de la mano y me sentó en la cama, en medio de los dos.

- ¿Cuál es el problema? – Me dijo Kiba acariciándome la cara.

Kiba era tan delicado, tan romántico y Gaara tan apasionado tan salvaje… Me gustaban tanto los dos. Creo que comienzo a recordar lo que paso anoche.

- Nin… ninguno… Si vosotros no lo tenéis tampoco…

- ¿Te preocupa que no sepamos compartirte? – Dijo Kiba y luego me beso la cabeza.

- Nosotros solo queremos estar contigo… - Me dijo Gaara al oído. – No nos importa tener que estar juntos si tu estas en medio.

Sí, recuerdo lo que ocurrió.

Kiba siempre ha sido mi mejor amigo, y no niego que sintiera cosas por él, por que las sentía, solo que pensaba que él no me correspondía.

De Gaara me enamoré de pequeña, una vez que lo vi, defendiéndome de chicos que querían atacarme, como luego se fue a su villa y no estaba conmigo guardaba su recuerdo, el amor que sentí al verle por primera vez.

Recuerdo como empezó todo anoche. Le confesé mis sentimientos a Gaara. Que no quiso escucharme y se fue. Me senté en la calle y comencé a llorar.

Estaba con la cabeza entre las rodillas, apoyada en la pared.

Después de un rato apareció Kiba con Akamaru, que al verme se sentó a mi lado y me preguntó que me pasaba. Recuerdo la conversación.

Flashback

- ¡Neus! ¿Qué te pasa? ¿Por que lloras? – Dijo sentándose.

- Por nada… - Dije entre sollozos.

Él me acaricio el pelo y me susurro al oído.

- Neus…

Cuando me dijo eso, levanté la cabeza mirándole a los ojos, lo hice a contra voluntad. Como si con esa simple palabra, mi nombre, me hubiera hipnotizado.

- Es que… - No quería decírselo Kiba también me gustaba o al menos eso creía.

- Sabes que puedes decírmelo. – Me dijo Kiba acariciándome la mano y Akamaru ladró.

- Le… le he dicho a Gaara lo que siento por él… pero… - Lágrimas cayeron de mis ojos.

- Lo.. lo siento. – Kiba miró hacia otro lado, como si no quisiera escucharlo.

- Pero hay otro problema más… - Continué.

Él asintió con la cabeza para decirme que continuara.

- Es que… veras.. tu..

- ¿Yo? – Se sorprendió.

- A ti… a ti.. también te quiero.. mucho. – Dije y me miró a los ojos.

No dijo nada, solo me miró. Al cabo de unos instantes me seco las lágrimas. Yo me acerqué a él, lentamente. No puede evitarlo y le besé. Él me correspondió dejando sus manos sobre mi cara.

Nos separamos lentamente, pero muy poco y Akamaru se metió por debajo la camiseta de Kiba y le lamió la mejilla. Parecía feliz y celoso a la vez.

Yo me reí y Kiba también.

Seguidamente vi a Gaara al fondo de la calle, mirándonos. Se iba acercando lentamente con los brazos cruzados. Yo no pude evitarlo y se me cayeron unas lágrimas.

Cuado llegó donde estábamos nosotros se agacho.

- Neus… Lo, lo siento… Me costó asimilar lo que me dijiste antes. – Se sentó a mi lado.

Ni Kiba ni yo sabíamos que decir. Pero Gaara tenia claro que hacer porqué me beso. Me beso de una forma diferente a como besaba Kiba, de forma más apasionada.

Nos separamos y me mordí el labio, mire hacia Kiba. Él estaba más sorprendido que yo.

No comprendo por que ocurrió lo siguiente, solo se que paso.

Kiba me beso en los labios dulcemente y Gaara me besó el cuello. A ninguno de los dos les importo que hubiera besado al otro. Como si comprendieran que no sabría elegir.

Luego… bueno, que acabamos en la cama de Kiba. Los detalles, no hacen falta, hasta Naruto hubiera deducido que ocurrió después.

Fin del Flashback

- Pero vosotros dos… - Comencé a decir.

- Entre nosotros no hay nada… - Dijo Gaara algo alterado.

- No, yo, nosotros solo te queremos a ti. – Continuó Kiba que me beso el cuello.

- Va a ser algo extraño pero… - Gaara no me dejo terminar por que me callo con un beso, esta vez más corto.

- Vete a duchar si quieres. Gaara y yo preparamos el desayuno. – Me ofreció Kiba

- Si quieres te acompaño. – Dijo Gaara de forma sugerente.

- No, no hace falta, vámonos. – Contestó Kiba por mi.

Kiba se vistió y ofreció ropa a Gaara para que se vistiese también. Luego se fueron a la cocina.

Yo me di una dicha rápida, salí y me puse mi ropa interior, pero solo tenia mi ropa de ayer para llevar por encima. Salí y cogí una camiseta de Kiba algo grande para que me fuera de vestido. Después fui a al comedor y Akamaru me recibió ladrando y saltando de alegría.

- Hola guapo ¿Cómo estas? – Dije acariciando a Akamaru.

- Bien. – Me respondió Kiba abrazándome por detrás.

- No me refería a ti. – Dije riéndome y dándome la vuelta.

- Que bien te queda eso estas muy…

- Sexy. – Terminó Gaara que me miro desde de la cocina y Kiba me soltó.

- ¿Quien te ha dado permiso para ponerte mi ropa? – Me dijo Kiba fingiendo estar enfadado.

- No te enfades… - Dije dulcemente y le besé.

- En todo el día nunca me habías besado tu a mi, empezaba a preocuparme. – Me susurro al oído y yo solo sonreí.

Nos dirigimos a la mesa. Había de todo. Desayunamos y hablamos un rato. Ya no me sentía tan incomoda aunque seguía siendo algo extraño.

- La verdad es que no recuerdo demasiado de ayer des de que entramos en mi casa.

- Ni yo. – Contestamos Gaara y yo a al vez.

- Fue algo confuso… - Dije y bebí un poco de chocolate.

- Pues tendremos que repetirlo para acordarnos ¿no? – Sugirió Gaara.

- Su.. supongo. – Dije algo nerviosa.

Akamaru se subió a las piernas de Kiba, dio un ladrido y comenzó a mover la cola.

- Tu no estarás Akamaru. – Le dijo Kiba.

- ¿A.. ayer estaba? – Pregunté.

- No, no… como iba a hacer eso delante de Akamaru…

- Mejor, sí…

Miré el reloj y me sorprendí de lo tarde que era.

- Tengo que irme, Lara lleva media hora esperándome para entrenar.

- Pues no se si vas a tener fuerzas. – Río Gaara.

Yo le di un pequeño golpe, algo avergonzada. Y el río más. Me levanté con la intención de irme pero…

- Kiba tienes que ir a mi casa y traerme algo de ropa. No puedo salir así y la ropa que llevaba…

- Esta tirada por el suelo y sucia. – Terminó Gaara.

- Si por casualidad te viera alguien no serio tan extraño al fin y al cabo has ido muchas veces.

- De acuerdo, voy. – Dijo y me dio un beso agarrándome por la cintura. – Hasta luego. ¡Vamos Akamaru! – Le gritó des de la entrada.

Me iba a ir a sentarme en algún sofá pero Gaara no me dejo.

- Estamos solos… - Me susurró.

Cogí a Gaara de la cara y lo besé. Él colocó sus manos bajo mi ropa.