Bajo las sombras (versión sailor moon)

La vida es bella…a pesar de la vida, esa es una frase que uso a menudo, para poder comprender y aceptar las cosas que diariamente me hacen desistir de vivir. Estoy casi segura que mi presencia en este mundo es errónea, simplemente el ser que creo todo el universo, cometió un error y por ello estoy aquí, hastiada de mi existencia y de los golpes que la bendita vida me da.

No me gustan las salidas fáciles, por eso aún no recurro al suicidio. Me apena mucho ver a las personas que caen tan bajo, no veo razón para no dejarse consumir por el sufrimiento de estar viva, en lugar de tomar un cuchillo y cortarme yo misma las venas, dejando correr mi preciada sangre por el piso.

Me parece increíble que haya gente que lea, las cosas tan locas que escribo cuando tengo la cabeza revuelta, claro que cada vez que dejo leer a alguien estas líneas, pierdo un amigo. Todos me tiene miedo, no entiendo el motivo, solo soy una persona que ve la vida desde otra perspectiva, ellos piensan que mi apariencia no es la correcta, o simplemente que mi forma de ser es rara.

¿Soy rara, por supuesto que no, solo soy original, tengo pensamientos que normalmente otro no tendría, eso a mi parecer no tiene nada de malo. Pero cuantas veces me pregunto yo, la gente "Rara" ha sido excluída de los proyectos importantes, y estos gracias a su "Rareza" salieron adelante, tumbando a los que una vez no creyeron en ellos.

Mi ego sube y baja, pero nunca está estable, yo nunca he sido estable en lo absoluto, ¿para que sirve la estabilidad emocional, eso es solo una máscara para ser aceptado, me niego a caer en ella para que los demás me noten o me integren en sus grupos, la sola idea me da ganas de vomitar. "La apariencia", todos aparentamos algo que no somos, algunos aparentan inteligencia, pero nunca han leído un libro o sacado más de 12 en un examen. Hasta yo aparento soportar la vida que me tocó, cuando en realidad cuento los días para que se acabe y pasar a ese plano de paz, tranquilidad y silencio.

Algo interrumpió mis pensamientos, el profesor se acercaba lentamente a mí, en la mano llevaba una regla que azotó contra mi pupitre, haciéndome saltar por el estruendo y olvidar por completo mis escritos. Su mirada intentaba fulminarme pero él sabía muy bien que dijera lo que dijera, a mí no me iba a asustar, así que se conformó viendo que dejé de escribir y regresó al frente del salón.

Como odiaba a ese hombre de barba blanca y ojos negros profundos, en todos los demás alumnos esos ojos tenían un efecto macabro, cada vez que el profesor me miraba, casi podía sentir que intentaba escarbar en mis pensamientos para enterarse de cosas prohibidas. Pero a la vez siento pena por él, solo recibe un sueldo miserable por mantener a raya a una multitud de incontrolables mocosos, si yo fuera el profesor Almeida definitivamente hubiera elegido una carrera más provechosa.

Luego de la demostración de poder, que intentó presentar el profesor Almeida, los alumnos me veían como bicho raro, yo podía saber exactamente lo que pensaban aquellos chicos buenos para nada, ¿Por qué se comportará así, ¿Si no le importa la escuela, para que viene, preguntas absurdas e inútiles para una persona con mi capacidad mental.

La campana sonó durante exactamente un minuto, anunciando el final de la clase de historia, me fascina esa materia pero el profesor me vuelve loca, ¿Acaso no puede entender que yo sé mucho más que él, en todos los años que he estado en la escuela, mis más altas notas las saqué en historia, mi especialidad es la griega. Saber las maravillas que siglos atrás habían sido creadas por hombres sin casi nada de tecnología era mi fuerte.

Al parecer las clases han finalizado por hoy, aún escucho los murmullos de los alumnos festejando la llegada del fin de semana, ¿Qué de bueno tiene? Para mí todos los días son iguales, llenos de frialdad por parte de mis padres y cobardía de parte mía por no expresarles mis verdaderos sentimientos. Me encanta salir de la escuela cuando ya no hay nadie en ella, mis pasos suenan imponentes gracias al silencio de los pasillos, vaya de nuevo mi ego subió, no pasará mucho para que vuelva a bajar hasta tenerlo de alfombra.

Llegué a la salida principal del colegio, el viento sopla furioso y se azota contra mi rostro, es como sentir una cachetada de un ser invisible, talvez si sea así pero nunca lo sabré. Nunca camino rápido y menos cuando me dirijo a mi casa, mientras más me demore en llegar a esa casa en donde soy ignorada completamente, mejor.

El cielo poco a poco se ha plagado de nubes negras, el día está triste y quiere llorar, igual que yo, quiero atención, quiero saber lo que es el cariño de otra persona. Creo que pido demasiado, si nisiquiera mis padres han sabido quererme, como una persona ajena a mi hogar podría llegar a hacerlo.

Estoy a mitad de camino, y tengo ganas de volver a la escuela, por lo menos allí me divierto viendo la cara de tarados que ponen los demás cuando paso por su lado. Mi vestimenta causa un efecto chocante en mis compañeros de clase, será que nadie le gusta el color negro, o talvez mis múltiples aretes hagan retroceder a todos, pero igual me divierte la conmoción que causo en ellos.

Faltan exactamente veinte pasos para llegar a mi casa, desde afuera es aparente mente normal pero adentro es el infierno mismo. Ya estoy dentro pero por lo que veo no hay nadie en casa, me muero de hambre pero como siempre mi madre se va y ni se acuerda en dejarme algo de comer para mí. Se me antoja comer una sopa instantánea, no lo puedo creer nisiquiera eso hay, tendré que salir a comprar.

La lluvia se hace cada vez más intensa, ya falta poco para llegar a la tienda pero parece estar cerrada, tendré que ir más lejos, no me quiero demorar así que cortaré camino por este callejón. Siempre corto camino por aquí, pero esta vez me siento extraña, tengo miedo de algo pero aún no sé que es…

Una mano salió de la oscuridad, atrapándome y atrayéndome hacia su mundo, un rostro malicioso, me miró con deseo, imposible gritar, su mano tapaba mi boca con todas sus fuerzas. Llorar… no quería demostrar miedo aunque lo tuviera, mi ropa fue destrozada a tirones, no podía aguantar más esa situación, debía hacer algo pero que…

Estiré la mano con la esperanza de encontrar algo con que golpear al bastardo que estaba encima mío, por fin encontré una botella e intenté pegarle con ella en la cabeza, pero el maldito fue más rápido que yo, y con un puñete directo en mi rostro hizo que perdiera toda la fuerza que tenía, no entiendo por qué ese golpe no me hizo perder el sentido, pude sentir todo lo que aquel hombre me hizo, sus embestidas salvajes hacían que mi alma llorara de dolor y furia, solo pude seguir allí, poniéndome firme ante la peor aberración que la vida pudo mandarme. "Una noche bajo las sombras, mi cuerpo fue profanado y mi alma liberada".

Notas de autor: la primera parte un poco introductoria pero luego ya empieza la historia contada desde el punto de vista de la protagonista osea Serena, bueno este es un universo alterno de una obra que escribí y la convertí en fic jeje, se que muchos no se imaginan a Serena con esta clase de pensamiento pero ya verán mas adelante como aflora su verdadera personalidad, espero que les guste esta idea que tuve… y dejen reviews para saber si lo dejo o lo borro de fan fiction byes cuidense todos!