Fanfic de Super Campeones (Capitan Tsubasa)
Kojiro x Sanae (o lo que es lo mismo Steve x Patty)
Por Eowynd
Observaciones: los personajes pertenecen a su respectivo autor y derechos similares. Todo lo que salga en letra cursiva sonpensamientos de los personajes y por lo tanto no son hablados
Capitulo I: Sanae
Hace Año y medio Atras
-maldición! Como detesto ser tan pequeña -eran los pensamientos de cierta joven japonesa al no poder alcanzar el maletero interior donde quería dejar sus cosas, claro que las lagrimas que insistian en resbalar por sus mejillas tampoco la estaban ayudando mucho ya que constantemente usaba una de sus manos para secarselas
-rayos! ya deja de llorar Sanae... -pero parecia que mas lagrimas luchaban por brotar de sus ojos. Entonces sintio que alguien tomaba su bolso, abria el maletero y ponia sus cosas adentro, cuando levanto la vista noto que eran manos de un hombre y cuando giro para mirar se llevo una sorpresa enorme al ver quien era
-Kojiro-sempai... -susurro y luego un poco mas fuerte dijo- gracias...
-de nada Sanae-san... -le contesto con voz profunda. Hacia mucho tiempo que no estaba frente al "tigre" de la selección juvenil japonesa y se sintio nerviosa por alguna razón, tal vez era esa presencia tan imponente que tenia
-¿asiento o ventana? -le pregunto Kojiro sacandola de sus cavilaciones
-tengo que revisar el boleto -dijo Sanae, mientras rebuscaba nerviosa el ticket en su cartera- ventana... -dijo cuando lo encontro
-de acuerdo -dijo Kojiro colocando sus cosas en el maletero interior, luego se hizo a un lado para que ella pasara y se sento luego en el asiento que daba al pasillo. Sanae se giro hacia la ventana mientras que se comenzaban a dar las instrucciones a los pasajeros por el alto parlante y una aeromoza hacia gestos en la parte delantera del avión. Pudo apreciar entonces los surcos que las lagrimas habían dejado a su paso, mientras pensaba en lo tonta que se sentía luego de haber realizado este viaje. En ese momento se abrocho el cinturon y el avión comenzo a moverse por la pista
-toma Sanae-san... -sono la voz de Kojiro, se giro a verlo y noto como le ofrecia un pañuelo. Un poco asombrada lo acepto y se limpio las lagrimas de la cara junto con las marcas de estas
-gracias... Kojiro-sempai... -Kojiro tenia una expresión seria mientras la miraba, como si analizara sus pensamientos o eso tratara...
-de nada Sanae-san... y por cierto...
-si?
-no vale la pena que sigas llorando por su culpa -dijo mirandola directo a los ojos, Sanae estaba impresionada por decir lo menos de esas palabras del tigre, pero cuando trato de preguntar ¿Cómo...? Kojiro solo dijo...
-puedes quedarte con el pañuelo -y acto seguido se coloco los audifonos y prendio el canal de música dejando a Sanae con algunas dudas sobre lo que acababa de pasar
Departamento de Sanae en Italia - Tiempo presente
El despertador comenzo a sonar de manera escandaloza sobre el velador, asi que estiro su mano para apagarlo. Se había olvidado por completo de desconectarlo para que no sonara a las siete en su día libre, pero tal vez fuera mejor, asi no se quedaría dormida en un día tan importante como ese.
-¿porqué habre soñado con eso? Fue hace casi un año... -penso mientras se estiraba un poco en la cama, tiro la ropa a un lado y se sento en el borde, se calzo las pantuflas y se dirigio a su armario a buscar ropa limpia y toallas.
Era increíble que ya hubiera pasado un año y que fueran a celebrarlo hoy. Su vida había dado una vuelta de ciento ochenta grados en el último tiempo
Había obtenido su beca hacia casi dos años...
Se había ido a vivir a Italia hacia casi dos años...
Y aunque al principio nunca lo hubiera imaginado el amor de su vida se cruzo en su camino hacia un año...
Su verdadero amor, no aquel que la había tenido engañada todo este tiempo, persiguiendo algo menos que una ilusión. Fue doloroso al comienzo, habían sido muchos años y muchas esperanzas, pero su verdadero amor entro en ese instante, y de su mano logro superar todo ese dolor y sufrimiento. Había sido su roca y su punto de apoyo, sin él hubiera cometido una locura de eso estaba segura
Cuando encontro ropa de gusto y toallas limpias fue a la cocina a prender el calentador del agua y regular la temperatura. Regreso al baño y dio el agua caliente. Dejo que el agua la despejara y terminara de despertar. Aún recordaba las frías palabras que el que creía su amor le había dicho un año atras
Ciudad de Barcelona - Residencia de los jugadores del Cataluña - Un Año y medio atras
-por fin estoy aqui... -penso Sanae al verse en la entrada de la residencia de los jugadores del Cataluña. Había sido un largo viaje desde Italia y le había tomado mucho tiempo juntar el dinero del pasaje de avión, pero su trabajo de medio tiempo en la tienda de ropa era bastante bien pagado al menos
-busca a alguien señorita? -le pregunto el portero al verla ahi parada en silencio
-si, a Tsubasa Ozora, digale que es de parte de Sanae Naruzawa
-espere un momento -el portero marco el numero del cuarto de Oliver y espero unos segundos hasta que contesto- Señor Ozora, buenos días, aqui hay una señorita de nombre Naruzawa que viene a verlo... como no señor... yo se lo dire... -cuelga el auricular y dice a Sanae- el señor Ozora dice que puede pasar, es en el departamento 313
-muchas gracias señor -dijo Sanae con una reverencia para luego ingresar a los departamentos. Sentia que el corazón se le saldría del pecho, se sentia nerviosa y ansiosa, cuando Tsubasa le abrio la puerta sintio que su vida estaba en un punto de "antes y después de..." Lo que no sospechaba era en que forma este encuentro cambiaria su vida.
Tsubasa como, caballero que era, la invito a pasar, que se sentara, le ofrecio lo que quisiera tomar o comer, pero ella lo rechazo, su estomago no estaba dispuesto a recibir alimento o bebida en ese momento. Conversaron de los amigos, de Japón y de como Sanae había recibido esa beca en medicina deportiva en Italia, se entretuvieron mucho rato y cuando estuvo mas relajada Sanae le dijo lo que venia dispuesta a decirle y que era un secreto a voces desde la primaria
-Tsubasa... yo... tengo que decirte algo... -dijo Sanae mirando el vaso en su mano, no se atrevia a mirarlo de puros nervios
-¿qué pasa Sanae?
-yo te amo Tsubasa...
Se produjo un silencio incomodo en la sala, Sanae no sentia que pudiera agregar nada a lo que había dicho y Tsubasa tan solo la miraba sin decir nada o mejor dicho como si no supiera como decirlo...
-lo siento Sanae-chan, pero yo no puedo corresponderte porque amo a otra persona...
Departamento de Sanae en Italia- Tiempo presente
Como le habían dolido en ese momento aquellas palabras, habían sido como puñaladas para su corazón. Aún ahora no sabía quien era esa persona a la que se referia, pero tenia sus dudas sobre si queria saberlo.
No, la verdad es que no lo necesitaba y era mejor asi ya que es estos instantes era importante para alguien, por primera vez no estaba después del soccer, o del torneo escolar, o algún torneo juvenil en Europa o Sudamerica o de plano el mundial de soccer
Si hubiera seguido al lado de Tsubasa, no hubiera ido nunca a su lado realmente, hubiera ido atras suyo, atras del soccer, atras del equipo donde jugara, atras de la selección japonesa, atras de sus amigos, atras de su madre a quien adoraba, y de Roberto que era su mentor y su guia.
Nunca sería única, nunca sería especial, nunca sería la primera...
Nunca sería nada de eso si estuviera con Tsubasa, pero como no era asi, si era única, la primera y especial para alguien, alguien que nunca la dejaría hasta el final de su lista de prioridades. con quien de hecho, aunque ella aún no lo supiera, quería formar una familia que siempre sería lo primero para ambos
Cuando termino de desayunar, guardo todo en el refrigerador y lavo los platos, luego fue a su cuarto y se termino de arreglar. Se trato de poner lo más linda que pudo, tomo sus cosas y salio hacia el estadio, llegaria a tiempo para hablar con él antes del partido y ponerse de acuerdo a donde ir a celebrarlo después
Ella tenía la idea de prepararle algo especial, algo en casa, pero prefería conversarlo con él. Su amor podía ser tan impredecible.
Tomo sus cosas y salio rumbo al estadio...
Fin del capitulo I
