Los personajes de Harry Potter no me pertenecen y tampoco la película de Love Actually.

Un pequeño giro a una de mis películas favoritas, una historia de navidad en el mundo mágico.


Cuando me pongo triste por el estado del mundo pienso en la estación de King Cross y la llegada del Expreso Hogwarts en los veranos. La opinión general es que vivimos en un mundo negro y lleno de odio, pero no lo veo así. Creo que el amor esta por todas partes, muchas veces no de la manera esperada, pero siempre está ahí. Padres, madres, hermanos y hermanas, novios, esposos, viejos amigos. Si lo buscas bien veras que el amor en realidad está en todas partes.

Estaban en un estudio de grabación de lo más retro que cualquier muggle se pudiera imaginar, tanto así que estaban grabado discos de vinilo, y si el mundo mágico era extraño, más aun un set de grabaciones para la radio mágica. Pero no era su primera vez ahí, hacía mucho tiempo atrás él había grabado varios records. Era tan viejo que muchos lo habían olvidado ya. Y ahora, una vez más estaba ahí, junto con Elphias, su manager, para tratar de volver al mundo de la música. Ya se había equivocado dos veces diciendo "love is all around us" en vez de "christmas is all around us".

- Esto apesta como mierda de dragón – dijo después de la cuarta estrofa, que no tenía sentido absoluto

- Pero es una mierda de dragón que se venderá como oro – dijo su manager seguro.


- Voy a llegar tarde – dijo Percy buscando su varita entre los cajones y las pilas de pergaminos

- Está a la vuelta de la esquina – le dijo su novia con quien vivía – lo lograrás

- ¿Segura que estás bien que vaya sin ti?

- Segura, me siento muy enferma

- Te amo – esa era una faceta que no todos veían del serio y recto Percy Weasley, pero en verdad amaba a Penélope – estoy tan enamorado de ti que incluso te amo estando toda enferma y no me importaría si fuera drangonpox – le decía mientras la besaba

- Ya vete o en verdad llegarás tarde – y antes de irse él le envió otro beso.


Él estaba frente a un grupo de pergaminos y tenía una pluma en la mano. Pero pensándolo bien cambió de idea y, aun con la pluma en mano, se dirigió a la chimenea, que no estaba más allá de unos pasos, y llamó a Narcisa.

- Lo siento, soy yo de nuevo. No sé con quien hablar.

- Lo sé, pero este es un terrible momento. ¿Te podría llamar más tarde? – le dijo ella –

- Claro

- Eso no significa que no estoy preocupada porque Nimph, porque Tonks falleció – Narcisa hizo una pausa. Ella no solía tener tan poco tacto, pero definitivamente aquel no era el momento para confortar al viudo de su amigo.

- Entiendo. Te dejo, me llamas cuando puedas. Y Remus se retiró de la chimenea

Narcisa suspiró y le puso atención a la niña que estaba esperándole

- ¿Y cuál es la gran sorpresa?

- Nos dieron nuestros papeles para la obra de navidad y yo voy a ser la langosta

- ¿La langosta?

- Si, la primera langosta

- ¿Así que había más de una langosta en el nacimiento de Jesús?

- Duh – respondió la niña incrédula. ¿Qué rayos les enseñaban los muggles a sus hijos? Sólo había aceptado poner a sus niños en esa escuela muggle para cumplir con las apariencias y porque, a pesar de ser una madre abnegada, no creía tener la paciencia para educar a sus chiquillos. Ya estaría más feliz cuando fueran a Hogwarts.


Seamus Finnigan era el repartidor de comida en el Profeta. Este era uno de sus múltiples empleos y siempre aprovechaba la ocasión para flirtear con las chicas que se encontraba, aunque lo único que obtenía eran solo negativas o miradas de asco, como la que le dirigió aquella mañana la pelirroja secretaria del director del periódico, que por cierto era su vecino en un barrio muggle con varias familias mixtas de brujos y muggles. ¿Por qué las mujeres no le hacían caso?


Ningún mago con mucho juicio descubriría aquel set de fotografías para magos y hechiceros adultos. Estaba bien escondido del mundo mágico haciéndose pasar por un simple estudio muggle. En aquel lugar dos figuras posaban como dobles de cuerpo para una serie de fotografías que formarían parte de la revista "Playwitch". Les mandaron a descansar.

- Hola, me introdujeron como Ned, pero en realidad me llamo Neville – dijo el chico

- Mucho gusto Neville - dijo la chica- conmigo no hubo problema, soy Hanna, sólo Hanna

- Bien, solo Hannah – ambos se rieron tontamente.


Ellos eran los mejores amigos. Lo habían sido desde su primer viaje en el Expreso Hogwarts y ahora estaban juntos en el momento más importante de sus vidas, bueno de su vida, pero igual su mejor amigo se vería afectado.

- ¿Sin sorpresas? – preguntó Harry a su amigo

- Sin sorpresas – respondió el pelirrojo a su lado

- ¿No como la despedida?

- No como la despedida – Ron hizo una mueca.

- ¿Admites que las veelas fueron una mala idea?

- Si –

- ¿Y que hubiese sido mucho mejor si no se hubiesen transformado?

- Definitivamente- sonó la música que indicaba que la novia ya iba entrando – buena suerte, Harry – y ambos estrecharon sus brazos para ver caminar la novia por la entrada. Hermione Granger se veía hermosa con su vestido blanco.


Un auto verde se detuvo frente a una hermosa casa con varios reporteros esperando que el nuevo Ministro de Magia apareciera. El ministro se desmontó seguido por dos de los aurores y después de saludar entró al que sería su nuevo hogar. Fue recibido por una de las brujas que había trabajado con él en su campaña y manejaba sus asuntos personales. Ella le presentó a los que trabajaban en la casa.

- Este es Lucius, el encargado.

- Mucho gusto señor – dijo aquel

- Mucho gusto Lucius. Yo tenía un tío llamado Lucius. Lo odiaba, creo que era un pervertido, pero me gusta mucho como se ve usted

- Gracias – dijo algo dudos. Debía recordar que el nuevo ministro tenían un mal gusto por las bromas.

- Este es Kreacher, el elfo doméstico

- Kreacher está a su servicio amo

- Mucho gusto Kreacher, creo que no tendrás tanta diversión conmigo como con los demás, sin pañales, adolescentes o con una esposa que asusta. – Kreacher pareció entristecerse con la noticia

- Esta es Hestia, ella es nueva como usted.

- Hola Hestia – le saludó él

- Hola Sirius, digo, señor – trató de corregir ella rápidamente – Mierda, no puedo creer que acabo de decir eso – Sirius parecía algo sorprendido por la joven bruja frente a él. – Y ahora cabo de decir mierda, dos veces. – Sirius se estaba riendo con su típica risa perruna – Lo siento mucho señor

- Está bien, no hay problemas – obviamente la chica estaba nerviosa – podrías haber dicho "joder" y entonces sí sería un problema – dijo él en broma

- Gracias señor. Tuve una premonición de que la jodería en mi primer día. – dijo ella sonriente sin darse cuenta de su error en un principio y luego se dio cuenta. Sirius no tuvo más que reírse.

Su asistente le llamó para presentarle el resto de los integrantes de la casa. Debían organizarse antes de intentar arreglar el mundo mágico británico. Sirius volvió la vista atrás para ver a Hestia hablando con Lucius y luego siguió a su asistente. Se dirigió a su oficina solo y cerró la puerta. ¡Qué inoportuno era el que la conociera justo en ese momento!


El ministro que estaba presenté cerró la ceremonia oficial declarando a Hermione y Harry Potter marido y mujer. Los invitados aplaudieron. Se encontraba la familia, pero la mayoría eran amigos del trabajo en el ministerio y viejos amigos de la escuela. La boda se había realizado a estilo clásico de los brujos en el campo bajo una hermosa carpa.

La banda estaba tocando la marcha nupcial. Harry le habló a su padrino de bodas, Ron.

- ¿Con que resistirte a no hacer más sorpresas?

- Claro, he madurado – le aseguró aquel.

La pareja se presentó al público quienes les aplaudían, entre ellos Luna Lovegood y Percy Weasley, quienes charlaban mientras ellos caminaban por un pasillo alfombrado hasta la entrada a la carpa. En ese momento un coro apareció entre las cortinas de la carpa y comenzó a camtar "Love, love, love…" Hermione miró a su ahora esposo preguntándole si él había hecho aquello, pues ella había planeado sólo un cuarteto de violines. Harry le aseguró que no y miró a su amigo quien tomaba fotografías y decía que no con la cabeza. Y entonces un cantante comenzó a cantar una famosa canción muggle, "All you need is love*" mientras personas del público sacaban instrumentos y comenzaban a tocar, entre ellos Bill Weasley apareció tocando una guitarra eléctrica muggle. Atrás de la muy sorprendida y feliz pareja Ronald Weasley chocaba las manos con el ministro. Todo les había salido bien.

Percy decidió no quedarse para la recepción y fue directo a su casa. Estaba dejando el llavero en una mesa cuando se topó con su hermano George.

- ¿Qué haces aquí?

- Vine a tomar prestados unos libros – dijo

- La chica de la casa te dejo entrar ¿eh?

- Si

- Una chica hermosa y atenta

- Si – dijo George algo azorado

- Pase a ver si ella se encontraba mejor – le dijo – he estado pensando, ¿Qué tal sería si llevamos a mamá a salir a cenar para su cumpleaños? Creo que no hemos sido unos buenos hijos este año

- Me parece bien, algo aburrido, pero bien – respondió George

- ¡Ven acá tu gran monigote! – se escuchó una voz femenina en otra habitación – Estoy desnuda y quiero tenerte al menos dos veces antes de que Percy regrese.- George tenía cara de culpable mientras Percy lo miraba sorprendido.

En la recepción, la carpa se había convertido en un salón de fiestas con mesitas y una pista de baile, donde Harry bailaba con la hija de un amigo y saludaba a Oliver Wood mientras Hermione más allá estaba feliz de haber visto a alguien. Seamus se encontraba aquel día como camarero. Le ofreció bocadillos a Ron quien sacaba fotos y, a pesar de comer de todo, le dijo que no gracias, también le ofreció bocadillos a Luna, quien enviaba una carta con una lechuza. Al fin vio una chica a solas en una esquina.

Le ofreció bocadillos pero ella los rehusó.

- No te culpo – dijo él – parecen dedos de bebe muerto. Ugh y saben igual – dijo devolviendo el entremés – Soy Seamus – dijo agitando su mano en el aire

- Soy Myrtle – dijo ella algo lúgubre

- ¿Y a qué te dedicas Myrtle?

- Soy cocinera

- ¿Alguna vez has hecho una boda?

- Si

- Deberías haber hecho esta

- Lo hice

- Lo siento, no debí haber devuelto el bocadillo – dijo él

- Yo no

Seamus tiró la bandeja frente a él en la mesa de la parte de atrás donde estaban los cocineros y los demás camareros. Dean Thomas, su amigo estaba ahí leyendo una revista, alguna de sus creaciones.

- Ya sé por qué no encuentro el amor verdadero – se quejó Seamus

- ¿Por qué?

- Las brujas inglesas – dijo – son unas estiradas. Y yo me siento atraído naturalmente a chicas más divertidas, como las estadounidenses. Debería viajar a Estados Unidos. Conseguiría una novia de inmediato ¿Qué crees?

- Creo que has estado leyendo el Quisquilloso otra vez Seamus.

- Ahí es donde te equivocas. La norteamericanas se sentirán atraídas por mi lindo acento irlandés

- No tienes un lindo acento irlandés

- ¡Si lo tengo! Iré a Estados Unidos.

- Seamus, eres un soltero, feo idiota. Acéptalo.

- Nunca. Soy Seamus, dios del sexo. Solo estoy en el continente equivocado, eso es todo.

En la recepción Harry bailaba "Bye bye baby*" mientras Ron tomaba fotos de una silla cercana. De repente Luna, quien lo había estado observando, se sentó su lado

- ¿Lo amas? – le preguntó ella

- ¿Quién? No.

- Oh, lo siento, yo solo dije la pregunta equivocada pensando que tal vez era la adecuada y necesitabas hablar con alguien y nunca te habían preguntado.

- No, la respuesta es no. Definitivamente no.- y volvió a ver la pareja

- ¿Entonces es un no?

- Si. – silencio incómodo - ¿Qué dices? ¿La peor banda de la historia?

- Todo dependerá de la próxima canción. – Entonces la banda comenzó a tocar "un caldero lleno de amor"

- Esta hecho, la peor banda de la historia

- Definitivamente – dijo ella con su voz soñadora.


Otro día en el set de fotografías. Neville se quejaba porque casi no había podido llegar a trabajar debido al tráfico de los muggles. Hannah estaba de acuerdo, llegar a aquel lugar solo se podía lograr por medios muggles y las calles alrededor eran un desastre. Dean los interrumpió para pedirle a Hanna que se quitara la blusa para probar la iluminación.

- Claro. Al menos aquí está caliente – dijo ella riendo

- Cierto, aunque no siempre es así – aseguró Neville – probé ser doble en una película muggle ambientada en el Himalaya y fue terrible.

El director reanudó la toma de fotos, y esta vez le pidieron a Neville que pusiera sus manos sobre el busto de ella y los masajeara. Él no tenía inconveniente alguno, después de todo ese era su trabajo. Y mientras hacían sus papeles, volvieron al tema del tráfico.


Remus se encontraba frente a los que se habían congregado en aquel lugar para el último adiós a su querida Nyphadora Tonks. Ellos habían tenido tiempo para planear, les decía, aunque lamentablemente él no había podido cumplir con algunos de los puntos que ella había puesto les decía al público, como llevar a Claudia Schiffer, la modelo muggle, como su cita al funeral. Esto se debía a que su querida esposa sabía que él tenía cierta fascinación por aquella modelo. Cuando ella le contó lo que ocurriría luego de haber recibido una maldición, él le había dicho que sería sobre su cadáver, pero al final ella había tenido la razón. Al final ella diría su último adiós con una canción de la banda de "The Weird Sisters". Y con la canción sonando y fotos mágicamente proyectadas y en movimiento mostrándose frente a todos, el féretro fue llevado por la fuerza de cuatro varitas y sus dueños hasta su última residencia en el valle de Godric. Entre los asistentes estaban su hijastro Teddy con sus abuelos y más allá Narcisa.


En la oficina del profeta Ginny le avisa a su jefe que Luna espera ser recibida.

- Claro, claro – dijo Severus Snape – Ejem, dime Ginny, ¿Cómo te va? ¿Te estás acoplando bien? ¿Ya sabes a quienes evitar?

- Claro – dijo ella sonriente. En eso llega Luna y ella les deja para que tengan su charla.

- ¿Severus? – llama Luna en la puerta con su voz soñadora antes de entrar

- Pasa y siéntate – la joven se sienta frente a él – Quiero que cierres la puerta y no quiero ninguna lechuza aquí. Dime, ¿Desde hace cuánto trabajas para el profeta?

Severus Snape era el jefe del periódico El Profeta. En un principio había comenzado escribiendo en una columna sobre pociones, pero pronto fue ascendiendo hasta el punto en el que se encontraba.

- Pues creo que desde hace dos años, siete meses – respondió ella y pensando un poco más – tres días y dos horas. – Después de todo ella había sido una Ravenclaw y no por nada.

- ¿Y desde cuando estas enamorada de Viktor Krum, nuestro enigmático corresponsal de la sección de Quidditch?

- Eh – dijo ella algo sonrojada – dos años, siete meses, tres días y una hora y media, creo

- Eso pensé

- ¿Cree que los demás saben? – preguntó algo preocupada

- Si – dijo aburrido Snape

- ¿Cree que Viktor lo sabe?

- Si – ella parecía espantada. A veces Luna estaba demasiado en la luna

- Esas son malas noticias –

- Creo que ya es tiempo de que hagas algo al respecto – dijo Severus tratando de terminar con lo ridículo de la situación

- ¿Cómo qué?

- Como invitarlo a tomar unas copas y después de unos veinte minutos dejarle saber casualmente que te quieres casar con él, tener mucho sexo y bebes

- ¿Cómo sabe eso? – dijo ella espantada

- No hay que ser Legimens para eso. Y Viktor también lo sabe. Por el bien de todos, hazte el favor y piénsalo, es navidad.

- Claro, entendido, gracias jefe – dijo ella disponiéndose a retirarse cuando el rey de Roma entraba a la oficina provocando un incómodo momento.

Ni bien salió de la oficina una lechuza chocó contra ella. Tomó la nota y trataba de leerla pero Ginny tenía la radio encendida y en un volumen muy alto. Ella le pidió que le bajase el volumen, ¿Qué rayos era eso que tenían puesto?

"Este es el nuevo sencillo de Navidad del alguna vez gran Albus Dumbledore" – decía el comentarista – "Y es increíble lo que algunos grandes han bajado…" El comentarista continúo describiendo lo malo del sencillo hasta que del otro lado le hicieron saber que de hecho, Dumbledore estaría de invitado en el programa que seguía.

Colin Creeve era un comentarista de un programa matutino de la radio mágica y tenía como invitado de aquella mañana a Dumbledore y le preguntó por su nuevo record,

- Bienvenido de vuelta al aire, Dumbledore

- Llámame Albus

- Claro, Albus, hablemos de tu nuevo sencillo navideño. Tengo entendido que es un cover de una canción muggle llamada "Love is all around"

- Ciertamente, solo que cambiamos "amor" por "navidad" – Dumbledore parecía maravillado con la idea

- Claro, ¿Tiene algún significado especial para ti Albus?

- Ah – suspira soñadoramente el entrevistado – La navidad es un momento ciertamente mágico, en especial si se tiene a alguien a quien amar, pero lamentablemente no es mi caso.

- ¿No?

- No, veras cuando se es joven y se tiene una gran fama uno suele cometer excesos, ser codicioso y tonto. Al final uno termina sin nadie, arrugado y solo

- Vaya, gracias

- ¿Por?

- Por ser tan sincero, eso no se suele ver mucho por estos lados

- Pues pregunta y yo te contesto con la verdad

- Bien, ¿Cómo cree que se compara su nuevo record con sus clásicos pasados?

- Pues ambos sabemos que este nuevo sencillo es desecho de pixie- Dumbledore se ríe - pero ¿No sería genial si en vez de un nuevo grupo de adolescentes con demasiado cucurucho de cucarachas en sus cabezas, el núevo número de la radio sea un viejo manipulador, adicto a los caramelos muggles queriendo volver a la cima? – Elphias del otro lado de la cabina quería lanzarse un avada él mismo. – Así que niños, si ustedes quieren tanto la navidad como yo, compren mi nuevo sencillo mientras disfrutan la increíblemente porquería del momento mientras tratamos de poner una sílaba extra en la cuarta línea. –

Entonces Colin terminó la entrevista, poniendo una nueva vez el sencillo, mientras Albus saludaba a Elphias tras el cristal, quien estaba llorando. Después las noticias, "¿Ya estaría en problemas el nuevo ministro de magia?"


¿Y qué les pareció?