Hola… espero les guste esta historia…. Salió completamente de la nada xD si le hallan algún parecido a algo, mis disculpas. Cualquier comentario es bien recibido. Sin más, disfruten la lectura.
Tokio, 3 p.m.
—Dios! Llego tarde!— una cabellera rubia se ondeaba mientras la chica de ojos azules corría.
Saco su celular y empezó a marcar un número. Se lo puso en la oreja sin dejar de correr
—¡Vamos Umi! Contesta—
*Hola? Eli?* sonó la voz del otro lado de la línea
—¡Sí! Ya casi llego! Diles que no se retiren aún, estoy a dos, ahora una cuadra!— el estrés la consumía y el dolor en sus piernas no ayudaba.
*De acuerdo, pero apúrate, recuerda que es el 5 piso*
Corto la llamada y por estar viendo su cel no vio a la chica que igual venía corriendo hacia ella. Ambas con celular en mano y vista fija en él.
De un momento a otro, ambos celulares volaron y ambas chicas cayeron al suelo
—ooucchh— ambas chicas se quejaban de dolor.
—No tengo tiempo para esto—se levantó la rubia y agarro su celular... O el que creyó suyo, ni cuenta se dio que ambos celulares tirados eran modelos iguales. —Disculpa pero se me hace tarde— salió corriendo nuevamente dejando a una pelimorada ahí en el piso.
—Eres muy buena, Ayase-san, estamos realmente interesados en ti. ¿Te gustaría quedarte con el papel?—
—¡Me encantaría!— Dijo arriba del escenario —Muchas gracias—
Salió de ahí feliz, había logrado quedar aceptada para interpretar a Julieta en la obra.
—Felicidades, Eri— la esperaba fuera de la sala quien al verla salir con una sonrisa supo que lo consiguió.
—Lo logré, Umi!— ambas sonrieron y se dieron un abrazo
—¿Tomamos una foto para el recuerdo?— pregunto la peliazul
—Claro— saco su celular y al prender la pantalla vio un fondo diferente —¿Qué demonios?— le dio vuelta viéndolo por detrás, no tenía su característica marca: un rayón hecho por Rin, una amiga.
—¿Eli?— pregunto al ver a su amiga
—Oh no, no, no, no! ¡Esto no es mío! —dijo a alterada
—Tranquila Eli, ¿qué pasó con el tuyo?—
Soltó un bufido —Probablemente lo tenga aquella chica—
—¿Cuál chica?— pregunto curiosa Umi.
Eli vio que el celular tenía que desbloquearse con PIN y otro bufido se le salió
—¿Acaso soy la única a la cuál le gusta sólo deslizar para desbloquear?— ignorando nuevamente a la chica frente a ella, se puso a observar la foto. Era la misma chica pelimorada junto a un cachorro. Le mostró la foto a su amiga. —Ella lo tiene—
—Bueno... ¿Por qué no esperas a qué te llame?— le propuso una opción.
La rubia se quedó sería un momento y Umi pensó que iba a decir que fue tonta idea.
—Bien pensado, ella sólo debe deslizar, no batallara.—
Fueron a su casa, no sin antes pasar por las mismas calles buscando a la chica, sin éxito.
.
—¿Y cómo te va con tu relación?— preguntaba la rubia sentada en una silla. Ambas tomando un té.
—Bien, creo que esta vez es diferente— dio un sorbo a su té.
—Sí, igual lo creo. Ella no se ve que sea como...—
—No la menciones, por favor— vio como Umi apretaba la taza
Antes de decir una palabra más su teléfono (por ahora) vibró. Se levantó de golpe asustando a la peliazul.
—¡Por Dios! Es ella! Creo... — miró en el teléfono su propio número.
—¡Pues contesta!— dijo un poco irritada, le había caído té caliente en su ropa por el brusco movimiento de Eli.
Con temblor contesto
—H-Hola?—
*Dios! ¡Que bueno que contesta alguien!*
—Yo agradezco que llamarás...— hablaba bajo la atenta mirada de su amiga
*Parece que ambas somos algo despistadas, no?* Eli escuchó la suave risa de la chica en la otra línea, el sonido la cautivo.
—S-sí..—
*Oh, vamos... No seas tan tímida, la verdad es que no me he dado cuenta hasta que baje del avión* la voz denotaba nerviosismo.
=oh Dios, su voz es hermosa... Espera... Dijo avión? Oh no!=
—¡Avión!? Debes estar bromeando— miró a Umi entre nerviosa y enojada. La peliazul sólo le hizo señas de que se tranquilizara
*No, disculpa... Justo ahora estoy en ...*
—¿..En... ?— el suspenso de la chica mataba a Eli.
*Corea* soltaba al fin.
—¡¿Qué?! Bueno, bueno.— tomando un gran bocada de aire, continuo —Está a sólo dos horas, aproximadamente—
*fueron dos y media*
—Bie! Supongo que ya estás esperando vuelo para volver... Cierto?— lo último lo decía con miedo.
*Ojala fuera así* esa frase cumplía el temor de Eli. * Tengo que hacer algo aquí, no me dejarán irme si no lo hago* del otro lado se empezaron a escuchar voces que Eli no supo que decían
=Claro, Coreanos= pensó.
*Me debo ir, Ayase-san* volvió a escuchar reir a la chica *Por cierto es 2,5,5,1* con eso cortó la llamada dejando a una rubia confundida.
=¿¡Me llamo por mi nombre!? Habrá visto mis cosas?=
—¿Y bien?— le preguntaba su amiga
—2,5,5,1— fue su única respuesta mientras veía a la nada.
—¿El pin?— cuestionó Umi, Eli rápidamente se dispuso a intentarlo
—Dice incorrecto—
—¿Lo hiciste bien?—
—Sí—
—¿Segura? Habias dicho 2,5,5,1—
—¡Sí, 2,5,5,1!— mientras lo decía lo marcaba. Ya iban 3 veces. —¡Me ha mentido!— explotó la chica en enojo.
—Tranquila, tal vez se le paso un número o se confundió— su amiga estaba un poco asustada.
Volvió a sentir el celular vibrando. Contesto sin pensarlo dos veces al ver que era de su celular.
—¡Me mentiste!— estalló, Umi pensó que si hubieran estado de frente, Eli la mata. Pero sólo exagera. Cierto?
*No, no... Me falto un número, es el 4. Es 2,5,5,1,4* colgó, no esperó respuesta
Eli quería aventar el celular o golpear a alguien.
—Eli...¿Por qué estás tan desesperada?—
—Perdí mi celular—contesto mientras anotaba el número en un pedazo de papel
—Eli, tienes otro.—
—Otro que no es mio, uno en donde no están mis cosas, dónde no hay mis fotos y a donde no me llamará en caso de hacerlo. —
Umi ya entendía todo. Suspiró.
—Pensé que la habías superado— se levantó de la silla. Se quedaron en silencio. Eli no sabía qué hacer, se quedó viendo el pedazo de papel. —Eli, ella no te conviene. Así como a mí no me conviene Minami-san— dijo con cierto tono triste.
=¿"Minami-san"? desde cuando le dice así?=
—Ella no me engaño— la peliazul ante ese comentario sintió dolor y lo reflejo en su cara. —Ah, disculpa. No quería— —No importa, ya que es la verdad— la interrumpía Umi.
—Aún tengo esperanzas— dijo en tono bajo pero la chica logro escucharlo.
—Creo que sólo necesitas a alguien más en tu vida— Eli la miró Interrogativa —A lo mejor por eso apareció esa chica— dijo señalando el celular
Eli dirigió su vista a el aparato y luego al papel, se le había olvidado intentarlo una vez más. Agarró el cel, ingresó el número y...
—¡Funcionó!— dijo feliz.
—Que bien, Eli.— le dedico una sonrisa. —Me tengo que ir, Honoka dijo que pasaremos la noche juntas.— agarro sus cosas y se dirigió a la puerta de la casa
—Cuidado y las cachan los vecinos, modulen la voz— dijo con burla y su amiga se puso roja como un tomate
—¿Qu-qué andas di-diciendo?— Eli sonrió. Esa chica era su amiga, esa que tenía de la nada momentos cursis y en otros se moría de vergüenza con una simple sonrisa.
—Diviértete en tu cita— con eso Umi prefirió irse.
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Eli se dirigió nuevamente a la cocina, agarró el celular.
=¿Debería ver lo que hay en el cel?= volvió a introducir el pin y se quedó viendo que el fondo de pantalla era diferente al de bloqueo. Era la misma chica dándole un beso en la mejilla a otra de ojos rubí y cabello negro, un rubor acompañaba el rostro de ambas.
=¿esto no se ve muy de parejas?= busco de nuevo en la foto alguna señal =No puedo suponer nada=
Entró a contactos y se agregó ella misma, así ya no tendría que recordar su propio número cada vez que ella llamara.
[Ayase Eli
Nuevo contacto añadido.]
Entró al Facebook de la chica, sólo para saber el nombre
—Toujou Nozomi— dijo para sí misma.
Con eso, bloqueo el celular.
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Adoro los enredos amorosos.
Bye-Bye!
